Green Eyes; Cap 1

Algún día encontraras a alguien a la medida. Alguien que se olvide de tú pasado, de tus fracasos, que no le importe lo que fuiste o lo que hiciste, lo que algún día por actos malos tal vez perdiste. Alguien que te levante, que te perdone, que te cuide, que llore contigo....

Despierto por el brusco sonido de mi alarma que me avisa que mis horas de profundo sueño y bellas vacaciones han culminado, me levanto de mi cama con mala gana, me dirijo al baño a hacer mi rutina de arreglo. Ya finalizada, reviso mi reloj el cual marca las 6:30 Aún tengo tiempo –Pensé- Así que decidí ir a la cocina y prepararme algo de jugo de Fresas, no soy alguien de desayunar mucho, al bajar a la cocina me topo con Fernanda (Mi madrastra).

-Hola Cariño, ¿Cómo amaneciste?

-Bien Fer, ¿y tú?

-Bien, oye, tú padre dijo que si vendrías a almorzar o tenías planeado ir a comer con tus amigos, ¿Qué le digo?

-Ham……....Dile que yo le aviso si Fer, hablamos luego, voy a pasar buscando a Valeria.

-Vale, yo le aviso, pórtate bien, adiós.

-Adiós –Lanzándole un beso desde el umbral de la cocina – ¡Te quiero!

-¡Yo más corazón!

Perdonen, que despistada soy, me llamo Alexandra tengo 16 Años, piel blanca, cabello castaño, ojos azules, cuerpo tonificado resultado de arduas horas de entrenamiento, mido 1,73. Bueno, apartándonos de mi apariencia. Salgo al garaje a buscar mi Jeep Commander negra, regalo de mi cumpleaños número 15. Me monto en ella, y pongo mi lista de reproducción favorita, la cual consta de canciones como: Give Me Love de Ed Sheeran, Ultraviolence de Lana Del Rey, Stroke Me de Mickey Avalon, Problem de Ariana Grande, etc. Paro en un semáforo en rojo para enviarle un Whatsapp a Valeria:

-Cariño, ¿Estás lista? En 5 minutos estoy en tú casa.

-Estoy desayunando, te espero, besos.

-Bueno, besos.

Giro a la izquierda y estaciono mi auto al frente de la casa de Valeria, y me decido a tocar el timbre, a lo que sale Valeria diciendo:

-Veamos si este año si te enamoras.

-Nah –Respondo con poca gana-

-¿Acaso no deseas encontrar a tú media naranja?

-¿Media naranja? Puff, soy un Limon salvaje –Sonriendo de medio lado-

-Tú de tonta como siempre –Riendo- Pero ya, en serio, ¿No piensas que llega un momento en el que quieres compartir tú vida con alguien?

-Claro, pero no creo que alguien quiera compartir su vida conmigo –Mirando de manera seria a Valeria- Solo eso.

-No pienses eso –Hablando de manera suave y pausada- Algún día encontraras a alguien a la medida. Alguien que se olvide de tú pasado, de tus fracasos, que no le importe lo que fuiste o lo que hiciste, lo que algún día por actos malos tal vez perdiste. Alguien que te levante, que te perdone, que te cuide, que llore contigo y si es necesario hacerte llorar, alguien que te entienda cuando ni siquiera tú lo haces. Alguien que cuando entre a tu vida te hará saber porque no funciono nada con nadie más, alguien a la medida.

-Si tu lo dices.. –Comenzando a cantar mi canción favorita- Do I wanna know?

  • If this feeling flows both ways –Moviendo su cabeza al compas de el lento ritmo de la canción-

  • It’s hard to see you go –Dandole pequeños golpecitos al volante-

Así fue nuestro trayecto, corear canciones y bromear sobre cualquier cosa que se presentara, pensé que íbamos a llegar tarde pero mi reloj me corrigió al mostrar las 6:50 Minutos de la mañana. Así que tanto Valeria y yo nos resignamos a esperar hasta las 7:00 viendo como las misma caras conocidas iban entrando por el gran portón que hay en nuestro instituto, algo aburrida empiezo a mirar los arboles y su color, sus hojas verdes y oscuras como el pasto mojado en el invierno después de las típicas lluvias en Noviembre. Mis pensamientos se ven interrumpidos con la pregunta de Valeria:

-¿Qué miras? –Dijo Valeria intentando ver hacia donde veían mis ojos- ¿Un árbol?

-¿Qué pasa?

-Nada, nada, mira ahí llegaron los chicos.

-Ah ok.

-A veces eres muy cortante.

-Sabes, tengo que confesarlo, soy un cuchillo –Dando un largo bostezo que fue bruscamente interrumpido por un pequeño puño proporcionado por Valeria-

-Deja ya el sarcasmo ya  Mónica Alexandra Montgomery.

-Shhhhhhh –Haciendo una mueca para que bajara la voz- Sabes que odio que digas mi nombre completo.

-Entonces no seas sarcástica.

-Vale, vale, podemos ya entrar, mira, faltan 2 para las 7 –Mostrándole mi reloj-

-Vamos…

Entramos al aula, anteriormente asignadas en una pequeña carta que se encargaba de mostrar los horarios de clases, profesores, guías y salones. El aula se encontraba casi llena, por suerte al final habían 3 asientos –Uno de sobra, para los bolsos- Valeria y yo nos dirigimos hacia los asientos, y proseguimos a sentarnos.

-Dame tú bolso –Le dije-

-¿Para?

-Ponerlo en el puesto que sobra, duh –Haciendo una mueca de: Que pregunta más obvia-

-Está bien, toma- Dándomelo-

Lo recibo y cuando voy a ponerlo en el asiento una dulce voz me interrumpe:

-Perdona, aquí va mi amiga, ham….Estemm- Algo nerviosa-

Levanto mi cabeza y me doy cuenta de que, aparte de tener una hermosa voz, tiene unos hermosos ojos, verdes, más claros que hojas de aquel árbol del instituto, una hermosa nariz y….

-Ham, no importa, tranquila.

-Me llamo Gabriela, por cierto.

-Yo Alexandra- dije elevando mi mano a medida que ella la tomara como un saludo-

-Un placer conocerte –Apretando mi mano-

-Eres nueva, ¿Verdad?

Mi pregunta no pudo ser respondida por la rápida Cami-Corrida de una chica, que supongo era a quién le guardaba el asiento, a la par que llego el profesor y comenzó la clase. Pero yo no podía dejar de pensar en aquella chica de ojos verdes, que estaba a un asiento de mi, un asiento de mi, solo uno, no sé que sentía por esa chica, pero….

-Cariño, en qué piensas?

-Nada, solo estaba algo desconcentrada…

-Si tu lo dices –Con la mirada dudosa-

Anoto los apuntes que puso el profesor en el pizarrón, un trabajo acerca de la Sexualidad de los Adolescentes, lo único que pensé fue –Muy activa- El trabajo era de 4, pero mis amigos estaban en otra clase así que, decidí decirle a aquella chica de ojos verdes si aceptaría estar en el trabajo con Valeria, su amiga, ella y yo, a lo que contesto:

-Claro –Con ese suave tono de voz que ella tiene-

-Bueno, ¿Mañana a las 3 en mi casa?

-Dame la dirección y ahí estaremos –Sonriéndome-

Anote mi dirección y se la di, la mañana paso sin ninguna otra novedad, las clases y  yo pensando en Gabriela, toda la mañana, no me podía sacar esa voz, esos ojos de mi cabeza, su sonrisa, wow, su sonrisa, me atrevo a decir que es la más hermosa que nunca haya visto.

-Me quedare a almorzar aquí para esperar a Andrés, me acompañas o te vas?

-Creo que me voy, le enviare un mensaje a Fernanda para decirle que almorzare en casa.

-Bueno amor –Se despidió de mi con un beso y partió rumbo a la cafetería del instituto-

Me monte en mi camioneta pensando en Gabriela –Vaya que esta chica me hace sentir rara- Pensé. Mientras conduzco hacia afuera del instituto veo que Gabriela esta caminando por la acera de afuera del instituto así que le digo:

-¿Te llevo?

A lo que responde un: Claro- Con esa sonrisa que mata-