Grietas en el corazón

Otra vez

Se acerco a mí, me tomo de la cintura, me beso el cuello aspiro en el, pregunto – ¿Te gusta? – como tonta moví la cabeza, no sé porque reaccionaba tan infantil con ella, enserio hasta este día no he encontrado alguien que provoque esas sensaciones en mi, mi excitación llego con la fuerza de un animal, la cargue y la pegue en la pared, la coloque de espaldas, y le conteste – no me gusta, me encanta – bese su cuello ansiosamente, creo que en lo más profundo de mi deseaba tanto ese momento, y todo se dio tan rápido que así como les cuento, así fue.

Empecé por acariciar el perímetro de su cuerpo, por besar cada centímetro en el, coloque mis manos en sus pechos desnudos los acaricie, le susurraba al oído – ¿qué quieres?, ¿Qué buscas? – ella sin pedirle se volteo y me miro a los ojos y me dijo  – me gustas y quiero ser tuya – me empezó a besar de una manera nueva, de esa forma que me volvió loca, esclava, adicta, enferma, por ella, eran tantas cosas que sentía, sensaciones que desconocía no era virgen y si tenía experiencia, pero el contacto de mi piel con su piel es algo indescriptible su piel se erizaba y la mía temblaba, la tome del cuello con una mano y le conteste –  mía serás ahora mismo, y yo te deseo – por el momento todo era un gustar, aun no la amaba, sabía que me volvía loca sus formas, pero aun no la amaba, ¿ por qué diablos no me detuve?.

Nuestras respiraciones se tornaron mas fuertes, más feroces, no paraba de besarla y acariciarla, cuando baje mi mano a su cosita, estaba realmente empapada, comencé a frotar su clítoris con mi dedo, sentía su urgencia, su fuego, su impaciencia, me dijo – cógeme ya – creo que aun por no sentir amor no quise complacerla luego, le di espera, le dedique tiempo, jugué con ella, creo que al notar que no iba atender su petición tomo mi cabeza y la pego a sus pechos empezó a mamar de ellos, desesperadamente, excitadísima, ella tomo mi mano y la dirigió a su cosita, uso mis dedos y empezó a moverse, reaccione y le ayude empecé suave, pero ella quería mas ya no aguantaba, coloque mis dedos en curva buscando su punto g, lo encontré y empecé a darle con todas mis fuerzas, en ese acto no había ni una pizca de amor, era solo sexo, si el sexo más puro en su versión natural, se corrió tal vino destapado, grito mi nombre un sinfín de veces, comenzó a temblar su cuerpo, me imagino que su orgasmo era intenso, de inmediato baje a su monte para lamerlo, si mi intención era volverla loca, pero, como las cosas no salen como uno quiere a veces, loca termine yo por ella.

Lamí su clítoris tal dulce de fresa, lo succione tal cual como succiono el jugo de una uva, me fascinaba ese sabor, su aroma era exquisito como ninguno, ella para ese momento tomaba con sus manos mi cabeza hundiéndola fuertemente, ella quería mas y yo se lo di, en ese momento subí un dedo a su ano, pego un brinco en ese momento jajaja ilusa que fui al creer lo que me dijo que nunca lo había hecho por ahí, enserio existimos personas tontas y que pagamos por serlo más, penetre su ano con mucho cuidado, que buena actriz era, sabia fingir, en fin, disfrute de ella cada espacio, es lo único que rescato de todo esto, que disfrute al máximo de ella y de su cuerpo, aunque luego sabrán el porqué del título, de esta historia real, pues bien paso el mes volando, teníamos sexo todos los días excepto cuando menstruábamos, yo aun no la amaba, solo era mi desfogue, puf un caro desfogue, cierto día se le dé descompuso el celular y como se repararlos me dijo – Alex podrías reparar mi cel. – le conteste – claro – me lo entrego lo repare y al encender tenía 15 mensajes de un solo numero, mi curiosidad fue grande y los vi eran de un tipo, que al parecer eran novios, me molesto por cómo se referían a mí como ogra que no la dejaba descansar, obvio tenía su domingo pero, ella no sé porque venía, en fin cuando se lo entregue, noto mi cambio me pregunto qué me pasaba y no le contestaba, peor se puso cuando ya no accedí a tener relaciones con ella, me preguntaba constantemente e insistentemente – que te pasa – hasta que le dije – esta ogra no te deja descansar, te explota así que aléjate y vete – ja tenía un gran interés, hasta se coloco de rodillas y me pidió perdón que no la dejara, me parecía iluso todo en ese momento, me causaba gracia, creía tener control, tonta que fui aun no la amaba, aun tenia oportunidad de correr, accedí y bastaron 2 meses más para volverme loca por ella, para necesitar de su aroma al despertar, desesperarme al no saber nada de ella, quererla en mi vida por siempre, y paso otra vez….

Sé que es cansada esta historia pero soy nueva denme oportunidad de mejorar, saludos desde México