Gracias Martillo (XVI)

Quién pensaría que un perro podría causar tantas cosas? Mario y Damián lo saben.

CapituloXVI:ReuniónEspontánea

Los dos salimos al mismo tiempo de su casa, el tenía que ir a trabajar y yo... No tenía mucho que hacer.

-Mario ehh, no quieres que te lleve?

-Mmm... seguro tío? No te quiero ocupar. - Me respondió tiernamente.

-Que sí que sí, no es problema.

-Pues vamos. -Dijo con una sonrisa.

El camino fue un poco silencioso, pero no del incómodo, era el silencio del amistoso por decirlo de alguna manera, ese silencio que no molesta a nadie y que en cambio relaja.

Lo oí reírse en cuanto entré al parking de los trabajadores.

-Hey Damián, a ti... te gustaría conocer a una amiga...? -Lo miré raro sin entender a qué se referia. Se rió de mi- En plan "él es mi novio" ... -Bajó la intensidad de su sonrisa viendo que batalla en darle una respuesta.- Vamos, que no es obligatorio... -Dijo para calmarme.

Tomé una respiración profunda y le respondí.

-Yaaa...., que sí tío. -Le dije emocionado mientras lo agarraba del cuello y lo acercaba para besarlo.

Bajamos del auto, estaba nervioso pero no tanto como pensé que lo estaría. Estaba nervioso pero a la vez emocionado.

-Su! -Llamó a la tía que estaba viéndonos emocionada desde la escalera hacía los departamentos.

Miraba a todos lados sin mostrarme nervioso con una sonrisa que mostraba los colmillos.

-Susana..., que te quiero presentar a Damián... mi novio... -Cuando dijo eso soltamos los dos una risa nerviosa- Susana él es Damián. Damián ella es  Susana, mi mejor amiga.

-...Que por fin te pongo cara guapo! -Dijo Susana emocionada, me abrazó y me soltó dos besos.

-Un gusto Su. Perdón..., Susana.-Dije nervioso.

-No te preocupes Dan, a mi llámame como sea, que si estás con él eres mi amigo...-Dijo amigable- no me lo esperaba, Mario me ha hablado de ti desde que chocaron... Pero noo me creía que fueras tan guapo Dan.

Mario y yo nos reímos, Susana hizo un encuentro penoso en uno genial.

-Ya, es que.... Desde que te vi... -Me dijo Mario sonrojado.

-No paro de pensar en ti... -Acompleté su oración siendo honesto.

-Pero que moonoooos dios! -Susana en un arranque de ternura.

No dejé de mirar a Mario, sentí algo, no sé qué pero se sintió de maravillas. Lo quería abrazar y comérmelo a lo besos.

-Bueno bueno, que pondría una mesa aquí y unas tazas para conocernos los tres pero el trabajo llama y de por sí vengo tarde... -Nos despedimos de beso Susana y Mario, solo que al último en los labios.

-Nos vemos, te quiero. Perdón.-Le dije al oído en voz baja, me respondió con un beso y una caricia.

Subí al carro hacia el ITW, sabía que no tendría que hacer mucho de todas formas, y lo último que quería ver era a Mark.

Me di cuenta que nuestros trabajos no estaban tan lejos, diez minutos y ya había llegado a mi destino.

-Estás bien? Cuando te dejé no estabas en el mejor estado. -Dijo tosiendo Jake.

-Ah, me has traído a mi casa, es bueno saber que sé qué decir estando ebrio -Dije chistoso, alegre por los momentos con Mario-, sí, estoy bien, no te preocupes, gracias por dejarme en mi cantón.

-No sabía si llevarte a mi casa o dejarte en la tuya, pero veo que estás... Contento?

-Sí...? No te entiendo... por qué lo dices? -Me encontré despistado.

-Eeehm, te acuerdas de lo que hablamos ayer? -Me dijo siendo cuidadosamente.

-Sí, de mis problemas... Joder...! No he intentado nada contigo verdad...? -Dije serio y perdiendo mi sonrisa temiendo por su respuesta.

-No no, pensé que estarías nervioso o algo. -Me dió unas palmadas en la espalda.

-Jo, me espanté... Es que hoy he estado con él y le he contado todo.. completamente. Hace unos minutos nos hemos despedido en su trabajo,y  me ha presentado a su amiga...  Se ha sentido bien sabes. -Nos sentamos en la mesa del centro.

-Hostias Damián, eso está bien, no pensé que lo harías tan pronto, pero está perfecto. A muchos les toma mucho tiempo... demasiado, pero vamos, veo que han desarrolado un lazo fuerte para que hayan soportado los dos eso.

-Sí..., gracias, por escucharme apesar de cómo te he tratado...-Miré al piso

-De nada tío. -Sonrió cálidamente.

Miré a la pared que dejaba ver la puerta abierta de la Sala de Maestros cuando me topé con un par de ojos, era Isaac.

-No entiendo, si habéis venido o no? -Dijo Isaac confundido.

-Acabo de llegar... Hace unos minutos. -Le sonreí.

-Y nos vas a dar la clase? Profe Jake, saludos.

-Si quieres te puedo adelantar la clase, con todo y tarea...-Dije en broma.

-Ehh... Sí, por qué no?-Dijo con una sonrisa después de pensarlo unos segundos.

-Vamos Isaac, como crees. Además, qué haces aquí, no tienes clases?

-Vaa, solo faltan 20 minutos, salí a ver el partido.-Estaba contento consigo mismo.

-Isaac, no puedes saltar clases, vamos ya, que te llevo. -Me levanté de la silla y Isaac sólo giró los ojos- Qué clase tienes después de esa?

-Conmigo, es la última, e Isaac, no se te ocurra saltarte, que ya te he visto.

-Bueno, vamos. Regreso Jake.

-Vale.

Salí de la oficina, caminando lento con Isaac, pensando en cuánto se parecía a mi en esa edad.

-Qué clase es?

-Biología, es aburrida, no la soporto...

-Biología? En serio? Vamos Isaac que es más fácil que la mía, solo son partes y nombres y músculos, conceptos, aprender el cuerpo...

-Ya, pero el profesor no lo hace fácil, su voz me duerme.

-Pues vas a tener que tomarte mil litros de café.

-Ya pero- joder.

Soltó cuando llegó uno de los jugadores.

-Profe Damián! Nos va a a entrenar como la otra vez? El equipo empezó hoy pero no tenemos entrenador, por eso lo estaba buscando.-Dijo empapado en sudor y respirando hondo.

-Mateo, cómo estás. No sé... -Pensé en Mario- dejame pensarlo y les aviso. Sí puedo y quiero, pero hay unas situaciones que debo arreglar antes de decirles. Además,por qué no se relajan un poco? Es el segundo día de clases.-Me reí.

-Sí, pero el partido que viene va a ser en un estadio, contra el partido contrario, abrimos a los del Hockey... Nos va a dar a conocer... sabemos como nos va con los de ese equipo, así que es mejor entrenar si no queremos que nos ganen.-Respondió Isaac indirectamente.

-...sí... Cómo sabes?-Dijo Mateo a Isaac con una sonrisa golpeándole el hombro.

-Me ha dicho un amigo.-Respondió el hijo de la subdirectora viéndolo a los ojos y con una sonrisa de oreja a oreja.

-No sabía eso. Mira, veré lo que puedo hacer, trataré de avisarles lo más pronto posible, pero no se preocupen.

-Bueno, nos vemos maestro, nos vemos Isaac.-Le guiñó el ojo como todo extrovertido haría.

-Nos vemos tío.

Le respondió con cierto tono que pude distinguir fácilmente.

-No será... Acaso te trae flechado Isaac? -Pregunté con una sonrisa amplia, más por emoción que por otra.

Se rió apenado.

-Un poco, probablemente...

Me reí un poco más, dado a lo conflictivo que sería la relación ya que los dos se veían dominantes , vamos activos, además sobre el hecho de que Mateo era hetero.

-...él? Bueno Isaac, el amor es lo que más importa pero no es lo único en una relación, lo debería ser pero no. Tienes que ver como funcionan las tuercas, ya sabes, qué encaja en dónde...-Dije chistoso haciendo señas con las manos.

-... Me estas diciendo...

-Mira, soy tu profesor, pero nos conocemos fuera de la escuela, aún así no debería preguntarte lo siguiente, pero aquí voy. ¿Isaac, lo siento, pero eres Jugador o eres Espectador..?

Lo oí reírse.

-Aaah, Damián, cómo me veo? Digo, no me negaría a ser Espectador , pero me gusta ser un Jugador. Pero qué tiene que ver? Hablando de esto, tú que eres eh? -Preguntó chulo.

-Isaac, soy tu maestro -Lo miré un poco reprochador tratando de librarme.

-Y qué? Yo ya te he dicho.-Me cerró el paso.

-Ya, cómo me veo? Un pasivo o activo? En fin, me refería a que si los dos son activos cómo van a funcionar de ese modo, además Ian, lo siento pero para mi Mateo no creo que le vayan los dos bandos...

-Sí... bueno, por ahora no pienso mucho en eso , pienso más en salidas sabes, ya sabes, jugar a la consola los dos, un partido, salir con amigos...

-Ya... Bueno Ian, te dejo. -Abrí la puerta de su salón.

-De dónde vienen? De China?-Dijo Jake pasando la lista.

Nos habíamos tardado más de lo que había pensado.

-Jake perdón, no me fijé. Te dejo Ian...

-Hey, oye, no me has dicho qué eres tú, Jugador o Espectador.

-...Jugador, Ian, Jugador.-Reí.

Me fui de nuevo a la sala de maestros mientras esperaba para que sonara la campana.

Nada me ataba a la escuela pero prefería estar aquí que con Mark.

-Oli, quería saber sobre el equipo de fútbol, para asesorarlos, no sé si se pueda...

-Oh! Claro que sí. Me dijo Mateo que te estaba buscando, creo que ya lo hizo.

-Sí... Pero ahora que lo pienso, espérame un poco, lo siento, se me olvido que tengo que ver otras cosas antes.

Sonó mi celular, con ganas me quedé de que fuera Mario, en cambio, era Joel.

-Que pasó tío?

-Damián, te aviso que nos vamos a reunir en la casa de mis padres en una hora, para hablar sobre la cena, quién va a traer qué.

-Vale vale, yo voy, no te preocupes, gracias...

-Ya, nos vemos.

Colgué haciéndome un plan poco convencional con Mario.

-Pues sí, mañana te digo Oli, hoy veré que puedo hacer.

-No te preocupes, siento que se están agitando muy pronto.

-Es lo mismo que les he dicho, pero bueno.... Me voy a sentar Oli.

Me senté en el sillón que hace unos minutos, y pensé en las clases y mi Mario.

Tenia que hablar sobre los partidos con él, si pasaríamos tiempo juntos o si estaría ocupado. Yo no me tenía que preocupar demasiado, solo en fines de curso me ponía como tren a toda carga.

Además, quería que Mario conociera a la familia, por lo menos en plan de amigos, era obvio que no diría "Hola familia, les presento a mi novio" , seria algo fantástico, ir a todos los eventos acompañado de él, tomados de la mano, besarnos sin tener que ocultarnos.

Mario, estás libre? -Esperé unos minutos hasta que me contestó.

No, unas cosas por aquí y por allá...

Por? Tú cómo sigues, ya no te duele la garganta?

Ya es que quería hablar contigo de algo, es sobre unas clases

Y sí, estoy mejor, gran parte a tus labios... Joder, no sé que me pasa, quiero estar contigo todo el tiempo, me vuelves literalmente un flipado, lo que daría por besarte ahora...

...sí? Pues habría que besarnos más a ver que pasa, tal y nos volvemos inmortales.

Imagina cómo me sentí después de verte por primera vez, tus ojos, tus labios y tu voz me atraparon completamente. A este paso seremos los dos locos más enamorados del Instituto Mental.

Ja, ya dime, qué es?

Dirás que estoy loco o que es muy temprano, pero tío, te quiero como no tienes idea.

Ya que hoy me has presentado a tu amiga, estaba pensando en presentarte a mi familia, en plan " amigos "... Vamos a ver unas cosas para la cena, te animas?

Joder Damián, está excelente, sí, por completo.

A que hora paso por ti?

No sé, en medio hora acaba mi turno.

Vale, te paso a buscar!

Pasar esa media hora era más fácil que pensar en el hecho de encontrarme con Mark en la casa.

Me seguía jodiendo en hecho de que nos habíamos acostado, era simplemente raro, aún no lo podía creer... Y aún no puedo olvidar lo... Genial que se sintió, no quiero empezar.... mi polla ya se había enterado.

Me despedí de los maestros y uno que otro alumno para ir por el dueño de una parte mía.

No me tomó mucho para llegar a su trabajo, salí del auto para hablarle pero me vió primero y no hizo falta.

-Hey Mario. -Chocó contra mí, nos abrazados.

Lo besé varias veces, ante algunos ojos extraños y de Susana que sólo soltó un      "aaaaw" que me sacó una sonrisa.

-Te extrañé.-Me dijo entre besos a los que respondí con otros alegres.

Me despedí de Su y nos fuimos en el auto.

////Mario

Tenia una sonrisa de oreja a oreja, tener su mano sujetando la mía en mi pierna me llevaba a un lugar alegre, vivo, no sé, me ponía extremadamente feliz tener a este tío de ojos oscuros, musculoso, alegre, sonriente, guapo, de pelo café a mi lado llamado Damián, joder!

Escuchábamos la radio mientras platicabamos de nuestro trabajo. Me acariciaba la mano con su pulgar y me besaba la mano.

Llegamos a casa de sus padres, sin darme cuenta habíamos estacionado.

-Mario, por más que me gustaria que esta situación fuera lo contrario... No deben enterarse de lo nuestro, somos amigos aquí.-Me dijo bajando la cabeza.

-Vamos Damián, no te preocupes por eso, ahora es lo de menos, mientras los dos estemos bien todo estará bien.

-Joder Mario... Gracias...  Vamos vente.

Me tomó de la mano y nos fuimos a pasar a través del portón, cuando lo hicimos me apretó fuerte la mano por un segundo y me soltó para dar paso a una sonrisa leve de parte de sus labios.

Los nervios me estaban atacando y poco a poco tomaban más territorio en mi.

No solo era el hecho de que estabamos ocultando una relación si no que aparte por culpa mía su camioneta se había estropeado.

Entró primero para después dejarme pasar y ponerme a su lado.

Todas las caras tenían una sonrisa... Excepto la de Joel que visiblemente se molestó, dejando una cara alegre para pasar a ser serio.

-Eh, familia, les presento a un... amigo, Mario...

-...Buenas tardes a todos.-Dije un poco con pena.

-Buenas tardes hijo. -Dijo la que parecía ser su mamá y los demás.

Damián era igual de apuesto que su padre y sus hermanos y obvio su mamá.

Fuimos pasando con cada una de las personas que estaban ahí, sus hermanos, su prima que me sonrió amistosamente mientras me saludaba con sus dos manos, sus tíos y sus padres.

Nos sentamos a la mitad de la mesa, estaba nervioso, sin saber que hacer mucho ahí, pero a la vez era emocionante, conocer a su familia, a sus padres.

Reía con las historias que contaban, más de Damián y lo que hacía cuando era niño, como ponerse la ropa de su padre y salir así.

Gradualmente el tema cambió hacía las fechas, quién llevaría qué y en donde se haría, todos llevaban al menos un plantillo.

-Ahora vengo.-Me dijo mientras se levantaba apresurado.

Me puse nuevamente nervioso, no me quería quedar solo ahí entre su familia que apenas conocí.

Regresó unos segundos después con dos vasos de agua.

La charla pasaba... Excepto las miradas molestas de Joel que las ocultaba bien cuando tomaba de su vaso y me volteaba a ver serio.

Me ponía un poco nervioso e incómodo.

-Damián, puedo pasar a tu baño? -Quería orinar.

-Sí, está pasando esta sala, otra y a la derecha está. -Me quedé viéndolo sonriendo nerviosamente.

-...tío, acompañame...

-Vamos Mario, que no se te ha quitado la pena? Ya, ve, anda, que eres parte de la familia...-Dijo lo último en voz baja.

Me quedé sentado unos minutos hasta que no pude aguantar más la presión y fui al baño sin antes pegarle disimuladamente a Damián que respondió con una risa disimulada.

Me levanté nerviosamente y me dirigí hacia donde él me había dicho, pasé la sala y otro cuarto de estar que tenía una mesa de billar, unos muebles y una televisión.

Toqué la puerta para asegurarme de que no había nadie ahí dentro y entré, por suerte sí era el baño. En cuanto mi cabeza captó aquella información me puse enfrente del retrete y empecé a orinar.

Me tomó extrañamente más tiempo de lo que creí me tomaría. Por fin vacié las reservas, limpié y puse todo en su lugar.

Lavé mis manos lentamente, me paré enfrente del espejo y sonreí.

Eso de que el amor se encuentra cuando menos te lo esperas me había caído como anillo al dedo. Solo doblé esa esquina y lo vi. Martillo había sido nuestro cupido, nos había unido de una forma un poco desastrosa pero lo había hecho. Pensar en solo estos días que nos habíamos besado, tocado, abrazado, no sé, todo, me traía una felicidad indescriptible, de esas energías que te llegan de la nada y te llenan las baterías al 200%.

Regresando de nuevo a la tierra, abrí la puerta y vi a Joel recargado de su brazo sobre la pared.

-Joel, no te he saludado, perdón...-Le tendí la mano.

-Qué crees que haces? -Se rascó su barba ignorando mi mano.

-... No te entiendo... A que te refieres? -Actué, esto no me estaba pasando.

-Vaamos tio, ya estamos grandes, yo tengo 30 y tú qué, 21 22?

-Joel, no te capto.

-Joder Mario , que por poco lo besas, cuando lloriqueaba por Michelle! -Alzó la voz un poco- Mira, no nos confundamos, no me molesta el hecho de que te prendan los tíos, me molesta que trates algo con mi hermano. Y mucha más cuando está en una situación difícil.

-Joel, en serio has malinterpretado las cosas, que sé a que te refieres pero no trataba de besarlo, traté de abrazarlo pero no sabía si hacerlo, después llegaste tú y no sabía quien eras.-Le dije en un tono más serio.

-Y necesito verte a los labios para abrazarte? Ostias, no seas ridículo-

-Joel, pero que coño te pasa? Joder! Traigo a un amigo y le hablas así? Mario, que ha pasado? -Preguntó preocupado.

-No sé, eh-eh salido del baño y me ha empezado a hablar...

-Ostias Mario, el día que te encontré llorando en el mueble con este chaval te ha querido besar! -Decía lo más alto que podía sin que nos escucharan- No puedo creer que no te des cuenta.

-Mario... Es cierto?... Bueno, Joel, si le gustan los hombres no es asunto de los dos y ciertamente el hecho de que me haya querido besar es asunto de él y no tuyo, ya habría sabido yo como actuar, que estoy grandecito como para que me cuiden.

Me rozó el hombro para llamar mi atención.

-Ven, vamos a mi cuarto.

Subimos por las escaleras que estaban a unos metros y dejamos atrás a Joel que se quedó postrado en la pared enojado.

Sin dejar de ir rápido me llevó a su cuarto entrando a una de las puertas de las que había por ahí.

Nos metimos rápido y cerró la puerta atrás de él.

-Estás bien? Perdón tío, no quería que eso pasara.

-Vamos, no tienes nada de que disculparte, no ha estado en tus manos Damián.

Nos sentamos en su cama y nos fuimos para atrás, nuestros pies tocaban el piso y nuestras espaldas la cama.

-Es en serio, debió ser un mal momento...

-He tenido peores, ya, no te preocupes, estoy bien.

Nos quedamos callados unos minutos compartiendo nuestros perfumes en el aire, tomó mi mano y empezó a acariciarme.

-Que te parece mi cuarto de adolescente?-Me dijo a los ojos con una sonrisa.

-Es...-Miré alrededor.

Las paredes estaban pintadas, dos esquinas de color azul cían y la otra de color verde. Decoradas con unos pósters, unos de unas tías sugerentes, un reloj, algunos estantes, un escritorio, un buró, un armario y una televisión pegada a la pared.

-Está muy genial tío...-Dije emocionado, repasé mis ojos por aquellos estantes y el buró.

-Quieres ver unas fotos?-Dijo entre risas.

-Con un coño que sí.-Dije entre sus risas.

Sacó del buró pegado a su cama un sobre gordo relleno de fotos.

-...soy de esos que toman fotos para recordarme después de lo que viví.-Le solté un beso en la comisura de sus labios.

Me pasó unas cuentas, las empecé a ver y en cuanto lo hice me quedé casi con la boca abierta.

-Joo... Damián, que no has cambiado mucho... Si hubiéramos ido a la misma escuela creeme que estaría perdido en ti, sigues igual de guapo... te pareces mucho a tu papá ahora que lo pienso...-Dije más sorprendido.

-No creo que sea para tanto... -Lo oí apenado- Oh! Ella era una,.. Novia que tuve...-Trató de quitarme la foto pero no lo dejé, creyó que me sentiría mal.

-Oohhh, Damián, que esta chica tiene que ser una modelo, es muy guapa tío!

Vi más fotos, variaban de épocas, unas de primaria, otras del instituto, otras de bebé las cuales me volvieron loco de lo bonito que era.

-Ah, estos son unos amigos, algunos todavía salimos o hablamos...

-Y él es, me imagino-

-Mark... Desde siempre ha estado musculoso.-Dijo sin querer, ni yo quería oír su nombre, fue un momento vergonzoso.

Guardadas las fotos nos vimos a los ojos unos minutos hasta que se puso encima de mi. Apoyó sus manos a los lados de mi cara y bajó su rostro para juntar nuestros labios.

Puse mis manos en su rostro, bajó su para baja del cuerpo juntándolo con el mio, sentía sus piernas en las mias, la hebilla de su cinturón, su celular abultado en el bolsillo de su pantalón, sus llaves... Y su propio bulto que se ponía más duro cada segundo que pasaba.

Nuestros besos subieron de nivel repentinamente, mis manos se encontraban leyendo cada fibra de sus músculos, repasando sus pezones y sus brazos. Empezó a besarme  desenfrenadamente cuando mis manos rozaban los vellos que llegaban hasta su polla.

Todo iba bien cuando oímos ruidos, primero eran sus gemidos y otros eran pasos lejos del cuarto.

-Mierda.... Hasta aquí o nos descubren.-Se quejó divertido mientras se levantaba y se acomodaba su camisa, dejándome ver aquellos músculos tallados y un poco poblados de vellos por unos segundos.

-Sí... Tendremos que dejarlo para otro día... Ya me había prendido y todo.-Reí.

-Lo siento, juro recompensarlo y más.-Me besó.

Nos arreglamos las camisas y esperamos unos minutos para que nuestras pollas volvieran a su estado normal.

Para cuando bajamos algunos ya se estaban despidiendo, nos despedimos y solo nos quedamos Damián, uno de sus hermanos, y sus padres.

-Y que, ya se han repartido todos los platillos? -Nos sentamos.

-Sí... Casi como siempre, me quedé con dos platos, un pavo y el puré.-Dijo su mamá.

-Ya... Pues si quieres te puedo ayudar con el puré! -Dijo repentinamente emocionado.

- Ya, pero... Damián no sabes cocinar. -Dijo Arturo seguido de las risas de los demás y mías

-P-pero pero que sí puedo hacerlo, vamos, que tan difícil puede ser aplastar unas papas?? -Me volteó a ver  y a los demás tratando de excusarse.

-Vale vale, que lo haga, no crees?-Dijo su padre a su mamá aún riendo.

-Les prometo que va a ser el mejor puré que hayan probado en toda su vida!-Actuó exagerado Damián.

No tardamos mucho cuando nos despedimos con la excusa de Damian de que tenia que hacer algo para la escuela.

La verdad era más simple y.... Carnal .

////////

Un saludo a los que me escribieron y comentaron en el capitulo anterior, gracias por estar aquí y leerme.

Borja:)