Haciendo disfrutar a mi pareja

Descripción de lo que hago para que Lucia tenga un profundo orgasmo

Mi pareja y yo disfrutamos de sexo todo lo que podemos. Jugamos a todo lo que nos parece divertido y que nos permite disfrutar a ambos. Algunas veces practicamos la masturbación cruzada. Yo la masturbo a ella mientras ella lo hace conmigo. Tenemos que acompasar nuestras velocidades para llegar al orgasmo juntos pero como nos conocemos bastante bien lo conseguimos con cierta facilidad. Otras veces me masturba ella y otras la masturbo yo. Hoy voy a contar precisamente este último caso.  Cómo le hago una paja a mi pareja vista desde la perspectiva masculina.

Lucia, que es como se llama, tiene un cuerpo precioso y sumamente rico. Posee unas buenas tetas, no demasiado grandes pero si bastante generosas, con aureolas rosadas y unos preciosos pezones que le gusta que se los apriete ligeramente, los haga deslizarse entre mi dedo pulgar e índice y que se los estire ligeramente. Tiene también  una cintura bastante estrecha que le marca unas riquísimas caderas, un coño recortado en un triangulo amplio pero con los labios vaginales depilados y unas piernas esculturales con un ligero puente que evita que los muslos se junten del todo dejando ver perfectamente su coñito. Un bombón del que tengo la suerte de comerme a menudo.

Antes de empezar establecemos ciertas normas:

  • Ella no podrá tocarse ni tocarme salvo que me lo pida y yo se lo autorice.

  • Solo podré utilizar mi boca para besarla en los labios, pero en ningún otro sitio.

  • Solo puedo utilizar mi mano para darle placer y por tanto quedan excluidos todo tipo de juguetes.

  • Todas mis caricias serán suaves para que su nivel de placer se eleve lentamente y de manera constante hasta conseguir el orgasmo.

Lucia se desnuda completamente y se tumba boca arriba en la cama. La contemplación de su cuero desnudo esperando mis caricias me produce una enorme sensación de placer que me mantiene excitado y deseoso de comenzar. Yo también me tumbo desnudo a su lado recostado sobre mi costado izquierdo frente a ella para tener acceso a todo su cuerpo con mi mano derecha. Empiezo dándole un suave beso en los labios y a continuación chupo levemente el labio inferior humedeciéndole con mi lengua para a continuación hacer lo mismo con el superior. Sus labios responden a mis besos succionando mi labio que queda entre los suyos. Así permanecemos un buen rato, mientras acaricio todo su cuerpo con mi mano derecha pasando solamente la punta de mis dedos. Recorro su teta derecha haciendo círculos desde su base a su pezón. Cuando llego al pezón extiendo mi mano poniéndola plana y la muevo de arriba abajo rozando el pezón. Éste responde de manera inmediata irguiéndose y poniendose duro. Repito la operación con la otra teta con el mismo resultado. Lucia empieza a tener una cara en la que todos sus músculos se encuentran relajados y sin fijar la mirada en ningún sitio. De pronto me mira y sonríe aprobando lo que le estoy haciendo. Bajo mi mano y empiezo a pasarla por su vientre. Hago círculos alrededor de su ombligo y después pongo la mano plana para pasar por su bajo vientre llegando a rozar ligeramente el bello de su pubis. A continuación juego un poco con sus pelitos, los alboroto, meto mis dedos entre el pelo ensortijado y tiro suavemente de ellos.  Su cara ha empezado a transformarse, su mirada aparece como perdida, su respiración se ha agitado y humedece, a menudo, los labios con su lengua. Levanto la mano y empiezo a acariciar con la punta de los dedos sus muslos. Primero por la parte superior y después por la parte interior acercándome  a su coño pero sin tocarlo. Extiendo mi mano y ahora acaricio sus muslos con toda la mano, por la parte superior, por la de abajo y después por la interior hasta rozar sus labios vaginales.

Paso mi dedo índice por la ingle rozando sus labios vaginales y doy unas cuantas vueltas alrededor de sus labios, pero solo rozándolos. Lucia sube su pelvis pidiéndome que acaricie directamente su vulva mientras agita su respiración. Pero todavía no ha llegado el momento.

Naturalmente, yo estoy completamente excitado y mi pene en su máxima extensión deseando entrar en acción por lo que aprieto con fuerza mi polla contra su cadera calmando un poco mi deseo.

Mi mano empieza a moverse por la parte exterior de sus labios y después los cojo entre mi pulgar y mi índice recorriendo abajo a arriba toda su extensión y aumentando ligeramente la presión cuando llego a su clítoris. Los movimientos de su pelvis se hacen más regulares, sus ojos se cierran y abren a menudo y su cara empieza a estar congestionada mostrando tensión en sus músculos faciales.

Para facilitarme la labor Lucia abre bien sus piernas para dejarme el paso bien franco hacia su coñito. Todo me indica que ha llegado el momento y empiezo a pasar el dedo índice por la parte superior de los labios que poco a poco en cada pasada se abren más. Contemplo el cuerpo entero de Lucia y no me puede parecer más atractivo. Una mujer con la mirada perdida, completamente entregada y disfrutando a plenitud de mis caricias. Su respiración, sus jadeos, y los movimientos de su pelvis me transportan a un mundo tan placentero en el que en estos momentos lo único que cuenta es su disfrute. Su coño me parece la cosa más hermosa que uno pueda contemplar y su lubricación es tan abundante que mi dedo se desplaza sin ningún tipo de impedimento produciendo una suavísima fricción. Llego a su clítoris y empiezo a masajearlo tan suavemente que casi no lo rozo pero Lucia que hasta ahora solo habia jadeado, exclama:

Que gusto, por Dios, que gusto …..

Sigo moviendo mi dedo en círculos o de arriba abajo sobre sus clitioris, pero casi sin rozarlo muy, muy suavemente. Su respiración se acelera paulatinamente, sus jadeos son cada vez más intensos y su pelis se levanta en un intento de que mis caricias se hagan más profundas. De vez en cuando dejo su clítoris y muevo e dedo por toda su raja. Sus flujos son cada vez más abundantes y me centro nuevamente en su clítoris.

Su cara está cada vez más contraída y me dice: déjame acariciarme los pezones, es que no puedo resitirme!

Vale le digo, pero únicamente los pezones. Lucia con dos dedos de su mano derecha coge el pezón de su teta izquierda e inicia un movimiento de vaivén de izquierda a derecha y de derecha a izquierda y a continuación tira un poco ellos alargado su teta. Mi polla está a punto de explotar viendo como disfruta Lucia. Mientras tanto yo sigo acariciando su clítoris casi sin rozarlo

Que rico, que placer , dice, estoy a punto de correrme !

Su lengua sale de sus labios como buscando la mia pero me mantengo a distancia observando su cara. Acelero un poco el movimiento de mi dedo y observo como su cara se contrae, su vientre se infla y un chorro de líquido sale por su vagina a borbotones. Su cara es de enorme placer, sus ojos casi en blanco y de su garganta surge un

Ahhhhhh, que placer!

A pesar de que Lucia se ha corrido expulsando una buena cantidad de líquido sigo masajeando su clítoris casi a distancia porque sé que todavía le falta explotar en un orgasmo intenso. Lucia sigue jadeando levantando su pelvis esperando la explosión de placer! Seguimos así un buen rato aumentando la tensión en todo su cuerpo y de repente, su cara se contrae de manera intensa mientras su cuerpo se echa repentinamente para atrás para a continuación cerrar sus muslos y comenzar una serie de espasmos mientras grita de manera ahogada para no escandalizar a nuestros vecinos. Después de una serie de contracciones su cara y su cuerpo se relajan y me retira la mano de su coño para que no siga masajeando su clítoris aunque me deja que siga acariciando el resto de su cuerpo durante un buen rato.

Gracias amor ha sido magnífico , me dice y permanecemos abrazados durante un buen rato.

Ha sido un orgasmo precioso y no  me importa esperar mi premio en otro momento.

PD. El orgasmo que he contado lo he vivido muchas veces con mi pareja. Ya sé que hay muchas personas que no creen en que las mujeres puedan expulsar tanta cantidad de líquido durante el orgasmo y que a algunas de las que lo creen suponen que es orina. Mi experiencia me demuestra sin ningún género de dudas dos cosas:

  1. Que algunas mujeres tienen la capacidad de expulsar una cantidad de líquido considerable durante una fase de su orgasmo y
  2. Sin ningún género de dudas el líquido expulsado no es orina.

Espero que os haya gustado y que me comenten lo que os parece los que desean.