Granja de perversión 4

Trás el intento fallido por escaparse a este matrimonio le quedan muchas experiencias que probar y en este capitulo hay varias muy morbosas y extravagantes.

Pasaron varios días con diferentes sucesiones de violaciones en las que se mezclaban las tornas. Tríos, duplos, masturbaciones, etc…

Una mañana, muy temprano, entraron en nuestra habitación María y Emilio.

_ Como está esta mañana esta parejita calentona. Dispuestos a follar como locos. Hoy es un día especial y queremos celebrarlo de un modo más original. Comentó Emilio.

_ A ver pareja, dijo María. Os vamos a poner unas pulseras con un aparato que si escapáis, nos dice en qué lugar estáis. Tiene un cierre especial y es irrompible. Os advertimos si os volvéis a escapar os matamos o matamos al que no lo logre. SI nos obedecéis os aseguramos que nos os va a pasar nada. Así tendréis más movilidad.

Sonia y yo asentimos. Nos pusieron las pulseras y nos soltaron de las cadenas.

_ Hoy va a venir una pareja amiga nuestra. Se llaman Luisa y David. Son muy guapos y muy simpáticos y queremos que os llevéis bien con ellos.

Nos llevaron a la ducha. Sonia se introdujo en la ducha y Emilio cogió el jabón y tras mojar el cuerpo desnudo de Sonia, la embadurnó de gel y champú. Al llegar al coño peludo y negro de Sonia comenzó a limpiarlo a fondo con el jabón y las manos.

_ A la puta esta se le está poniendo duro el clítoris. Mira que es zorra tu chica. Nunca le faltan ganas.

_ Y a él siempre se le pone dura, incluso cuando se la metes. Verdad cachorrito. María soltó esto mientras me sujetaba la polla. Abre la boca chaval.

Abrí la boca. María me puso de rodillas y acercó su boca a la mía. De pronto dejó caer saliva de sus labios al interior de mi boca. Entró y se posó en mi lengua.

_ Cierra la boca y saboréalo. Eres mi puto.

Cerré la boca. Noté la saliva en mi lengua y la saboree.

_ Muy bien. Soltó mientras se metía los dedos en su coño. Así mi exclavo.

Me ofreció los dedos y yo se los lamí. Estaban mojados.

_ Mira a tu marido como me chupa los dedos con sabor a mi coño. Estoy segura que está deseando follarme, metérmela hasta la garganta.

_ Os obedeceremos pero no nos hagáis daño, por favor. Dijo Sonia.

María río y dijo que agradecía el gesto.

El caso es que nos lavaron bien. Desnudos nos sacaron fuera al exterior y allí estaba la pareja nueva.

Tendrían nuestra edad, más o menos, treinta y pico, quizá cuarenta.  Luisa era rubia, guapa, ojos verdes, iba vestida con pantalón muy corto y tenía buenas piernas. El pelo era media melena rizada. David era guapo, moreno de piel y pelo y ojos marrones. Labios gruesos e iba vestido con camisa y vaqueros. A su lado tenían un perro, un Gran Danés gris, enorme.

_ Estos son vuestros nuevos esclavos. Comentó David. Están muy bien. Ella tiene un buen polvo. Me encantan los coños peludos. Luisa se depila ahora así que recordaré buenos tiempos.

_ Pues él no está mal. Tampoco está depilado así que haré lo mis  que tú.

David se acercó a Sonia. Tocó sus pechos, despacio, con la punta de sus dedos acarició los pezones. Subió muy despacio al cuello. Acercó sus labios y besó los labios de Sonia. Primero rozándolos. Sonia entreabrió los suyos y David metió la lengua. La besó despacio de un modo apasionado. Sonia saboreaba la saliva de David. Este acercó su mano al culo de mi mujer y lo sujetó con firmeza. Trasladó su mano al coño y alcanzó el clítoris que estaba erecto ya de excitación.  Acariciaba los pelos del coño. La muy puta estaba empapada. Le excitaba David. Quería follárselo.

Como era normal, a José esa situación le excitó y comenzó a empalmarse. Se acercó Luisa y se besaron con lengua y apasionadamente.

Emilio se fue y se quedó María mirando.

Nosotros estábamos desnudos pero la otra pareja nos pidió que los desnudáramos. Así lo hicimos.

David tenía la polla tiesa, era grande de unos 18 centímetros y de grosor normal. Luisa tenía buenos pechos con pezones claros y pequeños y duros. Su coño estaba depilado por completo.

Luisa me tumbó en una toalla que habían preparado. Se sentó con su coño en mi cara, justo encima de mi boca. Comenzó a orinar mientras decía:

_ Trágate mi pis. Verás que te gusta. ¿Tu putita te lo ha hecho alguna vez?

Su orina estaba hirviendo, muy caliente, sabía salada pero estaba rica.

_ No, le dije.

_ ¿Te gusta?

_ Mucho le dije.

Mientras David le estaba comiendo el coño a Sonia que estaba de pie. Ya comenzaba a gemir. Notaba el calor de la boca de David, la textura de su lengua que apretaba el clítoris, separaba los labios vaginales y limpiaba su vulva. Le oí decir “Huele a coño hambriento. Es muy muy puta. Le gustan las pollas y no puede disimularlo. Qué olor a coño mojado”

Mi mujer estaba muy excitada, ya no disimulaba los gemidos.

_ Muy bien dijo Luisa. Se sentó en un taburete con las piernas abiertas para que le comiera el coño y así lo hice. Estaba suave, sabía muy rico a coño. Estaba mojada y gemía mientras me sujetaba la cabeza.

María me embadurno de mermelada el ano, los huevos y la polla y acercó al perro. El animal me olió mientras comía el coño de su dueña. Sacó la lengua y comenzó a chuparme la polla. Me dio gusto. Tenía una lengua más áspera pero muy fuerte. Me estaba excitando más. Alcanzó mis huevos y me los apretaba con su potente lengua. Al final alanzó mi ano y no sé cómo, me imagino porque la tiene más musculada, llegó a meterme un poco su lengua por el ano.

_ Chúpale todo, Grey dijo David mientras acercaba su polla a la boca de Sonia.

Sonia con la excitación se metió su polla y chupaba con ansia. Atrapaba su glande entre los dientes, le acariciaba con la lengua el capullo. Se la metía hasta el fondo.

El perro de pronto se puso a cuatro patas sobre mi trasero mientras lamía el coño de Julia que cada vez gemía más. Tenía toda la cara empapada de sus jugos. María sujetó la enorme polla del perro  y la colocó en mi ano. De un empujón me la metió. El ano me ardía. Ere muy gruesa. El perro se movía con movimientos rápidos y mi ano se había acostumbrado a ese tamaño. Estaba descubriendo nuevas sensaciones y tener una buena polla en el culo era una de las mejores. María se agachó y se metió mi polla dura y mojada por mi líquido preseminal. Imaginaros la situación: yo comiéndole el coño a cuatro patas a Luisa mientras debjos de mi María me come la polla y el perro me penetra como un poseso. No me quedaba mucho.

_  Ooooohh por favooooorrrrrrr, gritaba yo, ummmmmm

Sonia por voluntad propia se puso de espaldas para que David se la metiera. Y David lo entendió.

Acercó su polla al coño de Sonia por detrás y se restregó. En un movimiento de esos y por lo mojada que estaba se introdujo todo su pene dentro. Sonia gritó de placer y gimió en voz alta.

_ Asíii métemela todaaaaa aaahg

David reía y empujaba con muchísima fuerza. Cada golpe hacía avanzar unos centímetros el cuerpo de Sonia.

Yo por otro lado estaba disfrutando pero el perro de golpe se corrió en mi culo. Noté su disparo en mi interior.

Después de unos minutos el perro se separó. Lucía me tumbó en el suelo y se sentó encima mientras se la iba metiendo poco a poco. Su coño era cerrado o eso me parecía a mi. Es que el de Sonia es muy amplio. Le entran buenas pollas.

_ Te gusta cabrón. Te estoy follando con toda la leche de mi perro dentro de ti.

Mientras Lucia me cabalgaba a ritmo fuerte, María se sentó en mi cara para que le comiera el coño. Ya me daba igual si tenía olor fuerte o no. Le lamía con ansia su coño, su ano y todo lo que se pusiera encima. María comenzó a correrse con movimientos fuertes y se cayó a un lado.

Lucía tenía mi polla en mi interior y mientras me follaba mirábamos a Sonia y David que follaban como locos.

Estos últimos estaban en el suelo follando. David se había puesto encima de Sonia y se besaban como locos.

De pronto, Emilio se presentó con un caballo enorme junto a él. Se situó al lado de Sonia. David se separó cuando Sonia estaba a tope de excitación. Emilio acercó un pañuelo al morro del caballo. Después comenzó a menearle el rabo y, de golpe, un gigantesco pene negro con alguna mancha blanca salió.

_ Come su polla Sonia. Le dijo David.

Sonia dijo:

_ No, por favor, eso no…. Haré lo que queráis pero eso no.

_ Hazlo puta de mierda o te parto la cara. Gritó Emilio.

Sonia acercó su cara la polla del caballo. La sujetó en sus manos. Era enorme. Tenía algunos pelos y olía a establo.  Acercó su lengua y comenzó a lamerle el rabo. La polla del caballo segregaba líquido. David y Emilio colocaron una tumbona debajo del caballo y pusieron el cuerpo de Sonia debajo. David sujetó el rabo del animal y lo colocó en la entrada del coño. Poco a poco fue entrando la enorme polla dentro. Sonia comenzó a gemir. Notaba que iba a reventar con aquel enorme rabo entrando en su enorme coño. Apretaba las manos y no sabía dónde ponerlas. Los pies se encogían de placer.

_ Oooooo, por favor, oooo no me ennnnnntraaa. Uuuuuuuf

_ Di que te gusta zorra de mierda, gritaba Emilio con su polla en la mano.

Estaba excitadísimo al ver esa situación así que sin esperarlo me corrí en el interior de Lucía.  Lucía al segundo se agitó y se corrió conmigo a la vez. Me besaba pero yo quería ver a Sonia con aquel caballo.

Sonia gritaba de placer y el caballo se corrió. Un enorme chorro de lefa se esparció en el interior de Sonia. Al sacar la polla de su coño salió una cantidad brutal de esperma blanco amarillento y espeso, muy espeso.

Sonia estaba tirada en la tumbona. Apartaron al caballo y Emilio se puso encima de ella. Se la metió dentro con el lubricante esperma del caballo. Mi mujer estaba tan excitada que cogió la cara del viejo y se la acercó a la suya para besarle con lengua. El viejo empujaba.

María se acercó a David y ofreció su culo. Este escupió en sus  dedos mojó el ano de la vieja y se la clavó.

_ Así, así fóllame el culo.

_ Te acuerdas cuando nos violabais ahora te follo yo, dijo David.

Deduje entonces que aquella pareja había pasado por lo que nosotros y ahora estaban allí.

Mientras le llenaba el culo de polla a María, Sonia empezó a correrse. Se agitaba como nunca le había visto. Las piernas le temblaban, el estómago se convulsionaba,  los pies se encogían y gritaba como una loca con la lengua de Emilio dentro. Cuando paró se quedó quieta mientras Emilio comenzó a agitarse y a correrse dentro. La metió hasta el fondo para que su leche entrara hasta el fondo.

Se quedaron tumbados.

David sacó la polla del culo de María. Se acercó a Luisa y a mí.

_ Abrid la boca los dos. Vais a tragar polla y lefa.

Luisa y yo abrimos la boca. Me metió su polla en mi boca. Yo se la chupaba con ganas porque estaba excitado al ver a Sonia disfrutar así.

De pronto la sacó y se corrió en nuestras bocas. Nos inundó la cara y la boca de esperma.

_ Bésame me dijo Luisa.

Nos besamos juntando nuestras lenguas llenas de esperma y saliva y me limpió la cara de leche con su lengua.

Al cabo de unos minutos de silencio, María dijo:

_ Voy a sacar algo de comer y beber y nos sentamos los seis.

Continuará…..