GSM
El secreto está en la salsa...
GSM
_Carlos!! Te dejas el móvil!!
_Gracias cielo.
A Carlos, mi marido, siempre he de recordarle que coja el móvil antes de irse a trabajar; normalmente se le olvida.
Siempre, desde la cama, después de darme un beso de despedida, cuando él ya ha abierto la puerta de entrada, le grito:
_Carlos!! Te dejas el móvil!!!
Inmediatamente oigo como gira sobre sus talones y sus pasos se acercan de nuevo. Revuelve en la estantería y dice:
_Gracias cielo!!_ y la puerta se cierra.
A Carlos mi marido , le gusto mucho. Todos los días me llama desde su oficina para decirme lo mucho que me quiere y me desea. Me pregunta por la comida. Hoy toca pasta. Me encanta la pasta, pero a Carlos, mi marido, no le gusta mi forma de prepararla. _Hmmm, como castigo, cuando llegue a casa, te quiero desnuda, arrodillada y con la boca abierta.
Yo trabajo por las tardes en un consultorio médico. Cuando me retraso, el Dr. Román también me hace arrodillar y abrir la boca. Y yo, siempre llego tarde. Cuando la última gota estalla contra mi garganta, cierro la boca y entro en el servicio. De mi bolso saco un frasquito de cristal, desenrosco la tapa, y escupo toda la crema en él, lo cierro y vuelvo a guardarlo.
A Carlos, mi marido, no le gusta que desperdicie la comida, y una vez en semana toca pasta con una deliciosa salsa a base de nata. Hiervo la pasta en una cazuela con agua y abundante sal. En una sartén añado una cucharadita de aceite, sofrío una cebolla y vierto el contenido del frasco (los martes siempre está lleno), añado sal, pimienta y especies Yo, normalmente estoy a régimen, los martes sólo como verdura cocida.
Carlos, mi marido, siempre me llama desde su móvil cuando viene de camino a casa. Entonces corro hasta la habitación, me desnudo, me suelto el cabello, y voy hacia la puerta d entrada. Me arrodillo y abro ligeramente la boca. Al poco introduce las llaves en la cerradura, la puerta se abre. Sonríe lascivamente . Me empuja hacia adentro, la puerta cierra tras él. Se baja la cremallera, y con un gesto altivo se saca la polla y la zarandea ante mi con una mano, me golpea con ella en la cara, y me la introduce toda en la boca, me sujeta la cabeza con las manos, y empieza a empujar sin control. Intento mantenerme rígida, inmóvil, únicamente concentrada en poder acogerla, y en no asfixiarme, pues él no cesa de empujar y de atraerme con sus manos aguanto, uno, dos, tres, . Un espasmo, sus ojos casi en blanco . _ Oh zorra me corro!! Aprieto mis labios ciñendo su contorno. Me incorporo , voy al servicio, saco mi frasquito y lo escupo todo dentro. Me visto, voy a la cocina y le sirvo un buen plato de pasta.
A Carlos mi marido le gusta la pasta, pero no como yo la preparo.