Gracias por tu beso
Relato 6 del Libro 2
11 ROSAS ROJAS
"Gracias por tu beso", se leía en la tarjetita blanca que acompañaba al ramo de 11 rosas rojas que el mensajero había traído, 5 días después de la visita del chofer del Dr. Manguera a mi despacho; al dorso se le leía, "Tú completas la docena y eres la flor a la que deseo oler...".- El mensajero, me dijo que el remitente esperaba respuesta, por lo que le contesté: "Solo dígale que lo espero".-
La hora avanzaba, ya había cerrado la oficina, cuando suena el teléfono; al atender, escucho la voz de mi madre que me pregunta: "¿A que hora venís?, ya tengo preparada la cena".-
YO: "No sé, estoy esperando a un cliente que se está demorando..., en todo caso, cena con Martincito (mi hijo, que había venido desde Buenos Aires para pasar el fin de semana conmigo) y acostalo, porque no sé cuanto voy a demorarme aún".-
Minutos mas tarde, cuando ya casi estaba por desistir de la espera y me iba a retirar, escucho el timbre y me precipito hacia la puerta de entrada..., y allí estaba él, vestido con un conjunto sport de excelente manufactura, luciendo una camisa impecablemente blanca, con un pañuelo de seda color azul anudado a su cuello..., le franqueo el paso, mientras él me saluda con un beso en la mejilla..., tras cerrar la puerta de acceso, me abalanzo sobre él y colgándome de su cuello, lo abrazo y le beso los labios primero, para luego perforar sus labios con mi lengua y con ella dentro de su boca, buscar la suya y torturarla.-
No nos decíamos nada, solo aceptábamos y devolvíamos el embate desesperado, que era muestra de la calentura sexual que nos embargaba en ese momento..., como pude, lo obligué a desprenderse de su saco, luego de su camisa..., le quité el pañuelo de su cuello..., desabroché el cinturón de su pantalón, pero fue él quien continuó para enseguida sacárselos y arrojarlos cerca de donde estábamos parados..., era medio grotesco verlo en slip, con sus medias llegando hasta casi las rodillas y calzado con zapatos mocasines.- Por mi parte, yo tenía ya mi camisa desabrochada y fuera de la cintura de mi falda, la que al soltarle el cierre había ya descendido hasta la mitad de mis nalgas, descubriendo por detrás, buena parte de la "canaleta" de mi traste..., sus manos al apropiarse de mis nalgas y antes de apretarme contra su vientre, obligaron a mi pollera a deslizarse hasta el piso donde yo, descalzándome las sandalias de tacos super altos que usaba, la abandono sobre ellas..., lo suelto de mi abrazo y extiendo mis brazos hacia atrás y hacia abajo, insinuándole que me quite la camisa que aún cubría mi espalda.-
Ya desnuda, le tomo el slip y lo bajo haciendo que se presente a mi vista, el objeto de mi íntimo deseo..., entonces él, me abandona para quitarse los zapatos y las medias y yo me apropio con una de mis manos de su falo, ya completamente erecto y cálido y mientras que lo empujo hacia atrás, para que se apoye sobre el borde de un escritorio, cayendo de rodillas a sus pies, me apropio de él con mi boca y lo recorro en sentido descendente, haciendo que entre en ella, hasta que casi alcanza mi garganta..., así lo absorbí una o dos veces y cuando sentí a su dueño gemir, deslicé mis labios hacia arriba, desprendiéndome del tronco, hasta que solo contuve en mi boca su capullo..., una vez allí continué sorbiéndolo, solo sorbiéndolo, arrancando de su dueño, los gemidos de placer que emocionándome me incitaban a continuar con mi fellattio...; pero el hombre me toma por los brazos, me obliga a incorporarme y girando nuestros cuerpos, me dice: "Hoy soy yo quien debe darte placer..., me lo pediste antes y prometí que lo intentaría..."-
Me empuja hasta que me siento obligada a sentarme sobre el tapete del escritorio, para luego empujándome, hacerme recostar el cuerpo sobre él..., tomarme por debajo de los muslos de mis piernas con sendos brazos, mientras que, sentándose en el sillón, acercar su cabeza a mi cuerpo..., esconderla entre mis piernas y hacerme sentir la puntita de su lengua, tocándome el clítoris...- "AAAAHHHHhhh...", fue lo que dije, al sentirla; entonces él, desliza sus brazos por debajo de mis nalgas, obligándome a depositar mis piernas sobre sus hombros, mientras que sus manos, ascienden por mi cuerpo para apropiarse de mis senos...; una vez que se toma de ellos y que sus dedos masajean mis pezones, su lengua vuelve a golpear contra mi clítoris..., siento que de mi interior escapan los icores que lubrican la escena...,. entonces los labios de su boca, se apoyan sobre los labios de mi sexo, primero los besan y luego cubriéndolos por completo, comienza a absorberlos conteniéndolos integramente entre sus labios y dentro de su boca..., mi orgasmo se aproxima incontenible..., pero aunque me retuerzo sobre el tapete, el hombre no deja de absorber mi concha y sigue haciéndolo aún cuando percibe que mis jugos afloran de mi e inundan su boca: "Ayyy.... por Dios...!!!, que bueno...!!!, como lo gocé...!!!, que bueno sos...!!! ", le digo.-
Quedé desfallecida sobre el tapete, mis piernas descansaban colgando hacia abajo y también, mis brazos y mi cabeza hacia el otro lado del escritorio..., la lengua del hombre se esmeraba en limpiar el interior de mi vagina, sus labios y los pliegues de mi entrepierna, poco a poco, al ir sintiéndola, volví a excitarme..., me semi incorporé, lo tomé por su cabeza con mis manos..., intenté besarlo en los labios pero no alcancé a llegar a ellos..., entonces mirándolo a los ojos, con su cabeza apretada entre mis manos, le pido: "Cojeme..., quiero sentir tu pija..., cojeme ahora..."-
El hombre se incorpora..., se toma el pene con una mano y se acerca para penetrarme...; "esperá", le digo; me bajo del escritorio y abriendo uno de sus cajones, busco un profiláctico..., al hallarlo, rompo su envoltorio, me lo llevo a la boca y antes de tomarlo con mis dientes le digo: "Estoy fértil, no quiero que me embaraces.-"
Me arrodillo ante el hombre con el condón tomado por su punta con mis dientes...., me acerco con mi boca hasta su pene, la deposito sobre su capullo y con mis dientes royendo el falo, voy extendiendo el profiláctico sobre el tronco..., cuando terminé de colocárselo, lo succioné dos o tres veces... , a pesar que el latex se interponía entre mi boca y su pija, igual sintió el vacio que mi succión le provocaba... y yo sentí su esperma emanar del falo quedando contenida en el interior del condón..., el hombre gimió y tomo mi cabeza con sus manos, para que no me retirara hasta que no cesaran sus espasmos eyaculatorios..., cuando se calmó y me soltó, me incorporé, me volteé dándole la espalda, recosté mi cuerpo sobre el tapete del escritorio, me tomé las nalgas con sendas manos, abrí lo mas que pude los cachetes de mi traste y junto con ellos los labios de mi vagina y le pedí: "Ahora sí mi vida..., ahora ponémelo..., cojeme bien..., fuerte..., suave..., como quieras, pero cojeme..., hacemelo sentir...-"
Él se acercó a mi, quedando parado detrás mío, apoyó sus manos en mis nalgas, acercó su pija a mi concha..., yo se la tomé con una mano, para que no se deslizara fuera del lugar donde quería albergarla y le pedí: "dale!...empujá...!, ponémela de una vez..-" La sentí entrar en mí muy ajustada, el profiláctico, si bien era húmedo, no lubricaba lo suficiente como para que su pija se deslizara en mi concha con suavidad..., sentí un poco de dolor, mas que dolor una molestia que me impedía gozar acabadamente esa penetración..., mordí mis labios, hasta que sentí que el vientre del él chocaba contra mis nalgas: "Aaahhh..., me la pusiste toda..., la siento..., me gusta..., ¡dale ahora!..., bombeame..., haceme acabar.-"
Y él empezó con su danza sexual, entrando y saliendo con su pija de mi concha..., o moviéndomela en círculos, bien clavada al fondo, para que su capullo recorra lo mas profundo de mis entrañas..., o sacándola casi hasta las puertas interiores de mi vagina, meneándola, para que las cosquillas que así me provocaba me elevaran al limbo...; cuando comenzaba a exclamar mi goce..., volvía a penetrarme profundo..., o a retirarse casi por completo..., estuvo fornicándome por mucho tiempo..., me arrancó muchos orgasmos..., me hizo exclamar mi goce a los gritos..., gimiendo desesperada..., o revolcándome sobre mi cuerpo y pidiéndole mas...!!!, mas...!!!, maaassss....!!!.-
Cuando se desprendió de mí, dejándome exhausta sobre el tapete, sin atinar a nada, quedé tendida allí, recordando sus palabras antes de cada una de sus eyaculaciones, porque lo sentí acabar creo que tres veces, sin dejar de tenerme penetrada... y lamenté que en esos días estuviera yo atravesando mi etapa fértil, por lo que no pude sentir golpear su semen contra el fondo de mis entrañas, con lo que me hubiera convertido seguramente en una fiel y devota consumidora de sus favores sexuales.-
Para mi desconsuelo, nunca mas tuve con este extraordinario amante, oportunidad de repetir mi entrega.-