Gus y yo - segundo relato.

Sabes que te quiero mucho enana. Y no sé, qué pase a partir de ahora, pero te quiero, como mi hermana que eres, y eso jamás va a cambiar ¿De acuerdo? Prométeme que nunca va a cambiar nuestra relación. Lo que hagamos en privado será porque los dos lo queremos - Gus me abrazo y me dio un beso

Hola, ya estoy de regreso con la continuación de mi relato anterior “Regalo de cumpleaños atrasado”.

Antes que nada, gracias a todos por sus mensajes y opiniones del relato (trate de contestar a todas). Sus sugerencias las he de tomar en cuenta, y espero que este también sea de su agrado.

Esa Mañana, me fui a la escuela, para continuar con mi rutina, pero me la pase pensando toda la mañana en lo que paso el día anterior, entre Gus y yo. Los remordimientos que Gus había mencionado, comenzaron a aparecer contradictoriamente con la euforia por perder mi virginidad con mi hermano. Durante las clases no me pude concentrar y los recuerdos se mezclaban con todas aquellas palabras que mi abuela mencionaba cuando la visitábamos, sobre que mis papas hacían muy mal por no llevarnos a mi hermano y a mí a la iglesia. Lo cierto es que nunca tuvimos una educación católica como tal, pues mis papas siempre estaban muy ocupados, pero cuando veíamos a la abuela nos sermoneaba por ser unos herejes, y juro que en ese momento de verdad pensaba que me iba a ir al infierno (jajaja, la verdad ahora no profeso ninguna religión, pero si es verdad, al menos puedo decir que me fui al infierno con mucho gusto).

Cuando se acercaba la hora de la salida, me puse muy nerviosa, pues era consciente de que lo vería otra vez para hablar de lo que paso, y no sabía si él se arrepentía, o se hacia las mismas preguntas que yo. A pesar de todo estaba deseando verlo, al terminar las clases, Salí muy rápido y me topé con mi amiga Ivonne.

  • ¿Dónde vas con tanta prisa Aline? ¿Pensé que íbamos a irnos juntas?- Ivonne es mi mejor amiga, ella vivía en una colonia cercana a la mía, así que acostumbrábamos caminar juntas hasta donde podíamos, y después cada quien tomaba su camino. Hasta la fecha se ha mantenido nuestra amistad. Aunque ya no nos vemos, nos llamamos cuando podemos.

  • Quede de ver a mi hermano, y supongo que me acompañara hasta la casa-

  • Oh que bien, así que por fin te llamo, y ¿qué ha pasado con él?

  • Si me llamo. Bueno él está bien.- Me molestaba guardar un secreto de ella, sobre todo porque era muy perspicaz, pero no quería contarle lo sucedido, además Ivonne siempre decía que mi hermano estaba muy guapo, y solía llevarse muy bien con él, No sé si le gustaba Gus, pues nunca me lo había dicho directamente. Pero la verdad por mucho que fuera mi amiga, no es algo que podía estar contando.

  • oh Bueno, ¿se habrá disculpado por no llamarte antes? Bueno me alegro de poder saludarlo.

  • Si, se disculpó y quedamos de vernos hoy, así que preferiría que fuéramos nada más nosotros, ya sabes para poder hablar bien de lo que ha pasado con él este tiempo.-

  • Oh. Está bien. Bueno supongo que nos vemos mañana.- Me di cuenta que le había extrañado que no quisiera que fuera con nosotros, o será que estaba paranoica y sentía que todo el mundo me veía raro y sospechaba que yo era diferente ese día, que algo había cambiado.

Salí de la escuela y mi hermano aun no llegaba, así que me recargué en la pared, y lo espere, Ivonne paso a mi lado y miro a ambos lados y después me miro a mí, se despidió y se fue. Me quede pensando si se notaba en mi mirada que le ocultaba algo. Pasaron varios minutos y poco a poco la escuela se vaciaba, hasta que lo venir desde la calle a mi derecha. Gus también me vio y se acercó, me dio un beso en la mejilla, que me pareció muy frio, y me di cuenta que aun seguíamos en la escuela, obvio no podía esperar que me besara ahí, frente a todos.

Comenzamos a caminar y para hacerme conversación, me pregunto cómo me había ido ese día en la escuela, me sonroje y le conteste que bien.

  • ¿Segura que bien, enana?- debí sonrojarme más, porque Gus se empezó a reír. Ese era uno de los motivos por lo que nos llevábamos siempre tan bien, que yo era demasiado reservada, pero él era capaz de hacerme reír y aligerar las situaciones incomodas, o complicadas.

  • Si, ya te dije que si- Sentí mi cara caliente y el nuevamente se rio, acelere el paso, pues la verdad estaba comenzando a molestarme. . No era así como había imaginado que sería nuestra conversación, y estaba un poco nerviosa porque el aún no se acercaba a mí, como yo esperaba. A pesar de todas mis reservas y remordimientos, mi cuerpo quería ese contacto, lo necesitaba.

  • Espera Aline – Gus me jalo de la mano, y me hizo detenerme – ¿Por qué estas molesta?

  • No es nada…- me solté y continúe caminando. Gus nuevamente me jalo para detenerme.

  • Te conozco y sé que algo te molesta- dijo el cuándo yo comencé a negar con la cabeza.

  • De acuerdo ¿quieres saber? Tardaste mucho en llegar y cuando lo hiciste a penas me saludaste. Y ahora te ríes de mí.

  • Sabes que no me rio de ti, es solo que no sé cómo comenzar la conversación, estoy nervioso. No se cómo te sientes al respecto, y bueno… -

  • ¿Y bueno que? – Gus siguió caminando y se sentó en la orilla de la banqueta. yo me acerque y me senté a su lado.

  • Aline, no me gustaría que estuvieras arrepentida de lo sucedido, sé que está mal, por supuesto que lo sé, pero te aseguro que para mí no fue cualquier cosa, y a pesar de eso también me siento mal por ti, por lo que sientes o estás pensando de mí, no me gustaría que esto nos distanciara. No me gustaría perder a mi hermanita. Yo te di de beber y si lo que paso fue solo por eso….-

Gus se quedó callado y me di cuenta que le estaba costando trabajo hablar de esto, y ser serio, sin bromas y risas. Es cierto que a él se le ocurrió lo de beber, para celebrar, pero él no me obligo a nada, sin contar que yo fui la que lo beso primero. Me dolía verlo sentirse mal por eso, sintiendo que se había aprovechado de mi o que pensara que las cosas tenían que cambiar entre nosotros. Me di cuenta que él había pensado más en lo que pasaría a partir de entonces, o en qué sentido cambiaria nuestra relación.

  • Gus, yo no me arrepiento de nada, y tampoco quisiera que las cosas cambiaran, eres mi hermano y siempre lo vas a ser, eso no tiene por qué cambiar. Y lo que paso ambos lo quisimos, tú no me obligaste a nada.-

  • Pero, yo soy el mayor debí evitar que pasara. Aunque no te niego que siempre me has gustado mucho, haciendo de lado que somos hermanos, como dije yo tampoco me arrepiento. Sabes que te quiero mucho enana. Y no sé, qué pase a partir de ahora, pero te quiero, como mi hermana que eres, y eso jamás va a cambiar ¿De acuerdo? Prométeme que nunca va a cambiar nuestra relación. Lo que hagamos en privado será porque los dos lo queremos - Gus me abrazo y me dio un beso en la cabeza. Eso me hizo sentir mejor, extrañaba su contacto y aunque solo era un abrazo, me sentí segura con él. Pasará lo que pasara éramos hermanos y eso no iba a cambiar nunca.

Después de eso continuamos caminando, hasta la casa. Cuando llegamos Gus entro y me conto porque había tardado en llegar, me dijo que había pasado a su trabajo dar una excusa de porque no había ido el día anterior (Con todo, olvide que Gus me había contado que estaba trabajando en una fábrica en el turno nocturno, así que el día anterior no se presentó) después había pasado a comprar unas cosas. Me pregunto cómo me sentía, sin entender le conteste que bien, el saco de su mochila lo que compro, traía una pequeña cajita y me la dio, me dijo que debía tomarme una pastilla y en 12 horas otra, tome la cajita y leí lo que decía, era la píldora del día después. Se me había olvidado por completo que habíamos tenido sexo sin protección y yo podía quedar embarazada.

Fui a la cocina y serví un vaso de agua para tomarme la pastilla, escuche a mi hermano acercarse y se recargo en la alacena, me pregunto nuevamente como me sentía, y si había sangrado mucho, recordé que él se había quedado dormido enseguida y yo también, pero cuando me levante a limpiarme no vi sangre, se lo dije y el me contesto que a veces pasaba, que a veces no todas sangraban con su primera vez.

Me sentí diferente por eso, pero supongo que como él dice algunas chicas nos pasa así. Comimos juntos y le dije que yo quería hacerlo de nuevo, pero mi hermano dijo que deviamos esperar, además ya era tarde y mis padres no tardarian en llegar. Gus se despidio de mi y quedamos de vernos en unos dias, ya que el tenia que irse a trabajar en la noche y tambien tenia que descansar.

Pasaron dias antes de vernos otra vez, pero eso ya se los contare despues...

Espero que este relato tambien les guste. me senti con la necesidad de contarles la conversacion que tuvimos, pues por como se habian dado las cosas, tanto Gus como yo teniamos que desahogar nuestras emociones y decidir que pasaria a partir de entonces, pues nuestra relacion fraterna habia cambiado.

Tarde en este relato por las fiestas de navidad y fin de año. tuvimos visitas y no pude sentarme a escribirlo. pero ya que pasaron prometo seguir contandoles nuestra historia continuamente.

Saludos. Aline.