Gregorio... 1 Era Parte

Primer relato de como conocí a Gregorio, un hombre que me enseño una que otra perversión.

Hace un tiempo de este relato, todavía estaba en la universidad y fui de vacaciones a casa de mis padres, al llegar note que cerca había una construcción de un edificio, ese mismo día conocí al encargado de la obra, se llamaba Gregorio, un chico guapo y sensual, sentí una fuerte atracción por este hombre, día a día esta aumentaba, su cercanía y su mirada me hacia estremecer, este intentaba besarme lo más cerca de los labios al saludarme, hasta que llego el día en que me invito a salir a comer helados y dar una vuelta por el pueblo.

Fuimos por los helados, ya en la heladería comenzamos a besarnos y me dice Nena vamos a la camioneta y seguimos esto, yo acepte, me tenía muy caliente y excitada, la forma como me tocaba y me miraba, encendió la camioneta y comenzó el paseo más excitante que había tenido hasta el momento, soltó mis pantalones y comenzó a tocar mi clítoris por encima de mi ropa interior, me tenía tan caliente que comencé a tocar mis senos y el dice: “Nena déjame ver esos pechos”, yo ni lo pienso y saco mi blusa y brasier lo que hace que mis pechos reboten y su mirada se torna más oscura por el deseo.

En ese momento me percato que nos alejamos del pueblo y le pregunto dónde vamos, me contesta a un lugar donde no nos molesten y me atrae hacia él y me besa con intensidad y desespero, vuelve la vista a la carretera y se desvía hacia un portón, por lo que logro apreciar es otra construcción y él me dice que también está a cargo de esta obra. Se baja de la camioneta y me ayuda a bajar aprovechando para sobar mi culito y yo siento como palpita mi entrepierna. El saca unas cosas de la camioneta y me da una nalagada para que lo siga a la parte trasera de la construcción y me dice Nena aquí nadie nos molestara, te voy hacer gritar de placer.

Comienza a besarme, chupa mi lengua y mi cuerpo reacciona y se pega más a él, baja mis bragitas y pasa dos dedos por mi rajita y cada vez van más adentro, yo me retuerzo de placer y grito desesperada por más, siento el orgasmo crecer en mi vientre y explotó temblando de placer en sus brazos. Besa mis labios tiernamente mientras me recupero, tiende una manta y me recuesta y comienza a desvestirme, besa mi cuello y recorre con su lengua mis pecho, baja a mi vientre y por ultimo posa su lengua en mi botoncito y lo succiona, enredo mis dedos en su cabello, sube su mirada y sonríe, le hago señas para que suba y lo ayudo a quitarse la camisa, saca sus zapatos y lo ayudo con su pantalón, vuelve a devorar mi boca y me pregunta si estoy lista, asiento y me penetra lentamente, tiemblo al sentirme completamente llena y espera a que me acostumbre, mientras me susurra palabras cargadas de erotismo al oído. Comienza un suave vaivén que va acelerando a medida que nuestros cuerpos se acoplan, solo se escuchan gemidos y el choque de nuestros cuerpos hasta que explotamos de placer, siento que sale de mí y su semen chorrea por mis piernas, me limpia con una toalla y me dice “Nena esto está empezando”.