Gusto por transportes Interurbanos

Todo comienza como siempre, un autobús, cercanía, tren o cualquier sitio donde halla acumulación de personas, donde una simple caricia sin parar a tiempo se puede convertir, en un manoseo y a veces en un abuso.

Gusto por transportes Interurbanos

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatarlos.

Os debo pedir disculpas por este tiempo sin poder publicar, pues es debido a que estoy de vacaciones, con mi chico, una pareja y una amiga muy especial. Ya os pondré en antecedentes mas adelante, pues lo estoy pasando realmente muy bien.

Me definiría como extrovertida, una sin vergüenza integral, simpática, muy buena gente, bastante loca... Vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato. Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico (tengo una manera especial de ver la vida creo, que os habéis dado cuenta).

Aunque sabéis, como soy me voy a describir, soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de Sevilla (España), de 22 años, morena de cabellos, de ojos castaños, y bisexual. Soy conciente que mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir de forma que realce mi cuerpo. De mi dicen, que soy una chica de muy buen cuerpo, tanto físicamente, como por mi forma de vestir bastante provocativa, me da igual si voy por casa o por la calle, creo que es la razón por la que siempre acabo metida en algún lió, fregado o apagando algún "incendio".

Ante todo me voy a disculpar, por decir la verdad de que todos los hombres sois iguales, me han comentado que no debería agrupar a todos en el mismo grupo, pero tengo mis razones, aparte que nada mas encender el Messenger, lo primero que hacéis es enseñarme vuestras pollas, lo segundo ir directamente en pedirme cuando me vais a follar (para que no digáis, que no pensáis con la única cabeza pensante, la cual se encuentra entre vuestras piernas). Aparte sois pesado, tanto en pedirme el teléfono (coño, que no lo doy, ya he tenido unas experiencias bastante desagradable, como para volver a caer de nuevo), o incluso lo de, que ponga mi cam (joder, ya no se como deciros, que mi PC, no lo soporta, la causa una subida de tensión, si queréis que la ponga, por que no me la compráis).

Bueno hasta que no me hagáis cambiar de opinión, seguiré opinando de la misma forma hacia vosotros. De mi libertad, e intimidad es algo que me importa bastante, solo yo soy la que elijo la persona que disfrutara con mi persona.

He de explicaros, que mis gustos en general, es la morbosidad que me produce ser manoseada en publico, el sentirme acariciada, sobre todo en transporte urbanos o lugares públicos. El sentir como entre la multitud, se atrevan a manosearme, me excita enormemente, e incluso que me observen mientras lo hacen, aun más cuando lo hacen contra mi voluntad (es una excitación, que apenas puedo describirlo, es un morbazo que os la recomiendo), sentir como me humillan, la vejación que noto, sus miradas lascivas, en silencio como me observan y aun hacen menos por remediarlo (son tan culpables, como yo de dejarme hacer o incluso aun mas, de los que manosean). Solo recordarlo, noto mis braguitas mojadas, sin poderlo remediar introduzco mis manos entre mis muslos, con la necesidad de poderme satisfacerme, por lo que me tengo de ir al aseo, a poderme satisfacer.

Muchas veces, he estado pensando en mis relaciones, he estado reflexionando sobre ellas, pues he hecho cosas, que han ruborizado a más de uno (se por vosotros, ya sea por Messenger o por email, que vuestros pensamientos, referentes sobre mi, es o soy una "putilla", o una "zorra", e incluso a veces dudan de mi persona), pero pienso que del pasado no debo avergonzarme, aunque eso si he gozado plenamente haciéndolas, de todas ellas. De mi dicen, que soy ardiente, que soy una "zorrita", y solo por que soy una chica de mente abierta (coño, liberal para entendernos, o es acaso un pecado el probar cosas nuevas). Tengo como hobby, el seguir ampliando mis conocimientos, el probar cosas nuevas (joder, que soy muy joven para quedarme en casa, o estar atada a un tío y mucho menos a niños).

Los contactos que he mantenido con algunos hombres maduros, han sido satisfactorios (han cumplido con todas mis exigencias), ya que son minuciosos a la hora de darme placer, e incluso sus caricias son diferentes. El explicar mis relaciones respecto a ellos, me es algo difícil, pues quizás es el morbo que me producen, o quizás, sea mi búsqueda por el amor paterno. Desde mi punto de vista, mis relaciones con ellos, son puramente por el sexo, pues saben hacerme disfrutar, sin buscar su propia satisfacción, e incluso me han enseñado a disfrutar de mi sexualidad, y os lo puedo asegurar (no significa, que los chicos sean menos amantes, sino que olvidan esos pequeños detalles, que entre sus manos tienen a una chica frágil, y no un arado, somos personas con quien compartir el momento y no un coche por usar).

Todo comienza como siempre, un autobús, cercanía, tren o cualquier sitio donde halla acumulación de personas, donde una simple caricia sin parar a tiempo se puede convertir, en un manoseo y a veces en un abuso. Mi primera vez, me dejo marcada como una chica fácil, me explico me ven como soy manoseada, y acariciada entre el tumulto, y no hago nada por evitarlo, en cierta manera doy pie, para que otros lo hagan, me ven como una chica con quien satisfacer sus mas ocultas necesidades.

Con el paso del tiempo, he encontrado satisfacción, entre mis desplazamientos en transporte público (hey! he de especificar, la gran mayoría son los interurbanos, los de pueblo, donde he encontrado lo que busco). Dicen que me dejo manosear, más bien en venganza hacia mi padre, aunque también es una manera de reprimir esa necesidad, una manera de poder desfogarme, no solo la necesidad del morbo sino mi ira.

En una de mis sesiones con mi psicólogo, este me comento, que mi conducta en este tipo de situaciones, es debido a lo sucedido en mi adolescencia. Los manoseos causado por algunos de mi familiares, es la causa de mi búsqueda del placer morboso, e incluso aun mas si soy observada, como motivo que algún familiar sabia lo que me ocurría, y sabiéndolo no hicieron nada al respecto. Lo bueno, que no me ha causado daño emocional traumático, pues aunque mi conducta es peculiar no es obsesiva, por otro lado mi gusto por estas situaciones, se me quitará cuando deje de causarme placer. Aunque a veces, pienso si cuando deje de hacerlo, me convertiré en una mujer frígida, y la pregunta seria, seguiré gustándole a mi chico, o incluso me gustaré a mi misma.

Esta nueva confesión, va dirigida hacia esos lectores, que me han pedido en más de una ocasión, que siga contando mis experiencias Bueno comenzare a relatar una nueva confesión, me ocurrió al poco de ponerme a trabajar. Este trabajo, se lo tengo que agradecer a un amigo de mi padre (el dueño de la hacienda, el que me enseño a montar, entre otras cosas), el cual me dio la oportunidad de ingresar en la oficina técnica. Aunque allí, son una panda de machista, cabrones, marimandonas y salidos (solo intentan mirarme el escote, y el color de mis bragas, ¡hombres¡). Solo deciros, que al poco de estar allí, me comentaron que iban a ser recorte de plantilla, que debían de despedir algún que otro nuevo o incompetente (coño, que me llamo mi jefe, y con todo el descaro y la cara dura, me comento que debía de demostrarle, por que no debe despedirme, que debía de mostrarme algo mas "cooperativa" (si, como me dice mi chico, a veces debo pasar por la piedra, y después dicen que hay buen rollo en la oficina).

Bueno, normalmente por esa época, me daban los trabajos lo cuales me debía de desplazar, como si fuera una manera de tenerme lejos de la oficina. Cierto día, le llego a la oficina un pedido de trabajo, el cual era en Gerena, el cabron de mi jefe, me mando a mi, me comento que debía de observar una obra y si lo veo aceptable hacer un levantamiento (bueno, esta es la jerga, de la obra), pero la única pega, es que debía de presentarme sobre las 4 de la tarde en la obra, por lo que tenía poco tiempo. En la oficina, se encargaron de preparar todos los trámites, es decir se encargaron de comprar los billetes, hacia Gerena. Me indicaron, que debía coger el cercanía hasta Guillena, y desde allí tendría que coger el autobús, la línea C5 hasta Gerena. Por lo cual, tenia poco tiempo, me marche a casa a cambiarme de ropa, ponerme un calzado algo más cómodo.

Nada más cambiarme, me dirigí a la estación donde coji el cercanía hasta Guillena, el viaje se me hizo bastante pesado, era hora punta, por lo que había mucha gente (coño, olían a tigre). Estando en el vagón me di cuenta, que había comprado los mas baratos, como no (tacaños de mierda, te explotan, te utilizan y se aprovechan de mi), o sea que me tocaba ir de pie, donde mas que un degenerado no dejaba de tallar su bulto entre mis nalgas. Nada mas llegar a la estación me dirigí hacia el anden el cual estaba a rebosar (joder, lo que me espera), hora de regreso de trabajadores, estudiantes y demás personas.

Mi vestimenta no cambio mucho de la que llevaba, sino era más bien para no llamar la atención, mi cometido no era excitar al personal. Es decir, que cuando antes llegue a casa, me cambie la mini falda por una que me llegaba hasta las rodillas, me puse medias en vez de llevar las piernas desnudas, me cambie el suéter por una camisa blanca, colocándome encima una chaqueta y zapatos planos pero cómodos. Nada mas entrar en el autobús, el revisor pico mi billete, y camine hasta situarme lo mas cerca de la puerta, estaba un poco cansada. Me sujete a la barra de seguridad con una mano, teniendo cuidado del maletín que llevaba, el cual de cierta manera lo cubría con la mano. Gire la cabeza para observar a la gente, dándome cuenta que había de todo tipo de gente, no me juzguéis mal, no soy racista ni por el estilo, pero dentro de mi maletín llevaba mi PC, y si me lo roban, coño debo pagarlo de mi bolsillo.

Estaba situada junto a la puerta, embobada con mis pensamientos, aislada con la música que salían de mis auriculares, cuando en unas de las paradas comenzaron a entrar un grupo de escolares, debían de venir de excursión. La gente comenzaron, a comentar que nos echáramos hacia el fondo, algo que no hice al no poder oírlos, por el volumen de mis auriculares. En un momento dado, me dieron un empujón, que casi me hace caer al suelo, una señora con aspecto hombretón, por no decir machote, le indique que me explicara su actitud, ante ese empujón (la muy hija de puta, que por su edad, podría ser mi abuela, que fuerza tenia la "so cateta"). Bueno sigamos, me indico que me fuera hacia el fondo, pues debían de entrar mas gente y que el autobús no era mío, que si nos movemos, podrían entrar mas gente, mire a mi alrededor, dándome cuenta de que era verdad, por lo que haciéndole caso, camine hacia el fondo del autobús.

Nada mas caminar por el pasillo franqueado por asientos, me situé detrás de los últimos, sujetándome a la barra de sujeción. En pocos minutos, note como era observada por un grupo de chico (ya empezamos, coño que no era la única chica que había en el autobús). Continuamos con el viaje, por lo que gire mi rostro hacia atrás, para observar a mi alrededor, quede sorprendida, al ver como un chico de no mas de 16 años, estaba siendo sometido a tocamientos por algunos hombres, rápidamente eche la vista hacia delante, pero mi curiosidad es mas fuerte que mi voluntad, por lo me hizo, de nuevo echar mi la vista atrás (es algo nuevo para mi, nunca había visto, que a un chico, le hicieran lo mismo que a mi), note como la situación del chico, me estaba me estaba calentando, sintiendo mis bragas húmedas.

En un primer momento, me sentía un poco contrariada, estaba un poco confusa, pues estos lugares, era yo quien normalmente en estos lugares, era manoseada, sometida, humillada, usada e incluso vejada, mirando al chico no se por que motivo y menos la causa, pero cada vez me estaba mas calentando, me estaba produciendo cierto morbo, esta vez era yo quien observaba y no hacia nada al respecto, mis braguitas cada vez estaban mas húmeda, hasta el punto que hasta me molestaban, tal visión me estaba excitando, y seguían manoseando al chico. Aunque el autobús se detenía en sus respectivas paradas, bajaban y subían gente, pero los abusadores del joven, no se detenían.

Comencé a notar, como se pegaban a mi, no era por que el autobús había cada vez mas gente (y después dicen, que los autobuses van, con el numero de ocupantes por asientos, se notan que no los usan), me daba la sensación, que hacia cola, por rozarse contra mis nalgas, lo digo por la variedad de miembros que se refregaban, pero en estos lugares hay que acostumbrarse, me quede callada, y aunque pareciera sumisa, lo que pretendía era no dar la nota, pues quería seguir disfrutando de la visión del muchacho, por lo que me quede en silencio, sintiendo como se pegaban contra mis nalgas, cada vez me presionaban con mas fuerza, como probándome hasta donde me dejaría.

La situación me producía mucha excitación, no podía de dejar de mirar a ese chico, como era manoseado, como se dejaba hacer, la situación era de lo más morbosa. Por delante, un señor le masajeaba su bulto, que debía de ser de un buen tamaño, mientras que por detrás, había otro acariciándole las nalgas, mas bien mas que un manoseo, directamente sobre el pantalón le introducía sus dedos por entre los glúteos. Sentí, a la necesidad de tocarme, era mas fuerte que yo, notaba un picor entre pierna, mas fuerte la necesidad que mi voluntad, aun mas cuando el señor de detrás, le introdujo una de sus manos por dentro del pantalón por la cintura, notando hasta donde había descendido, al ver el sobresalto del chico hacia delante.

Aprovechando que me encontraba sujeta por la multitud, sin dejar el maletín, lleve una de mis manos hacia mi pubis, no pude remediarlo, presione fuertemente mis dedos en la zona de mi pubis, haciéndome cerrar los ojos de la sensación que sentí, mis piernas flojearon, y hasta casi se me escapa un gemido. Comencé a tener la braguitas cada vez mas húmeda, ante la visión del acoso al chico, me saco de mi trance, una leve caricia a modo de descuido, no hice nada al respecto, pues imagine que seria causa que alguien se habría desplazado. Note como esas caricias, se hacia mas seguidas, mas descaradas, y a modo de expresar mi malestar pero sin soltar palabra alguna, eche mi mano hacia atrás, con la intención de apartar al incluso, pero asombrándome por la actitud de este, pues apartaba mi mano para seguir manoseando mis nalgas, y todo por quedarme callada previamente.

Pero por evitar males mayores, en vez de retirar la mano de detrás, intentaba que el manoseador se cansara en su acción, pero ilusa de mi que este en vez de apartar su mano, manoseaba mas mis glúteos, hasta el punto que me sujeto por la muñeca fuertemente, mientras notaba su mano como se deslizaba por mis nalgas hasta llegar a mis muslos. Estoy segura, que mi actitud tuvo que ver con lo que me estaba ocurriendo, se había envalentonado, estos tipos de hombres, son los que me gustan los decididos, los que se atreven, y se arriesgan, para poder manosearme con sus manos en mis glúteos (aunque, es algo muy común en los hombres, pues piensan, o somos putas si nos dejamos, o unas tortilleras o estrechas si no nos dejamos).

Sus manoseos, cada vez eran más continuados, comenzando cada vez a más, notando como coloco una de sus manos en mi cintura, deslizándola hasta mi vientre, ejerciendo presión sobre mi, a modo de echar mi cuerpo hacia atrás, hasta notar como un bulto chocaba contra mis nalgas. Comencé a notar, como comenzó a restregar su bulto contra mis glúteos, creía que la tenía fuera de sus pantalones. No sabia que hacer sin llamar la atención, intentaba reuhir de sus pretensiones, llegando a ser tal el descaro, que mientras una de sus manos seguía presionando mi cuerpo al suyo, la otra manoseaba mis muslos por encima de mis medias. La mano de su vientre fue descendiendo hasta colocarla sobre mi pubis, presionando una vez mas, al tiempo que su mano comenzó a ascender, hasta introducirse por debajo de mi falda, notando su tacto en mi piel desnuda.

Estaba confusa, aunque bastante excitada, notaba su mano como volvió a descender pero metiéndose por la parte interna de mi muslo, notaba su aliento muy cerca de mi rostro, comenzando a comentarme lo buena que estaba, que tenia un culito muy duro y demás obscenidades. Mientras descendía su mano, note sus dedos engancharse en la liga de mis medias, tirando de ellas hacia abajo, la excitación aumento en mi, aun mas cuando la mano que permanecía en mi pubis, ascendió hasta mi vientre, buscando la apertura de mi camisa, la parte abotonada, introduciendo algunos de sus dedos, notando el calor de su piel, al tiempo que un escalofrió recorrió mi medula, poniéndome mi vello a flor de piel. Se pego aun más hacia mi, notando aun mas su miembro, oculto dentro de su pantalón, pero que se percibía el grado de excitación que estaba.

No pude mas, hice la intención de volverme, pues estaba bastante furiosa con este agresor, quedándome anonadada ante tal visión, pues mis ojos se fijaron en el chico antes que el manoseador. El chico, se encontraba semi agachado, con su cuerpo hacia adelante, con el rostro entre las piernas de unos de los hombres, tragando uno de esos miembros, mientras que el de detrás estaba con su miembro entre las nalgas del chico, pero no penetrándolo sino frotándose o acaso mejor dicho masturbándose, le habrían bajado en algún momento el pantalón, y a simple vista carecía de calzoncillos, al lado había otro chico que tenia en sus manos el miembro del chico, le estaba masturbando. Me quede petrificada, una vez mas, pues el chico daba la sensación de que lo había echo mas de una vez, mientras le miraba, estaba siendo yo usada como instrumento para saciar a mi agresor (joder, que morbo, e incluso sentía algo de vergüenza por el chico, pero en cierto modo algo de envidia).

Deteniéndose en sus movimientos, la mano que se encontraba en mi muslo, volvió a ascender dejando una de mis medias a medio muslo, note como la posaba sobre mis braguitas, tubo que notar lo humedad que se encontraban, pues note como sus dedos recorría mi entre pierna sobre la fina tela de mi prenda. La excitación en mi cuerpo era bastante, pues la situación se hacia cada vez mas caliente, varios de sus dedos se introdujeron por debajo del elástico hasta alcanzar mis labios vaginales, me comento que era una zorrita pues no solo tenia las bragas mojadas, sino estaba abierta y caliente. Su acción elevo mi falda hacia arriba, hasta el extremo que tenia totalmente a la vista mi ropa interior, sus palabras me excitaban cada vez más, comenzando de manera tosca a tocarme, pellizcando mis labios vaginales, hasta notar mi orificio chorreante y dilatado.

Me sorprendí a mi misma, pues no hice nada por evitar ese abuso, notaba sus dedos mancillar mis partes intimas, de cómo comenzó a introducir uno de sus dedos dentro de mi orificio vaginal, metiendo de un solo golpe, no tuve mas remedio de soltar un grito, pero mas que de dolor era gemido de placer, de gusto (Dios, que bruto era, pero que bueno, el cacho cabron sabia lo que hacia). Mientras me penetraba con su dedo corazón, mire hacia atrás de nuevo, quedando sorprendida pero a la vez prendida, al ver como el chico, ya prácticamente semi desnudo, estaba siendo penetrado desde atrás, sin poder emitir sonido alguno, ya que tenia dentro de su boca, el miembro de un hombre, por como lo hacia se apreciaba que no ha sido su primera vez, y viendo lo visto, tampoco iba a ser la única pues detrás estaban haciendo cola, esto me calentó aun mas.

El abusador, observándome lo que yo miraba, y sin perder detalle, me pregunto que si me gustaba lo que estaba mirando, pero no hacia falta contestarle. Sentía como su dedo me penetraba, mientras la otra sacando la mano por la apertura de mis botones, sujeto la camisa fuertemente, haciendo como un nudo tiro de ella fuertemente, sacándola de dentro de mi falda botones (coño, un poco mas y me rompe la camisa). Introduciendo ahora su brazo, por debajo de mi camisa hasta llegar a mi sujetador, algunos hombres estaban sorprendidos por la actitud de este agresor, pero ni hicieron un apiz por detenerlo, al contrario me fije como algunos se frotaban su bulto sobre sus pantalones, excitado por el abuso que estaba siendo sometida.

Comencé a notar algo de vergüenza, aunque los de delante no veían lo que me sucedía, de como estábamos siendo abusados y humillados, pero si escuchábamos algunos susurros, y muchos de ellos iban hacia mi persona. El abusador, comenzó a manosear mis pechos por encima de mi sujetador, hasta que en un momento dado, tiro de ellos hacia arriba, dejando mis pechos sueltos por dentro de mi camisa, esto le excito aun mas (creo que fue la sensación de poderío, de macho, estos son los que seguramente los que nos agreden), su mano como si exprimiera una naranja, manoseo mis pechos con fuerza, primero uno para continuar con el otro.

Sacando sus dedos de mi vagina, la dirigió hacia mis nalgas, manoseando mis glúteos, pellizcándome, produciéndome algo de daño, se lo comente, pero creo que lo excito aun mas, pues sacando su mano del interior de mi falda, sujeto la tela de la falda tirando de ella hacia arriba, hasta dejarla a la altura de mi cintura, sin perder el momento tiro de mis bragas hacia abajo. Casi por intuición, mire hacia atrás, el chico, sorprendiéndome pues me estaba mirando, pero con rostro de satisfacción, de gusto, pues los que antes abusaban de el, ahora eran distintos.

El chico con cara de vicio, me observaba, como estaba siendo sometida, como era vejada, el abusador retiro su mano de mis nalgas desapareciendo por unos minutos, pero apareciendo esta de nuevo, al colocarla sobre mi rostro. Puso su mano, en mi cuello, agarrándome y tirándome hacia el, al tiempo que note su boca en mi cuello, como su babeante boca besaba mi cuello, mientras su mano seguían en mis pechos, ya enrojecidos y doloridos sobre todos mis pezones (por que coño, creéis que pellizcando nuestros pechos, gozamos mas, la ternura es lo primero que pedimos, habéis si aprendéis ya, joder), no dejaba de decirme, la suerte que tenia, pues me iba a demostrar lo macho que era (joder, todos me dicen y luego me dejan a medias).

Saco la mano de debajo de mi camisa, hasta colocarla sobre mi vientre de nuevo, ignoraba que intención tenia sobre mi, su otra mano soltó mi cuello dirigiéndola hacia mis nalgas, introduciendo sus dedos entre mis glúteos, sin dejar de comentar las buenas carne que tenia, lo durito que lo tengo, nada mas soltar mis nalgas, me comenzó a darme cachetadas hasta dejarme el culo enrojecido y caliente de sus palmadas (el cabron de mierda, me dio tan fuerte que la gente, se extraño del ruido procedente del fondo). Me dijo que soltara el maletín, que estuviera tranquila que nadie me lo quitaría, pero no quería soltar el maletín con mi PC, y menos perder la visión del chico.

Di un sobresalto, al notar como algo caliente, duro y bastante húmedo me lo coloco entre mis piernas, como entraba por mi ingle, como sentía como humedecía la parte interna de mis muslos. Mientras comenzó a masturbarse con mi cuerpo, con movimientos de delante hacia atrás, una de sus manos la coloco sobre mi pubis, buscando mi vulva para volver a frotar de nuevo. Comenzó a comentarme, que quería que nos viniera a la vez, pero creo que llego algo tarde, pues hacia un rato que me había venido. Pero notaba sus dedos, frotar sobre mi clítoris, como entre sus dedos los movía con fuerza e insistencia, hasta notar de nuevo un nuevo preludio de placer, hice la intención de soltar el maletín, por que mi otra mano se encontraba manoseando y acariciando mis pechos. Notaba por sus movimientos, que el podría venirse en cualquier momento, pues sus movimientos cada vez mas acelerados, es el preludio de que los tíos os corréis, vuestro nerviosismo os delata (joder chicos, tanta entusiasmo y para que, muchos de vosotros ni podéis con mas).

En uno de sus movimientos, por error aunque por fortuna para mi, su miembro choco con la entrada de mi vagina, introduciéndola por lo menos hasta la mitad, pero lo que si aseguro es ese cabezón que me hizo ver las estrellas (dios, pegue un pequeño sobresalto), los ojos se me pusieron como platos, pues no la esperaba, aunque creo que el menos todavía. Esto provoco en mi, que tuviera mi orgasmo, tan intenso que hasta mis piernas flojearon, casi me caigo. El intruso, apoyando una de sus manos en mi costado, comenzó a sacarla (el muy cabron, se disculpo, como si no quisiera hacerlo, pensaría el muy gilipollas, que era yo idiota), aunque eso si en su comentario, me dijo que noto mis fluidos calientes, aunque yo también los notaba ya que los notaba salir de mi y descender por mis muslos, y minutos después note al chocar contra mis nalgas un chorreón salvaje y caliente de sus fluidos, este en vez de detenerse siguió frotándose contra mis partes interiores, uniéndose su néctar con mis fluidos, dejándome pegajosa, hasta que minutos después, se quedo inmóvil, pegado contra mis nalgas, sintiéndola como perdía esa erección, como disminuía su hombría, como se le ponía de nuevo pequeña y flácida.

Nada mas finalizar, no mas de 5 minutos, fue el tiempo que tardo en separarse, notaba mi cuerpo desnudo de cintura hacia abajo, como su miembro aunque ya sin erección alguna, continuaba entre mis piernas goteando, escurriendo hasta la ultima gota. Separándose de mi, como pudo se subió los pantalones y calzoncillos, no sin antes, de hacerme la gracia, pues soltando la falda de mi cintura, y sin dejarla caer, la dirigió hacia su miembro el cual la tenia sujeta con su otra mano, comenzó el muy cabronazo en limpiársela, dejándome mi prenda inferior llena de su lefa (coño, después decís que no sois algunos, unos hijos de puta, dios, que odio sentí en ese momento).

Se marcho dejándome allí, notando como su líquidos descendían por mis muslos hacia abajo, mientras ni me atrevía ni siquiera a mirar hacia atrás. Deje que bajasen toda la gente del autobús, quedándome yo para la ultima, sentía como era observada y escuchaba susurros, criticas hacia mi persona. Siendo la ultima persona, baje, lo primero que hice antes de caminar, fue buscar con la vista, los aseos de la estación, donde nada mas encontrarlos me encamine hacia ellos. Nada mas entrar, me dirigí hacia el enorme espejo, dándome la vuelta y mirando por encima de mi hombro pude observar como el muy cabronazo me había manchado, me fije como por entre mis muslos, discurría un liquido blanquecino, descendía por la parte interior de mis muslos hasta detenerse en mi calzado, me metí en una de las cabina para poderme asear como pude. Una vez acabado, salí de los aseos, llamando a la obra a ver quien me podía acercar.

Una vez en la obra, sentía en mi persona las miradas de los obreros, creo que se dieron cuenta, de la gran mancha que tenia en mi falda, que previamente en los servicios, intente eliminar. Por suerte o por desgracia, en la vuelta no pude coger el autobús, el motivo fue que el ingeniero de la obra se presto amablemente a acercarme (ósea que no pude repetir de nuevo la experiencia, que pena).

Ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. Que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil.

Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. Aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com.