Habitación 14.//

Somos fuego...

Sabíamos como era el juego, un mensaje y la reservación de una habitación, ese día la idea era principalmente para “almorzar”, pero como mi trabajo siempre era un desastre, se veía que mi almuerzo sería un café y una galleta, así que lo dejamos para la salida, a eso de las nueve de la noche, al llegar a casa, tire mi bolso, las carpetas y fui directo a la ducha, entre media mojada, me vestí para la ocasión, pesque mi celular y ya tenía un par de mensajes diciéndome “Estoy en la catorce”, respondí voy en camino sin salir ni de mi casa, al llegar al destino, solo dije que me esperaban en la habitación catorce y la encargada me lleva hasta allá, me abres la puerta, ya estaba servido el trago, llenado el jacuzzi y en la cama había un regalo… me acerque a ti, un beso con mucho deseo nos envolvió, pero tu querías que yo viera el regalo.

.- Creo que te gustara... (Al abrir la cajita, saque una hermosa lencería…)

.~ No sabía que haríamos intercambio de regalo, yo no traje ninguno.

.-Tranquila, mi regalo será verlo en ti…

.~ Bueno apreciando el regalo iré a cambiarme…

Él tomo algo de su trago, yo fui al baño, al mirarme en el espejo con ese baby doll de seda negro y una pantaleta de encaje, si hay que reconocerlo sabia mis gustos a la perfección, salgo de baño para encontrarme más sorpresas y darme cuenta de que esta no era como otras salidas, esta sería una noche…

Cuando me acerco para tomar mi vaso había una segadera de satín, se ponía muy interesante la noche más de lo que esperaba, me miras como si te fuera a decir que no, en ello te digo:

.~ Esto no me lo puedo amarrar sola…

.- Déjame yo lo hago.

Me lo amarras no con tanta fuerza, pero no podía ver nada, así que dirigías tú, despacio en la cama me pusiste, escuche el sonido de unas cadenas y mi cuerpo reacciono enseguida,  me dijiste en el oído, no te asustes, estira los brazos dejándolos arriba de tu cabeza, obedecí, tu mandabas, en ello un par de esposas sentí..

.- Ahora eres mía, así que tranquila no te hare nada malo…

La sensación era exquisita no lo negare, los sentidos se agudizaron demasiado, comenzaste a besar y acariciarme sin problema, en ello te detienes y siento frio en mi cuello, un hielo comenzaste a pasar hasta llegar a mi vientre, mis piernas se movían inquietas, se derritió completamente, volví a sentir tus labios en mi boca, pero esta vez tenías algo dulce.

.- Adivina ¿qué es?

.~ Es una fresa...

.- Muy bien, puedes comerla si quieres…

Ya mi paciencia se estaba acabando con el calor que tenía y me impresionaba la calma que trasmitías… por unos segundos solo sentía tu respiración cerca de mi piel… tus besos comenzaron a bajar por todo mi cuerpo, tus manos acariciaban y apretaban mis muslos, entre en locura cuando comienzo a sentir tu boca bajando por mi vientre hasta mi sexo húmedo de la excitación que tenía, se posó ahí, a oler, a saborear con una tranquilidad, yo me retorcía, el suavemente mordía mis labios, me tenía a su merced, sus dedos que entraban y salían de mi ser, mientras él seguía succionando mi clítoris, yo pedía piedad, quería poder tocar, pero mis manos estaban esposadas y él no quería dejar de jugar, esta extasiada, llegando al cielo, mi cuerpo se estiro y se contrajo, el no dejo de masturbarme en ningún momento, sabía que yo estaba llegando al clímax, en ello siento su boca succionando todos mis fluidos y suelto un gran gemido… con la respiración entre cortada y la excitación por las nubes yo ya quería poder compensar todo el placer que me había hecho sentir…

.- Muy bien, ¿Creo que no hay quejas? (Dijo mientras me quitaba la segadera y las esposas.)

.~ Ninguna Querido, aunque ahora te toca sufrir a ti…  (Respondí mientras me sobaba las muñecas que por la excitación me habían quedado algo marcadas)

Me acerco a ti para ayudarte con lo que te quedaba de ropa, te digo:

.~ Siéntate a la orilla de la cama. (Mientras me amarraba el pelo haciéndome una cola)

Sin titubeos, te sentaste, yo me arrodille para comenzar a torturarte, con la misma calma con la que tú lo hiciste, comencé lentamente a tocar tu miembro erecto, como si fuera un delicioso helado comienzo a lamer, de arriba hacia abajo, me detengo para ver tu rostro, estabas excitado, así que seguí pero esta vez me enfoque en tu glande lo fui lamiendo en círculos y succionando despacio, mientras mis manos entretenidas subían y bajaban, me aburrí de lamer y fue ahí cuando un gemido sale de tu boca ya que sentiste como mi boca atrapaba todo tu miembro, la humedad de mi saliva y el vaivén con el  que entraba y salía te estaba volviendo loco, me pescaste desde el pelo para apreciar todo ese detalle, comencé acelerar y en eso noto tu reacción, estabas por venirte… me miras como pidiendo permiso, sin darte cuenta de que yo no te iba a dejar salir de donde te tenia… en eso un gemido tuyo explota en la habitación, con la misma fuerza en la que se llena mi boca con tu semen, algo salado al paladar, me intento tragar todo lo que derramaste, aunque igual por el borde dela comisura de mis labios escurre una gota, quedaste satisfecho y cansado, pero vas te acercas y me limpias con delicadeza, los dos estábamos al exhaustos y aprovechando que el jacuzzi estaba lleno te ofrezco a que descansemos ahí por un momento… total teníamos toda la noche para seguir. Aceptas el ofrecimiento, pero con una condición, pregunte:

.~¿Cuál sería?

.- Recuéstate en mí y no te duermas… (Reí despacio, era imposible dormir.)

.~Bueno, no te preocupes, no me dormiré, te lo prometo…

Acercamos el aperitivo al costado del jacuzzi, él se recostó primer, yo lo seguí, me recosté en su pecho, mientras el aprovechaba de acariciarme la espalda, el agua estaba tibia, en ello comenzamos a conversar un poco, aunque más parecía reclamo.

.- Te ha tocado mucho trabajo, ¿hace tiempo que no nos veíamos?

.~ Si, un poco estamos en la parte final de un proyecto, la histeria esta en todos y no tenía cabeza, ¿y tú?

.- Lo normal, tu sabes que en estas fechas es complicado el movimiento en la empresa.

Siendo sincera nunca hablamos mucho de nuestras vidas, las conversaciones eran siempre a trabajo y a sexo, era mejor así, aunque me extraño una pregunta:

.- ¿Has estado saliendo con alguien?

.~ no, ¿y a que va la pregunta?

.- Curiosidad.

.~ Querido, la curiosidad mato al gato, dicen por ahí, en todo caso tu sabes las reglas de este juego, si alguien comienza a ver a alguien o tener una relación con alguien el juego se termina.

.- Lo sé. Solo era una pregunta tranquila.

Ya había sido suficiente el respiro, el que habíamos tenido y yo quería continuar la guerra, así que comencé a besarle el cuello despacio mientras mis manos se iban a su miembro nuevamente, no puedo negar que me encanta eso de él que no es de una sola batalla, con unas caricias muy sutiles y entre besos nos íbamos perdiendo hasta que en ello yo con cuidado me monto en él, el agua hace un contraste exquisito, se siente apretado, pero la excitación nos ganaba, la locura nos llevaba, nos besábamos deseosos nuevamente, en ello el pesca mi pelo tirando suavemente con una mano, pero dejando mi cuello estirado mientras comienza a lamer mis  pezones, con su mano derecha masajeaba mi pecho, no sé si era el agua, el calor de nuestros cuerpos, pero no tenía yo la misma resistencia, ya mis gemidos eran la música de fondo de la habitación, no me contenía por nada y eso a él lo excitaba aún más, yo ya no daba más y en eso tuve un orgasmo que con el gemido que di lo estremeció… dos segundos me dio para reponerme y en eso me dice:

.- Salgamos de aquí, te quiero en la cama…

Ni siquiera había que responder a eso, sale el primero y en ello me ayuda, con cuidado me lleva hasta la cama dejo que él me guie, me recuesto yo y el queda encima, por la humedad que yo tenía entro sin problemas, apoya sus manos en la almohada y me da un beso en la boca, el vaivén de sus movimientos lo hacía delicioso, con mis piernas lo tomo preso, después de unos minutos se estira, tomo mis piernas y las deja en sus hombros, sus expresiones, su fuerza, yo estaba por llegar al cielo nuevamente, comienzo a jadear, a pedir más y más y más, ya no había control, tengo otro orgasmo… el enloqueció y en eso me mira, me toma de las manos y me levanta, pongo mis manos apoyadas a la cama mientras él se pone atrás de mí, lo hermoso de la habitación era el espejo, mi pelo de nuevo tomado con algo de fuerza esta vez, mientras que entraba despacio para torturarme, aunque al último momento fue de golpe, un grito salió de mi boca, no habían palabras, solo el sonido de nuestros cuerpos y nuestros gemidos, entre el juego de entrar y salir con su otra mano una nalgada me daba, cada vez que sentía esa mano, otro gemido se me escapaba, por mis piernas corrían mis fluidos, comienza acelerar sus movimientos, sus manos me pescaron la cadena para que no me pudiera escapar, comenzamos los dos a contraernos juntos, la respiración de él y sus jadeos con mis gemidos y mi nula cordura, nos avisaba que  llegaríamos juntos al clímax… es en ello… que ya después de unos segundos sentía como me llenaba de su semen, como las embestidas eran más profundas, coloca sus brazos en la cama y su cuerpo sudoroso abraza mi espalda… los dos casi sin aliento, intentando decir algo, en ello siento unos besos en mi espalda y como su miembro sale de mi… literalmente caímos rendidos, en la cama, mirando al techo abrazados, idos en que sabe qué cosa, ningún de los dos aun lograba decir algo, me acerco a él, lo beso y me quedo acurrucada en su pecho, no sé en qué minuto perdí la conciencia que solo reaccione cuando él me beso en la frente para despertarme y decir:

.- ¿Quieres ducharte y así vamos por un café?

.~ Ya, vamos a la ducha, si con urgencia necesito un café…

Fin.-

~Naliz~