Gran sueño
Una mujer con una gran imaginacion para el erostismo...
Resultaba gris levantar la mirada, ya que el día era nublado y lluvioso, mejor era seguir enfrascada en mi libro, debajo de mis sabanas cálidas y mullidas. Solo había una cosa que me sacaba de mi lectura... era el¡¡¡
Tan solo acordarme de él, me recorría un escalofrió por la espalda y hacia que mi entrepierna se contrajese anhelante de tener sus manos cerca de ella.
El agua estaba francamente fría, enjabonaba los platos con desgana, pero no había otra opción, cuando de repente oí unos pasos cerca de mí y sin darme de cuenta lo tenía detrás mía, acariciando mis nalgas a través de mis finas y cortas mallas negras, sin dilación metió su mano dentro de mis pantalones acariciando los cachetes de mi trasero que sobresalían de mi tanga de encaje rojo, solté el plato acompañado de un bajo gemido y al intentar darme la vuelta me lo negó acorralándome contra la encimera, cogiendo con ganas mis pechos, sacándolos de mi sujetador y pellizcándolos como una dulce tortura, mientras él apoyaba contra mi trasero su dura erección. Era imposible resistirse a ese hombre moreno y musculoso, era un adonis y tenerlo cerca era un suplicio, no poder tocarlo y ver como con un simple enviste podía hacerme gemir sin remedio.
Mientras tanto, el seguía acariciando mis pechos con ansiedad, de repente el toqueteo ceso ,y note como sus manos se deslizaban por mi cuerpo, introduciendo, con sorpresa, sus dedos por mi pantalón bajándolos y haciendo que mi cuerpo se encendiera sin remedio dejando ver mi minúsculo tanga, él se agacho, bajándome los pantalones con lentitud pero sin cesar y de repente se acercó y me beso la nalga derecha haciendo que mi cuerpo se revelara y me moviera sin control, pasando a morderme con ganas mi nalga izquierda a la vez que sacaba mis pantalones por mis tobillos desnudos, dejándome así en desventaja por mi desnudez.
Bruscamente me giro, dejando mi sexo a la altura de su vista, con una mirada lasciva, recorrió mi pierna con su húmeda lengua, bordeando mi monte de venus y haciendo suscitar en mi sexo una terrible pero dulce oleada de calor interior, se levantó y me miro con una sonrisa pícara, con su grandes manos me cogió sin elección la cara e introdujo su juguetona lengua en mi boca buscando la mía, jugueteando con ella, mientras conseguía que me derritiera. Cogió mi mano y tiro de ella sin poder resistirlo llevándome en volandas hacia el pasillo en penumbras que conducía a esa gran cama con cuatro postes oscuros que la rodeaban, dándole una imagen de majestuosidad y picardía a la vez. Una vez allí, semidesnuda me volvió aprisionar, contra uno de los postes derechos de la cama, consiguiendo que lo abrazase con fuerza, se acercó sin remedio a mi oído , susurrándome jadeos intensos, haciendo que me estremeciera más aun, ceso y poco a poco recorrió mi mejilla con sus cálidos labios, llegando a mi nuca , respirando sobre ella y rozando su lengua contra ella haciendo que enloqueciera sin remedio, se desprendió de mi escotada camiseta dejándome así indefensa ante él, siguió con el abridor de mi sujetador rojo, y sin cesar recorrió el centro de mi espalda haciendo que temblara y jadease, cosa que le estimulaba a seguir torturándome. De repente se encontró con mi culo levemente enrojecido pos su mordisco, el cual beso y procuro un leve pero intenso azote, sin parar se deslizo y succiono con ansias hasta dejar una marca de su paso por ahí, las ganas que recorrían mi cuerpo hicieron que arquease mi espalada dejando a la vista el interior de mi trasero, dándole facilidades para que lo besara y lo lamiera sin mesura, impacientemente abrió aún más mis nalgas, dando paso a su impaciente lengua que ardía en deseos por saborearme. Consiguió que enloqueciera, mientras introdujo su lengua dentro de mí, una y otra vez, a la vez que masajea mis rosadas nalgas con sus manos. Mientras él se entretenía divertido, yo pasaba mis dedos ansiosos por mis mojados labios, y en un arrebato, decidí girarme y apoderarme de la situación, lo eleve del suelo y lo empuje con pasión contra la pared gélida haciéndole suspirar por su frialdad, le mire y le cogí con fuerza de su sudadera sacándosela por la cabeza dejando a la vista ese torso de adonis que posee, lo acaricie con lujuria dirigiendo mis manos a sus pantalones con un aparatoso cinturón del que me deshice con impaciencia, bajando sus pantalones, y siguiendo con sus boxes negros dejando a la vista su gran erección que me animaba a admirarla y a cogerla entre mis manos mientas le besaba apasionadamente la boca, acaricie su pene erecto poco a poco, con mi mano de arriba abajo viendo en sus ojos el placer. Deslice mi boca por su cuello, buscando con mi lengua su pezón el cual saboree y mordisquee con picardía, proseguí y llegando a su miembro que se me presentaba como un pecado irresistible, lo rodee con mi lengua y lo introduje en mi boca apretando con ganas, mientras notaba como se retorcía y me miraba con ganas, deseaba que no parase, succione como si me fuera la vida en ello por el placer de satisfacerle, subía y bajaba sacándolo de mi boca y bordeándolo con mi lengua, metiendo a la vez sus bolas en mi boca caliente ,saboreándolo como si de un manjar se tratara, volví a introducir esa gran erección en mi boca pero esta vez hasta el final de mi boca, rozando mi campanilla ansiosa por oírle pedir más, seguí con ahínco, aumentando el vaivén de mi boca mientras él me cogía la cabeza deseando que no parase, y gimiendo con fuerza, seguí hasta ver como su pene se ensancha y era recorrido por las ansias, casi llegando al clímax, cese en mi intento y me levante, buscando su boca , el me tumbo con desenfreno en la cama y me abrió de piernas sin darme tiempo a pensar ni a resistirme, bajo su juguetona boca a mi ingle y succiono mi labio haciéndome gritar, jugaba con mi sexo haciendo que me retorciese en la cama incluso intente resistirme a lo cual el cogió mis muñecas y las aprisiono contra la cama aumentando así mi ansia, me hacía sufrir placenteramente succionando mi clítoris, rodeándolo con la lengua y moviéndola con eficacia , de repente me soltó una muñeca e introdujo su dedo en mi culito haciendo que mis sensaciones aumentasen y sin poder resistirlo ,me rebele y me levante de un brinco de la cama, cogiéndolo así con fuerza, lo postre en la cama contemplando su preciosa desnudez que me enloquecía y subiéndome a horcajadas sobre sus piernas, me deslice lentamente hasta encontrar su boca situada bajo mi sexo dejando que lo saborease poco a poco cuando de repente lo retire, creándole una furia incontrolable, se lo volví a ceder de nuevo , él se apodero de él cogiéndome de las nalgas y comiéndolo con impaciencia, me retire y buscando su sexo introduje lentamente su pene en mi dilatado y ansioso culito mojado, la primera investida fue corta pero intensa , mi cuerpo pedía más, el volvió arremeter con una penetración más profunda consiguiendo dilatarme del todo haciéndome sentir una oleada irremediable de calor, las embestidas eran más tensas y rítmicas, mientas mi clítoris era a la vez estimulado pos su cuerpo que lo frotaba con ganas, le cabalgue con fuerza mientras el lamia mis pezones y me los mordisquea cosa que me erizaba sin remedio, haciéndome llegar al séptimo cielo, el ceso y cogió mis posaderas con ganas aumentando el ritmo de su penetración haciendo que me doblegas ante su torso sin remedio y dejándome cerca de su respiración jadeante, hizo que llegase al clímax sin poderlo remediar, mientras sus embestidas ya no tenían limite , se tensó susurrándome su placer, mientras mi orgasmo se eternizaba ,se corrió acompañado de un gran gemido y un fuerte suspiro que me ruborizo pero hizo que saliese en mí una sonrisa de mujer perversa y picara, que me encantaba.
Cansados, suspiramos profundamente y me tumbo sobre su regazo abrazándome y acariciándome el pelo desordenado, haciéndome suspirar y pensar que no podría existir mejor momento, con una mejor persona que él, sonrió…y de repente un estruendoso trueno me despierto asustada aunque húmeda de mi sueño erótico, con él, ese gran adonis.