Haciéndote el amor...con el poder de tu mente
Sigo hincada delante de tí, estoy entre tus piernas. ¡Disfruta! Mira como voy pasando mis labios suavemente por la parte interna de tus muslos; ¡me encanta tu aroma!. Mi mejilla roza tu pene, pongo una mano en tu bulto y lo hago a un lado, llego a tus testículos, tu cuerpo está ardiendo.
El poder de tu mente...
-¡Disfruta! Has tenido mucho de mí. Sé que sobrepasé tus expectativas. Sé que estás embelesado por la ropa que decidí usar para esta ocasión. Te he estado modelando ya un buen rato. Mientras camino delante de tí me vienen a la mente todas las poses que harán que mis piernas y, sobre todo, mi trasero resalten para tí. Has tomado casi un centenar de fotos que por supuesto compartiré contigo; casi una decena de videos son los que has tomado con tu celular...sí igual quiero que me los compartas.-
-Sé que te encanta ver como me pongo de espaldas a tí; levanto mis brazos y los recargo en la puerta, volteo y te miro, tú me observas sentado en la silla, estás acariciando tu entrepierna. Sigo en la misma postura pero ahora cruzo mis piernas y con una de mis manos levanto un lado de la minifalda; vuelvo a mirarte y sonrió guiñándote un ojo, tú muestras aprobación enviándome un beso al aire.-
-Ahora camino hacia el sillón. ¡Sí, adivinaste!, es lo que voy a hacer para agradarte aún más, quiero que tu deseo por mí se vuelva incontrolable. Cuando llego a él me detengo, me agacho un poco, sé que observas todo mi atuendo. Ves? Las medias de red blancas lucen bien en mis torneadas piernas. No, no llevo liguero, no lo necesito, el elástico de las medias impiden que éstas se muevan de su lugar. Uy! Estoy segura que ya alcanzas a ver la tanga. Lo sé, te gusta ver cómo está metida entre mis nalgas. Sí, es blanca, hace juego con las medias. ¿En serio? Qué bueno que también te gusten mis senos; sí, me puse un brassier blanco y ya ves, la blusa me entalla bien.-
-¡Ay, cláro! Sabes que me encantará cuando con dos de tus dedos vayas a la parte superior de la tanga y la saques, la dejarás a un lado sobre una de mis nalgas, pero ese momento aún no ha llegado. Lo que tú me pidas, eso haré.-
-¿Así está bien? ¿Te gusta ver cómo expongo todas mis nalgas? La minifalda no alcanza a cubrir la mitad inferior de ellas. ¡Ay! La nalgada se escuchó seca y firme. Sí, a mí también me encanta cuando veo en mis videos cómo me nalgueo; la nalga se estremece y se enrojece poco a poco; arde pero no es molesto. ¿Quieres hacerlo tú? ¡Adelante, yo encantada!.-
-Te levantas de la silla y conforme avanzas hacia mí yo siento una emoción intensa, no dejas de acariciar tu entrepierna, tus ojos brillan de una manera especial.-
-¡Ay! ¡Qué rico me nalgueas! ¡Ay, me gusta! ¡No dejes de hacerlo! ¡Ay!.-
-¡Sí papi, me duele rico, ay, me arden las nalgas! Mmmm uy ahora tus besos se sienten ricos, sigue besando mis nalgas, mmmmm sí, siento tu rostro pasar sobre ellas mmmmm, gracias, ¡sí, las caricias de tus manos me encantan!.-
-¡Ay, ay! Papi, me gusta que alternes el castigo y el consuelo, ¡sí, mis nalgas son tuyas!.-
-En medio de los golpes a mano abierta te hago una súplica. ¿Papi? ¿Me harías un favor? Permíteme, deja me incorporo. Ya, lista, acomodé mi ropa. Ay, no, no desesperes...es que quiero que hundas tu rostro entre mis nalgas, eso me encanta, pero estando yo de pié.-
-mmmmm sí, tus manos en mis caderas me enardecen, mmmmm por el espejo veo cómo estás en cuclillas, me siento sensual, complacida, la minifalda cubre tu cabeza, pero tu sigues concentrado en tus besos....¡ay! Uy, jaja, sí, tu mordida suave me sobresaltó...mmmmm uy ¡sí, muérdeme toda!.-
-¿De verdad? ¿Te gusta mi aroma y mi sabor? Mmmmm ¡sí papi! Me siento complacida. ¡Ahora me va a mí!.-
-Ambos nos incorporamos y ahora nos vemos de frente, acomodo la minifalda, siento un poco de dolor en las nalgas, tomas mis manos y me atraes hacia tí, acaricias mis brazos comenzando por los hombros, una, dos veces, me sobresalto de nuevo porque has decidido pasar ambas manos por mis senos, los pezones se marcan y los pellizcas con suavidad, le das paso a tus labios, muerdes ambos senos, alternas la caricia.-
-Me acercas por completo a tí. ¡Ay! Mmmmmmm sí, siento tu virilidad entre mis piernas, está haciendo contacto con la mía. Por el espejo veo cómo has rodeado mi cintura con un brazo mientras con la mano del otro levantas la falda y sigues acariciando mi nalga. Mmmm siento rico cuando la estrujas, ¡ay, qué rico la pellizcas!, me estremezco cuando nuevamente la nalgueas...estás ansioso por tenerme.-
-Ya, a ver, siéntate de nuevo en la silla, ¡anda, ahora yo te quiero consentir!. Te alejas caminando hacia atrás, no dejas de mirarme, de nuevo una mano en tu entrepierna. Te sientas y me esperas.-
-Mmmmmm sí, ¿te gusta ver cómo me acerco contoneando mis caderas? ¿te gusta mi mirada? Me encanta el bulto que veo en tu entrepierna mmmmmmm ¡ya quiero saborearte!.-
-Llego hasta tí y me volteo repentinamente, la minifalda vuela y te deja ver la tanga y mis nalgas descubiertas, te pido las manos para que me sostengas y me agacho lentamente, tu acercas tu rostro y depositas un beso en una de mis nalgas, me incorporo y me volteo nuevamente, vuelvo a solicitar tus manos, me acercas a tí, me atraes y tengo que agacharme un poco, tu rostro alcanza mis senos los cuales muerdes con tus labios, uno a la vez; apoyo mis manos en tus hombros y tu con las manos libres me tomas de la cintura; desplazas tus manos por mis costados, llegas al final de la minifalda y subes las manos junto con la tela, sigues mordiendo mis senos.-
-Terminas las caricias en mis senos y te incorporas un poco, mi vientre está a la altura de tu rostro, pasas tus brazos detrás de mí y los aprietas por debajo de mis nalgas, mi perfil se ha modificado ya que tu abrazo provoca que mis nalgas salten y se vean más grandes y redondas. ¿Te gusta sentir mi virilidad pegada a tu pecho?.-
-¡Sí, ya deja se estrujarme! Nuevamente pongo mis manos en tus hombros y te invito a recostarte en el sillón. Comienzo a acuclillarme lentamente, no dejamos de mirarnos, te sonrio, me muerdo el labio inferior, te guiño un ojo. El momento es emotivo. Decido hincarme delante de tí, mis nalgas descansan sobre mis talones, pongo mis manos sobre tus muslos, las voy subiendo lentamente rumbo a tu entrepierna; mmmmm llego a mi objetivo, lo rozo con ambas manos a propósito; siento que te estremeces.-
-Juego de manera algo perversa contigo, solo rozo tu pene, te engaño fingiendo que ya voy a desabrochar tu pantalón, ¡me encanta este juego!. Tu mirada se ve suplicante.-
-¡Está bien papi! ¡Quiero verte todo! Llevo mis manos a tu cinturón, lo desabrocho, lo retiro por completo y lo lanzo no veo dónde; sigue el broche de tu pantalón, acompañas mis manos con las tuyas, el broche cede y entonces llevo mis dedos a tu ciper, siento el bulto de tu pene, palpitando; conforme lo bajo se descubre el color de la trusa, me gusta la tela de la misma mmmm paso sobre tu pene y ambos nos estremecemos mmmmmm cuando lo veo libre del pantalón no soporto las ganas y deposito un beso sobre el mismo. Me retiro, quiero que saques todo el pantalón.. Listo.-
-Sigo hincada delante de tí, estoy entre tus piernas. ¡Disfruta! Mira como voy pasando mis labios suavemente por la parte interna de tus muslos; ¡me encanta tu aroma!. Mi mejilla roza tu pene, pongo una mano en tu bulto y lo hago a un lado, llego a tus testículos, tu cuerpo está ardiendo. Muerdo con los labios y voy subiendo lentamente. Llego a la punta del pene, sigue cubierto por la trusa, acumulo saliva en mi boca y la suelto, trusa y pene se cubren de ella. Vuelvo a morder con los labios, gimes y eso me enardece.-
-Llevo mis manos a la parte frontal de la trusa, meto mis dedos entre la prenda y tu cuerpo, comienzo a bajarla lentamente, tu piel se va descubriendo poco a poco, mis labios siguen mordiendo la punta de tu pene, la trusa está bañada de mi saliva. Mmmm ¡tu pene es liberado de la prenda! mmmmm ¡es el miembro más rico que he tenido entre mis manos! ¡Ahora quiero probarlo, devorarlo, tenerlo entre mis labios! La postura en la que estás te permitirá ver y disfrutar lo que haré con tu pene.-
-Tomo tu pene con una mano, acerco mis labios pero no lo toco, lo voy recorriendo con mi aliento; tu pene brinca con cada uno de mis suspiros, dejas escapar los fluidos previos a la eyaculación, van resbalando por tu miembro, no permito que lleguen más abajo porque decido tomarlos con mi lengua. Los saboreo y los engullo, ¡me encanta tu sabor!. Coloco mis labios en la cabecita de tu pene y los muevo sobre ella, la caricia te prende aún más, tu pene se siente más duro, más erecto.-
-Concentro las caricias de mis labios en la punta de tu pene, con la mano bajo la piel, te masturbo suavemente. Mis ojos se encuentran con los tuyos, te gusta verme sumisa, hincada delante de tí, con tu pene entre mis labios. Incremento la caricia y voy engullendo tu pene centimetro a centimetro, me ayudo con la lengua para acariciarlo.-
-Con sorpresa engullo todo tu pene, gimes, me quedo quieta, siento el palpitar de tu miembro, muevo la lengua por todo el tronco hasta donde alcanzo. Te miro, pones una de tus manos en mi cabeza, quieres dirigir la mamada, no me opongo, quiero complacerte, me veré aún más sumisa dejando que tú metas el pene a tu placer. Me mueves de arriba abajo, primero suave, luego con algo de fuerza, igual mueves tus caderas en el sillón.-
-Jalas mi cabeza con algo de fuerza, yo aprieto mis labios y succiono tu pene, me ladeas un poco y tu pene pasea por la parte interna de mi mejilla, te gusta ver cómo se infla, lo haces en la otra mejilla, te quito el control y me quedo un tiempo en un solo lado, nuestras miradas se encuentran; tú miras tu pene dentro de mi boca, ¡sí, soy una zorra hambrienta de tu verga!.-
-Me detienes con brusquedad, estás enardecido, tu mano aprieta más mi cabeza, mueves tus caderas con fiereza, estás cogiéndome por la boca. El silencio es roto por tus gemidos y por el chasquido de mi boca sobre tu pene, no importa si quieres eyacular en ella, gustosamente tomaré tu leche.-
-Uy, siento los primeros espasmos de tu pene, has decidido venirte en mi boca, me preparo para recibir la descarga de tu semen, te detienes; ahora yo me encargo de los movimientos, mi cabeza se mueve con fiereza, mi boca es el espacio perfecto, deseo que tu venida sea abundante...-
-¡Sí, tu zorra está lista! ¡Sí, quiero recibir tu leche! ¡Quiero tragarla toda, no dejaré gota alguna! Mmmm el primer disparo llega hasta mi garganta, trago rapidamente; llega tu segundo disparo y éste ya no se interrumpe, tu semen fluye por mi boca, me tienes firmemente tomada de la cabeza, tu pene continua con los espasmos, yo muevo la lengua sobre tu pene, sé que lo tienes muy sensible y la caricia provocará que sigas descargando, ¡quiero toda tu leche!.-
-Te estás relajando, yo sigo succionando tu pene, me encanta el sabor de tu semen. Voy retirándome poco a poco, tu pene aparece, latente y aún firme, lo rodeo con dos dedos de mi mano, como un aro, te masturbo, se asoma una porción más de tu semen en la punta, acerco mis labios y lo unto en ellos. Estiras la mano y paseas uno de tus dedos sobre mis labios, yo te miro y muerdo mi labio inferior, con los dientes jalo una porción de tu leche y me la trago.-
-¿Si papi? ¿De verdad? ¿Me vas a coger por el culo? ¡Sí, soy tu zorrita y quiero sentir tu verga en mi culo! ¿Dónde papi, en el sillón? Mmmmmmmm ¡sí, voy hacia allá!.-
-mmmmmm sí, mi piernas tiemblan, subo al sillón dándote la espalda, me acomodo de manera que mi culo queda levantado, descanso la cabeza en mis brazos y éstos en el sillón, ¿sí, te gusta mi culo? ¿quieres comerlo? Mmmmmmmmmmm ¡sí, me encanta la idea! ¡Soy tuya papi!.-
Te levantas de la silla, tu pene sigue erecto, yo te espero con ansias, te volteas y tomas la silla, la acomodas y quedas justo detrás de mí, yo sigo empinada, la falda no me alcanza a cubrir las nalgas, la tanga está expuesta. Siento la cosquilla de tu respiración en ambas nalgas, como si estuvieras buscando el lugar exacto para besarlas o morderlas; me estremezco, disfruto la cosquilla; siento de repente tus manos sobre las nalgas, las abres y es ahora tu nariz la que explora sobre la tanga. Recorres de arriba a abajo aspirando mi aroma.-
-Mantienes abiertas mis nalgas, sacas tu lengua y la vas pasando a lo largo de la tanga, encuentras mi ano y te detienes, mueves la lengua rapidamente sobre él, yo reacciono apretando mi culito, ¡me encanta la sensación!; tu lengua llega a los pliegues de la tanga, logras hacer contacto con los pliegues de mi ano. Siento igual tu respiración; nuevamente enardecido llevas dos dedos de tu mano al inicio de la tanga y la haces a un lado dejándola sobre mi nalga, mi ano está expuesto y es blanco de tu lengua, la cual golpea vigorosamente sobre él, como si quisieras introducirla, penetrarme con ella.-
-¡Papi, me estás volviendo loca! Mmmmmmmmm ¡me encanta lo que le haces a mi culito! Mmmmm ¡ay papi, me vuelves loca! Mis gemidos y palabras hacen que abras aún más mis nalgas, ahora siento tu lengua un poco dentro de mí; mmmmmm ¡papi, papi, eres un encanto!¡Come mi culo, es tuyo mmmmmmmm!.-
-Quitas una mano de mi nalga, la otra la mantienes tirando de la otra, me mantengo expectante, de repente siento tu mano libre en mi entrepierna, comienzas a acariciar mi pene sin quitar la tanga. Tu lengua sigue taladrando mi ano. ¡Sí, papi, papi, ay que me vuelvo loca! Liberas mi pene, la tanga ya no lo aprisiona, mmmmm comienzas a masturbarme, ¡qué placer! Tu lengua en mi ano, tu mano en mi pene, siento una extraña sensación en mi cuerpo.-
-Tu lengua de hunde aún más en mi ano, mis nalgas chorrean de tu saliva, sigues masturbándome, siento un mareo y la sensación en mi cuerpo se incrementa, estoy segura que voy directo al extasis, mis gemidos se incrementan, tengo en delicioso dolor en mi pene, tu adivinas y mantienes ambas caricias, ¡ya, ya, lista papi, estoy llegando mmmmmmmmm aaaaaaaaaahhhhhhhh papi no dejes de moverte mmmmmm aaaaaaaaayyyyyyyyyy uuuuuhhhhhhhhhhh mmmmmmmmmmm mi pene descarga una generosa cantidad de semen la cual cae en el costado interno de una de mis piernas, siento la tibieza sobre la media, reacciono y siento tu mordida en una de mis nalgas, sigues masturbando, otra descarga de semen, siento el dolor rico de la eyaculación, mis gemidos ya no son controlables, estoy sudando, mi corazón está desbocado, más, más semen en la otra pierna.-
-¡Ya papi, ya papi! Suplico, mi cuerpo se ha cansado de estar en esa posición, el semen se va enfriando en mis piernas, igual a tí te duele un poco la mandíbula, miras tu mano y hay semen en ella. Mmmmm lo untas en una de mis nalgas. Te levantas de la silla, ya tengo espacio para incorporarme yo también. Me duele el cuerpo, mis piernas tiemblan, acomodo mi ropa, el semen en mis piernas ya está frio, me pides que me acerque; con tus dedos tomas ese semen, me pides que me voltee y después de hacerlo levantas la falda y vuelves a untarlo en mi otra nalga.-
-¡Sí papi, eres un encanto, sí, me gusto, mucho! Tu pene se mantiene erecto ¡Si papi, quiero tu verga en mí! ¿De verdad, cumplirás mi otra fantasía? ¡Papi, sí, sí quiero que me penetres tal y como lo he soñado!-
-La almohada está lista, la deje cerca porque estaba segura que la ocupariamos. ¡A ver papi, deja pongo la almohada en el sillón y tú te sentaràs en ella, después te dejarás ir hacia atrás, sí, adivinaste, tu pene erecto estará más grande aún! ¡Papi, yo me sentaré en tí, de frente! Mmmmmmmmm qué rico se ve tu pene; me acerco y me inclino un poco para darle unas lamiditas a tu miembro. Busco en una de mis piernas el condón, sí, hay que ser práctica para no perder la emoción. Extraigo el condón, lo preparo y después de darle unas mamaditas a tu pene lo pongo en la punta y lo voy desenrrolando a lo largo de tu miembro. ¡Qué sensación, el condón está lucbricado! Aún siento tu saliva en mi ano, mmmmmmm ¡la penetración será fácil y...deliciosa!-
-Listo, tu pene palpitante se ve aún más delicioso con el condón puesto, comienzo a emocionarme nuevamente, mis piernas tiemblan, sin dudarlo me dirijo al sillón; subo una pierna, acomodo nuevamente la tanga sobre la otra nalga, subo la otra pierna, tú tomas tu pene desde la base, casi estoy sentada en tus muslos; ya estoy subida en el sillón, ambos nos miramos, pones tu mano libre en mi cadera, yo volteo para ubicar tu pene, lo agarro y con mi otra mano ubico mi ano, mmmmmmm la punta de tu pene ya está tocando el ano, tiras de mi nalga, yo flexiono un poco las piernas y la punta de tu pene logra entrar en mí; mmmmmmmmm siento un poco de dolor. Sin soltar tu pene tiro de mi otra nalga y nuevamente flexiono las piernas ¡aaaaaaaaaahhhhhhhhh mmmmmmmmmmm tu pene va entrando poco a poco! No me detengo, sigo flexionando las piernas, retiras la mano de tu pene y tiras junto conmigo de mi otra nalga mmmmmmmmmm ¡ya, lista, todo tu pene está dentro de mì! Mis nalgas descansan en tus muslos. ¡Qué dichosa me siento! Pongo mis manos en tu pecho, tu acaricias mis nalgas y mueves suavemente tu cadera..-
-Hago lo mismo que una nena, subo mis brazos y acomodo mi cabello, mientras tu mueves tu cadera de abajo arriba, pongo mis manos en el respaldo del sillón y también comienzo a mover mi cadera de forma circular, empujo mi culo hacia tu pene, quiero sentirlo más dentro de mí, pones tus manos en mi espalda y me inclinas aún más, mis senos quedan fernte a tu boca, no dudas en morderlos, ambos incrementamos el movimiento de nuestras caderas.-
-¡Ay papi, papi, qué rico me coges! ¿Sí, te gusta como devoro tu verga? ¿Te encanta mi culo? Tus manos vuelven a mis nalgas, las golpeas repetidamente a mano abierta, ¡ay ay mmmmmm papi mmm! Golpeas y estrujas mis nalgas, me atraes con fuerza a tí, te impulsas con fiereza, ¡sí papi, papi, metemela toda, me encanta tu verga dentro de mí! Mi pene había permanecido flácido pero comienza la erección y es acariciado por tu bajo vientre, lo acomodo entre ambos cuerpos.-
-Ambos estamos frenéticos, tu gimes, yo gimo, impulsas tu cadera con fuerza, yo aprieto mi culo para evitar que tu pene se salga, tu sientes cómo muerdo tu verga con el culo, pasas tus brazos a mi espalda y no permites que yo me mueva, solo tú mueves tu cadera con fuerza y rapidez, nuestros cuerpos están sudando, mi pene me duele ricamente y nuevamente siento que voy a eyacular, no me detendré.-
-Ahhhhhhhh mmmmmmmm gimo con fuerza, yo voy a llegar primero aaaaaaaahhhhhhh sssssiiiiiiii papi, papi ya no soporto...mi semen comienza a empapar tu cuerpo, tu sigues el movimiento de cadera, yo me ayudo con la mano para masturbarme y eyacular completamente aaaaaaaahhhhh tu verga en mi culo hace que mi eyaculación sea abundante, siento esa cosquilla deliciosa entre el ano y los testículos; sigues moviéndote mientras acaricias mis nalgas.-
-Me dejo caer sobre tu pecho, tus movimientos se hacen lentos y suaves. ¡Si papi, si, lo que tú me pidas! Hablaste a mi oido e hiciste tu petición. ¡Si papi, termina como gustes y donde gustes!.-
-Me levanto lentamente, te pido ayuda, mis piernas no responden como es debido, me tomas por la cintura y me vas levantando, tu pene va saliendo de mí, mi pene flácido sigue derramando restos de semen en tí; cuando logro incorporarme no lo dudo, me inclino y reuno mi propio semen con mis labios en tu cuerpo, la cosquilla hace que rias un poco, mmmmmmmmm devoro mi propio semen, aún tibio, ¡sí, soy una zorra que come su propio semen!.-
-Te levantas del sillón y yo subo nuevamente, me empino frente a tí, siento mi culito rebozando del lubricante del condón; mmmmmmmmmmm quitas tu mismo el condón, vas a penetrarme sin el, la confianza es plena. Colocas tu pene en la entrada de mi ano, no te muevese, ¡papi, no me hagas sufrir, méteme tu verga, la quiero en mí! Ahora el juego perverso lo haces tú, solo empujas la cabecita y cuando yo aprieto el culito te retiras, eres más perverso que yo. Te sigo suplicando.-
-Finalmente me tomas por la cadera, tu pene se va abriendo paso dentro de mi ano, mmmmmmmm aaahhhhhhhhhhhh ¡qué sensación tan deliciosa, tu pene entra libremente, sin impedimentos! Mmmmmm uy ya me penetraste completamente. Aprieto el culito, acaricio tu pene, nuevamente te enardeces, golpeas mis nalgas con mano abierta, ¡sí, soy tu zorra come verga! Mmmmmm aaaayyyy papi, mi culo es tuyo. Te afianzas a mi cintura, metes y sacas con fiereza, ya no soportas más, me vas a dar tu leche, tus muslo golpean mis nalgas, mis senos bailan, me haces gritar de placer, me tomas de los hombros, me quieres quieta, empujas tus caderas con fuerza, gimes, anuncias tu venida, nuestros cuerpos sudan, tu verga se siente caliente dentro de mí.-
-¡Sì, si, dame tu leche, donde quieras, dentro, fuera pero dámela ya! No esperas más, siento los espasmos de tu pene, sin embargo lo sacas por completo de manera sorpresiva, lo colocas entre mis nalgas sin penetrarme, con las manos abres mis nalgas, mi ano se ve abierto y disparas tu semen en él, siento la tibieza del mismo, otro tanto me da en las nalgas y escurre hacia mis piernas, tomas tu pene y lo restregas en todo mi culo, me golpeas con el, tus gemidos no cesan.-
-mmmmmmmmmm me duele mi culito, pero es un dolor rico, mis piernas están acalambradas, me abrazas por detrás recargando tu vientre en mis nalgas, pasas tus manos al frente y acaricias mis senos, te separas de mí y tienes restos de tu semen en el frente.-
-Así culmina nuestra tarde, me parece que nos faltaron más cosas por hacer pero...ya habrá otra ocasión.-