Gracias Martillo (XV)

Quién pensaría que un perro podría causar tantas cosas? Mario y Damián lo saben.

Capítulo XV:Disculpas.

Desperté media hora tarde de mi hora normal.

Me sentía fatal, un dolor de cabeza y de cuerpo, todo gracias a la resaca, me traté de levantar pero el dolor dell cuerpo no me dejaba

-Olimpia no podré asistir al Instituto, amanecí terrible después del Bar.-Le dije con la voz ronca por el teléfono.

-No te preocupes, pero ya sabes que pasa si faltas...-Me dijo preocupada.

-Sí, no importa que me descuenten. Y si por favor les pudieras poner algunos ejercicios del libro a mis alumnos. Por favor.

-Estás bien? Te oyes ronco.

-Han sido las cervezas de anoche y el clima, me he pasado un poco y el frío no me ayuda...

-Bueno, recuperate pronto, y no preocupes que yo les dejo el ejercicio. Ah! Oye, gracias por hablar con Ian, que hoy ha amanecido un poco diferente en el buen sentido. Ya, nos vemos Damián.

-Nos vemos Oli, de nada.

Colgué el teléfono harto del dolor de cabeza, los ojos me estaban irritantdo.

El frío del ambiente y el calor de mis almohadas y cobijas me hacían sentirme cómodo como pocas veces. Me dormí unos minutos hasta que mi celular sonó nuevamente. No quise contestar hasta segundos después que vi de quién de trataba. Quise contestar enseguida hasta que mi garganta falló y tosi haciendo un concierto.

-Mario... tío, donde estás?-Pregunté alegre aunque ronco como una... piedra...?

-En mi casa. Damián estás bien?

-Sí, las birras y el clima me han jodido. Pero sí. -Y tu? Te oigo un poco ronco.

-Aah, no es nada. Ya desayunaste?

-No, sigo en la cama, me acabo de levantar.

-....perdón, no...te quería despertar, yo... pensé que estarías en la escuela. Acaso no has ido a trabajar?

-No, me siento de la ostia.

-Ya.... Quieres que lleve algo de desayunar? Así estamos los dos juntitos.-Dijo feliz.

-Que me caería de putamadre Mario...-Agradecí su favor.

-Entonces voy en camino...

.-Mario, si me pudieras a traer un chocolate y un juego te lo agradecería mucho.

-Claro. Entonces nos vemos.

Colgó y solté mi cabeza dejándola caer en aquel pedazo de nube que era mi almoahada.

La casa estaba silenciosa, el ruido de la radio en la casa del vecino rebotaba en las paredes. Música clásica, perfecta para los días en esta ciudad deprimente por su cielo.

Me levanté sigilosamente, tratando de no hacer ruidos con los pies y evitar que alguien me oyera. Me movía con cuidado como si tratara de esconderme de un asesino, era ridículo.

Abrí la puerta de mi cuarto, pasé a la sala de estar del segundo piso.

"No aparezcas por favor. No aparezcas por favor" rezaba en mi mente con miedo a encontrarme a Mark. A mi placer no estaba.

Me dirigí hacia la puerta de su cuarto, puse mi mano en la manilla, sabía que me iba a arrepentir al abrirla pero lo hice. Respiré hondo y la abrí. Su sábana estaba desordenada. Su portátil estaba en su escritorio. Pero su móvil y sus pantalones no estaban.

-Mark...?!-Alcé la voz esperando a que no me respondiera.

Nadie respondió, me alivié.

Me limpié los dientes y me limpié la cara con agua, me desperté aún más con la frialdad de ésta. Me miré al reflejo de mis ojos por varios segundos hasta que no me soporté.

Me puse unos shorts y una camisa. Fui a la sala y me senté en el sillón esperando a Mario.

Sin darme cuenta el timbre sonó y me despertó. No sabía como ni cuando me había dormido.

-Mario...-Dije emocionado al abrirle.

-Hey.-Me besó la mejilla- Estás bien?

-Sí, solo que me he dormido y me has agarrado dormido nuevamente.-Dije entre risas.

Lo agarré de la cintura cuando dejó las bolsas en la mesa y lo pegué a mí. Le contemplé los ojos, el sonreía, acerco sus labios a los mios y nos besamos.

-Qué has traído eh?

-Toma, tu chocolate y tu jugo.

-Ya ya, gracias.-Abrí el chocolate con esperas de que me bajara la resaca.

Disfrute el sabor de la barra, tiempo de no probar unos. Mario puso los platos mientras yo puse los vasos y cubiertos.

-Vamos tio, pero que yo debería ser el que te esté consintiendo!-Le dije quejoso viendo como hacia el café para los dos. Lo agarré por atrás y le solté un beso en el cuello y la mejilla.

-Para para, que lo tiraré todo.-Dijo riendo- Tú con la pesadez encima no vas a hacer nada tio, estás todo destrozado, ya vale, déjame hacerlo.

Me senté en la mesa, esperando como niño chiquito el desayuno.

-Que te la has currado eh.-Dije al ver lo que había traído.

Unas tortas tostadas y unas magdalenas.

-Ya, no es la gran cosa...-Dijo sonrojado. Puso los cafés en la mesa.

Se sentó a mi lado. Le tomé un sorbo al café que me dio un rayo de energía. Lo hizo como me gustaba, sin mucho café y un poco azucarado.

Empecé a comer como loco, mis entrañas lo pedían a gritos, literal, podía oir los ruidos de mi pansa al contemplar aquel desayuno.

-Como te ha ido eh? Con Andrés y el trabajo?-Le pregunté.

-Mmm... bien, el trabajo de lo de siempre, cosillas por aquí cosillas por allá.-Dijo después de unos segundos-Y a ti? Por tu voz me imagino que estuviste gritando...-Se rió.

-Eh no no. No les he dado clases por ser el primer dia pero mañana empezaré con las clases y bueno, en la tarde he ido a la comida que te dije que iría y de ahí hemos ido unos cuantos maestros a por unas cervezas... y me he dado una peda que por eso estoy así.-Le sonreí.

Terminamos de desayunar y fuimos a la sala abrazados, no lo quería soltar, caminábamos como tontos tratando de coordinar nuestros pies hasta que llegamos al sofá donde nos tumbamos juntos para ver la televisión.

-Sabes, unos días sin vernos y siento que son años.-Le dije acompañado de un beso húmedo en su cuello.

-Aaah... No empieces...-Me dijo casi en un gemido.- la verdad es que yo también te había extrañado tío.-Me besó la mano.

Le hacía cariños en su cabello y en su espalda, pasaba mis manos por sus piernas. Él, harto de aguantarse, se puso encima mío.

Me tomó de la cara y empezó a besarme fuertemente, sonreí mientras lo hacía. Puse mis manos en su pecho, sintiendo su calor, y el puso las suyas a calentar entre la tela de mi short y mi piel así que la mitad de sus dedos estaban tocando mi pelvis.

Disfrutar de sus labios era mi pasatiempo favorito, sus labios suaves y su forma de besar me traían loco desde que lo besé en la gasolinera. No podía soportar esa sensación tan placentera, simplemente me llevaban a otro lugar.

-Mario Mario, para, detente.-Dije lentamente.

-Qué pasa?

No quería responderle, solo quería observarlo.

-...nada...solo que... Te quiero mucho tío... demasiado.-Le dije.

Sonrió y empezó a lo mismo pero con intenciones más físicas.

El programa en la televisión estaba aburrido a pesar de que no la estábamos viendo e hice zipping en un canal menos aburrido.

////Mario

Le comía el cuello tan lento como una tortuga pero tan calienta como el sol.

Le oí cambiar a la tv pero no presté demasiada atención.

El mordía mi cuello, movía mis dedos para rozar su piel que mantenía mis manos calientes, empezaba a notar movimientos debajo de su pantalón. Me fui hasta su punto débil, debajo de su barbilla.

-joo... ostia tío...-Lo oí decir en voz baja.

Regresé a mi hogar, sus labios, para disfrutarlos con cada beso. Los mordí y los jalé hacía mí.

Quité mis manos de su pantalón y las puse debajo de su camisa sin mangas, cuando los vi, aquellos músculos tan relajados y abultados, llamaron mi atención, tanto que no pude evitar irme hacía ellos.

Los levanté y Damián hizo fuerza con ellos para lucirse y ponerlos duros... Más que poner duros sus músculos puso más dura mi polla.

Los levantó y me fui hacia ellos, mordí sus bíceps y su hombro.

Me agarró de mi barbilla y la llevó hasta sus labios. Me sonrió y empezó a besarme desde mis labios hasta mi pecho.

Agarró mis manos y las llevó hasta su bulto. Levantó mi playera y empezó a quitármela, dando un beso donde la playera dejaba ver más mi piel.

Cuando la quitó por completo empezó a succionar mis pezones y a subir y bajar sus manos por todo mi cuerpo.

Yo en tanto empecé a magraer su polla morcillona y tocar sus grandes piernas forjadas.

Empecé a desabotonar su camisa y jugar con sus pezones, nuestras caras mostraban lo que uno le hacia sentir al otro, placer.

Dejó de usar sus manos en lo que estaba para jugar con su polla. Bajé por su abdomen cuadro por cuadro, vello por vello siguiendo su treasure trail hasta... Bueno, su pollón.

Fue en ese momento cuando oí lo que no debí haber oído.

-...vez vamos a hablar de la traición y de la honestidad en las relaciones entre...

Eso acabó con aquella función que estábamos  haciendo Damián y yo. Eso que oí no lo pude ignorar.

-Olvidarlo Damián, no puedo...-Dije viendo su polla, sus manos estaban en mi nuca.

-Qué ha sido?-Dijo preocupado.

-Soy yo. No puedo hacerlo.-Me senté a su lado mirando el piso. Sentí que me estaba ahorcando.

-Mario estás bien? Que ha pasado? P-por qué t-t-te pones así?

Me estaba cayendo por dentro, todo mi sistema se derrumbó.

-Joder Damián, que te he engañado...!-Dije en lágrimas- Que me he acostado con...-Paré por unos segundos que se me hicieron eternos- Andrés.

Lo volteé a mirar a través del agua en mis ojos. Estaba sin ninguna emoción, mirándomede sin entender, lo cual me ddestrozó más que cualquier cosa.

-Vamos joder, dime algo!-Le grité confundido.

-Joder...-Dijo al quitarse las lágrimas de los ojos.

-Damián, lo siento, todo pasó sin sentido. No creas que te he estado engañando todo este tiempo, nos vimos pero solo para ser amigos y  la noche del sábado todo se cagó. El estaba ebrio y yo estaba perdido. Me salieron cosas que creí había olvidado pero eran sólo ilusiones... Que te quiero a ti y no quiero cagar lo nuestro pero se me ha ido de las manos... Damián, dime algo joder!

-Que no puedo...-Lloró.

Le veía la cara pero el veía a otro lado.

-Cómo has podido hacerlo Mario?... Vamos si te dejé ir fue por que te tuve confianza. Que era tu exnovio, que ni un santo te hubiera dejado ir!-Dijo enojado.

No sabía que responderle, alzó su vista hasta la mía. Tenía una combinación de enojo y decepción que me atravesaron.

-Mario...que la he cagado igual. Que te he engañado...

Fue un golpe más, no sabía como reaccionar.

Sí lo engañé, pero que él lo haya hecho me sacó de mi órbita.

En mi mente cruzaba Michelle y me asustaba más el hecho de que se alejara de mí, que fuera un hetero otra vez, que el hecho de que tratase de su exposa.

-Joder Damián.... Con Michelle?-Pregunté enojado al momento en que me ponía de pies.

No respondió por unos segundos lo cual hecho carbón a mi fuego.

-Damián, como coños lo has podido hacer?! Vale y ahora qué? Vamos a cortar y te vas a ir con ell-

-Con Mark! -Dijo levantándose repentinamente- Me he acostado con Mark mierda... que hemos follado juntos Mario... Sí?! Vamos, y que me arrepiento hasta el ultimo momento. Cuando descubrí y empecé a asimilar lo que había pasado entre tu y yo me entró curiosidad. Jamás había estado con un tío, y Mark había terminado con su novia y le pedí un favor... Entre ellos si me dejaba darle una mamada -Dijo ahogándose en su llanto- y de ahí las cosas escalaron enseguida. Sabemos como es esto, hay un momento en el que no puedes echarte para atrás, que te pierdes...

Me quedé callado, no solo porque tenía razón si no por que con Mark nunca creí nada. El tío se ve más macho que qué sé yo.

-Por favor tío, no te enojes, los dos la jodimos, perdonadme Mario. No sabía en qué estaba, me cambiaste y en ese cambio me perdí por unos momentos. Pero quiero estar contigo. Jamás me había pasado algo como esto. En serio lo lamento Mario.-Terminó.

Abrieron la puerta, creí que era el aire pero no, fue una mano, la mano que pertenecía a Mark.

-...joder...-Dijo Damián en voz baja- Mark, por favor vete.

-Pero por qué lloráis los dos?-Dijo como si estuviésemos jugando. No lo miré a los ojos, ahora se me hacía extraño.

-Macho, que te vayas por favor!!-Gritó Damián enojado. No me creía lo surrealista de la situación.

-Que le has contado de nuestros juegos eh? Ya te ha dicho?-Me miró, miré al piso con los ojos mojados sin hacerle caso- Entonces ya le habéis dicho de que follamos dos fenomenalmente veces?

Mark no estaba en su sano juicio, se podía notar por su actitud y por su voz, aún así lo que dijo me tumbó más.

-De qué está hablando tío?-Le pregunté a Damián que miraba a Mark derrotado.

-Mark, estás borracho, no sabes lo que dices...-Me ignoró.

- Damián... -Insistí.

-Que no sé lo que digo? Vamos, eh de estar loco para imaginarme cosas entonces. Me vas a decir que tus gemidos eran producto de mi cabeza?! Joder Damián... Tú has sido el que empezó con los favores. Tu diste el primer movimiento. Que tú me la has comido como ninguna tía lo había echo. Te has ido a mi punto débil. Y crees que estoy alucinando? Sí, estaré ebrio y estará tu novio aquí pero a la realidad no la puedes esconder... Me sorprende que hayas aguantado poco.

-Mark quién coñazos eres? Somos mejores amigos tio! Sí, agradezco los favores que te pedí, pero ahí debió terminar todo esto. Ahora no te conozco, meses sin tomar y ahora de la nada vienes ebrio y en la mañana? Joder, quién eres? Ahora me arrepiento, jamás debí pedirte esos favores.

-Yo que no me soportaba la culpa por follar con Andrés y tu has tenido los cojones de hacerlo dos veces con él? Mierda, es que no te lo creo...-Me puse la camisa de nuevo mientras buscaba mis llaves.

-Mario, Mario.... Perdóname, los dos la hemos cagado, y me arrepiento como no tienes idea. Te perdono por lo que hiciste con... Andrés -Le costó decir su nombre- pero por favor entiéndeme... Me enamoré de ti y no conocía todo esto... Perdóname. Ostias Mario no te vayas...-Me dijo siguiéndome hasta la puerta.

Lo miré triste para salirme, choqué contra Mark que miraba al suelo sin expresión en su cara más que la de arrepentimiento.

-...Mario, lo siento...-Me dijo Mark casi sin fuerza.

Me mojé todo en lo que abría el auto. Me metí en éste y me fui a mi casa. Estaba enojado, triste, decepcionado de mí, enojado con Mark y Damián,

////Damián

Vi como se iba debajo de la lluvia. Me metí y senté en el borde del sillón, otra vez estaba sin saber qué hacer, qué decir, qué pensar.

-Damián lo siento...-Dijo Mark con un tono normal.

-Y tu de qué coños lloras eh?!-Le grité enfurecido- Ahora estás sobrio? Eh?! Quién eres?-Le pregunté mirando al piso confundido.

»Ostias Damián... No eres el único que tiene sentimientos y emociones! Más vale que me estés tomando el pelo -Rió sarcásticamente- Yo cambié? Sólo mira en dónde estamos, tú has sido el que cambió todo, a ti de la nada te ponen los tíos, terminas con tu esposa y sales con Mario, y vamos, yo soy el que cambió? Solo mírate, eres otro, no te conozco.

Llego y lo primero que me pides es mamarmela, eres en serio el Damián de siempre?

Joder, te has pasado por los huevos nuestra amistad, te he contado lo mio con mi novia y te ha importado una mierda, en cambio has pasado y me has pedido aquello. Vamos, que el unico que cambió aquí fuiste tú. Sólo admítelo y admite también que la has cagado, el que empezó fuiste tu y la habéis cagado con Mario...!«

-...todo esto ha sido por tu novia? Pero si me lo has dicho como si no importase nada, qué querías que hiciera si tu mismo no te has preocupado?-Le pregunté más calmado.

-Un año y medio Damián, un puto año y medio! Querías una fiesta o que te lo dijera cortándome las venas? No te capto, en serio que no.-Decía enojado.

Nos callamos, el caminaba de un lado a otro respirando hondo, aguantando su ira y calmándose.

-Damián yo la quería... la amaba, tú bien lo sabes. Y me cambió por otro gilipollas!-Gritó en mi reproche y triste-... Pero si quieres lo haré. Perdón. Damián perdóname por haberte follado. Perdón por cagar tu relación con Mario. Y perdóname por haber aceptado tus favores.-Me tendió la mano tembloroso.

Me sentía destrozado, él me había puesto en mi lugar.

Yo lo había invertido todo para no preocuparme, mi manera de lidiar con tantas cosas a la de una era eso, invertir todo.

Ignoré su mano.

-Vamos, es que no es lo que querías?-Me dijo sufriendo- Estoy tratando de arreglar las cosas...-Tembló su voz.

Volví a ignorar su mano. Estaba perdido, ahora desconfiaba de él por más que me haya dicho la verdad de la forma más cruda. Retiró su mano a los segundos.

-...ya...-Soltó decepcionado. Lo oí subir las escaleras.

Me solté a llanto, estaba perdido en este espacio... Había perdido a Michelle gracias a mi, sentía que perdía a Mark y sentía que perdía a Mario.

Sin querer cagar las cosas otra vez me vestí para combatir el frio de afuera y me dirigí hacia la casa de Mario. Rezaba por que estuviese allí.

Era difícil manejar viendo a través de mis ojos llenos de agua y el parabrisas que no dejaba de limpiar las gotas. El día no te dejaba iluminarte, todo era gris, todo era lluvia, todo era frio, todo era deprimente, todo era triste, todo era como era. Cuando caías en depresión o tristeza eras, normalmente, algo perdido, nada te levantaba más que los extraños días donde salía el sol en este lugar.

No dejaba de pasar por mi mente nuestra primera cena. La primera vez que lo besé y la primera vez que nos besamos, ese choque que sentí, esas ganas de seguir haciéndolo, sus labios eran mi oxigeno, y ahora que lo sentía lejos me ponía en alerta, no quería perderlo.

Llegué hasta su casa tan rápido como pude, su carro estaba ahí y podía oír los ladridos de Martillo.

Toqué hasta que abrió, tenía sus lagrimas secas en sus mejillas, sus ojos rojos. Sus mejillas manos y dedos estaban igual de rojos por el frio. Abrió su protección y lo abracé fuerte. Cerré mis ojos con fuerza y no lo solté. Lo cargué y puso sus piernas alrededor de mi cadera, nos metí dentro de su casa y no paré de abrazarlo. Cerré la puerta y me recargué en esta con Mario en mis brazos llorando al igual que yo.

-Lo siento tio...-Le dije en el oído.

-Perdóname Damián...-Hizo para atrás su cabeza y lo besé mezclando nuestros ríos.

Nos llevé hasta su cuarto y lo puse en su cama, se hizo a un lado y me puse yo, Martillo brincó a ésta y se puso entre los dos al nivel de nuestros ombligos lamiendo nuestras manos.

Me quedé viendo sus ojos perdiéndome en ellos, lo lamentaba mucho. Le agradecí que me entendió a pesar de la mierda que había echo con Mark.

-Mario... Te quiero desde que te preocupaste por mi herida y trajiste la bandita... luego, cuando te besé me enganché de ti. Lo siento, en serio, perdóname... no te quiero perder...-Le acaricié su mejilla.

-Ya... para, que no eres el único culpable aquí... Sé que me tuviste confianza con él y también me arrepiento de lo que pasó... Te quiero ser honesto de una buena vez -Cerró con fuera los ojos por un segundo- yo.... Yo no estaba seguro de mis emociones hacia el, pensé... Pensé que aún me gustaba, que yo seguía sintiendo lo mismo que cuando salíamos... Pero no, que el que me gusta aquí eres tú y solo tú... Que desde el día en que me besaste en la gasolinera no dejo de pensar en ti tío...-Me dijo mientras jugueteaba con mi collar.

Le sonreí cálidamente. Le acaricié los brazos. Me acordé que ayer había estado pedo y la resaca no se me pasaba por completo.

El sueño nos reclamó y poco a poco me quedé dormido, mis ojos se cerraban poco a poco.

Cuando desperté Mario seguía enfrente mio, acurrucado entre mis brazos y pecho. En cuanto a Martillo, se había puesto, o mejor expresado, su dueño lo había movido de lugar.

Apreté mas a Mario hacia mi y lo hice víctima de mis cariños.

Pasaba mi mano por su espalda, le daba picos en su frente.

Poco a poco asimilaba que estaba con un tío, con una polla. Era... raro pero sentía algo bueno, me hacia sentir bien. Tener sus brazos a mi alrededor, su cara en mi pecho, sintiendo su respiracion... me llenaba.

Al cabo de unos minutos se despertó, me miró fijamente, aún con las lágrimas secas en su mejilla y sus ojos. Me abrazó nuevamente y se puso en mi cuello esta vez.

Mi celular vibró, era un mensaje de Ian.

Abrí la conversación, el último mensaje o la última vez que hablamos fue hace un mes. Leí un pedazo de toda la conversación donde me hablaba sobre su bisexualidad y de sus problemas internos, cuando lo veía desde otra perspectiva era raro ver como, a pesar de ser mi alumno y yo su profesor, teníamos una amistad grande.

Por que no habéis ido? Pensé que las clases empezaban hoy, unos ejercicios no entretienen a todos -Dijo junto con el emoji de la lengua afuera.

Jajajaja, ya, es que no me sentía del todo bien y no estaba en condiciones para alzar la voz.

Pero ya mañana me verán.

Solté el celular en la cama pensando que no respondería de nuevo, a los minutos respondió.

Vale vale, seguro no quieres más días libres?

Que si quieres te puedo a ayudar a revisar los trabajos. Quiero ver si todo esto de ser profesor me gusta.

No sé si los vaya a revisar mañana... Aunque pensándolo bien es mejor si los empiezo a capturar desde ahora. Yo te diré a ti y otros mañana, pero gracias.

-Qué horas son?-Me preguntó Mario con pesadez.

-Apenas son las 11 tío. Vas a ir a trabajar?

////Armando

El dolor era incesante, dolía más que cuando el tal K me pegó, tenía moretones en la cara, raspones en los brazos, y más golpes en la espalda y el abdomen.

Ser, por 2da vez consecutiva, la manzana en discordia no era algo de lo que me gustaría presumir, me ponía mal ser aquello. Pero como demonios iba a saber que Aurelio tenía novio? Como yo iba a saber que Michelle era la esposa de Damián? No podrían ser los dos mi culpa. En que tiempos vivimos.

Me puse mi camisa azul cielo, me serví cereal y a desayunar me puse. Fue un poco raro no tener a Líon ahí, en unas horas ya me había acostumbrado a él.

Era difícil manejar cuando tenías un moretón palpitando a cada segundo y golpes y raspaduras por toda la espalda brazos y abdomen. Llegué al estacionamiento revuelto en mis pensamientos, bajé del coche viendo dónde el tal K me había agarrado, se me hacía difícil de comprender que me habían golpeado por meterme con la pareja de alguien más.

Cerré el auto con mis carpetas ocupándome las manos, venía distraído mirando el piso ocupándome en mis pensamientos.

Ver el piso no te alejaba de las otras personas, me di cuenta cuando dos zapatos se metieron en mi vista.

-Ah, joder, no tengo tiempo para ti.-Dije con desagrado al ver que era Aurelio.

Lo evadí para seguir caminando cuando me detuvo otra vez.

-Armando por favor, me siento mal por lo que pasó...-Dijo en un tono decaído.

-Vamos, pero aún así te los has tragado como un sediento -Me refería a la lefa-, que mira como me ha dejado, el puto ojo morado, y moretones por todos lados -Me subí la camisa con dos propósitos, enseñarle mi abdomen con coloraciones verdes e incomodarlo- ... Y putos raspones en los brazos...! -Le dije enojado señalando todas las partes.

-Ya y lo siento tío... yo no quería que pasara todo esto-

-Pues pasó Aurelio, y espero que conmigo haya sido la primera y última vez que haces eso, que el tío parece quererte. Y espero igual que sea la primera y última vez que me hables.-Le dije cortante.

Subí las escaleras con mal humor mientras la gente me tiraba miradas sorprendidas, otras pasando los porqués de mi ojo, y otras preguntando.

-Vaya, pero mira como se ha puesto.-Me dijo Saul tratando de palmarme.

-Saul, gracias por preocuparte pero no estoy de buen humor tío.

-No te has puesto ni hielos?? Joder Armando, ponte por lo menos una crema o algo.-Me dijo Roxxana.

-Ya es que no he tenido tiempo suficiente. Pero gracias.

-No te lo has encontrado? Te estaba buscando... Me has preguntado por ti

-...por qué no me habían dicho? Que me lo he topado en el estacionamiento, con las pocas ganas que tengo de verlo...

-Armando pero tu te has metido solito con él... -Dijo revisando sus papeles y no prestando mucha atención- de la nada te ha entrado por atender sus necesidades .

-Es en serio Saúl? Joder, debes estar bromeando, que sí que le he hecho caso pero no signfica nada, cómo demonios iba a saber que tenía novio? Estás de su lado o del mio Sau?

-Mira, no conviertas esto en un campo de batalla, no estoy ni de tu lado ni su lado, estoy entre los dos, trato de entender a los dos-

-Pues si estuvieras entre los dos entenderías el hecho de que no sabía que el estaba con pareja, de ser así no me hubiera metido con él, aquí todo ha sido su culpa.

-Ya que no se peleen, lo que ha pasado pasó y no podemos hacer nada con eso... y debo decir que Aurelio ha tenido la culpa en esto.-Dijo Susana acostumbrada a nuestros desacuerdos.

Empecé a ver mis papeleos regados en mi escritorio, tratando de olvida a Saúl que me ponía con la mandíbula tensa.

Ignoré la situación, aunque era un poco difícil, teniendo en cuenta que el moratón me molestaba cada tantos minutos.

El día estuvo...  normal supongo. Con mis años trabajando aquí el estrés no me afecta como los primeros meses. Estar aquí y allá, en la oficina, afuera, se me hacia más fácil.

Al mismo tiempo, estar con Roxxana... Y Saúl le quitaban lo aburrido al trabajo.

Era relajante ver como el día poco a poco se apagaba,  yendo de colores azules, para pasar a anaranjados y morados para finalmente oscurecerse con un azul marino.

Sonó mi celular a la par en que Rox entraba con dos tazas de café y galletas, era un mensaje de Líon, lo volteé.

-Uuuh, un mensaje eh, quién es? -Dijo curiosa.

-Aaah, nadie, un amigo... No lo conoces.

-Ya... Veo que has librado mucho trabajo, por fin, estabas hasta el cuello.-Se sentó a mi lado- Toma.

-Gracias Rox... Ostias, siempre te salen buenos...

-De nada y gracias -Se rió de como se me caían unas gotas en la camisa y pantalón-Siguen doliendo?

-Ni me recuerdes, los olvido por un par de minutos y luego regresa el dolor. Lo único que me calma un poco es el hecho de que el tal K tiene mis golpes igual.

-Es que sigo sin entender por que te has metido con Aurelio, nunca pensé que lo harías....-Tomó de su café- tienes razón, me quedó bueno el café.

-...mmm bueno, ya sabes como somos los hombres, decimos una cosa y hacemos otra, aparte de nuestras necesidades... Ya sabes. -Le dije chistoso.

-Pues deberían pensar más en las consecuencias. En fin, le vas a hablar o a perdonar? -Dijo Rox y entraba Saúl

-No sé, no tengo idea. Quiero decir, qué harías tú en mis zapatos?

-....primero razonaría, pensaría antes de echar culpas, después de que mi cabeza de enfriara hablaría con él... Y difícilmente perdonarlo... Que no sé tío, está difícil.

-De qué? De Aurelio? -Preguntó Saúl nuevo a la conversación.

-Sí, no sé quién está en lo correcto.

-Si me preguntas yo pensaría muuuy bien las cosas antes de actuar.

-Ya pero es que aunque lo piense una y otra vez no estoy seguro...

Mi celular volvió a vibrar.

-Será mejor que cerremos la oficina y nos vayamos a dormir. Se quedan?

Los dos asintieron y fueron a cerrar sus oficinas.

Bajamos cada piso hablando de planes y cosas y cosas. Nos despedimos de los pocos que quedaban en los pisos.

Al final salimos del edificio y el sonido de los carros, el aire frío, y una que otra campana junto con personas cantando canciones navideñas nos llegaban felizmente a nuestros oidos.

Entramos a las escaleras para el estacionamiento y bajamos.

No me lo imaginé pero cuando lo vi me enojé un poco.

-Armando, podemos hablar por favor? -Lo oí decir mientras se abrazaba con sus manos por el frío.

Lo ignoré pero persistió.

-Qué? Quieres hacerlo otra vez para que tu novio me vuelva a pegar? -Le rrespondí en el tono más frío que pude.

-Te dejamos? -Me preguntó Saúl, asentí con la cabeza y me despedí de los dos, Rox me susurró al oído.

-No... Hey, mira, lo lamento -Me subí al coche pero no me dejó cerrar- sí, tengo un pegue contigo desde que entré a trabajar, después te tiré los trastos con nada que perder, todo antes de K, después llegó él-

-Pues ahi debiste parar Aurelio, no me gusta ser la manzana en discordia. -Salí del auto un poco retante.

-A nadie, lo sé. Por eso te pido perdón, no pude evitar no decirle a K, pero jamás quise que todo esto pasara. Cuando me diste luz verde flipé como loco, era una oportunidad única... Y viéndolo ahora me arrepiento.

Nos quedamos callados por unos minutos.

-Sólo quería pedirte disculpas... por el trabajo y no por otra cosa, en verdad. -Me dijo todo con tono triste.

Los dos estábamos inmóviles sin saber qué hacer. Pronto, como el aire pasando entre montañas, lo abracé.

////////

He querido ponerles un mensaje antes pero por alguna razón no se ha enviado, pero en fin, mejor tarde que nunca. A todos les quiero desear un año nuevo, espero que lo hayan empezado bien, con el pie derecho y todo lo que se hayan prometido se les cumpla, no sin antes trabajar por aquello. Que les vaya bien en este 2015 y que sea mejor que al anterior:)!

Borja.