Hace muchos años - por Trazada30
Un grupo de autores de TR hemos decidido escribir una serie de microrelatos como ejercicio. Esperamos que sean del agrado de los lectores.
Doblabas la esquina, y Tom y yo dejábamos de hablar de música y poemas y te seguíamos con la mirada, pechos pequeños que parecían sonreír, ojos profundamente verdes, pozos de mar calmo sobre piel dorada. Llegabas a nuestra altura, falda blanca vuelosa, hombros miel de azahar, inadvertida, o quizá bien consciente de nuestra admiración, y proseguías camino dándonos la espalda, la noche, en catarata, derramada de nuca a cintura. Clavábamos entonces deseos e ilusión en tus nalgas armoniosas reinas del balanceo, en tu grupa joven de potrilla orgullosa, en tus glúteos que adivinábamos de mármol dorado y sabio en andares. En ocasiones una ráfaga de viento te ceñía la falda a los muslos y modelaba tu cuerpo con manos de aire. Tú, erguido el torso, seguías la andadura y desaparecías camino de la playa. Una tarde le dije a Tom: "He escrito un poema sobre nuestro ángel". El sonrió: "Para ti es poesía, para mí es música".
Cada vez que escucho la canción que compusimos, te recuerdo doblando la esquina, camino de Ipanema, que cosa más linda, más llena de gracia es esa muchacha que viene y que pasa camino del mar...