Grata sorpresa en la fiesta de aquellos abuelos.
Debería tener unos sesenta largos pero su miembro parecía el de un jovenzuelo pues sentía su dureza y palpitar pegado a mi trasero cuando su mano tras sobar dulcemente mis pecho bajo a mi sexo delatando mi estado de excitación pues vio lo majada que estaba
Mi marido se vuelve a marchar por trabajo tras unos días fogosos junto al viejo vecino francés donde afloraron unos tríos magníficos que a los tres nos hizo gozar mucho, aunque reconozco que yo soy una privilegiada al tener dos buenas zanahorias para mi atención y mi sufrido sexo.
A la mañana siguiente de la marcha de mi marido se presentó el francés en casa con una dirección de un laboratorio de analítica de uno amigo diciendo que me tranquilizara que no era nada grabe pero necesitaba hacerme una pruebas allí que ya el dueño sabia de lo que iba y me darían una tarjeta con los resultados que sería como un salvoconducto para una fiesta privada que se hacía cada mes en una casa de campo de uno de sus amigos, y era condición indispensable ir con la tarjeta pues garantizaba la confianza de todos al saber no había nadie enfermo que pudiera contagiar cualquier enfermedad venérea, pues la fiesta era de disfraces que acababa en nudismo absoluto sin limitaciones de contacto entre todos.
Me dejo intrigada pero tras unos besos y unos abrazos cariñosos me tranquilizo diciendo que me lo iba a pasar muy bien que el suele ir y la gente es toda de su edad y muy seria, gente que al día siguiente no quiere complicaciones y solo va a liberar su mente con sexo y erotismo a raudales sin limitaciones.
El suele ir aunque lo lógico es ir con una pareja pues el 90% llevan su mujer o pareja y allí nadie es de nadie pero tampoco se obliga a nadie a hacer lo que no quiera aunque veras que te lo vas a pasar muy bien.
Acepte y tras pasar por el laboratorio y hacerme las pruebas me dieron al día siguiente una tarjeta que me permitía acompañar al viejo francés el próximo fin de semana a dicho evento.
Nos presentemos en la casa el día señalado vestidos ambos, yo de dama de corsario y el francés de pirata..
La ropa era ligera y no llevaba nada debajo como bien me había aleccionado mi maduro acompañante.
Entramos tras mostrar las tarjetas a unos vigilante jurados que había en la puerta de la finca y tras introducirnos comenzamos ya a ver las parejas que ya había incluso ya algunos con tintes medios eróticos en los juegos.
Nos dieron unas copas y comenzamos a presentarnos viendo que la gran mayoría eran gente de la edad de mi acompañante aunque tenía que reconocer que se mantenían más que bien pues muchos su aspecto era de estar en muy buena forma.
Me dijo mi acompañante que la gran mayoría eran médicos, abogados y empresarios de buen nivel económico que frecuentaban gimnasios y salas de masajes asi como las mujeres muchas ya se habían hecho curas de belleza pues lo cierto era que aquella gente se cuidaba mucho y su aspecto así lo demostraba.
Tras unas copas el fuego interno que allí todos y todas teníamos retenidos se libero como por arte de magia y las parejas dejaron de serlo pues la ropa fue acaparando los percheros y los intercambios de parejas eran algo natural pues delante de mí un abuelo con pelo cano y de los más mayores que allí había ya desnudo, se acercó a una pareja y tras saludarlos su mano se fue sin tapujos a su sexo a la vez que esta lo saludaba agarrando su flácido pene pero de muy buen tamaño, de echo era más grande a simple vista que el de su marido y este con una sonrisa picarona le dio un azote y se dio media vuelta dejando que ella acariciaría con movimientos más típicos de una paja aquel enorme miembro mientras el la besaba y seguía con su mano en su chochete.
Una pareja de mujeres llego saludando y tras acosar a mi maduro francés este se dejó llevar por ambas a un sofá que allí frente teníamos y sentándose entre ellas comenzaron a besarse y jugar con su miembro mientras él las acariciaba.
Me sentí arder con lo que veía sin darme cuenta que alguien por atrás se acercó pegando su cuerpo desnudo a mi trasero y tras besarme dulcemente la nuca me dijo que hacia allí una sirena como yo sola sin atención masculina.
Sentí la dureza de su rabo en mi trasero y rápidamente sus manos pasaron de mis muslos a mi barriga hasta llegar a mis pechos mientras me besaba en la nuca.
Debería tener unos sesenta largos pero su miembro parecía el de un jovenzuelo pues sentía su dureza y palpitar pegado a mi trasero cuando su mano tras sobar dulcemente mis pecho bajo a mi sexo delatando mi estado de excitación pues vio lo majada que estaba y medio riendo saco un dedo y lo chupo todo mojado en mi presencia, a la vez que decía que notaba estaba preparada para ser atendida como se merece.
Te vi llegar y tu cuerpo me encendió y me puso duro al instante, me susurro al oído mientras su lengua jugaba con mi oreja, eres una hembra increíble y veo estas bien dilatada pues el francés parece te lo agrando bien con su rabo.
No sé cómo me salió pero le dije sin tapujos, vas a estar toda la noche calentándome o me la vas a meter ya, que tengo ganas de nabo duro, tengo ganas de macho y semental.
Me giro sin miramientos y le vi su gorda y enorme polla con la cabeza recubierta por una fina piel que remarcaba un grosor enorme.
Con su mano dirigida a mi cabeza me hizo agacharme para que se la comiera, bajando con una mano el prepucio y dejando al descubierto su brillante cabezón comencé a chupar con esmero y sabiduría haciéndole rápidamente gemir.
Tenía los huevos gordos y colganderos recubiertos por un buen follaje así como un pecho superpoblado que me hizo estremecer de gusto.
Veo el francés te tiene bien aleccionada chupando pues la mamas que da gusto dijo sin tapujos mientras me seguía aguantando la cabeza para intentar meterme más rabo en mi boca.
Apenas podía meterme un poco de lo gruesa que era y más con aquella cabeza enorme, aunque con lo lisa y suave que era me ayudaba a meterla en mi boca.
Estaba embobada chupando aquel rico miembro cuando sentí sobre mis hombros el roce de otra y las manos rudas de otro hombre que acariciaba mi pelo, agachándose seguidamente y besándome la nuca mientras yo seguía devorando aquel pollon.
Su otra mano se deslizaba entre mis piernas y llegando a mi sexo lo acaricio sin miramientos metiendo un dedo rápidamente en su interior y haciéndome gemir aunque por mi boca apenas podía salir algo con aquel grosor ya casi a su mitad en el interior.
Estaba mojada y deseosa ser penetrada cuando el que me agarraba por atrás se dejó sentar en el césped y deslizando sus piernas hacia delante me hizo sentarme sobre el a la vez que guiaba su rabo tieso hacia mi mojado chochete que rápidamente se lo trago.
Fue un placer enorme pues no lo tenía chico ni corto y tras las primeras cabalgadas sobre el me llego mi primer orgasmo haciendo que ambos se regodearan con su mérito al ponerme tan cachonda.
Me sujetaba por las caderas y me hacía subir y bajar con sus rudas y fuertes manos a la vez que me animaba verbalmente a cabalgar sobre él.
Estaba ardiendo cuando la mamada dio sus frutos y su dueño comenzó a sujetarme fuertemente la cabeza para que no la sacara mientras ahora gemía y se corría en mi boca.
No tuve más remedio que tragar todo si no quería ahogarme pues los fuertes chorros inundaron mi boca sin parar de lanzar ráfagas de espesa nata que trague hasta que dejo de moverse y libero mi cabeza dejándome su enorme cabezón en mis labios que repasaban las ultimas gotas.
Esto calentó al que me cabalgaba pues mordiéndome las orejas y nuca me apretó hacia su pecho a la vez que sentí sus fuertes chorros inundar mi conejito.
Quede exhausta y casi sin respiración levantándome con la ayuda de uno mientras el otro también se incorporaba.
Me beso el que me había montado sin importar acababa de tragarme unos buenos tragos de leche a la vez que me acariciaba, viendo que también andaba sobre los 60 años aunque calvo pero muy atractivo.
Le agarre su polla ya semirrígida y con dedo gordo le repase la cabeza haciéndole sonreír y dar un respingo de gusto.
Veo eres una hembra caliente que hoy seguro aquí vas a disfrutar, diciendo uno de ellos que iba a por una copa para traérmela y aligerara mi garganta.
Entre mientras a un aseo y me lave el chochito bien aseado para no dejar rastros de la copiosa corrida que había recibido.
Al salir me esperaba el de la mamada con una copa para y le agradecí el detalle diciendo que iba a dar una vuelta pero que más tarde quería volver a tenerme y esta vez no se le iban a adelantar.
Mire buscando al francés y este tenía sentado sobre sus piernas y bien clavada a una de las dos que antes lo habían acosado mientras la otra lo besaba y acariciaba su poblado pectoral así como sus cabellos.
Continúe caminando y me encontré al abuelo del grupo al que le estaban haciendo una suculenta mamada apoyado junto a una de las barras que había en el exterior, mirándome y sonriendo cuando pase alargo su mano y me cogió de mi brazo.
Te vi antes y eres una tigresa me dijo, no te vayas espera me dijo, y acercándome hacia el me dio un beso metiéndome la lengua hasta la garganta mientras su enorme y duro apéndice era bien trabajado por la que arrodillada no paraba de comer.
Debía rondar los 70 pero y su acento francés también delataba su origen, sorprendiéndome lo natural y en forma que estaba pues mi mano se posó en su trasero cuando me beso y este estaba duro como el de un joven.
Era maestro y tenía experiencia en embaucar pues tras un largo beso me atrajo hacia el un poco más y besándome en el oído me dijo, baja y ayuda a comerla.
Me agache y agarrándole sus enormes pelotas le pedí con mi mano a la que sujetaba su largo tronco que me dejara chupar un poco, ofreciéndome esta su lustroso cabezón que estaba ya casi asomando gotitas de líquido por su punta.
Estuvimos un par de minutos las dos jugando a comérsela con alternancias haciendo de su empalme una rigidez endemoniada pues agarrando a mi acompañante por los hombros la levanto girándola contra la barra se puso detrás y con sus piernas abrió sus muslos y metió aquel largo miembro hasta penetras su sexo, dando esta un respingo y gimiendo como gata encelada mientras la culeaba con sus armoniosos y constantes movimientos de cadera.
Me fui a desplazar cuando me sujeto con su mano nuevamente en mi antebrazo y me atrajo hacia el para volver a besarme mientras follaba a la otra.
El viejo tenia arte y sabía lo que hacía pues nos tenía a las dos engatusadas, comenzando la otra a gemir como una loca a la vez que se corría.
Aflojo en las embestidas el abuelo sabiamente mientras la otra se recuperaba y sacándola la volvió a girar dándole un beso mientras me seguía sujetando.
Pensé me calzaba allí mismo, cuando se despidió la otra para ir al aseo, diciéndome este que la acompañara a un sitio más cómodo.
Pasamos al salón y allí tres o cuatro parejas andaban en faena unos comiendo otras chupando y otros follando, parecía aquello un club de lujuria y desenfreno, pero lo cierto es estaba todo bien organizado y no había desmadres y la gente era muy bien educada sabiendo todos a que habían venido.
Me tomo del brazo y me llevo a un cuarto donde una gran cama estaba libre, sentándose en ella y tomándome por la cintura me introdujo entre sus piernas besando mis pechos y acariciando mis posaderas, mientras su enorme y duro rabo rozaba mi sexo mojado y deseosos de que aquel abuelo me la metiera.
Me trato como una diosas pues sus labios pusieron mis pezones como pitones de duros, tomándome y echándome sobre la cama se dirigió a mi mojado y hambriento sexo y comenzó una comida de escándalo pues no tarde ni dos minutos y volver a tener un orgasmo muy placentero….. continuara ….