Habitaciones de mujeres.

Creo que siempre me ha gustado abrir los cajones de los demás pero fue en mi adolescencia cuando más placer me dió.

Hola buenas me presento mi nombre es Iker tengo 27 años y este es mi primer relato.

Siempre me ha gustado entrar en las habitaciones de los demás y revisar en los cajones y en los armarios, es una faceta de mi curiosidad que nunca he podido remediar. Nunca me llevaba nada pero tenía la necesidad de sacarlo todo. Con el tiempo descubrí el placer de hacer mis inspecciones en los cajones y armarios de las mujeres y descubrir un mundo de placeres que me encantaban y me siguen encantando. Empezaré por relataros la primera vez que me impresionó y excito mi acto de curiosidad.

Estaba en casa de una amigo de clase.Habiamos quedado después del instituto para jugar a la Xbox, el vivía con su madre divorciada la cual me impresionaba bastante, era rubia de 170cm aproximadamente, tendría por aquel entonces los 40 recién cumplidos, delgada con pechos medianos. Acostumbraba a llevar falda de tubo y tacones junto con unas medias negras y blusa, me imagino que era su ropa de trabajo. Ese día el aseo principal estaba estropeado por lo que cuando le pdije de que necesitaba ir al baño mi amigo me contestó que fuese al de su madre que se encontraba dentro de la habitación de ella. Rosa, que es el nombre de la madre de mi amigo, no estaba en casa por lo que entre sin pensármelo en la habitación de ella. La habitación de mi amigo estaba en la otra punta del pasillo y además estaba concentrado en el juego por lo que di rienda suelta a mi curiosidad. Nunca había estado en la habitación de una mujer adulta y junto a mi sexualidad recién salida del horno se combinaron en una ereccion inmediata. Lo primero que hize fue mirar en sus cajones de la mesilla de noche y sacar la ropa interior de Rosa. Recuerdo a la perfección unas bragas rojas de encaje que me lleve a la nariz e inspire todo lo que pude y más para pasarmelas por la polla después, seguí revisando pero esas bragas eran las más sexys que encontré. Mientras me envolvía la polla con ellas pasé a su armario donde estaban sus tacones, hize lo mismo que con las bragas, coji un zapato de tacon negro y lamí todo el cuero del zapato mientras me pajeaba con la braga roja. Estaba a punto de correrme cuando encontré unas medias de rejillas que nunca le había visto puestas y mi mente adolescente se imaginaba que se las pondría para follar con hombres, que la agarraba de las piernas con esas media y con los tacones puesto y se la follaba como a una puta.Me puse la media en la mano y me hize una paja con las bragas pero llenando de semen el zapato de tacon negro. Dejé las medias y las bragas en su sitio y me metí en el baño para retregar mi semen por todo el tacon y volverá dejarlo en su sitio. Tire de la cadena y volví con mi amigo.

Esa noche me hize otra paja pensando que Rosa se pondría esas bragas rojas que me restrege por la polla y esas medias que me mastubaron junto con esos tacones impregnados de mi semen, fue una sensación maravillosa y morosa que he repetido tantas veces como he podido.