Haciendo el amor con mi vecina

La historia de como un sábdo se presntaba aburrido, hasta que mi vecina llamo al timbre.

Era el cumpleaños de mi hermana que había venido a mi casa para celebrarlo.

Estábamos el resto de la familia y una vecina nuestra, bueno la verdad que se mudó a otra casa hace algún tiempo, pero es amiga de la familia. Estuvimos un buen rato tomando algo y dándola los regalos que habíamos comprado. Dos horas mas tarde mucha gente se había ido ya, y solo quedábamos mi hermana con mi sobrino de un año, mi madre mi vecina y yo.

Mi vecina y mi hermana eran casi de la misma edad (unos diez años mayor que yo). Llevaba un vestido negro que le llegaba hasta el final de las rodillas y unas sandalias, que se quito y se quedo descalza, la verdad es que mi vecina estaba muy buena, pero lo que más me gustaba eran sus piernas, y con ese vestido se las podían contemplar en su máximo esplendor. A veces cuando me hablaba, me ponía su mano en mi pierna para que la prestara atención y eso me ponía a cien. Esa noche cuando me fui a dormir me hice una paja recordando esas piernas.

Unos días mas tarde, fue un sábado, mi madre iba a pasar casi todo el día fuera de casa y yo me había quedado sin plan, así que el día se presentaba bastante aburrido. La mañana se me paso rápida por unos recados que tenia que hacer, después comí y me quede en el sofá viendo la tele hasta que me quede dormido. Me desperté y me puse a jugar con el ordenador.

Al cabo de un rato llamaron al timbre de la puerta y me dirigí a mirar quien era, aunque la voz de mi vecina se oía a mucha distancia. Abrí para ver que quería, me contó que el otro día mi hermana le había pedido una cosa pero que no tenia muy claro lo que era así que me pidió que la llamara para aclararlo. Marque su numero y le di el teléfono, mientras hablaba con mi hermana me quede mirándola y me di cuenta que si no llevaba el mismo vestido era uno muy parecido.

Colgó el teléfono y me dijo que tenia que ir al baño, salió y me pidió un vaso de agua porque tenia mucho calor, fui a la cocina y se lo serví. Después me estuvo hablando del tema de lo que tenia que comprar a mi hermana y que no le corría prisa. Estuvimos un rato hablando de nuestras vidas, que ella había roto con el chico con el que vivía y sobre que se estaba sacando el carné de conducir, y yo le conté cosas sobre mi trabajo y de cómo me iba la vida. También estuvimos recordando cuando ella vivía en el edificio, justo en la casa de al lado donde vive ahora su madre, y que se encargaba de mí cuando era pequeño y no había nadie en mi casa. Me pregunto si no iba salir, yo le dije que no porque no tenia ningún plan y que mi madre volvería tarde.

Al oír esto, ella se acercó a mí y metió su mano por debajo de mi camiseta, yo respondí echándome hacia atrás sorprendido. Me dijo que tenia calor porque estaba muy excitada y que necesitaba echar un polvo y que se había dado cuenta de cómo la miraba. Yo estaba pasmado con lo que me decía, pero no deje pasar la oportunidad, así que me abalance sobre ella metiendo mi mano por dentro de su vestido tocándole sus bragas, las cuales estaban muy húmedas. Ella mientras tanto me quitó la camiseta y me metía la mano en los pantalones y se puso a acariciarme la polla totalmente erecta. Nos levantamos del sofá y nos dirigimos a mi habitación, entonces recordé que no me quedaban preservativos y que tenia que bajar a comprarlos.

Salimos y nos fuimos a una farmacia a unos metros de mi casa, la dueña es amiga de mi madre y a mí me conoce bastante bien. Se lo comente a ella para decirla que nos fuéramos a otra, me dijo que no era un problema que iba a comprarlos ella y que yo esperara fuera. Le di el dinero( no lo acepto porque decía que era ella quien pagaba)y se fue a la farmacia.

A los cinco minutos volvió con los condones a donde yo estaba. Entonces se me ocurrió levarle un poco el vestido por detrás para ver su precioso trasero, a lo que ella respondió agarrandose el vestido y con una sonrisa, seguidamente echo a correr y yo salí corriendo detrás de ella(como si fuera un juego). Al llegar a un jardín que al lado de mi casa resbalo sobre el césped, y se escondió en un rincón partiéndose de risa, cuando llegue ella intento apartarme con las piernas, cosa que aproveche par meter mi mano por debajo del vestido y quitarle las bragas. Salí corriendo con las bragas en mi mano hasta mi casa dejando la puerta abierta para que pudiera pasar, la verdad es que fue un juego muy divertido.

Cuando llegó a mi casa yo estaba en mi habitación esperándola sentado en la cama y jugando con sus bragas, ella entro y me miró sonriendo. Se puso de rodillas delante de mi y empezó a bajarme los pantalones y el calzoncillo, posteriormente me agarro la polla con una mano y empezó a hacerme una paja, después se la metió en la boca y empezó a hacerme una mamada a un ritmo feroz. Se levantó y se quito el vestido, como no llevaba sujetador se quedo totalmente en pelotas, empecé a repasar con mi lengua sus muslos, luego el coño, la cintura, los pechos para acabar con el cuello y jugar con nuestras lenguas en boca mientras le tocaba el culo.

Se tumbó en mi cama con las piernas abierta y guió mi cabeza hacia su coño, empecé a meter la lengua por el clítoris al mismo tiempo que metía también dos dedos y se podía oír su respiración acelerada y entrecortada. Saque los dedos de su coño empapados y se los metí en la boca para que los saboreara, entretanto yo besaba la cara anterior de sus muslos. Se incorporo cogió mi miembro y se lo metió en el coño y empezamos a follar abrazados. Un rato después se puso de rodillas apoyando los brazos en la pared, le agarre las tetas volví a meter mi polla en su coño, era una postura muy excitante porque ayuda a la penetración, cosa que mucho mas placer, además se puede contemplar el cuerpo de la mujer al completo(y en el caso de mi vecina hay mucho que contemplar).

Estuvimos en esa postura un buen rato hasta que decidimos llegar cambiarla por una postura más fácil para llegar al orgasmo, se tumbo en la cama rápidamente se abrió de piernas, me tumbe encima de ella y volví a penetrarla. Nuestros gritos y jadeos se acoplaban y junto con el golpeteo de la cama contra la pared, formaban una excitante sinfonía. Un gran gemido de ambos significó el punto culminante del acto. Acariciaba uno de sus pechos, mientras le metía mi lengua en la boca y ella estiraba su mano hacia mi polla para sacarla de su coño y retirarme el preservativo y dejarlo caer en suelo y acariciarme la polla.

Estuvimos abrazados un buen rato en la cama sin hablar, solo besándonos de vez en cuando. Al cabo de unos minuto se levantó se puso el vestido, y dijo que iba a la cocina a tomar buscar algo para ir picando, yo me levante segundos mas tarde y me vestí. Al llegar a la cocina la vi con dos cervezas y unas patatas fritas. Nos fuimos al salón y empezamos a beber y comer, sentados en la mesa viendo la tele un poco. Acabe yo primero y me senté en el sofá, cuando ella terminó vino hacia mí me abrazo, me dio un beso en la mejilla y se sentó encima de mí pero dándome la espalda.

Tarde unos minutos en meter mi mano por el escote del vestido y empezar a tocarle las tetas, ella extendió sus brazos, giro su cabeza y empezamos a besarnos. Le recogí el vestido para poder pasar mi mano por su raja. Mi vecina se levantó, se sentó en la mesa y me rodeo con sus brazos mientras le apartaba los tirantes del vestido y empezaba a chuparle las tetas para luego ir repasando con mi lengua todo su vientre hasta saborear su coño. Me cogió de la mano y me llevo hasta mi dormitorio

Ya en mi habitación, me hizo sentarme en una silla y ella, dándome la espalda, sentase encima mía, al principio se restregaba el coño con mi miembro pero luego levanto un poco el coño agarrando con la mano el capullo e encajárselo dentro. Fue muy excitante oír el ruido de su culo chocando con mi cuerpo mientras mi polla entraba y salía de su raja mientras ella botaba yo le agarraba los senos. Para la siguiente postura, ella se puso de pie en ángulo de noventa grados, apoyando las manos en la cama y con las piernas abiertas dejando ver su coño entero y sus pechos de una forma muy interesante, para que yo la follarla por detrás.

Amarrándola por la cintura, se podía contemplar su hermosa imagen desnuda, nuestros cuerpos goteando sudor por el esfuerzo, mientras yo empujaba mi polla dentro de ella. Seguidamente me tumbé en la cama y ella se colocó encima y empezó a brincar sujetándose las tetas. Cuando me iba a correr ella desmontó de mi cuerpo metiéndose la boca en la polla, acariciándola hasta que salió toda la leche, que fue a para a su boca tragándosela toda.

Se dejo caer encima de mí y automáticamente mi mana se dirigió hacia su culo, acariciándolo. Nos quedamos en la cama un buen rato hasta que se levantó para marcharse, se puso las bragas, el vestido y las sandalias. Ella me dijo que se había divertido mucho, nos despedimos con un beso y quedamos en repetirlo algún día.