Grata sorpresa (1)
Vi entrar una rubia, estatura normal, pero subida a unos zapatos de tacón altísimos que son uno de mis fetiches preferidos, así que estuve atento a su salida para verla de frente. Pasaron varios minutos hasta que salió. Tenía algo " especial" que me llamó la atención, aparte de unas tetas....
Me fui a la península, desde Canarias a mí tierra, Asturias. Tenía mala combinación de vuelos y tuve que hacer noche en Madrid. Aburrido, pregunté en la recepción del hotel por algún sitio de marcha cercano y me indicaron uno muy de moda y cercano al hotel. Además el recepcionista me dijo que a ese lugar acudían gente de todo "tipo" y comprendí en mensaje.
Entré, la música como siempre muy alta y la iluminación un tanto escasa. Pedí una copa y me puse a otear al personal. Cierto es que había muchas mujeres, casi todas acompañadas, pero también grupos de chicas solas. Seguí observando.
Música alta y escasa iluminación.
Pedí mi segunda copa en la barra cada vez más concurrida y me fuí al fondo de la misma, cerca de la entrada a los aseos. Al menos ese es un lugar por el que pasa todo el mundo que está dentro del local.
Vi entrar una rubia, estatura normal, pero subida a unos zapatos de tacón altísimos que son uno de mis fetiches preferidos, así que estuve atento a su salida para verla de frente.
Pasaron varios minutos hasta que salió. Tenía algo " especial" que me llamó la atención, aparte de unas tetas bien grandes y redondas. Ataqué:
-"Ya iba a entrar a rescatarte. Hace varios minutos que entraste y no salías"
- "Acaso eres el vigilante?" me preguntó un poco desairadamente.
Tenía que jugarme la última carta, la cosa no pintaba bien
-" me pareciste una mujer muy guapa al entrar y lo confirmé ahora cuando has salido. Para que no te enfades conmigo te invito a una copa"
Le cambió la expresión de la cara y de sus labios se escapó una leve sonrisa
-"vale, acepto. Mis amigas ya se van y yo no tengo prisa"
Estuvimos hablando de los sitios de moda en la noche de Madrid, de las playas de Fuerteventura y de cosas así. Aceptó otra copa y seguimos hablando en voz alta y muy cerca ya que la música seguía estando muy alta. Ya hacía rato que mi mano se había posado en su cintura para estar cerca al hablar y ella a había hecho lo mismo, incluso terminó metiendo la mano en el bolsillo trasero de mis pantalones y no paraba de moverla sobando mi culo. Buena señal pensé.
Eran ya las 3 de la mañana y le dije que me tenía que ir al hotel ya que tenía que levantarme temprano para ir al aeropuerto
-"no sé si después de las copas encontraré el camino al hotel" dije
-" si me invitas a otra copa en tu habitación, te acompaño"
Salimos fuera y caminamos al ritmo del sonido de sus zapatos de tacón cada uno con la mano en el culo del otro.
La rubia me tenía ya a cien porque estaba casi seguro de que tenía un secreto que descubrirme.
Llegamos a la habitación, puse dos copas y antes de darle un sorbo ya estábamos sentados en la cama besándonos. Yo estaba loco por sacar sus tetas fuera para verlas y para comerlas. Ella ya había bajado la cremallera de mi pantalón y acariciaba mi pene por encima de los boxers.
Paramos un momento para dar un sorbo a la Copa y me dijo:
-" ponte cómodo, voy al servicio, regreso enseguida, tengo una sorpresa para ti"
Se fué, apuré mi copa de un trago y me quité la ropa.
Tumbado en la cama esperé su regreso... Y que regreso...
Salió solo con un tanguita negro de encaje y sus zapatos de tacón. Tenía bonita figura y una tetas operadas de escándalo. Me quedé sin habla. Se dió la vuelta para enseñarme su culito redondo (luego supe que al igual que las tetas era artificial) y se fue bajando el tanguita hasta que se cayó al suelo. Si darse la vuelta me dijo: "si lo que vas a ver no te gusta, solo dilo, me visto y me voy... "
Lo imaginé desde que la vi salir del aseo pero nada hubo hasta ese momento, que me lo confirmara. Se dió la vuelta.
Si, si si. Acerté. Era una diosa con pene y vaya rabo que tenía. La noche prometía ser larga y entretenida.
"Ven aquí, Eres preciosa y me gusta todo de ti"
Lo que pasó a continuación se desvelará en el próximo relato...