Grindr y el morbo al aire libre

Entre mamando su polla, jugando con mi lengua bien por todo el rabo y el cabezote (algo que me encanta hacer), lamiendo sus huevos, dejándome follar la boca y saboreando bien esa polla mientras estamos pendientes de que no pase nadie.

Estar en Grindr, o cualquier app del estilo, a veces tiene sus ventajas como encontrar gente cerca tuyo con las mismas ganas de sexo que tú. Unas veces se queda, otras solo es el chateo morboso… Y otras veces se queda para pasar un rato morboso.

Un día de verano un chico de 36 años al que se le veía bastante interesante en la foto de perfil me habla y después de unos cuantos mensajes me comenta que le da morbo al aire libre. Yo le pregunto que dónde quiere hacerlo y me dice que cerca de donde vivo yo hay un parque que le daría morbo probar. A mí me parece arriesgado y excitante a la vez así que aunque ese día no quedamos al par de días si llegamos a concretar para quedar.

Cerca de las 11 de la noche. El parque en cuestión aunque no parezca muy discreto ni grande si tiene alguna zona discreta sin luz en la que poder dejarse llevar por el morbo. Más que sea unas mamadas o unos sobeteos...

Yo llego y entro, el tío me sigue, vamos bajando hasta encontrar ese sitio oscuro. Me paro, me bajo los pantalones para que me vea el culo y él se acerca y me lo empieza a sobar. Yo me doy la vuelta y empiezo a tocarle el paquete para ponerle el rabo bien duro. Empezamos a tocarnos, morrearnos, él me da la vuelta para meterme mano en el culo y yo empiezo a tocarle el cuerpo.

Me vuelvo a dar la vuelta para por fin sacarle la polla y empezar a lamerla, una buena pieza que empieza a crecer a medida que juego con ella y volverse un buen pollón bien sabroso y gordo. Estoy así un rato entre mamando su polla, jugando con mi lengua bien por todo el rabo y el cabezote (algo que me encanta hacer), lamiendo sus huevos, dejándome follar la boca y saboreando bien esa polla mientras estamos pendientes de que no pase nadie. Oir como gime me pone mucho, es señal de que le gusta lo que le hago.

Me levanto y se acerca la parte buena, me doy la vuelta, y en lo que él se pone el condón yo pongo el culo hacia atrás y me preparo separando mis nalgas para que me meta su polla. De lo cachondos que estábamos entró sin problemas, y que gustazo sentir esa polla bien dentro. Empezó a follarme agarrando mis nalgas, dando unas buenas embestidas, yo alguna vez movia mi culo para meter bien su polla mientras me pajeaba con ganas de correrme a tope con su polla dentro. De la excitación la follada no fue muy larga, pero los dos nos corrimos casi a la vez, él en el condón mientras me enculaba y yo soltando toda mi corrida a la tierra. Cada uno soltó sus buenos trallazos de lefa porque el condón estaba bien lleno y mi polla no paraba de gotear.

Nos limpiamos y nos quedamos un rato hablando. Lo bueno es que en ese tiempo nadie paso que nos pillara, así que ese morbo se ha repetido un par de veces. Aunque era mi primera vez así en ese plan de una zona no tan discreta la situación tenia mucho morbo y me encanta repetir en un sitio así.