Haciéndolo con un maduro amigo de mi padre
Esta historia comenzó cuando mi familia se reencontró con un viejo amigo de mi padre. Un hombre fuerte y bien cuidado y con unos 47 años bien recorridos.
Me describiré nuevamente para los que no me han leído: 1 metro 60, cabello largo y oscuro, nalgas pequeñas pero redonditas y paraditas, senos grandes redondos y firmes con unos pezones grandes y rodados, y una figura en general de muerte y solo 22 añitos.
Esta historia comenzó cuando mi familia se reencontró con un viejo amigo de mi padre. Un hombre fuerte y bien cuidado y con unos 47 años bien recorridos. Cabe destacar que el hombre me vio crecer pero hubo un tiempo en el que por cuestiones de trabajo tuvo que alejarse.
El día del reencuentro yo iba con un vestido casual, corto y tipo straple que dejaba ver todas mis curvas. El quedo impresionado al verme, lo sé porque me lo dijo. El día transcurrió normal, exceptuando sus mirabas que me desnudaban, todo estuvo normal.
Al día siguiente en la noche me invito a salir, ese día me puse despampanante, me coloque vestido negro cortito, tacones negros de suela roja y de ropa interior una tangita negra con encaje rosa y el sostén que le hace juego.
Ya en camino me pregunto qué quería hacer así que fuimos a tomar unas copas, bailamos y juguetiamos entre nosotros toda la noche, cosa que me excitaba, salimos de el bar y me pregunto de nuevo que quería hacer:
ÉL: -¿Qué quieres hacer ahora princesa?
YO: -No lo sé, lo que tú quieras, sorpréndeme.
Y sí que me sorprendió, pues se vino hacia mí y comenzó a besarme con furia
en el coche mientras estábamos en el estacionamiento todavía.
Se notaba que estaba excitado ya que me decía lo rica que era mi boca una y otra vez.
EL: -Que rica boquita tienes, eres todo un premio, nunca imagine que te pondrías tan buena –Hizo una pequeña pausa mientras me miraba y pregunto- ¿No te gustaría ir a un lugar más privado?
Estaba ya tan excitada que solo dije que si, solo quería comerme esa vergota que se marcaba en ese pantalón (soy una puta, lo sé jajaja). Camino al hotel ya eran las 4am y yo venía tocando su polla sobre el pantalón, cosa que lo obligó a frenar el auto en medio de la calle, para ir sobre mí y sacar uno de mis pechos de el vestido para besarlo y chaparlo deliciosamente. Todo esto ya me tenía muy caliente, sentía lo húmedo por toda mi tanga y solo podía clavarle las uñas en la cabeza y alar su cabello ofreciéndole por completo el disfrute de mi pecho.
Se reincorporo y puso el auto a andar. Pronto llegamos a el hotel y seguido a esto a la habitación del mismo. A penas cerró la puerta se fue hacia mí y en menos de lo que canta un gallo saco mi vestido dejándome solo con la ropa interior y los tacones, saco mis senos por sobre las copas y siguió el trabajo que dejo incompleto en el auto, besando y chupando mis senos. Al mismo tiempo hizo a un lado mi tanga y comenzó a penetrarme con un dedo, yo estaba súper mojada y excitada. Saque su polla y me quede con los ojos como huevos fritos al ver su gran tamaño y grosor, me arrodille ante él y comencé a meterme todo lo que pude en la boca me encanta chupar pollas así que me considero muy buena en eso. Le estuve chupando la verga y las bolas un buen rato en el que me mantenía sujeta del cabello como impidiendo que me escapara, hasta que sentí que iba a explotar, me detuve, lo vi desde abajo y los ojos y sonreí. Me levante y quite su camisa para sentir su pecho, lo bese suavemente desde abajo hacia arriba, buscando llegar a su boca, mientras lo pajeaba lento.
Nos besamos por unos minutos y de repente me tiro a la cama, me volteo y me puso en 4, solo bajo mis tangas hasta mis rodillas y me penetro sin más, pegue un grito de dolor y placer al sentir su grande verga llenarme y solo se escucho decir de el:
EL: -Pfff, que rica y mojada estas.
Y allí estaba yo, con las tangas a las rodillas, los tacones puestos, los senos fuera de la copa del sostén y gozando como una loca mientras este madurito me cogía como a una perra.
YO: -aahhh que rico papi, eso así, cógeme duro mi amor, que rico que me lo metes mmmm que ricoo si si si
El solo gemía, me nalgueaba cada tanto y decía lo rico y apretadito que tengo coño. Eso me hizo llegar a tener un orgasmo de esos que te llevan al cielo que casi me
mata.
El por su parte siguió bombeándome hasta que llego su turno de acabar. Saco su verga de mí y dejo caer una abundante cantidad de leche caliente y espesa en mi baja espalda. Mientras sentía como corría la leche, se acerco a mi oreja, la mordisqueo y él me dijo:
EL: -Eres toda una perrita divina así que me imagino quedaste con ganas de que inundara tus entrañas de leche, y eso voy a hacer, pero primero deberíamos bañarnos para limpiar tu espalda.
Y eso hicimos, nos dimos un delicioso baño, pero esa será otra historia.
Continuara...