Granja de perversión 2

Segunda parte de esta historia en las que dos viejos nos vejan, nos violan y hacen cono nosotros de todo. Una historia llena de perversiones en los que múltiples campos del sexo van a rubricarse en la historia.

Serían aproximadamente las 9 de la mañana. Habían pasado unas 5 horas desde las violaciones. María apareció con una bandeja con lo que parecía ser el desayuno. Detrás junto a ella estaba Emilio con una escopeta. La mujer nos soltó. Sonia les comentó que tenía ganas de orinar. Ahora te llevo al baño. La sesentona nos soltó las ataduras.

Ven le dijo Emilio a Sonia mientras le daba las chanclas que habíamos puesto debajo de la cama. Sonia se las puso y fue desnuda junto a Emilio.

Pasa y abrió la puerta del baño. Sonia se quedó mirando porque Emilio entró junto a ella. Mea le dijo. Mi mujer se sentó en la taza.

_ No, dijo Emilio. Un momento y puso su mano en la entrepierna de Sonia. Ahora mea.

Aunque le costó por la situación Sonia acabo orinando. El pis roció las manos de Emilio.

_ Que caliente.

Cuando terminó este le restregó la mano por todo el coño y le dijo “yo te limpio”. Después acercó su mano a su boca y se relamió los dedos impregnados de pis de Sonia.

_ Venga dúchate. Aquí tienes todo lo que necesitas le espetó mientras le enseñaba el gel y el champú que estaba en el baño. Salió y cerró la puerta.

Mientras Maria se sentó al lado mío con la escopeta en una mano.

_ Que rico estás hijo mío. Tengo ganas de meterme tu polla dentro. Ayer no lo hice pero hoy no te escapas. Quiero que me folles bien. Verás que coñito más agradecido tengo. Ahora desayuna.

Sonia volvió con el pelo mojado.

_ Te has duchado, muy bien así limpita para que mi marido pueda comerte el coño limpio, bueno y yo. A mí también me apetece comértelo. Y tú a mí. Me lo vas a comer para dejarlo preparadito para que tu marido me folle. Desayuna tú también.

Nos pusimos a comer. Cuando terminamos, Emilio nos ató pero esta vez nos encadenó a la pared con una cadena de un metro y medio. No podía alcanzar a Sonia.

_ Un momento, dijo Emilio.

Se bajó los pantalones y metió su polla en el bote de mermelada. La sacó llena de mermelada.

_ Me ha parecido ver que te gusta el dulce. Acercó su polla a la boca de Sonia. Venga no te hagas de rogar que es peor.

Sonia abrió la boca y sacó la lengua. Le fue retirando la mermelada con la lengua mientras esta crecía. Pese a la mermelada, su polla olía fuerte. No tenía hecha la circuncisión y mientras le lamía la piel bajaba poco a poco sacando el glande gordo y grueso.  Ahora límpiame los huevos. Mi mujer continuó pasando la lengua pos sus huevos algo peludos y canosos. Se situó encima y dijo y ahora límpiame el culo. De nuevo, ella continúo chupándole el ano. “Méteme la lengua en el culo”. Así lo hizo.

_ Ufff tengo la polla lista.

María le apartó y comenzó a chuparle el coño a Sonia. Tenía toda su boca alrededor del coño de Sonia. Se oían los ruidos de la saliva y de la succión. Apartó algunos pelos del coño de Sonia porque es muy peludo para lamer mejor el clítoris y los labios vaginales. “Está empapada la guarra. Qué ricos están sus juguitos” soltó María.

A mi mujer se le aceleró la respiración.

_  Mira Emilio. Se moja mucho. A la zorra esta le gusta que le coman el coño. Sigue tú. Está tan empapado y lubricado que te va a entrar sola sin esfuerzos. Tiene un coño enorme. Los labios vaginales son rosados. Mira he apartado su mata de pelo. Mira qué coño. Mira cómo se abre. Se está preparando para lo que le va a entrar estos días. Comentó María.

Así pasó. Emilio se agachó y sacó una enorme lengua que introdujo entre los labios vaginales de Sonia. Estaba metiéndola la lengua en la vagina. Sonia aceleró aún más la respiración.

María acercó su coño a la cara de mi chica y esta se lo comió.

_ Mmmmm, mira a tu zorra, todavía tiene hambre. Así así, pásala por allí. Mmmm, lámeme el ano ahora. Uooo así.

Después de un rato, la vieja se separó. Emilio continuaba comiéndole el coño a Sonia.

La mujer se acercó a mí y me dijo: “Ya tengo el coño preparado por tu chica, ahora fóllame”

Yo tenía la polla flácida así que se agachó y se la metió entera en su boca. Por más que luchaba, se me puso durísima. Se sentó encima de mí y se la metió muy despacio. Notaba humedad de la saliva de Sonia pero tenía el coño supercerrado. Se introdujo mi polla muy muy despacio. Gimió y cuando estaba entera hasta el fondo se movió en círculos sin sacarla.

Pude ver como Emilio separó aún más las piernas de Sonia y se la metió de golpe. Antes bajó la piel de su glande para sentir las paredes vaginales. Se movía como un loco. Mi chica comenzó a gemir muy bajito.

María se movía cada vez más rápido. A Emilio se le agitó la respiración. Le mordía los pezones mientras la follaba cada vez más fuerte. Sonia gemía pero con lágrimas en los ojos. Podía ver su saliva sobre la piel de mi chica. La sujetaba de los muslos, el culo. Los pies de Sonia se retorcían de gusto. “Está disfrutando”, pensé pero luego me di cuenta que yo también y le resté importancia. El cuerpo humano es el cuerpo humano. Siempre me habían atraído las personas muy maduras, bueno y las jóvenes pero nunca imaginé que fuera a probar esto.

María se separó de mí. Y me dijo que le comiera el coño. Así lo hice. Se lo chupé , le lamí el ano, me tragué algunos de sus pelos. Su coño olía fuerte a una mezcla de orín, lubricante y saliva. Me cogió de la cabeza y se corrió.

De pronto oí gritar a Emilio, se estaba corriendo dentro de Sonia. La sacó y mientras salía su polla salió esperma de la vagina. Se lo restregó con los dedos por todo su coño. “Ahora estás llena de lefa guarra. La notas caliente en tu coño” soltó.

Se levantó se dirigió a mí y se metió mi polla en su boca. Como no tenía casi dientes me la chupó de un modo suave y placentero.  Me lleno la polla de saliva. Me chorreaba por los lados y caía hasta mis huevos. Miraba a Sonia que me miraba. Gemí. Me daba mucho placer. Incluso llegué a moverme. Mi pene era como un juguete dentro de su suave boca. Me agité, me venía, no podía contenerme y me corrí en su boca.

Se levantó con su boca cerrada llena de semen y se acercó a Sonia. La besó en la boca mientras le traspasaba mi líquido. Pude ver como se le salía el esperma de la boca de Sonia y le resbalaba por las mejillas. Se bajó y le comió el coño junto a María. Los dos con Sonia chupándole el ano y el coño. Mientras gemía con la cara llena de saliva y semen Sonia se retorcía. Se corrió con unas convulsiones brutales. A los dos viejos les costaba continuar en la posición para poderla chupar porque movía las caderas.

“Mira como me ha puesto la cara de jugos tu mujer. Esta guarra disfruta y se moja como una loca. Cuando pruebe a Mestizo, Negro y Largo se va a volver loca. Jajajaja” comentó María.

Tras terminar, María me dijo que me duchara y me llevó al baño. Cuando me cerró la puerta, sigilosamente me acerqué a la ventana del baño que estaba abierta. Miré y aunque era la primera planta, la altura era suficiente como para poder escaparse. Pensé que era el momento pero me frené. Si me iba a buscar ayuda que le iban a hacer a Sonia. Lo mejor era que Sonia se fuera y yo corriera la suerte.

Cuando regresé, Emilio me ató a la cadena y nos dijo: “Más tarde nos divertiremos más con nuevas sorpresas.” Se fueron. Nos dejaron solos.

“Hay un modo de escaparse” le dije a Sonia.

Continuará…..

Gracias por vuestros comentarios y mensajes que me ilusionan para narraros más historias de esta pareja.