Grata Sorpresa 5
Continuo narrando la historia de Laura y Alex.
Grata Sorpresa 5
Días más tarde había quedado nuevamente con Laura en la cafetería de siempre, al pasar por la tienda de ropa Sara estaba en la puerta fumándose un cigarro, a lo que me pare a saludarla.
Yo.-
hola, dándole al vicio?
Sara.- si un poco, pero este es mas light que los tuyos jejejeje
yo.- pero los míos dan otros placeres aparte de la nicotina
Sara.- Podrías hacerme un favor?
yo.- depende cual sea, dime
Sara.- si no es mucho pedir podrías traerme un café con hielo por favor?
yo.- no hay problema, ahora vuelvo.
Al volver de la cafetería con el café, Sara ya estaba dentro de la tienda, entre en ella y mientras ella se estaba tomando el café yo me puse a mirar las faldas que tenia colgadas.
Sara.-
Buscas algo en concreto?
yo.- que talla usas? la 40 o la 42?
Sara.- venga no empieces Alex …
yo.- esta es la 40 te servirá creo, toma y pruébatela, quiero ver cómo te queda.
Sara.- pero si yo no quiero probarme ahora ninguna.
Yo.- tú me has pedido un café, y yo a cambio quiero verte con esta falda (ella llevaba un traje chaqueta en ese momento).
Sara cogió la falda y entro en el probador, cuando quería correr la cortina, aguante esta y le negué con la cabeza “
déjala abierta, quiero verte, y quítate también la chaqueta”
Sara me miro fijamente como retándome a lo que yo le mantuve también mi mirada hasta que la aparto, se giro y quito la chaqueta, yo mientras me fui a sentar al banquito que había enfrente del probador, ella se puso de espaldas a mí y se quito el pantalón, cuando cogía la falda le dije “
el tanga lo quiero también fuera”
nuevamente giro su cabeza a mi viéndome sentado, se bajo el tanga y lo deposito en una percha, se subió la falda, se la ajusto y se giro hacia mi
“buena chica, ahora quiero que te acerques aquí, quiero ver de cerca como te queda”
al oír eso se le empezaron a subir los colores a la cara, se imaginaba lo que venía a continuación, se puso inquieta, pero se acerco a mí, cuando estaba más o menos a la altura de mis pies, le metí la mano debajo de la falda, notando que todo lo ocurrido hasta ese momento no le había molestado para nada, más bien todo lo contrario, estaba toda mojada, así que comencé a masturbarla, mientras nuestras miradas estaban entrelazadas, ella empezaba a gemir, a morderse el labio, empezaba a flexionar hacia abajo y hacia arriba un poco las piernas, de vez en cuando dirigía su mirada a la calle por si pasaba alguien que nos estuviera viendo, en un momento dado le mande ponerse de espaldas a mí, deje de acariciarle su clítoris para ponerme a follarla con mis dedos, sus movimientos y gemidos cada vez eran mayores, cuando note que estaba alcanzado ya un punto sin retorno, saque mis dedos de su interior, me levante y se los lleve a la boca, a la vez acerque mi polla a su culo para que notara lo dura que estaba, cuando estaba limpiando mis dedos con su boca, le susurre al oído “
eres casi tan perra como Laura, deberías decirle a tu novio que te trate como tal, pues te gusta ser usada como una vulgar puta, y puedes decirle esta anoche que acabe con lo que yo he comenzado”
una vez dicho esto saque mis dedos de su boca y me dispuse a irme diciéndome ella
Sara .- “
no serás tan cabron de dejarme ahora así?”
Yo.- “Estaré en el bar más o menos una hora, si quieres puedes acompañarnos esta noche y quizás acabe lo que he comenzado, pero no quiero verte con ese jersey, quiero que aparte de la falda que llevas puesta ahora te pongas una blusa y no lleves ropa interior, por cierto ni se te ocurra lavarte o secarte ahí abajo y mucho menos masturbarte”
Sara estaba toda sofocada y acalorada, la había dejado a medias, se sentía impotente en ese momento.
Cuando llegue al Bar Laura ya me estaba esperando, tenía la mirada triste, por lo que supuse que me había visto en la tienda, por lo que le explique lo que había pasado, cuando acabe de explicárselo, le dije que si venia Sara seria ella quien debía aceptarla, pues yo solo tenía una perra, y esta era ella, y si Sara optaba por unirse a nosotros esa noche, solo sería posible si ella la aceptaba, de lo contrario continuaríamos solos.
Laura.- “si usted quiere que venga, yo también”
Yo.- “No Laura, esto no funciona así, yo propongo cosas, pero en realidad eres tu quien debe aceptarlas siempre, aunque seas mi perra sumisa yo siempre velare por ti, y tu siempre tendrás tu derecho a veto respecto a todo, por ese motivo tienes tus 2 palabras clave”
Laura estaba realmente celosa por la invitación que le había ofrecido a Sara de acompañarnos en esta sesión, pero acepto de buen grado lo que le estaba ofreciendo con mis palabras.
Sara acaba de entrar al Bar, al ver que estaba Laura también titubeo en acercarse, a lo que yo le indique que viniera, cuando llego a la mesa se sentó enfrente nuestro, venia con los nervios a flor de piel, y estaba hecha un flan en ese momento, una vez estuvo sentada le dije a Sara que si estaba allí, suponía que era porque quería unirse a nuestra sesión, pero que para ello debía pedirle permiso a Laura, puesto que ella era mi verdadera perra. Sara al oír esto se sintió como humillada, pues a Laura solo la conocía como clienta, pero nunca había cruzado palabra alguna con ella, por lo que se hizo el silencio en la mesa durante unos minutos.
Yo.- “Laura, supongo que recuerdas a Sara, es la chica de la tienda de al lado.”
Laura.- “si lo sé Amo”
Yo.- “Sara, quieres pedirle algo a Laura? este es tu momento” (mientras le decía esto Sara me miraba con odio)
Sara.- “Ejem. Laura, Alex me ha explicado que él es tu Amo y tu eres su sumisa, ejem. y me gustaría saber si me dejas que os acompañe esta noche”
Laura.-” Si vas a venir esta noche con nosotros, para ti el tampoco es Alex, será solo tu Amo, y tu serás una perra mas para él, deberás obedecerlo en todo lo que te pida, y si no estás de acuerdo siempre podrás irte, además recuerda que su única perra de verdad soy yo, si estás de acuerdo con esto, no tengo inconveniente en que vengas”
Al oír lo que acababa de decirle Laura a Sara no pude más que ponerme a aplaudir, me estaba sorprendiendo cada día mas, Laura seguía seria y celosa, Sara hacia una mueca con la cara como de agrado y miedo a la vez, y yo estaba sonriente y feliz, esa noche tendría a mi Laura y Sara para mis perversiones, me acerque al oído de Laura y le susurre “
Ahora te pondré una cosa en el coño, y luego te sentaras al lado de Sara, mírale la blusa, va demasiado abrochada, debes soltarle algunos botones, luego cuando notes algo dentro de ti, quiero que le metas mano en su coño, quiero que la masturbes con disimulo, pero solo mientras lo notes, si para quiero que tu también pares, y bajo ningún concepto quiero que os corráis, ni tú, ni ella, pues ella ahora será responsabilidad tuya durante este juego”
Saque de mi bolsillo con disimulo un huevo vibrador a distancia, que había comprado esa misma tarde, acaricie un poco su clítoris con él, y deje que su coño lo absorbiera, ella mientras me estaba mirando como extrañada, “
no hace nada me dijo”
con un movimiento de mi cabeza se levanto y ocupo su nueva posición, empezó a desabrocharle los botones de la blusa, Sara la miraba sorprendida, solo le dejo 2 de ellos abrochados el resto fueron desabrochados, ahora se le podía ver perfectamente el canalillo de las tetas de Sara a través de la apertura de su blusa, Sara estaba roja como un tomate, Laura al verla en ese estado nos regalo con su primera sonrisa de la tarde, se sentía superior, las 2 se miraron nuevamente y echaron juntas a reír mientras yo le decía a Sara “
Ahora si te pareces mas a una perra, no con lo que llevabas puesto esta tarde, Sara eres libre de irte cuando quieras, y estas aquí por tu propia voluntad, no sé si tienes experiencias lésbicas o no, pero como supongo sabrás, por los que estamos presentes, no solo te tocare yo, ni tu solo me tocaras a mí, hoy todos deberemos hacernos de todo, ¿estas dispuesta a ello?”
Sara movió afirmativamente la cabeza, y yo puse en marcha el huevo vibrador, con el que sobresalte a Laura con ello pegando esta un pequeño saltito de la silla donde estaba sentada, mirándola sin saber que estaba pasando Sara, momento que aprovecho Laura para deslizar su mano en busca del sexo de Sara, siendo esta ahora la que se sobresalto al notarse tocada por Laura, Sara ahora estaba siendo masturbada por Laura, Sara miro abajo, a su compañera, al lado, detrás y luego dirigió su mirada hacia mí, yo pare la vibración, Laura paro su masturbación a Sara, yo aprovechando esa calma me acerque más a las dos,
“están bien mis putitas? espero que no me deis un espectáculo ninguna de las dos, ni se os ocurra correros, o deberé castigaros por ello (mientras les estaba diciendo eso le volví a dar marcha al huevo)”
era todo un poema verles la cara a las dos, sus caras reflejaban el placer que las invadía, llame al camarero para pedir algo más de beber, y pare nuevamente la vibración, dejando que las chicas se relajaran un poco.
Cuando nos habían ya servido las nuevas copas, bebimos de ellas, aprovechando yo para decirle a Sara
Yo.-“no te gusta lo que te hace Laura?”
Sara.- “si me gusta Amo, me está dando mucho placer”
Yo.- “entonces eres una egoísta, puesto que ella te está dando placer y tu ni la has tocado aun, seguro que Laura también quiere sentir como la tocas ¿verdad Laura?
Laura.- “Amo, todo esto es tan excitante que creo que si además me toca no podre aguantar”
Yo.- “pues como no me obedezcas y te corras me demostraras que no eres tan buena perra como pensaba, y quizás me replantee lo de ser tu Amo, Sara cuando ella te toque tú debes hacerle lo mismo, si ella para, tu también paras, quiero ver quien se llevara el premio esta noche y quien se llevara el castigo”
Volví a poner en marcha el huevo, ambas se estaban acariciando mutuamente, al cabo de unos minutos, eso se había convertido en una competición, cada una intentaba hacérselo mejor a la otra para ver si se corría, la compostura de las dos ya no existía, se movían, se agitaban, se mordían el labio, y me miraban a mí como pidiéndome clemencia, al pronto vi que Sara se estaba mordiendo demasiado el labio y le brotaba una gota de sangre, por lo que decidí parar el huevo, y las chicas me lo agradecieron las dos, les mande chupar sus propios dedos, para que así descubrieran a que sabia cada una.
Luego salimos del bar y le pregunte a Sara si le importaba que nos quedáramos en su tienda,
Sara.- “en mi tienda?”
Yo.- “tienes algún inconveniente Sara”
Sara.- “No, simplemente me ha sorprendido su propuesta señor, solo tengo un pequeño almacén atrás”
Yo.-”con eso nos conformamos verdad chicas?”
A lo que las 2 asintieron, desconecto la alarma y entramos, les dije que se esperaran en la zona de la tienda, quería explorar las posibilidades que me podía ofrecer ese local, y me sumergí en el trastienda, el ella había montones de cajas con ropa de temporadas anteriores, habían viejas estanterías, y había una estantería que estaba habilitada de la cual colgaban abrigos y vestidos supongo que del invierno anterior, comencé por hacer sitio en esa estantería, me daba la posibilidad de poder atar a las chicas en ella, luego seguí buscando, encontré un plumero de quitar el polvo, el cual lo cogí, cogí varios cinturones, varias bufandas, y un paquete de velas que tenia por si se marchaba la luz supongo, cogí una bufanda y salí nuevamente al local, las chicas estaban hablando entre ellas, mande a Laura que se desvistiera, cosa que hizo de inmediato, le tape los ojos y me la lleve a la trastienda, una vez allí, le ate las manos en la estantería, y con las piernas bien abiertas también se las até a las patas de la estantería,
“ahora zorra vas a esperar a que prepare a Sara, no quiero oírte decir nada, ni tan siquiera quiero que hoy me pidas permiso para correrte, si te apetece, te corres, y una vez hayas acabado me das las gracias por haberte dejado hacerlo”
Salí nuevamente a la tienda a por Sara, le ordene desnudarse, le tape los ojos y le dije antes de entrar “
Hoy vas a ser mi perra, no quiero oírte decir absolutamente nada, te quiero en absoluto silencio, cada vez que notes algo en tu cara quiero que lo chupes, lo lamas o lo que sea, pero quiero ver tu lengua moviéndose siempre, no podrás correrte de no ser que me haya corrido yo y Laura antes, sabrás perfectamente cuando será ese momento, ahora cuando entres te pondrás a 4 patas, como una perra, que es lo que eres hoy para mi”
Sara al oír todo lo que le estaba diciendo se estaba acojonando, estaba muerta de miedo, no sabía que le esperaba, y eso le daba pánico, pero entre tembleques obedeció, le puse una cinturón al cuello, como si fuera un collar, y a 4 patas, con los ojos tapados, le tiraba para que me siguiera, cuando llegue enfrente de Laura, me pare, empecé a acariciarle sus glúteos, le metí la mano por la raja del culo, empecé a tocar sus labios, acariciar su bello, Sara empezaba a suspirar, Laura estaba expectativa intentando averiguar que le hacía a su compañera sin lograrlo adivinar, mientras seguía jugando con Sara, le metí una de las velas por el coño, aumentando de inmediato su respiración ya agitada, la acerque más a la entrepierna de Laura, al notar ella la presencia y las piernas de su compañera enfrente suyo levanto la cabeza y estiro la lengua buscando el coño de esta, Sara había empezado a comerle el coño a Laura, esta estaba disfrutando del placer que le estaba proporcionando su compañera, yo empecé un mete y saca con la vela, e intencionadamente le estaba lubricando a su vez el agujero trasero, cuando vi que este ya cedía a la presión de mi dedo, empecé un mete saca mixto, una por el coño y otra por el culo, Sara estaba como loca, no daba abasto a comerse el coño de Laura, estaba desatada, Laura había ya entrado en un punto sin retorno y empezó a correrse en la boca de Sara, y esta seguía chupando todo lo que podía, Laura me dio las gracias por haberla dejado correr, al darme las gracias Laura deje de follarle el culo y el coño de Sara con la velas.
Destape los ojos de Laura, dejándole ver la situación de Sara arrodillada a sus pies, y la desate, destape también los ojos de Sara, y le mande ponerse de pie donde había estado antes atada Laura, me desnude, mande poner a Laura de rodillas y a 4 patas, me coloque detrás de ella, y empecé a follarla mientras le daba azotes en sus nalgas, Sara en ese momento tenía los ojos abiertos como platos mirándonos, a lo que le pregunte “
te gusta lo que ves? tienes ganas de correrte Sara, te gustaría poderte correr?”
Sara con su cabeza me indico que así era, por lo que le mande acercarse a la cara de Laura para que esta pudiera empezar a comerle su coño, y también le dije que podía ayudarse ella misma, con lo que cogió con sus manos la cara de Laura no dejando que esta se separara de su coño, la escena en ese momento era encantadora, excitante y animal, y los 3 estábamos comportándonos como tal, los tres gimiendo como animales sudorosos, empecé a correrme dentro de Laura, esta al sentir como inundaba con mi semen su coño empezó a tensarse y a correrse, cuando lo hacia sentía como aprisionaba mi miembro con fuerza con sus músculos vaginales, le dije a Sara “
déjate ir puta, déjate ir que ya te toca a ti y te lo has ganado”
Sara soltó unos espasmos brutales, agarrando aun más si cabe la cabeza de Laura, metiéndola en su coño, y soltándole todo su flujo en la cara, había sido una sesión bestial, genial, animal.
Continuara …
Puntuar y comentar no cuesta nada, sin embargo yo almenos agradezco leeros y a la vez me anima a seguir contando la historia, gracias por leerme y por vuestros comentarios, tanto los públicos como los que me envias al mail.
Alex
mar.lex.bcn@gmail.com