Gta 2

¿mejor esto o Rockstar?

Vanessa regresaba a su trabajo de mierda, su chulo no la esperaría, no era conveniente, le dio un beso a su hija que aún dormía abrazada a la muñeca que le acababa de regalar.

Se vistió con su ropa provocativa y caminaba conteniendo sus lagrimas, un paso tras otro pedía a Dios que la sacase de ese mundo, un mundo en el que ella era obligada a obedecer a su chulo, un mundo en que la gente le miraba más el culo que la cara.

Pero ten cuidado con lo que deseas, puede hacerse realidad.

Veía el edificio donde trabajaba en llamas, Vanessa contemplaba ese edificio maldito arder, las llamas danzaban por las ventanas como si de una alocada fiesta se trataba, sus días de maltrato, las vejaciones de sus clientes.

¡¡¡¡!!!!

Entonces recordó una cosa, la caja fuerte de su chulo, conocía la combinación ¿ir a las llamas por dinero?

Ella ha estado mamando pollas durante 10 años y aguantando palizas y violaciones durante ese tiempo.

Fue al edificio de al lado antes se compró varias botellas de agua y se bebió varias, a un túnel subterráneo que había allí para escapar de la policía, , mientras avanzaba por el túnel, notaba más y más calor, tenia que ser rápida.

O acabaría rostizada.

Al salir del túnel notaba el calor de las llamas, su cuerpo empezaba a sudar y ese sudor se metía por rincones de su cuerpo que no pensaba que tenia.

Ir marcar la combinación, coger todo el dinero que sus bolsillos puedan cargar y largarse, rápido y fácil.

Pero oía palabras, palabras en ruso, no estaba sola.

Por suerte ella sabia donde se guardaba una pistola, abrió una baldosa, notaba como sus dedos se caramelizaban cuando la movía de lo caliente que estaba esa baldosa.

Agarró la pistola cargada y abatió a uno de los rusos, había otros dos que oyeron el disparo y se pusieron a cubierto.

“esos cabrones son profesionales ¿Qué buscan?” se preguntó Vanessa.

Esos rusos eran profesionales, pero este no era el primer tiroteo de Vanessa, la ventaja que tiene es que seguramente han estado más tiempo que ella en ese incendio, los rusos parecían cometer más errores debido al calor.

Errores que Vanessa aprovechaba.

Uno de los rusos recibió un tiro en la cabeza, matándolo instantáneamente y el otro le cayó un cascote encima suyo, abriéndole la cabeza.

Eso ultimo era mala señal, significa que el edificio empezaba a derrumbarse, tenia que darse prisa.

Pasó por el salón comedor y esquivó tres rusos que investigaban el origen de los disparos escondiéndose detrás de un sofá en llamas.

Desenroscó una botella de agua y empezó a tirársela encima para refrescarse, volvió a caminar hacia el sancta sanctórum de su chulo.

Allí vio a tres rusos y a su chulo, el pobre estaba abriendo la caja fuerte, cuando lo abrió recibió un tiro en la cabeza.

Había un ruso que era más grande y parecía más fuerte que los otros, algo le decía que no debía enfrentarse a ese cabrón.

Tiraban de todo, bolsas de dinero, joyas, cadenas de oro, buscaban algo, no sabía que era, pero era algo que valía más que eso que tiraban, que le permitirían a Vanessa vivir una vida sin preocupaciones.

¿Qué buscaban? Debe de ser algo valioso o…

Algo peligroso.

Esperó a que esos rusos se fueran, Vanessa no se creía la calma que tenian al buscar en la caja fuerte, notaba como sus provocativas ropas se pegaban a su cuerpo por el sudor, como su tanga se metia dentro de su vagina, no se atrevía a respirar fuerte, no queria otro tiroteo, pero esos tios no se iban a ir, sentia como su sudor estaba cubriendo su piel, como necesitaba respirar para disipar el calor que absorbió.

Al final, el ruso grande pateó una debilitada pared y los tres se fueron, cuando se fueron, Vanessa aprovechó.

Las cadenas de oro estaban derritiéndose, el dinero ardía, pero aún podía coger las joyas, cosa que hizo, también cogió todo el oro derretido que pudo en su bolso.

Al acabar, vio que salía el ruso grande, el la miró.

Vanessa empezó a correr y el ruso disparó, casi la alcanza, pero Vanessa conocía el camino de regreso, parecían haber más llamas, se tiró toda el agua de su ultima botella para refrescarse.

Pero ese ruso parecía más rápido, la agarró del brazo y cogió su bolso.

Vanessa pateó ese bolso haciendo que el oro derretido se disparase en la cara del ruso.

El oro ardiente en su cara hizo que gritase de dolor, Vanessa escapó antes de que se derrumbase parte del edificio a través del túnel donde se metió, al salir, cinco rusos con pistolas la esperaban, pero un coche blindado se puso entre ellos y una puerta se abrió mostrando un hombre de color muy corpulento.

-come on bicht!

Vanessa no se lo pensó dos veces y se metió dentro, el vehículo aguantaba las 9mm pero se escapó antes de que aparecieran rusos con RPG-7

Simón se puso su inyección diaria de estrógenos, estaba ilusionado porque después de tanto tiempo.

¡Por fin va a follar con su novia!

¿Cuánto tiempo pasó desde la ultima vez? ¿seis meses? Ahora era el momento.

Ahí estaba su novia, en la cama, a pesar de sus pelos de sobaco, sus piernas velludas y su descuidado vello púbico, le pareció la cosa más hermosa que ha visto, su polla estaba lista para hacer su trabajo, casi podia oir “por fin” a su polla.

-quitate la ropa aliado mio – decía su novia.

Simón, desesperado, se quitó la ropa rápidamente, pero su novia lo detuvo diciendo.

-¡Alto ahí! ¿¡y tu sujetador y bragas!? – preguntó su novia.

-cariño, me son incomodas – decía Simón disculpándose.

-¡Sabes per-fec-ta-men-te que no me excito sin esas prendas! ¿Por qué me haces eso? ¡me has cortado el rollo!

-¿no podríamos pasar de eso y follar? – preguntó Simón.

-¡Dios mio ¡te has vuelto un miembro del patriarcado! ¡seguro que quieres sabotear nuestra lucha! – decía su novia.

-¡te lo juro! ¡te juro que no queria ofenderte! Anda, dejarme follarte, lo necesito – decía Simón de rodillas.

  • de ti no quiero nada, pero voy a llamar a mi ex novio y a su hermana, tranquilo, pensé en ti, su hermana es muy guapa.

-pero cariño – decía Simón mientras su novia se iba al baño.

Durante horas el pobre ombre se lamentaba de su fallo, tenía que tragarse su orgullo, amaba demasiado a su novia y la idea de que por, ciento-veinteava vez se la follen delante de el, le hacían sentirse.

Engañado.

Una hora después, llaman a la puerta, aparece un hombre de color junto a su hermana, una chica de color que estaba superbuenisima.

Justo en ese momento aparece la novia del ombre, bien maquillada, depilada, sin pelos en los sobacos, ni siquiera en su pubis.

Eso molestó a Simón ¿Por qué se arregla tanto por ese tio y por el no se esfuerza nada?

En cuanto vio al hombre de color, su novia y el se besaron con pasión, incluso se atrevió el cabronazo a manosearla, pero la hermana del hombre de color acariciaba el culo de Simón.

-atiende a su hermana, que no le falte de nada.

Eso hizo que la hermana empezase a besuquear el cuello de Simón, el cual recibia con gusto esos besos, casi los había olvidado, las manos de la hermana se introdujeron dentro de la camisa de Simón acariciando puntos sensibles de su piel y sus pezones, el pene de Simón se puso erecto inmediatamente.

El no quería ser infiel, pero…

Besándose mutuamente se fueron a un sofá, Simón se desnudó y empezó a manosear los pechos de la chica.

Cielos, hacia años que no tocaba teta, parecían un poco duras, pero tetas son tetas, le quitó la camiseta y empezó a lamer esos pechos.

La joven de ebano suspiró de placer, sus jadeos eran tan excitantes, Simón siguió bajando hasta su ombligo, lamiéndolo con ganas.

El pobre ombre estaba tan excitado que sentia que estaba a punto de eyacular, pero no….

No podia decepcionar a la chica.

Bajó a los pantalones y los desabrochó, algo surgió golpeándolo en la barbilla y acomodándose en la cabeza.

Simón no sabia que pasaba, agarró esa cosa curioseando.

Se dio cuenta con horror que era un pene de 32 centimetros, antes de que pudiera decir nada la “chica” le agarró la cabeza y se lo hizo chupar, empujó muy profundamente en la boca de Simón, el cual notaba como se atragantaba.

-mueve la lengua putita si quieres respirar – decía la chica con la voz más grave Simón escuchó jamás.

Simón trató de pelear, pero esa chica era más fuerte que el, no tuvo más remedio que hacerle caso, nunca había sentido su garganta tan llena desde…¡nunca! Era una sensación muy desagradable, sentía como sus ojos se llenaban de lagrimas por el dolor, necesitaba deshacerse de eso, empezó a masturbarlo con sus manos todo lo que pudo.

Se sentía que se desmayaba y la “chica” no mostraba compasión, pero por fin sentía la leche llenando su estomago.

El pobre Simón estaba vomitando semen y bilis, estaba tan ocupado que fue tarde al notar que algo se apoyaba en su recto.

Su ano, no estaba acostumbrado a eso y notaba como ese falo se abría camino violentamente a través de su esfínter, el pobre Simón lloraba de dolor mientras que la “chica lo agarraba de los cabellos con una risa viciosa.

Rebeca miraba el espectáculo desde su ventana, le había visto en otras ocasiones y llegó a empatizar con él, pero eso no le impedía disfrutar del espectáculo.

Estaba desnuda, tocándose por la ventana mientras con sus dedos abría un poco la persiana, sus dedos acariciaban su pequeña vagina con pasión viendo como ese trozo de carne violaba el ano del pobre tipo.

Pero también miró el pene de Simón, no se le bajaba, tenia buen tamaño y hacía tiempo que no tenía relaciones satisfactorias.

Había averiguado su teléfono ¿Por qué? Le parecía buena gente, se parecía mucho a ella, una persona buena en una pésima situación.

Pero al contrario que el, ella decidió hundirse en la mierda para sobrevivir.

Y veía que hizo lo correcto, decidió apartar sus pensamientos para concentrarse en la paja, sus dedos frotaron su clítoris con más fuerza, se imaginaba a Simón, distinto, colocándose encima de ella, dominándola, bombeando su cosa muy dentro de ella, ella abrazándole a el, mientras él con una mano se equilibrio, con la otra le acaricia la mejilla, buscando unirse más profundamente.

Con un beso húmedo, uniendo sus labios con pasión.

Rebeca notaba su clímax e imaginaba a Simón llegando al clímax con ella, depositando su semilla dentro de ella como tantos otros lo hicieron antes.

Solo que esta semilla la dejaría germinar.

Se imaginaba también que su embarazo no lo detendría, su barriga de madre y sus pechos bailarían a sus embestidas mientras estuviese a cuatro patas.

Silenció un violento orgasmo, que casi la lleva al desmayo, miró al tipo, vio que su puta novia y los dos negros se fueron de la casa riendo dejándolo destrozado al pobre tipo.

Es hora de hacer una llamada.

Richard caminaba por la calle, pero no tranquilo, sino alerta, cagarla de esta manera solo acababa en una cosa, daba igual lo que hicieras, no había escusa ni compensación.

Habían dos tipos del tamaño de armarios empotrados que lo seguían desde hace rato, esos tipos esperaban un momento para echársele encima.

Los tipos claramente no eran de la ciudad, extranjeros ¿rusos? Si, ciertamente eran tipos de europa del este, se metió en un bar, era el típico bar que solo había gente de color, el tipo de sitios que ningún blanco pisa.

Anvil era uno de los parroquianos, era un tio de 1,68 pero con una musculatura enorme, es por eso que le llamaban Anvil (yunque) dirigía un gimnasio, era el unico del lugar que no tomaba alcohol, solo zumos y la especialidad de la casa, el hellcow, un enorme solomillo de tres kilos con varias tiras de bacón, decorado con chiles y el ingrediente secreto, se le pasa con un pincel mojado de jugo de carolina reaper, el chile más picante del mundo, su guarnicion consistía o en ensalada o en una fuente de patatas bañadas en salsa picante.

Richard se sentó frente a el saludándolo.

-¡hey nigga! ¿Qué tal todo? Hace mucho tiempo que no pasas por mi gimnasio.

Richard no sabia como decírselo.

Anvill notaba que algo iba mal.

-¿algun problema? Nigga.

-me han metido en un puto lio, mi colega me dijo que eran productos de higiene lo que transportaba pero…

-a ver si lo adivino ¿polvitos para la nariz? – preguntó Anvil

La mueca de Richard fue la respuesta que necesitó.

-¿te han seguido? – preguntó Anvil.

-Dos tipos, parecen cosa seria, rusos – dijo Richard.

-¿blancos?

Richard soltó una carcajada.

-si, los únicos rusos negros son los que se sirven en un vaso – decía Richard.

-¿blanquitos en este barrio y buscando problemas? Bueno, hemos de ser buenos niggas y darles lo que piden a gritos, problemas, pero me gustaría que me hicieras un favor, uno de mis prometedores alumnos parece que hace algo… indebido ¿no te importa seguirlo?

-no hay problema tío ¿Dónde suele estar?

-saldrá de mi gimnasio en un cuarto de hora, llévate mi coche, grábalo con el móvil y envíame los videos – dijo Anvil mientras le pasaba las llaves.

-ok voy para allá ¿aparcas donde siempre? ¿no?

-yes, and don’t worry, esos blanquitos se harán auténticos niggas – dijo Anvil guiñándole un ojo.

Richard salió por la parte de atrás y entró en el coche, pero notó algo raro.

-oh shit – decía Richard con desagrado.

-el humvee que manejaba Anvil estaba modificado, no solo no tenia dirección asistida, sino también el volante era más duro de lo habitual, los pedales también, tenía que haberlo adivinado cuando se trata de Anvil.

La travesia hacia el gimnasio fue un tormento, notaba que sus brazos estaban bajo mucha presión y tenia que usar todo su peso para meter el pedal.

Además era un modelo con el cambio de marchas manual, la palanca de cambios también estaba dura.

Cuando llegó al gimnasio, lo que para muchos era la parte aburrida, para Richard era un descanso.

Pero casi de inmediato al llegar, apareció el tipo, un tipo enorme, dificil de perder, fue con su camioneta.

-fuck Anvil – decía Richard poniéndose en marcha.

De repente un coche se puso al lado del coche del tipo, unos blancos le decían improperios, pero el grandullón solo les miraba y hizo rugir el motor.

Los blancos hicieron lo mismo.

-please, don’t – decía Richard sabiendo lo que pasaría.

Ambos coches aceleraron, Richard hizo lo mismo, pero costaba manejar el puto vehículo, le costaba girar el puto volante, ahora sabia de donde sacó Anvil esos brazos.

Y claro ¿Qué clase de carrera ilegal seria sin los invitados de honor? La policia.

-las armas de la policia no le preocupaba a Richard, el humvee de Anvil es un puto tanque y aguanta de todo.

Pero la carrera era reñida entre esos dos y duraba mucho.

Hasta que por fin esos blancos se estrellaron un una tienda de cohetes, siguió de una gran explosión y cientos y cientos de fuegos artificiales volando y silbando por todos lados.

Ahora podía seguir normalmente a ese tipo mientras la policía intentaba detener el follón de los fuegos artificiales, envió lo que grabó a Anvil, el cual le llamó.

-this is my boy! A fucking road-beast! continua siguiendole.

-man, your car is a fucking shit, cuesta un huevo manejarlo – se quejaba Richard.

-oh man, el problema lo tienes tú que estás tan flojo.

El tipo se detuvo en una casa y entró.

Había un árbol al lado, Richard salió del coche y empezó a trepar.

Sus agotados músculos gritaban de agonía ante el esfuerzo.

Pero llegó a una ventana donde había una chica totalmente desnuda, en la cama.

El tipo apareció desnudo y con una enorme erección, se lanzó sobre ella y la penetró con fuerza, bombeaba a la chica con fuerza, Richard empezó a grabar.

-¡aaay! ¡animal! ¡te he dicho despacio! Puto cabrón

-no puedo, estas muy buena y me pones un montón.

Los bombeos eran fuertes, tanto que hacían moverse la cama, los gritos de la chica no eran de placer, más bien parecía que la reventaban.

Hasta que la cama se rompió.

-Asshole! Es la tercera cama que te cargas ¡vas a tener que…! ¡AAAAAHHH! ¡UN MIRÓN!

Richard vió que lo habían descubierto, el grandullón le vio y fue a por el.

El mirón se fue corriendo del lugar y se escondió dentro de un bote de basura.

El grandullón miró por todos lados del lugar y furioso por habérsele escapado pateó el cubo donde estaba escondido Richard que rodó cuesta abajo, con tan mala suerte que acabó en un campo de skaters y una de las rampas lo impulsó hacia arriba, la suerte quiso que aterrizara en una piscina.

Al salir, temia que hubiera un perro guardián.

Pero había un gato con cara de pocos amigos

Richard suspiró de alivio hasta que el puto gato se le echó encima, arañazos, mordiscos, agarró al gato y lo tiró a la piscina, pero el gato aterrizó en el cubo.

-¡Simpatia! ¡Que le has hecho a mi querido gato! – dijo una anciana mientras cargaba su escopeta.

Por un pelo no salía del lugar con vida, ese fue el momento en que empezó a preferir los perros a los gatos.

Por suerte su móvil no se estropeó, envió las imágenes mientras subia la cuesta.

Anvil le envió un mensaje de texto.

-yes! He fuck strong that girl, like a nigga, dont worry, esos blanquitos los hemos pintado de negro de cuerpo entero, necesitaran muchos lavados para quitarse la pintura, sigue con eso.

Al llegar Richard vió que la chica echaba al grandote a patadas, el tipo intentaba disculparse, pero la joven estaba fuera de si, de hecho se fue corriendo a su coche.

Richard se fue corriendo al Humvee, ese puto vehiculo.

Todo el cuerpo de Richard estaba adolorido de tanto seguir a ese coche, hasta que llegaron a un Fast food, el grandullón se encontró con algunos tipos blancos, parecía que se llevaban bien, envió la grabación.

Pero recibió la llamada de Anvil.

Al descolgar, notaba que Anvil estaba furioso.

-FUCK! FUCK! FUCK! ESPERAME AQUÍ, VOY A CANTARLE LAS CUARENTA.

Richard estaba preocupado por el grandullón, Anvil no es alguien a quien se deba cabrear.

Apareció una camioneta que llevaba en la parte de atrás a Anvil, el cual bajó del vehiculo.

Iba sin camisa, mostrando un cuerpo que solo salian en los comics de superhéroes.

Richard intentó detenerlo, pero esa mole de músculos lo apartó como si fuera un papel.

Anvil caminó hacia la ventana, atravesándola como si no lo notara, el cristal estalló al paso del musculoso negro.

-WHAT ARE YOU DOING?!

WHAT FUCKING YOU DOING?! – decia Anvil dando una patada en la bandeja que llevaba el grandullón.

La hamburguesa volaba, pero Anvil la cogió al vuelo, agarró al grandullón y puso la hamburguesa en frente a la cara del tipo.

-WHAT ARE YOU THINKING?! ¿¡SABES CUANTA MIERDA TIENE ESTA MIERDA!? ¿¡NO TE HE DADO UNA LISTA DE SITIOS DONDE TE DAN COMIDA DE CALIDAD!?

-pero… lo intenté

-WHAAAAAAT!!! – decía Anvil incrédulo.

-s-sorry i really try – se disculpaba el gigantón.

-ARE YOU KIDDING ME?! – dijo Anvil.

-s-sorry, nunca volveré aqui, solo queria estar con mis colegas, te juro que no volveré aquí – decía el gigantón casi llorando.

-OH MAN, YOU! AND YOU! – decía Anvil señalando a los blancos - ¡ID A MI PUTO GIMNASIO! ¡ESAS GRASAS QUE PORTAIS DEBERIA DESAPARECER! ¡O VENIS O OS ARRASTRO Y OS HAGO SUDAR HASTA EL ULTIMO GRAMO DE GRASA!

Anvil se dirigió al coche.

-entrenador, la puerta está… - decía el giganton.

Antes de de que terminase la frase, Anvil atravesó otra ventana, sin que apenas lo notase.

Richard empezaba a tener miedo de esa mole.

Lector, si consigues ver este video: https://www.youtube.com/watch?v=qudCTAl6PpM

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