Guillermo el padre de Albert

Pasaron unos días y Albert, aquel chico que había yo conocido a la salida del metro y que les conté en un relato anterior me llamó por teléfono para invitarme a juntarnos de nuevo.

GUILLERMO, EL PADRE DE ALBERT.

Pasaron unos días y Albert, aquel chico que había yo conocido a la salida del metro y que les conté en un relato anterior me llamó por teléfono para invitarme a juntarnos de nuevo.

Hola…como estas..? Bien le dije, esperando tu llamada….

Bueno aquí te estoy, me dijo, con tono desafiante….estas listo para esta noche..?

Esta noche…? Le respondí….Si pues, esta noche…te espero en mi departamento…ok? Su tono era cada vez mas autoritario, lo que a mi me excitaba enormemente porque me daba la sensación de dominio.

A las ocho… Bueno a las ocho estaré.

En punto a esa hora estaba tocando la puerta…me abrió y me hizo pasar….estaba de jeans apretados y camisa roja abierta, lo suficiente para mostrar sus pelitos en el pecho…..Hola mi amor….le dije….

Hola bebé…como andas..? Bien..pensando en ti, como siempre

Ahhh..que bien me dijo…eso me gusta….y tomándome de la cintura me dio un beso muy húmedo y suave.

Quieres un trago…?

Estas hermoso …le dije…me gustan tus jeans apretados…así puedo sentir lo que hay ahí adentro…..

Si, me dijo…toca…Le toqué su paquete apretado y estaba duro y redondo…me imaginé como estaría esa verga bramando por salir y estirarse….mmmm……esta sabroso.

Tendremos visitas…me dijo…ahhh ..si…? Será ese amigo tuyo que me presentastes el otro día…? le pregunté.

Noooo…, es mi padre….

Tu padre..? le pregunte algo incrédulo….Si…mi padre.

En ese momento no me imaginé nada, solo que pensé que vendría a ver a su hijo y nada mas.

Lo conocerás …es muy interesante, me dijo.

Al poco rato tocaron la puerta y era Guillermo, el padre de Albert que con una sonrisa en los labios me saludaba desde la puerta….

Holaaa…tu debes ser Gustavo…Albert me habló mucho de ti….para bien….claro.

Hooola, le dije algo tímido….El me miró de arriba abajo, con una mirada que me hizo sentir deseado….

Guillermo era un hombre de unos 50 años, delgado, no muy alto, pelo negro, con una linda sonrisa. Vestía una casaca de cuero y jeans. En su mano traía el caso y los guantes que usaba en su moto Harley que había dejado estacionada abajo del edificio donde vivía Albert.

Te gusta andar en moto…? Me dijo…Me da un poco de susto, solo he andado una vez, con un tío, cuando era pequeño.

Bueno…si quieres vamos a dar una vuelta después, para que veas lo que es la velocidad…..Ufff…eso me dio mas susto aún, así que solo atiné a encogerme de hombros, como quien se entrega a la situación

Muy bien…dijo Guillermo….aquí no hay nada que beber…? Con lo que se apoderó del momento y golpeando la mesa le ordenó a Albert que le trajera un trago

Allí estaba yo, frente a Albert y a su padre, ambos me miraban con cara de deseo, hasta que casi al unísono se acercaron a mi y me tomaron de la cintura diciéndome….estas de comerte cachorrito….me gustan tus labios, deben hacer maravillas.

No bien dijo eso me dio un beso que duró muchos segundos. De verdad besaba rico, me hizo sentir su lengua dentro de mi boca. Albert se apartó para mirarnos como nos besábamos su padre y yo, y desde la distancia dijo….vamos papá, cómetelo….!!

Mientras, vi. como Albert se sacaba sus jeans y camisa quedando completamente desnudo. Lo propio hizo su padre, una vez me desnudó a mi y entre ambos me llevaron al dormitorio

Allí parece que estaba todo preparado, por que no mas entro veo una cuerda colgando del techo. Estaba como afianzada en un soporte de hierro atornillado en el cielo del cuarto. Era como uno de esos colgajos con que cuelgan la carne en las carnicerías.

Me ubicaron debajo de esa cosa y levantándome las manos, Albert procedió a amarrarme, de tal manera que quedé casi colgando de ese soporte, tocando el suelo solo con la punta de mis dedos.

Así quería verte puta maricona…me dijo…ahora verás como mi padre y yo te haremos sentir como la puta que eres….

A esas alturas yo estaba con mi verga tiesa y ellos ni decir….

Ya papá….azótalo….le dijo a Guillermo, pasándole su cinturón de cuero

El lo tomó y me empezó a dar cada vez mas fuerte, …grita me decía, grita puta….!! Y yo…aayyyhhhhh….ayyyyyhhhh…no me pegues, haré lo que me ordenes

Harás todo lo que yo te ordene…? Pues, pídeme que te pegue perra

Pégame….pégame..por favor pégame mi amor….!!

Con aquello no solo Guillermo, también Albert me dieron hasta que se cansaron

Te gustó perrita…? Si mi amor…estaba delicioso

En ese momento me soltaron de las amarras y me hicieron ponerme de boca sobre una mesa, de tal manera que quedara con mis piernas tocando el suelo, pero recostado boca abajo sobre la mesa, formando un perfecto ángulo recto y dejando mi culo parado y mis piernas bien abiertas….

Uno a uno, fueron turnándose para metérmelo por mi ya dilatado culo. Por mi posición, sentía esa sensación de cuando te lo meten estando con tus pies afirmados en el suelo, esa sensación como que estas defecando y que a mi en lo particular me gusta muchísimo.

Sus vergas entraban y salían, mientras uno me lo metía el otro corría al otro lado de la mesa y me ponía su verga en la boca para que se la chupara, de manera que en todo momento sentía estar penetrado por todos mis conductos útiles para recibir el calor y la fuerza de mis dos amantes.

Padre e hijo siguieron ese juego por largo rato, hasta que Guillermo no pudo mas y derramó su leche caliente dentro de mi culo…sentí como palpitaba para dejar salir los chorros y depositarlos en mis intestinos. Albert, en tanto, al ver a su padre acabando, hizo lo mismo, pero en mi boca. Saltó el semen por entre mis dientes y rebasó mis labios corriendo por la comisura hasta gotear sobre la mesa.

Trágatela…me ordenó, sujetando mi cabeza para que no me sacara su pene de adentro de mi boca…Trágatela puta asquerosa…!! me dijo

Yo obediente, me la tragué toda….Ahora limpia la meza, me dijo indicándome que lo hiciera con la lengua…Tuve que lamer la meza hasta dejarla sin el vestigio de su goce, al tiempo que Guillermo, aún con su verga dentro de mi, se reía fuertemente, diciendo: esta puta estaba rica….me la comería de nuevo

Yo aún no había acabado, tenía mi verga en el aire, por lo que sin roce alguno, no había acabado, aunque llegaba a palpitar de puro caliente….

No has acabado…? Me preguntó Guillermo….No, le dije….

Ok…no lo harás así que a la ducha…..Entre ambos me llevaron al baño casi en vilo y me introdujeron en la bañera…..

De nuevo y tal como hace algunos días, pero ahora entre ambos, tomaron su verga algo languidecida y me mearon por completo, mientras se reían a carcajadas, yo recibía la lluvia dorada de mis dos amantes….padre e hijo

Gustavo.

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