Grupo de Amigos (2): Poniendo las cosas claras.

Después de descubrir que la mujer que se follan dos compañero de trabajo desde hace semanas es la mía, vuelvo a casa sin saber muy bien que hacer. Se recomienda leer antes el primer capítulo.

No hace falta insistir demasiado en cómo estaba yo en ese momento, pues cualquier persona normal se lo puede imaginar: Después de media hora hablando de como mis dos compañeros se tiraban juntos a la tal Patricia, resulta que esta se llama Gema y es mi mujer. Es la misma mujer a la que metieron la polla los dos juntos, a la que encularon como una perra, la que les comió las pollas hasta exprimirles la última gota de semen, la que suplicaba que la follasen una y otra vez …… Pues bien, resulta que esa diosa del sexo, sumisa y dispuesta a todo, no es otra que mi mujer, la misma que me despidió esta mañana al ir a trabajar con un beso en la puerta de casa, mientras me contaba que iba a comer con su amiga María (que supongo que es la tal Carla) con la luego iría al cine. ¡menudo cine! ¡Al cine porno!!!

Trato de no denotar a los demás mi sorpresa y atiendo a la conversación como si no hubiera pasado nada:

  • Cabrón, borra ese video …. ¿Qué quieres? Que mi mujer me meta una demanda de divorcio y me arruine - clama Alfredo, mientras en la pantalla se sigue viendo como Gema (para ellos Patricia) limpia a lengüetazos los restos de semen que han quedado en la polla de su amante.
  • No te preocupes que no lo pillará; tengo la grabación en una nube de máxima seguridad a buen recaudo y con todo tipo de claves -contesta Jorge.
  • Borra la grabación, por favor- suplica Alfredo- no quiero correr riesgos …. aunque la verdad es que es espectacular la polla que tengo; hubiera podido dedicarme al porno. Mirad, como la he dejado el culo, le cogería el puño hasta el antebrazo, ja ja ja
  • Esta noche su marido va a flipar, como quiera catarla -dice Jorge, riendo nervioso- va a decir, “cariño, que amplia te noto esta noche ……………”, ja ja ja.
  • Y que vais a hacer ahora con estas dos, porque habéis “roto” las parejas iniciales -pregunta Carlos- ¿Compartirlas entre vosotros?
  • Por supuesto -dicen ambos- como buenos hermanos. En vez de tener un chocho exclusivo para cada uno, vamos a montar un club, donde compartimos “nuestros activos” ….
  • Y si solo viene una ……, como ha pasado hoy, -sigue hablando Alfredo- pues la damos caña juntos.
  • Tenéis que conseguirnos un par de amigas -protesta Carlos- me va a dar un infarto como sigáis contando historias, sin mi participación.
  • Pues que sepas que se lo hemos preguntado a Patricia, pero -continua Alfredo-nos remite a Carla. Dice que le suena que tiene un par de amigas muy calientes que, a lo mejor, podrían estar interesadas.
  • Por favor, por favor, por favor -suplica Carlos, mientras yo no sé donde meterme, así que opto por asentir a la propuesta, guardando un prudente silencio. Ya veré como logro salir de esto. Ahora solo puedo pensar en cómo digerir que acabo de enterarme que mi mujer me ha convertido en cornudo. “Y por partida doble”, con dos compañeros de trabajo, que, además, lo tienen grabado.

Mientras voy en el coche de vuelta a casa, pienso en que me va a estallar la cabeza. Pienso de todo y todo contradictorio; Desde matarla a perdonarla, pasando por el divorcio, todo el abanico de posibilidades se abre ante mí ……. Pero no solo eso, sino que además todo se complica más con que se lo haya montado con dos compañeros míos de trabajo y que un tercero haya visto también las imágenes. Si la “monto el pollo”, a los cinco minutos todos sabrán la identidad del cornudo y mi carrera profesional habrá colapsado definitivamente en esta empresa, porque el sambenito de los cuernos no me lo quitará nadie … y, además, ¡Que tamaño de cuernos! Pienso recordando las imágenes de Gema con esos dos; tienen toda la razón Alfredo y Jorge cuando dicen que es una auténtica perra, viciosa, ansiosa de meterse dos pollas al mismo tiempo y de extraerlas hasta la última gota de semen.

Cuando llego a casa me quedo en el garaje durante un buen rato, sin saber que hacer. No se me quitan las imágenes de la cabeza; no puedo dejar de ver su cara, de un placer indescriptible, mientras Alfredo se corría en su boca o cuando ella recorría la enorme traca con su lengua, mientras limpiaba hasta el último rastro blanco que había sobre ella. No había imágenes de cuando la penetraron los dos al mismo tiempo y, según contaban la dieron realmente duro, mientras ella solo gritaba que la diesen más y más fuerte. Ahora recuerdo cuando le fui infiel con aquella compañera de trabajo; teóricamente nunca supo nada, porque cortamos cuando lo descubrió el marido …. pero siempre sospeché que ese cabrón había llamado a mi mujer para contárselo.

¿Era todo esto una venganza por mi engaño? Daba vueltas a todo lo sucedido, porque quería encontrar alguna justificación a la escena que acababa de ver en el video; en el fondo me negaba a aceptar que la única razón del comportamiento de Gema era de índole sexual, es decir, se había comportado como una perra sedienta de sexo duro, simplemente porque era una perra sedienta de sexo duro ……. como en el fondo también era yo, pensé recordando las putas con las que me había acostado, la relación con esa compañera, el tonteo que tuve en una convención con la mujer de un colega que acabó en un coche en el parking mientras me hacía una fantástica mamada ….

Respiro profundamente y tomo la misma decisión que he tomado más de una vez en mi vida, con resultados, generalmente, buenos: cuando no sabes qué decisión tomar, lo mejor es no tomar, de momento, ninguna y, sobre todo, cuando te estás jugando el fin de tu matrimonio. Por eso, me dirijo al ascensor mentalizándome sobre cómo comportarme en casa, con la idea clara de tratar de aparentar la mayor normalidad y esperar acontecimientos para decidir. De momento, me convenzo a mí mismo, nadie en la oficina sabe que Gema/Patricia es mi mujer, así que puedo esperar un poco a ver cómo se desarrolla todo.

  • Hola cariño, dice Gema, al abrirme la puerta. ¿qué tal ha ido el día? No esperaba que vinieras a cenar.
  • Bien, nada especial – contesto, mientras la sigo hacia la cocina- Alfredo y Jorge estaban muy “cansados” -añado, no pudiendo contener cierta mala leche en mi comentario- así que decidimos tomar una caña después del Pádel e irnos cada uno a su casita. ¿Tu? ¿Qué tal te ha ido?
  • Bien, estuve con María comiendo y luego fuimos al cine.
  • ¿Qué visteis? -pregunto, mientras cojo un vaso de agua, alucinado con su comportamiento y en como oculta cualquier sentimiento afección. Casi me hace dudar sobre que la mujer del video era ella, pero rápidamente recupero mi certeza, porque no tengo duda alguna: la boca que se metía hasta la campanilla la polla de Alfredo era la misma que ahora me hablaba en la cocina de mi casa.
  • Parásitos, bastante buena. Una película coreana que merece la pena. Va de una familia que ……. ………………………………

Dejo de escucharla, porque no me importa nada de lo que me cuenta, sabiendo, además, que todo es falso. Me siento en una silla mientras sigue hablando, al mismo tiempo que saca algo del horno. No puedo evitarlo, miro a mi mujer como si fuese una extraña, no pudiendo quitar mi vista de su tetas, que llenan la camisa con fuerza y su espléndido culo, que se tensa bajo la falda al agacharse ……. Ese mismo culo que Alfredo y Jorge penetraron esa misma tarde hasta hacerla gritar y esas mismas tetas donde los dos derramaron toda su corrida. En ese momento no puedo más, los celos me matan y decido poner las cosas claras con esa puta que me ha engañado, pero entra la asistenta y me corta ……… Esa interrupción me permite volver a racionalizar mi reacción, sabiendo que ella contratacará con mi infidelidad y que insistirá en que lo suyo ha sido un desliz, mientras que lo mío fue una relación continuada durante meses (estoy seguro que lo sabe, aunque nunca surgió este tema) ……. La verdad es que está buena, muy buena -pienso, viéndola moverse por la cocina, plena de actividad, sin ningún rasgo de cansancio por la intensa follada recibida- …. no me extraña nada que se la hayan follado esos dos cabrones, yo hubiera hecho lo mismo en su caso e, incluso, me hubiera costado resistirme, aunque hubiera sabido quien era su marido.

Durante la cena hago lo imposible para que no me note nada y así todo pasa en medio de conversaciones intrascendentes sobre la política, series de televisión, lo que ha hecho María o Luisa, la cena de mañana por la noche, etc. Trato de concentrarme en la comida, en la tele, …… y en el culo de Nirda, la chica paraguaya que nos asiste en casa y con la que he fantaseado más de una vez. No es nada guapa, ni mucho menos, pero en su escaso 1,45 une un culo mulato grande y fuerte y un par de tetas de gran calibre. Ummmmmmm, desde luego que los cuernos no han apagado mis ganas de follar todo lo posible. Ahora mismo la ponía a cuatro patas y la daba por detrás hasta cansarme ……. porque, además, tengo la sensación que siempre me ha mirado con deseo y que una vista mía cualquier noche no sería, ni mucho menos, mal recibida. Bueno, realmente en ese mismo momento me encantaría poner a la dos apoyadas en la encimera y encularlas por turnos a las dos, mientras las veo morrear juntas, pasando mi polla del enorme culo mulato al firme trasero de la rubia. Ummmmmmmmm, como estoy de salido ¡Que barbaridad!

Cuando por fin estoy en la cama, empiezo a darme cuenta que, casi sin querer, estoy empezando a tomar una decisión y que solo necesito un pequeño empujón para elevarla a casi definitiva. Las ideas básicas son las siguientes:

  1. Mi mujer me ha engañado con dos compañeros de trabajo y tienen toda la pinta que va a seguir haciéndolo.
  2. Somos muy felices, estamos muy compenetrados en la cama y lo pasamos bien en cualquier situación.
  3. Yo también la he engañado.
  4. No quiero separarme.
  5. Aunque me de vergüenza decirlo, me excita imaginarla con otros hombres … aunque hubiera preferido que fueran desconocidos.
  6. Estoy sumamente salido.

Solo necesito un empujón y no tardo en recibirlo. Cuando sale del baño, sus intenciones están claras. Acaba de ducharse, huele a crema hidratante que hace que su piel brille bajo la luz de la lamparilla de la mesilla; lleva el pelo recogido con una diadema y solo un pequeño tanga blanco de encaje cubre su cuerpo. Está espectacular …… no dice nada, por qué no hace falta y simplemente se limita a colocarse entre mis piernas, bajarme el pantalón del pijama sin dejar de mirarme a los ojos de un modo hipnótico, mientras comienza a masturbar mi polla con suavidad, logrando que inmediatamente reaccione, tensándose ……. Hasta que, conseguida esa primera dureza, ella baje su cabeza y dulcemente vaya introduciéndosela entre los labios hasta engullirla por completo, momento en el que invierte el camino hacia arriba, haciendo que mi pene vaya logrando su máximo esplendor. Es fantástica en este arte -pienso, mientras coloco la mano en su pelo y la empujo suavemente hacia abajo, dejando a las claras que quiero que no deje de hacerlo en un buen rato- demasiado buena, como para perderla.

Me vuelve loco que, cuando me la chupe, aproveche para explorar mi ano con su dedo, metiéndolo y sacándolo levemente, al mismo ritmo que su boca sube y baja por la cada vez más erecta polla. Me está poniendo como una moto, porque debo reconocer que, aunque me hace mamadas muy frecuentemente, la intensidad y calidad de la presente supera todo lo imaginable …. como si quisiera compensarme por lo sucedido esa tarde con mis compañeros, como si quisiera darme un poco del placer recibido. Veo en el espejo que hay tras de ella su culo balanceándose al ritmo de su mamada y siento un deseo irrefrenable de colocarme detrás y montarla como una perra por el coño y por el culo ……. lo que hago sin esperar más, alucinado de lo receptiva que está para aceptar sin protesta cualquier cosa que quiera hacerla.

La follo por detrás con fuerza sintiendo como se corre rápidamente ante mi penetración, suplicando que la dé más y más fuerte; está claro que aun la quedan ganas de sexo y está claro que a mí tampoco me faltan. En ese momento no puedo dejar de tener en mi mente la imagen de esos dos cabrones follándola al mismo tiempo por el coño y por el culo, pero esa imagen, lejos de cabrearme, me está suponiendo un plus de excitación, un acicate para agarrarla por la cintura y darla cada vez con más potencia. Aunque la mayor parte de los posibles rastros de su infidelidad han desaparecido, veo que su culo presenta todavía un tono sonrosado, fruto (seguro) de las palmadas recibidas cuando la montaban a cuatro patas …. pero eso no solo no me cabrea, sino que me excita aún más´, animándome a azotarla al ritmo de mis embestidas, haciéndola gritar de dolor y placer ……… pero sin que se queje ni un momento, ni, mucho menos, me rechace.

Parece que está por la labor de aceptar mis embestidas como una perrita sumisa y no voy a desaprovecharlo, así que, sin dejar de montarla a cuatro patas, la meto dos dedos, previamente empapados de su propio flujo, por el culo, haciéndola que vuelva a gritar de dolor al sentir como se abren paso en su agujero.

  • Agggggg, despacio, despacio amor ……. quiero me folles por el culo, pero hazlo despacio.
  • Si mi nena ……. descuida -contesto, sin hacerla caso, insistiendo en lograr que mis dedos entren hasta el fondo.

Solo puedo preguntarme mentalmente si también se queja así cuando Alfredo metió su enorme tranca en tan estrecho agujero o cuando lo hizo Jorge, con la polla de su amigo, al mismo tiempo, bien metida también dentro de su coño. Estoy muy salido, en una mezcla de celos y pasión que me está haciendo follarla como merece: como una perra salida. No he dejado de quererla, pero en ese momento necesito follarla así, humillarla, destrozarla, romperla el culo sin piedad……. y eso es lo que hago. De un par de empellones la atravieso el ano con mi polla (nuca la he visto tan grande y poderosa) y comienzo a encularla sin hacer ni el más mínimo caso de sus quejas, que, esta vez, si se producen.

  • Despacio, por favor despacio, ahhhhhh, me estás destrozando, bestia …… aggggggggg, ¡Para! ¡Para! Por favor …….
  • Toma nena, toma …… Me tienes muy cachondo y te voy a follar como mereces …… como a una perra -digo con toda intención, porqué en ese momento es lo que siento, estoy follando a una perra desleal a la que solo quiero destrozar a pollazos,
  • Si, si, siiiiiiiiii -gime por fin, mientras un orgasmo la atraviesa. Dame más, más, maaaasssssssss

La monto por el culo hasta que no puedo más, hasta que cae sobre la cama exhausta, mientras yo persevero en mis embestidas. Solo tengo una imagen en la mente y es la de Alfredo en mi posición, metiendo su enorme polla como una bestia en el estrecho agujero trasero de mi mujer, mientras esta se somete a sus embestidas, sin mostrar ya ninguna oposición ante la fuerza del semental. No puedo más y pronto empiezo a estremecerme cada vez con más fuerza, síntoma inconfundible de mi próxima corrida. Siento como la leche sube por mi polla y como la lava del volcán se dirige hacia la erupción ……. cuando siento que mi mujer consigue salir de su postura bajo mi peso y logra incorporarse, haciendo que me vea obligado a sacársela del culo y girándose hacia mí me suplica, con una cara de deseo como no recuerdo:

  • Dame tu leche, dámela por favor …. es mía, mía ……. -gime, cogiendo mi rabo y comenzando a masturbármelo contra y entre las tetas.

Es imposible aguantarse ante esta escena, así que no tardó en derramarme sobre ella con una potencia que no recordaba, haciendo que una mancha blanca cubra sus pezones y le salpique hasta la cara. Cuando dejo de correrme y veo como ella sigue masturbándome lentamente siento que ahora si es el momento:

  • Se lo que has hecho esta tarde ….
  • El que -contesta- mirándome con sorpresa.
  • No lo ocultes. Se que has estado follando en el Hotel Numancia con Alfredo y Jorge …….
  • ¿Estás loco? – me dice, con la mirada perdida y muy nerviosa, dejando de masturbarme.
  • Nena, son compañeros míos de trabajo …… me han enseñado hasta un video, así que por favor no insultes mi inteligencia.

Cae sobre la cama con cara de sorpresa y comienza a llorar, sabiendo que no hay vuelta atrás y que las pruebas son abrumadoras. No merece la pena seguir negando lo evidente y lo evidente es que se me lo ha montado con dos compañeros míos que la han follado como a una perra o, mejor dicho, como a una puta a la que se paga un buen precio por poder hacer lo que se quiera con ella. Disculpad mi lenguaje, pero en ese momento siento como si una espada ardiente me atravesase las tripas.

  • Lo siento amor, lo siento …. no sé cómo paso, pero ya no puedo dar marcha atrás ….
  • Ni ganas tienes de hacerlo -contesto cabreado- sé que no es la primera vez y que si no te hubiera descubierto no hubiera sido la última. ¿O no? Niégame que habías quedado con ambos para el próximo jueves, en el mismo sitio. Supongo que la tal Carla de la que me hablan estos dos cabrones no es otra que María. ¿Es así?
  • Si, es María …. contesta con la mirada baja y los ojos llenos de lágrimas.
  • Lo que no entiendo, si tan necesitada estabas …… ¿Porque no me lo contaste? Sabes que llevo años proponiéndote todo tipo de experiencias sexuales “de lo más variado” y ahora resulta que optas por cumplirlas a mis espaldas y engañándome.
  • Tú también lo hiciste ……… ¿Quieres que te recuerde que te follaste a esa puta de Beatriz durante meses? Nunca te dije nada, pero tengo todos los datos … hasta la dirección del piso donde os veíais.
  • Ya estabas tardando en recordarlo …… la mejor defensa, un buen ataque. Lo de Beatriz fue solo un tonteo y lo tuyo …………. lo tuyo ……………. Lo tuyo es una pasada -contesto, recordando bien aquellas tardes maravillosas con Beatriz, el mejor culo que he follado en mi vida. Aparentemente era un ama de casa conservadora y muy religiosa, pero, en la intimidad, resulto ser una adicta al sexo, sumisa y dispuesta cualquier cosa con tal de recibir placer. Me costó mucho estrenarla el culo, pero cuando lo logré ya no hubo sesión en que no acabase destrozándola el culo hasta dejarla exhausta.
  • ¿Qué quieres hacer? – me pregunta, limpiándose las lágrimas y mirándome fijamente …… - ambos somos igual de culpables.
  • No lo sé nena, no lo sé ……………………………. Y no me digas que ambos somos igual de culpables, porque tú me superas con mucho
  • Ambos somos culpables de haber engañado al otro …. y lo que es más grave de no haber confiado al otro nuestras fantasías y necesidades.
  • ¿Necesidad? ¿Necesitabas follar con otros?
  • Si ……… hace tiempo que necesitaba algo más. Me haces feliz en la cama, disfruto mucho contigo …… pero el sexo fuera del matrimonio es una pasada. Parece que recuperas tu ilusión inicial, sin vicios adquiridos, sin límites …. Reconoce que te pasa lo mismo. No sé si ha habido otras mujeres, pero si se claramente que te apetecía mucho hacer otras cosas “fuera de la normalidad matrimonial” …. ¿O no me has propuesto muchas veces hacer un trio con otra mujer o con otro hombre? ¿O intercambiar parejas?
  • Así es, por eso no entiendo que te negaras siempre a hacerlo …. y ahora, a la menor ocasión que se te presenta, te lo montes con dos hombres al mismo tiempo y a mis espaldas.
  • ¿Sabes una cosa? -me pregunta con una especie de media sonrisa- lo mejor de todo, es que creo que estás muy excitado con todo esto. Que se te puso muy dura cuando me vistes en el video con dos hombres bien dentro de mí ……. - añade, mientras estira el brazo y me acaricia la polla suavemente - montando a tu nena como a una perra
  • No te vi con las dos pollas dentro …… contesto, sin poder evitar que una erección vaya poco a poco rellenado mi pene- en la grabación solo se veía como se la mamabas a Alfredo y como se corría en tu boca …. lo que ya era suficiente para mí.
  • ¿No te excitó mucho ver como tu mujer se comía esa enorme tranca? Estoy seguro de ello, mira cómo se te está volviendo a poner la polla -añade, masturbando con mayor vigor mi polla ya casi al máximo de excitación- Creo que te gustaría ver como esos dos sementales montan a tu mujercita, por sus dos agujeros al mismo tiempo.
  • Si me excitó, siiiiii, me excitó mucho – reconozco por fin- mientras veo como su boca baja hacia mi pene con ánimo de volver a engullirlo.
  • ¿Te apetece ver cómo me la meten juntos y me destrozan de placer…?
  • Siiiiiiiiiiii, me apetece mucho, mucho
  • Una cosa voy a decirte -dice, haciendo una parada antes de volver a comerme la polla nuevamente- a mí también me excita verte con otras mujeres. Si tú quieres, le digo a María que venga un día y nos lo montamos los tres juntos -añade, engullendo mi rabo hasta casi la empuñadura, mientras aprieta con fuerza mis huevos.
  • Aggggggg, me estremezco al sentir como se la traga de un bocado, excitado como un mono con la perspectiva.

Un buen rato después, tras haber echado un nuevo polvo, donde he vuelto a montarla por ambos agujeros, reposamos tranquilamente en la cama. Estoy alucinado, pero alguien debe decir algo:

  • Entonces, ¿Qué propones? ¿Un matrimonio abierto? ¿Qué follemos con quien nos dé la gana y cuando nos dé la gana?
  • Creo que si -contesta con voz algo temblorosa- ¿A ti te apetece que lo probemos?
  • ¿Necesitas follar con otros? ¿verdad?
  • Si …. ¿Y tú?
  • Yo también nena. La vida es corta y quiero probarlo todo …. aunque si es junto a ti, mucho mejor.
  • Pongamos reglas entonces, me dice, con cara de ilusionada, ya pasada la sorpresa inicial y las lágrimas, posiblemente de cocodrilo: 1.- Cada uno de nosotros tendrá prioridad absoluta a la hora de proponer algo, así que siempre prevalecerá la fantasía en la que participemos los dos. 2.- Seremos discretos …. ya veremos cómo arreglamos lo de tus compañeros. 3.- Vamos a pasarlo bien ………. muy muy bien y sin límites previos
  • Estoy de acuerdo …… Creo que es mejor ocultar quién eres a mis compañeros. Si proponen una cena de parejas, diré que estás mala o similar ……. o ¿prefieres olvidarte de la tranca de Alfredo?
  • Ni de coña -contesta. Con una sonrisa pícara- no sabes cómo es de grande, me parte en dos cuando me la mete. Ummmmmmmmmmmmmm ¿A ti que te apetece hacer? ¿Quieres volver a llamar a Beatriz? Seguro que piensas a menudo en ella
  • No, eso es agua pasada …. prefiero beber de otras fuentes -aunque internamente, pienso que ya daré una vuelta al tema y decidiré que hacer.
  • Cuéntame, cuéntame que quieres hacer ……. estoy muy salida -protesta, con los ojos brillantes de excitación,
  • No quiero desvelarte nada …. pero, a lo mejor, esta misma noche tienes una sorpresa.
  • Cabrón, ¿me vas a dejar así todo el día? ……. me va a dar algo.
  • Es tu mínimo castigo por haberte portado como una puta conmigo ……… anda chúpamela otra vez cariño y veré si te perdono tu engaño
  • Estoy encantado de ser una puta y creo que voy a estar desde ahora más encantada aún -contestas, obedeciendo sumisa y volviendo a chupar mi polla con ansia.

Mientras siento como mi mujer se esmera en lograr mi tercera corrida del día, lo que sin duda logrará, repaso mentalmente lo sucedido, un poco avasallado por todo, sin tener claro si mi comportamiento es el adecuado y si estoy haciendo lo correcto. ¿He pasado de marido engañado a cornudo consentidor? Creo que no, pero no puedo dejar de pensar en que voy a tolerar que mi mujer se acueste con otros hombres y, a cambio, yo podré hacer lo mismo. Es un acuerdo de igual a igual que puede ser muy productivo para ambos, siempre, eso sí, que no se nos vaya de la mano y acabe incendiando nuestro matrimonio.

  • Nena, como chupas, que barbaridad ……………
  • Pues ya verás cuando te lo hagamos juntas María y yo -dice, dejando de chupármela unos instantes- te vas a volver loco.
  • Ummmmm, estoy deseando …… sigue, sigue, sigueeeeeeeeeeee