Granja de perversión 1

Sonia y yo acabamos pasando un verano violados, vejados por dos granjeros viejos, amigos y otras cosas

Para poner en antecedentes, somos un matrimonio de 35 y 33 años. Yo me llamo José y mi mujer Sonia. Yo mido 175, moreno más bien delgado pero buen cuerpo y muy dotado. Sonia mide 169, pesa unos 68 kgs, morena, pelo rizado, no es ni delgada ni rellenita. Tiene buen cuerpo. Tetas preciosas no muy grandes con unos pezones preciosos, un buen culo y no está depilada porque me apasionan los coños peludos.

Un verano decidimos irnos de vacaciones a un lugar apartado. Vimos un anuncio en una página de internet que publicaba unas vacaciones en una granja rodeados de animales, en pleno campo y asesorados por un matrimonio granjero de 70 años. Nos lanzamos. No era nada caro. Más bien barato y queríamos desvincularnos del estrés de la ciudad.

Nos dirigimos ilusionados a la granja y tras un viaje largo llegamos al lugar en cuestión. Allí estaba el matrimonio mayor. María se llamaba ella. Tendría unos 68 años. Rellenita, era fea, la verdad. Con el típico cuerpo de su edad. Llevaba un vestido rústico. Con el pelo canoso, de tez muy blanca, grandes pechos y culo enorme. Emilio tendría unos 72 años, bajito, muy feo, rellenito, le faltaban algunos dientes, pelo canoso con buenas entradas y vestido con pantalones negros y camisa blanca. Eran simpáticos. Nos enseñaron la granja. Tenían caballos, gallinas, cerdos y conejos. Un huerto espléndido. La casa estaba limpia. En la planta de abajo había un salón, cocina, baño y un dormitorio. En la planta de arriba había tres dormitorios y un baño. Ellos dormían abajo y nuestro dormitorio estaba arriba.

Deshicimos las maletas y nos dirigimos a cenar. Nos sirvieron una cena muy casera pero rica. Al terminar nos invitaron a unos orujos y charlamos con ellos.

Comencé a notar un sopor y unas ganas de dormir exageradas y lo achaqué al cansancio del viaje. Noté que Sonia bostezaba. Qué sueño. María y Emilio nos disculparon y subimos al dormitorio. No nos apetecía ni bañarnos porque el sueño era exagerado. Nos metimos en la cama y caímos redondos.

Se oían ruidos y voces bajitas a mí alrededor. Me sentía como en un sueño. Abrí los ojos y pude ver a Emilio mirándome. Nada más ver el techo me di cuenta que esa no era la habitación nuestra. Vaya. Estaba atado de pies y manos en una cama. Las manos al cabecero.

_ Buenas, exclamó Emilio.

_ ¿Qué está pasando?

Yo buscaba como loco a mi alrededor a Sonia y pude ver que en la cama de al lado estaba ella igual de atada que yo y completamente desnuda.

_  Pero….

_  Pero nada. Me cortó Emilio. Vais a pasar unas vacaciones espléndidas y nosotros también.

Yo también estaba desnudo.

_ Qué buena está tu mujer. Vamos a pasarlo muy bien.

_ Soltadnos dije. Todavía estaba como adormecido y sin fuerzas. Nos habían drogado.

Miré a Sonia que continuaba dormida. De pronto entró María. Llevaba un camisón blanco y largo. Me miró y dijo. “Vaya este chico promete. Has visto Emilio que rabo. Nos es como el tuyo pero no está nada mal”

Emilio asintió riendo y se dirigió a Sonia. En ese momento dijo: “ Y tú has visto que cuerpo tiene su mujercita. Mira que mata de pelo tiene en el coño. Seguro que está riquísimo”

_ Prueba a ver, dijo María.

No me lo podía creer. Pensaba que era un sueño o más bien una pesadilla.

Emilio tocó los pechos de Sonia. Puso sus rudas y viejas manos en sus pezones y comenzó a tocar. Sonia se movía pero seguía dormida. Debía estar más drogada que yo.

De repente, Emilio comenzó a lamer los pezones de Sonia que inmediatamente se ousieron duros. Mi mujer se movía y hacía gestos pero continuaba desnuda. Bajó y metió su cara en el coño. Los movimientos de Sonia eran cada vez más exagerados. Pude ver como se estaba despertando pero como atontada. Se oía la saliva y la boca de Emilio que lamía con ansia su clítoris y su vágina.

_ Mira María está empapada. Esta golfa es muy puta.

Mientras poco a poco Sonia despertaba pero sin darse cuenta de la situación, el viejo se quitó la camisa, los pantalones y los calzoncillos. Sólo llevaba puestos los calcetines. Su polla estaba durísima, era grande y gorda. Tenía el cuerpo arrugado, se reía y se veían los huecos de su falta de dientes.  Acercó su polla a la boca de Sonia y le dijo que le comiera la polla.

Sonia medio atontada comenzó a percatarse de la situación y gritó.

María le dijo. Haced lo que os digamos o no volvéis a ver la luz del sol y sacó un cuchillo enorme.

Sonia con la polla de Emilio en los labios, abrió la boca y se la tragó. Tenía la polla hasta la mitad dentro de la boca y el viejo le tocaba el coño mientras.

_ Venga so puta. Disfruta. Traga y chupa. Te vas a hartar.

Desde mi sitio podía oír el ruido de la boca de mi mujer succionando el rabo de ese depravado. Yo por más que gritaba no cambiaba nada.

De pronto, noto una mano fría en mi pene. Es María que me está tocando la polla. Me está tocando los huevos con una mano y la polla con la otra. Se quita el camisón. Tenía las tetas caídas, barriga y el coño con algunos pelos canosos. Se sube a la cama y me dice que le coma el coño. Se sienta encima de mi cama y noto un olor fuerte. Abro la boca y empiezo a lamerla y chuparla el coño. Gime de un modo exagerado. Se levanta y miro hacia Sonia que ya tiene a Emilio encima. Se la mete de golpe. Oigo gritar a mi chica. La folla a lo bruto mientras le chupa la boca con la lengua.

De pronto noto caliente mi polla. María me está comiendo la polla. Aunque me niego se me empieza a poner dura. La chupa, me chupa los huevos, me escupe en el capullo. Me voy a correr y de repente exploto en su boca. Ni se inmuta. Se traga toda mi leche. Me la limpia. Y se ríe. “Ves como disfrutas” me dice.

Emilio respira fuerte. De golpe se retira y se acerca a mí. Me dice que le coma la polla.

Vas a probar mi polla con sabor al coño de tu mujer. Me la mete en la boca y me folla la boca. Según se mueve su respiración se vuelve agitada y descarga en mi boca. Me atraganto. Al sacarla me dice “ no la escupas o te corto los huevos, trágatela” Así lo hice.

“Más tarde más, veréis que bien lo pasamos” y se retiran.

Sonia y yo no s miramos. ¿Dónde hemos caído?

Continuará….

PD Gracias por vuestros mensajes y valoraciones.