Gracias Martillo XIV

Quién pensaría que un perro podría causar tantas cosas? Mario y Damián lo saben.

Gracias Martillo XIV:Confesionesde PrimerGradoaun *Extraño*

Después de las 3 horas de clases con mis alumnos terminé, y eso que solo era Lunes, donde menos horas tenía.

Me fui a la sala de maestros a ver mis papeles y tareas atrasadas, llegaron unos maestros y llegó Olimpia.

-Como te ha ido Dan?-Me decía de cariño.

-Pues bien, no les he puesto a hacer algo por el simple de hecho de ser el primer día, pero mañana empiezo.

-Ya ya, pobres chicos, la mayoría de los maestros a los que les he preguntado han dicho lo mismo, a ver si no se han aburrido...-Dijo en una risita que me contagió- Como has visto a Ian?

-Bueno... Comparándolo a 2 años antes, ha cambiado... Lo veo raro , no sé, ni siquiera se sienta con sus amigos de antes, y poco a hablado o reído...

En verdad era extraño, incluso si fuera un mal día para el chaval él nunca perdía su sonrisa. Y si lo hacía era por estar concentrado en alguna tarea o examen.

-Ya, es que no tengo la más mínima idea del porqué.

-Ya has hablado con él?

-Sí pero como nada, no me ha dicho algo fuera de lo normal. Damián...

-Si...?-Le respondí extrañado.

-Podrías acercarte a él? Tú eres joven y además su profesor, tú podrías acercarte para saber qué tiene?

-Claro que sí Olimpia.

-Gracias Damián, bueno, voy a mi oficina. Oye, no te olvides de la cena a las 7.-Me dijo con una sonrisa a unos metros.

-Hablando de eso, Oli, no quieres ayuda? Si quieres puedo ir a ayudarte con unas cosas, preparar todo eso ha de necesitar más de dos manos.

-Gracias Dan, si no es molestia.

-No no, no tengo nada que hacer en la tarde... Una hora antes?

-Perfecto.

Olimpia se fue y yo me quedé en mi móvil, tenía mensajes de Mark pero no los quería ver, no después de lo que había pasado anoche.

Vamos ya, ya se lo que pensáis pero no lo pude evitar... Como si necesitara explicarles, es que... Joder! La sensación que se tiene... Y más cuando es con alguien tan cercano como un mejor amigo, como Mark...

Con ese cuerpo que se carga, esos brazos, sus manos tan grandes como las mías, el sudor que brotaba de su piel, el olor, sus gestos, sus gemidos, la forma en la que me sujetaba, la fuerza con la que me sujetaba, las caras, joder, sus caras, como nunca lo había visto. Esa cara de "te follo por que te follo", sus huevos de toro, y ni hablar de su polla... esa cabeza rosada soltando sus semillas en mi boca, el sabor.

Mi polla se estaba endureciendo debajo del pantalón, pero no lo puedo negar.

Mario... Pensaba en él mientras movía mi talón de arriba a abajo impaciente. No quería verlo, no sé como aguante su voz en la llamada. No sabría que cara poner, ni siquiera dos meses y ya la había cagado como nunca antes, mi primera vez poniendo cuernos.

Me estoy comiendo vivo.

-Damián, macho, mira, sé que de mi esto viene en un plano raro pero.... Ostias, hay que repetir no?

-Mira ya ya, ya sé que está Mario, pero es tú primera vez, él debe de entender, o no?

-No podéis mentir, aquello que llevamos haciendo dos veces ha estado de putamadre.

...No lo conozco, no sé quién demonios es éste Mark. Estos mensajes hace un mes no existirían en ningún universo paralelo, ni en nada. El Mark que yo conozco nunca diría esto.

-En serio tenemos que hablar Mark. Algo anda mal.

Mi polla estaba a dos pasos de su dureza total, sólo por enviarle un mensaje. Algo enverdad estaba mal.

Solté el móvil que cayó  bruscamente en la mesa y me tallé los ojos y la cabeza estresado. Pareciese que no aguantase nada, pero eran muchas cosas en mi cabeza, por cada palabra insinuante me venía a la cabeza Mark.

Sentia como dos cerebros, como dos sistemas operativos trabajando al mismo tiempo en la misma pc instalándose... eso, así me sentía. HeteDamián y HomoDamián, mierda. Ahora los compañeros a mi alrededor los veía de otra forma, por un segundo me imaginaba las pollas de los maestros en mi cara como un gangbang o un bukake, y al otro segundo solo las maestras, haciéndoles una rusa de otro mundo corriéndome en sus caras. Un asco lo sé.

-Toma -Abrí los ojos tapados por mis manos, era Jake, maestro de inglés, un año mas grande que yo, camisa azul mar y una barba, ojos cafés-, qué tienes eh? Primer día y estresado?

«Lo agarré de sus caderas, él me agarró firmemente con sus dos manos mi cabeza, la bajé el cierre y me metí su polla de sopetón.»

Tomé el café y observé la taza por unos segundos, trataba de quitar aquella imagen de su polla en mi boca que mi cerebro acababa de inventar mientras mi polla le agradecía.

-Nada... Nada.-Le dije sacudiendo mi cabeza confuso de mi parte.

Jake no era mi persona favorita para hablar... No me lo tragaba mucho que digamos, y no era por que fuese un creído o algo, al contrario, el tío era majo y muy amigable con algunos, entre esos "algunos" yo. No me tragaba ciertas cosas de él y todo gracias a los celos que un hetero trae consigo, algo que afectaba algo en mí, tal vez por que él era mejor que yo en algunas cosas o no sé.

-No te ves muy bien que digamos, y nuevamente es el primer día. Seguro que estás bien? -No respondí- Sé que no te caigo del todo bien...-Esperó unos segundos, se iba a levantar de la silla pero le respondí.

-Tengo...! Tengo unos problemas... Jake...-Le dije arrastrando los ojos por la habitación hasta llegar a sus ojos.

Que me hubiese dicho eso hizo que me sintiera mal, al fin y al cabo mi rechazo a él no tenía bases ni razones.

-Ya... y se puede saber cuáles son? O tengo que hablarte en otro año?-Dijo sonriendo pero con cierto tono de enojado. Se sentó de nuevo, atento.

-Vamos, me encantaría decirte tío pero... son cosas que ni yo entiendo... Alguna vez? Alguna vez has arrastrado dos o tres... O cuatro problemas a la vez que son nuevos en tu vida?-Lo miré a los ojos casi suplicando una respuesta-

1 Mich... ella, con quien me separé.

2 Soy gay? Salgo con Mario

3 Acostarme con mi mejor amigo, Mark?

4 Decirle a Mario sobre el problema no.3.... Que saca el problema no.2?

-Mmm sí, la pregunta sería ¿cuáles? Vamos, he pasado por unas mierdas terribles...

-Si pudiera decírtelo así de la nada lo haría, pero algo me detiene, no puedo.... -Lo miré confundido.

-Damián, cuando me tengas la confianza lo harás...

Se fue y me quedé con mi café, sabía que había malentendido lo que le había dicho.

No era de extrañarse, nunca le hablaba y cuando por fin lo hago le digo algo que parece broma. Me tomé mi café viendo al vacío y pensando. Justo ahora me encantaría tener al Mark de siempre escuchándome y ayudándome y siendo un amigo.

////Mario

-Sigues sin ver los mensajes Mario? Vamos ya, leemos!-Dijo Susana impaciente.

-Toma, si quieres leelos.-Dije sin ánimos, acercándole el móvil.

Me miró raro, le insistí con el celular, no quería ver sus mensajes en mis notificaciones.... cada que lo veía me decepcionaba más de mí, y me recordaba de la pelea en mi corazón entre las banderas de Andrés y Damián que lo reclamaban suyo.

Veía como lo leía y las reacciones que le provocaba leer aquello, terminando con una cara de cariño.

-Mario...

-Mande. -Dije aunque no sabía a quién se refería, no parecía dirigido a mi.

-....tío, en serio perdón por lo de anoche. -Estaba leyendo el menaje en voz alta.

-Mmm exactamente qué han hecho? -Dijo Landa, que acababa de llegar de su oficina interrumpiendo a Su.

-Joder Landa! Dejame leer el mensaje! Que es Andrés, ya sabes quién. -Le dijo Su sin quitar los ojos del movil.

-Qué ha pasado?-Me dijo sorprendido y serio.

-Se han enrollado...-Soltó Susana en voz baja.

-Susana...-Dije irritado, cerré los ojos.

-Pero no habías conocido a este chico...? Damián? -No le contesté ni miré.

«Mario, en serio perdón por lo de anoche... En verdad lo siento, mira, no quiero cagar esto, no me lo permitiría, no otra vez. Yo sé que tienes a tu chico, y no me quiero meter en eso... No quiero cagar tu relación, quiero que seas feliz después de lo que pasó entre nosotros. Lo de anoche no debió pasar, nunca, en cambio permití que pasara, fui yo quien fue a tu habitación.

Seguro que te extraño, y te quiero... Pero no quiero confundirte, ni confundirme, quiero que seamos amigos, fuiste parte de mí y quiero que lo sigas siendo.

No has contestado mis llamadas, espero que sea por que no has oído el móvil y no por ignorarme. No quiero que pase de nuevo... Ni quiero que pienses que me aproveché de ti por una noche, no.

Joder, no sé que decir, por favor responde, cuando quieras pero hazlo.

Mario en verdad en verdad lo siento, quiero que seamos amigos.» TerminódeleerSu.

Ninguno de los dos dijo nada, los tres estábamos callados, me tallaba los ojos con los dedos mientras sentía que estos se lubricaban demasiado, eran lágrimas.

Salí de ahí, salí del edificio.

Me recargué en la barra mientras veía los edificios, y la gente abajo caminando. Me arrepentí de aceptar su salida al café.

-Mario...-Dijo la voz de Su atrás de mi.

Sentí la mano de Landa abrazando mi espalda mientras los dos se ponían a un lado mio. Me talló la espalda animándome.

-Ya tío... No será una sensación fácil, pero has aprendido algo. Sobre Damián... bueno, tienes que decirle a él, te parecerá una muralla muy alta y difícil de cruzar pero... Lo tienes que hacer. Como me has dicho antes, "ya tienes el no,  ve por el sí"  no cuesta mucho.

-No es la mejor forma de hacerlo, pero lo has aprendido... Y vamos Mario, Andrés te ha pedido perdón y al final son solo amigos, o no? Ya no es el mismo de antes...-Me dijo Su en voz baja.

No les respondía limpiándome las lágrimas mientras salían más.

-No... Su, Landa, no sólo es eso... -Hize una gran pausa- Me gustaría que solo fuese eso, me gustaría que Andrés nunca hubiese regresado, pero no sé qué es peor, si el hecho de que engañé a Damián o el hecho de que soy el único que siente algo por el otro... Por Andrés, joder!

Ellos no sabían qué decir y yo no sabia qué pensar de mi mismo.

-Mario tío, es imposible enamorarse de dos chavales al mismo tiempo, yo lo sé más que nadie. Tu incluso me has ayudado...-Dijo Landa.

-Tienes que pensarlo muy bien antes de decidir algo. Piensa bien quién es mas importante, si Andrés o Damián. Me da mal rollo verte así, tenia mucho tiempo de no verte llorar y no esperaba hacerlo en mucho tiempo...

Me abrazaron los dos acariciandome la espalda por un rato. No quería abrir los ojos y enfrentarme a los problemas que tenía pero eventualmente lo hice.

-Vamos ya, anda. No nos gusta verte así.-Habló Landa.

Traté de olvidar todo, lo cual ciertamente funcionó por una horas, hasta que se cerró el departamento.

-No le vas a responder?-Dijo con un tono precavido.

-No sé qué decirle, estoy vacio. Ni siquiera sé si le quiero responder...

-Pobre chico Mario, sé que lo que pasó es algo complicado, pero una disculpa como la que te ha enviado pocos.

-Ya, entonces que se supone que le debo de decir si no sé??-Me callé un momento, tenía que hablar con él- Tengo que hablar con él.

////Damián

Toqué el timbre de la casa de Olímpia, llevaba lo que me había pedido, unos refrescos y vasos de plástico, además de una torta.

-Que amable eres Damián, en serio. Pasa.-Nos saludamos y entré a la casa, ya estaba familiarizado con ella.

-Ahora si, quieres que te ayude con algo?

-Uhm, sí, podrías cortar aquellas cebollas en rodajas, y esas patatas también por favor.

Una de las cosas que me gustaban de Olímpia era su gusto de música, siempre atinada a la situación, esta vez tenía jazz en el fondo. Tanto me gustaba su música que me regalaba CDs cada tantos meses.

-Como vas, ya has arreglado tu clase para mañana?-Ella estaba engrasando un molde e hirviendo unas cuantas verduras con carne.

-Ya ya, vamos, que con el plan que nos han dado la hago fácil. Tengo por lo menos dos clases y media preparada.

-Que bueno, la cara de aquellos chicos me ha reventado en risas. Oye, que no me has contado de Michelle.-Dijo en una voz divertida.... la oración no lo era tanto para mí.

-...está en su trabajo. Ella.... Ha tenido que entrar antes, ya sabes como es todo esto.-Dije nervioso sin querer volver a contarle que habíamos terminado.

-Que la han de haber pasado bien eh, cuando piensan celebrar el aniversario? Que no me ha llegado la invitación.-Dijo entre risas.

Grité de dolor, no, no por aquella pregunta, ni por la cebolla en mis ojos, ni siquiera por que me había recordado que nuestro aniversario estaba a una vuelta de la esquiena... O sí, en parte eso y el hecho de que me había cortado el dedo con aquel cuchillo que pasaba todo como si de mantequilla se tratase.

-Pero que ha pasado?!-Dijo preocupada.

-Y Ian? No lo he visto...-Dije nervioso tratando de distraerla pero ya habia oído el grito y visto mi dedo.

-Damián pero mira como te has cortado! Ve con Ian que está en su cuarto, dile que te de unas curitas, están atrás de su espejo en el baño!-Me dijo la preocupada.

Subí un poco rápido a la habitación del chaval pero no lo encontré ni oí. Así que con mi dedo sangrante me metí al baño sin pensarlo dos veces.

-Joooder!-Dije al entrar.

-Pero que coño!!-Dijimos con sorpresa, Ian acababa de salir de la ducha.

Acababa de ver a uno de mis alumnos en completas pelotas. En algo me había afectado. Salí rápido de ahí. Oía como se reía de lo incómodo de la situación que empecé a hacerlo también.

-Hey Ian, necesito una cura, que me desangro en tu piso.

-Ya voy ya voy!-Dijo entre risas- Tomaaaahh.-Dijo extrañado cuando vio mi dedo- joder, que eso hay que limpiarlo.

Antes de poder decir algo salió del baño como todo un salvavidas, alcohol, curas, bandas de tela, y medicina.

-Va, no es para tanto...

Me sentó en su cama mientras inspeccionaba mi dedo limpiándolo con gazas.

Lo miraba extrañado, todo mojado estaba sólo envuelto en una toalla roja de las caderas para abajo, su pelo goteaba y su piel brillaba. Las gotas de agua se deslizaban por toda su piel, hasta por su abdomen medio trabajado.

Me remolqué cuando puso alcohol en la herida.

-Ostia pu....!-Por poco solté una maldición pero mis " reflejos " de maestro me lo impidieron- Solo es una coratadita Ian!

-Tenía que asegurarme sabes, es lógica.

-Ya... Gracias.

-Hey, que te tienes que poner la curita.

Lo dejé a hacerlo, me seguía molestando eso del alcohol en el dedo como las mil ostias. Cuando terminó se levantó al baño. Salió semidesnudo con un bóxer rojo.

-Vamos Ian...-Dije evitando verlo, era mi alumno y yo su profesor, no podía verlo así por que sí.

-Tú has venido o te he obligado yo?-Dijo riendo a mi reacción- Me acabas de ver en pelotas hace unos minutos y ahora te quejas?-Decía él chistoso.

-Ya pero ahí me estaba muriendo.

-En fin, que tiene con esto de que seas mi profesor?

-Vamos joder, que soy mayor que tú, en todo caso me verian como un pedófilo de mierda.

-Vamos, no estoy tan pequeño Damián y tu tampoco, te falta largo para los 30. En fin, qué haces aquí?

-He venido a ayudar a tu madre pero con el dedo así no creo ser de mucha ayuda. Cómo te ha ido eh?

-Para qué me preguntas? Mi mamá seguro te ha contado todo.-Dijo un poco a la ofensiva.

-Bueno sí, pero me ha contado su parte, no la tuya. Has conocido a alguien?-Le pegué con el codo de broma.

-Que va, he conocido personas pero nadie me llama la atención... Buena hay este ti... Esta persona.

-Es un tío?-Le mostré una sonrisa.

Ian era nuevo ... Como yo en esto de cambio de gustos, tenia que ayudarlo, no es facil admitirlo.

-Sí sí... -Dijo tímido- y bueno, es del instituto, hemos salido dos veces...

-Y le gusta la ensalada o la carne o las dos?-Nos reímos.

-No sé, es que no sé como preguntarle... Y es mi tipo Damián! Joder, tiene esta barba y unos ojos...

-Ya, Ian, he tenido amigos, estáis seguro de él? No vayas a invertir en nada...

-Damián más que yo sabes que el amor no es de poco a poco, el amor es o todo o nada. Lo tomas o lo dejas.

Me quedé pensando, nada fuera de lo común, pero jamás, y aunque suene ridículo y poco creíble, lo había pensado de esa manera.

Siempre creí en el amor como aquello que sólo se da tan espontáneamente como el Big Bang, pero Ian me había quitado aquella imagen.

Lucharporelamor , no es algo literal... O tal vez sí, pero no en mi caso.

Dos folladas con Mark y aún así no había caído del todo al fondo que lo que yo estaba haciendo estaba mal.

Él, Mark, era uno de los monstruos del largo camino. Con él tenía que luchar , con él y con la muralla de las mentiras, de los " lujos " prohibidos.

Sí, seguro la había cagado dos veces, pero no darme cuenta totalmente había sido la 3ra.

-Estás bien tío?-Me dijo Ian.

-Sí sí. Ahora regreso, será mejor que ayude a tu madre.

Bajé hasta la cocina nuevamente y terminé lo que había empezado.

-Estás bien? No te has cortado muy profundo?

-No, pero Ian me puesto la curita.Haber te ayudo.-Saqué la bandeja del horno

-Gracias.

-Hay algo más en lo que te pueda ayudar?

-Noo no, no quiero que te vuelvas a lastimar -Rió-. Toma, para ti y Ian.

-Gracias.-Le dije a mitad de las escaleras.

Me tumbé a la lado de Ian en su puff negro. Olímpia me había dado unas gelatinas.

-Dejando las bromas a lado, y Michelle?

-Por qué todos me preguntan lo mismo?-Dije un poco molesto- Vamos, que no estamos juntos, ella está en alguna parte y yo aquí, jo.

-Tranquilo tío...

-Haber, dime por qué no te has sentado con tus colegas de siempre?-Esperaba su respuesta.

////Mario

-Mario!-Dijo Andrés con cara y voz de sorpresa para pasar a una preocupada- pasa...

-Está Rogelio?

-N-no, por?-Me siguió hasta la sala donde nos sentamos frente a frente.

-Andrés..... quiero que me respondas algo... y quiero que seas honesto hasta los cojones.... lo de anoche... lo de anoche -No encontraba palabras-...  Acaso el álbum de fotos y lo que pasó después, te trajo algo de nuevo? Te trae recuerdos, sentimientos, algo?-Lo miré a los ojos rogándole.

-Te trajo algo a ti?-Me decía preocupado y triste.

-He preguntado primero joder.-Dije molesto al salirme una lágrima por el ojo

Bajó su mirada buscando algo dentro de su cabeza.

-Joder recuerdos... Sí... Pero solo eso tío...

Hice un gran esfuerzo para no caerme enfrente de él.

-...Mario, te ha traido algo a ti?- -Me preguntó con cara cuando esperas  a que te digan si vas a morir o no. Ahora estaba a decenas de centímetros cerca de mi.

-Por qué tenías que regresar tío? Por qué me has pedido verme en el café?... Por qué coño le has dicho al mesero que con doble queso? Por qué me has besado? Por qué nos hemos liado joder?! -Pregunté llorando ríos- Por qué coños sigues teniendo ese álbum?

-Vamos tío, p-pero qué coño me estás diciendo?! -Dijo ofendido- Mario, que si te he pedido salir fue por que quería ser amigo tuyo de nuevo.  Ostias, que te lo he dicho hasta en las bancas!....  Y lo del doble queso, pues qué sé yo, así es como te gustan, pensé que sería un detalle.... Pero... pero que si ha sido tu culpa tío!... todo esto ha sido tu culpa!

-Joder no empieces...-Le miraba a través de las lágrimas, con miedo a que de pronto estuviéramos en el pasado y se hubiera convertido en aquel gilipollas.

-Ostias Mario, es que la has cagado otra vez tío!-Dijo sin mirarme.

Nos callamos por un par de minutos hasta que sentía que me asfixiaba

-Andrés, por todos estos años, por lo que me hiciste pasar... Es la última vez que te lo preguntaré... ¿Tú todavía... me sigues... queriendo? -Me costó una buena parte de mí decir aquello.

Agachó su cabeza cuando dije eso, como si le hubieran disparado. Muerto.

El silencio se apoderó de toda esa habitación, solo podías oír las respiraciones intermitentes, los sollozos, y el sonido de las gotas saladas impactando nuestros pantalones y el sillón.

Levantó su cabeza de la nada, con los ojos rojos, pretendiendo sonreír.

-Vamos sí te quiero -Dijo con la voz ahogada-... pero cómo quiero a mis amigos, a Rogelio y a Marlon... Por ti no siento más que eso...-Agachó su cabeza nuevamente.

Me levanté rápido, ya no encontraba razón por la cuál estar ahí, me quería ir. Me tenía que ir.

-A dónde vas?...-Me preguntó, lo ignoré como debí hacerlo desde un inicio- Mario a donde vas? A dónde vas joder?!-Lo oí entre lágrimas cuando cerré la puerta.

Se estaba cayendo el cielo. Me metí tan rápido como pude a mi auto. Me quedé sentado ahí mojado, mirando la nada.

-Armando... te necesito...-Le hablé por teléfono.

-Joder... Mario, no puedo ahora... Por que no mejor hablas con Damián o alguien?-Lo oía con la respiración cortada.

-Vamos Arma, te necesito en serio... necesito a alguien...

-Lo siento, ah!, Mario. -Colgó. No entendía aquello, en serio acababa de pasar?

Arranqué el coche y manejé sin rumbo mientras le marcaba a Susana.

////Armando

-Quién era?

-Tú ocúpate de aquello....-Empujé su cabeza hasta mi polla- Ahora ven.-Lo besé.

-Ostias Armando, eres mi cajaroja , me encantas.

-Sí? Pues tú debes ser mi Cola, cada que bajo tu bragueta destapo la felicidad.-Le dije ocupado con sus labios siguiendo su juego.

Pasaba mis labios por todo su cuerpo,  nunca era suficiente, mucho era poco. Bajé hasta su polla y la tragué como una pastilla.

Chupar aquella capucha y cabezón me ponían como gato en celo, todo él me ponía en celo .

Se retorcía, succioné aquel glande hasta que vomitó en toda mi cara.

-Aaah! Armando!!-Se masturbaba como loco mientras yo le pulía su cabeza.

Compartí su leche con él, besándolo salvajemente.

-Quién te ha llamado?-Me preguntó después de unos minutillos.

-Ostias, Líon, que hasta e dicho su nombre...-Dije con tono burlón.

-Vamos, sí, Mario... pero quién es él?

-Es mi mejor amigo, vale? -Le dije sin querer darle más vueltas al asunto- Cuanto hemos echo esta vez?-Le pregunté cansado.

-Ostias Armando, que nos hemos hecho una hora, será mejor que me vaya al trabajo.-Se levantó rápido a ponerse el pantalón.

Me vestí a la par que él pero más lento.

Lo he dicho varias veces pero es raro como antes admiraba el cuerpo delicado y perfecto de las tías. Ahora me veía a mi mismo admirando la anatomía masculina, voluminosa, musculosa, más "ruda", imperfectamente perfecta... de Líon.

No me importaba ya el qué dirían de mis circulos, me importaba más cuándo vería de nuevo a mi león.

-Hey, Armando, que no quiero ser un nariz larga, pero no he oído muy bien que digamos al tal Mario.-Me dijo en camino a su trabajo.

-...seguro tenía la alergia, con esto de las lluvias a la orden del día y después unos vientos...

-Ya, pero deberías llamarlo por si acaso.

Lo volteé a mirar extrañado.

-Sí tío, claro.-Fui honesto.

Líon me había tumbado del cielo. En el que estaba cuando me llamó Mario.

Lo que le oí no era alergia... y si se pudiera catalogar como alergia Mario tenía alergia al amor.

-Te paso a buscar u hoy te irás en el tuyo?

-Será mejor que me vaya en el mío, estos " follajes " me cansaron y empezarán a sospechar si ven mi carro 4 días seguidos aquí.-Me dijo ya fuera del carro.

Fui de reversa para salir del estacionamiento mientras veía como entraba a la edificación y saludaba a unos cuantos.

Puse la radio, solo para entretenerme en el camino, no era muy necesario ya que mis ideas se atropellaban en mi cerebro. Bue, ni tantas.

Poco a poco bajaba de mi cielo para llegar a ser un mortal más.

Líon me había llevado hasta allá arriba para bajar solo. El sexo lo agradecía pero la sensación que dejaba después era... Rara.

Fui un completo idiota al colgar a Mario, él tenía razón: nunca me llama para hablarme del modo que lo había echo hacía una hora. Tengo que ir a verlo pero ahora no podía, tenía trabajo. Tenía que ir pero no sabía ni qué decirle.

Cuando me di cuenta estaba estacionándome.

Entré para ver a Aurelio en el mismo lugar, viéndome con ojos más normales que antes pero aún esperando por algo. No lo miré mucho ni siquiera con las ganas de antes.

-Hey Armando...-Me saludó con una sonrisa grande.

-Que tal tio.-Lo saludé sin muchas ganas, y sin verlo mucho. Le sacudí el hombro amistosamente.

Subí las escaleras a mi piso sin voltearlo a ver, lo podía notar viéndome por el rabillo del ojo.

-Una hora tarde... joder pues qué has hecho?-Me preguntó Saúl cuando llegué a nuestro piso.

-Qué harías si necesitas a tu mejor amigo y éste te ignora?-Le pregunté sin meditarlo mucho.

-Ya... es acaso una indirecta, necesitas hablar?

-Sí y no... al mismo tiempo. No, lo digo por Mario, que he pasado de él como una mosca y porque quiero saber tu reacción.

-Para empezar por qué motivo habrías de pasar de él?-Me dijo al momento en que solté mis carpetas en mi escritorio.

-Por algo Saúl, por algo. Si no te lo he dicho es por algo, si?-Me tallé los ojos.

-Y con esa actitud quieres que te ayude? Que te vayan dando por culo ya.

-Ahhhg, perdón.

-Ayer sales temprano a tus anchas, y hoy te vienes con esta actitud...

-Perdón. Entonces, cual sería tu reacción?-Dije sin mucha importancia.

-Joder, pues no sé... me molestaría.-Dijo enojado. Me daba risa su cara y su tono de voz.

-Ya ya, gracias...-Casi no me aguantaba la risa.

En fin. No había mucho que hacer más que el papeleo de siempre, los papeleos del edificio de Lion.

Saúl y Roxxana me levantaron el ánimo poco a poco durante todo el dia. Haciéndome olvidar a Mario.

Terminé trabajo atrasado, arreglé los papeles de Lion, les conté la historia de él y yo como nos conocimos gracias a Damián, claro, sin aclarar las relaciones entre cada uno.

-Entonces qué, habeis echo algo tú y tu tira trastos?

-De que va... tal vez.-Les dije en broma a los oídos de los dos, Saúl y ella mientras bajamos las escaleras hacia el estacionamiento.

Lo vi a unos metros de distancia hablando con un tío, él parecía decaído, y el otro enojado. Ostia.

Me miró por unos segundos para volver a ver la camisa negra de aquel tio. Nos acercabamos en cada paso y los podía oír cada vez más.

-...no te creo Au... imbécil.... joder, Aurelio.-Lo alcancé a oír, me volteó a ver, estaba en verdad enojado.

-Vamos... K, no lo hagas...!

No presté mucha atención, hasta que lo vi acercarse a mi. No iba a ser algo bueno.

-Quién coño te crees eh?! Crees que puedes ir tirándote a quien quieras?!-Me empujó.

-De qué hab-Tiró el primer golpe en la cara, me recuperé en seguida- Ooh, joder, quién seas, no estoy de humor para recibir golpes...

-Joder K, cálmate...!-Dijo Aurelio a un metro.

-Vamos que qué pasa, cálmate tio!-Dijo Saúl.

-Ya ya, que no pasa nada.-Le respondí a Roxxana y a Saúl- Y tú de que coño hablas?-Me levanté con ayuda de Rox y le respondí al tal K.

- Hazte el puto chistoso, tirandotela de macho con tus amigos y en lo oscuro te gustan las pollas?-Me volvió a empujar haciendo que casi me volviese a caer- Joder, que te has metido con mi novio!-Volvió a pegar.

-Que me he metido con tio??!-Lo empujé fuerte- Lleva MESES tirándome los putos trastos, que le haya respondido por calentón no significa nada!-Lo golpeé para que hiciera lo mismo conmigo.

Nos caímos al piso, nos estábamos haciendo un nudo.

-Policia!-Gritó Rox con miedo, el oficial vino corriendo.

Landa nos separó, Aurelio lloraba sin hacer nada más que llamar a K. El policía vino y levantó al extraño con los ojos llorosos, no por mis golpes, si no por el golpe que Aurelio le había dado al corazón. A él le sangraba la nariz y a mi la boca.

-Lo siento tio! No sabía nada...-Le dije a K tratando de disculparme. Arrastró sus ojos de los míos a los de su chico.

-Retírese por favor si no quiere ser arrestado.-Dijo el policía al agresor.

-Joder Aurelio..., lo nuestro acabó.-Le dijo enojado y triste para irse.

Ví como Aurelio lo seguía, para irse con el suplicándole, el policía me revisó y se fue.

-Mierda Armando que fue eso?!-Preguntó Rox sorprendida.

-Nada...-Dije molesto por el golpe.

-Armando que no somos niños.-Dijo Saúl preocupado.

-Si no son niños hagan sus conclusiones.... Que el maricón y yo nos liamos.

Se callaron unos segundos.

Insistieron en ponerme bandas pero insistí en contra.

Había aprendido a las malas a no meterme en terrenos extraños.

Me fui a casa de Mario directo, el moratón me molestaba cada segundo y el sabor a sangre no eran placentero, escupía a cada segundo por la ventana.

Llegué hasta donde Mario y toqué el timbre, para ese momento se me había bajado el enojo y me había preocupado más por mi amigo. Entré a su casa, estaba abierto, solo tuvo que abrirme la puerta.

-Qué te ha pasado? Estás bien?-Me preguntó sin tanta energía.

-Eso no importa. Tio, perdón por colgarte en la mañana, he estado... haciendo unas cosas y te he tenido que colgar enseguida. De verdad lo siento. Hasta ahora he podido venir, me preocupaba por ti, qué ha pasado??-Lo abracé fuerte.

-Es sobre Andrés tío.-Se sacudió su nariz irritada.

-En serio no le has hablado a alguien más? Susana, Landa? -Me sentí peor- Qué ha pasado? Dime que no es Andrés el que pienso, por favor.-Le dije preocupado

No me respondió pero su cara me lo dijo.

Nos sentamos cara a cara en el mismo sillón me dijo todo, desde Damián hasta ayer en la noche.

-Y no sé qué hacer, en ambos casos la cagaré... eso es justo lo que no quiero. Lo quiero mucho Armando...-Decía entre lágrimas- No lo quiero perder. Cuando estoy con él todo cambia, todo tiene más color... Desde que lo vi enojado cuando el accidente...

Me llenó de vida, me llenó de todo... Pero luego está Andrés... Joder, todavía lo quiero y después de lo que ha pasado me ha sacado sentimientos otra vez que pensé que ya no existían... Armando, estoy echo un lío.

Lo abracé.

-Mario Mario... tienes que irte por Damián... el tío es majo, es... guapo, es honesto, te quiere, es completamente tu tipo , y vamos, Andrés solo está aquí por un rato, lo de ustedes pasó hace años, además... El ha dejado claro que no tiene sentimientos por ti...

Tanto él como yo necesitábamos del otro, sentir sus brazos alrededor mio se sentía bien, lo necesitaba, me protegía tanto como yo a él, y sentir mis brazos alrededor de su cuerpo protegiéndolo me hacia sentir bien igual.

////Damián

Después de la cena quedamos o quedaron los maestros abajo charlando, yo en tanto me subí con Ian y uno de sus amigos, No fue mucho hasta que oí que algunos se iban, era raro considerando que no eran ni siquiera las 9. Bajé a despedirme de ellos.

-Que ya se van? Vamos, no es tan tarde...-Les dije sacudiendo sus manos.

-Bueno, es que vamos a por unas birras... no querrás venir o si?-Respondió uno de los tres mientras los demás sonreían.

-Mmm, ya que sí, solo esperen. No soy molestia cierto?-Miré a los tres.

Entre esos tres estaba Jake... necesitaba hablar con él después de lo de la tarde.

-Que no que no tio! Como crees.-Respondió el segundo.

Entonces me fui a despedir de Ian y su amigo, además de Olimpia, y los demás maestros para después irnos al bar.

Oía como platicaban los tres, pero no tenía taantos ánimos para hacerlo, hablaban de cosas de política

Dos mayores y dos jóvenes, quién lo diría, cuatro maestros de cervezas.

-Mejor, nos vamos en dos carros, para que no tengas que venir a regresarnos...-Dijo Jake.

-Buena idea, además él vive de paso a mi casa.-Dijo el más viejo al segundo más viejo.

-...eh, Damián, te vienes conmigo o te quieres ir con ellos?

-Contigo.-Acepté siendo amistoso.

Los cuatro nos subimos a los carros y fuimos al pequeño bar.

Los primeros minutos fueron incómodos, lo único que no dejaba que el silencio tomara el control era el sonido de los carros y de la radio.

-Jake.-Dije de improvisto harto de la incomodidad.

-...si?

-Mira, sé que me tomaste de coña en la escuela, que creiste que te estava tomando el pelo, pero no te estaba mintiendo... Y quería aclararlo. Sí... No siempre me has caído del todo bien pero jamás haría algo así, no soy tan gilipollas.

-Sí... Pero vamos nunca he entendido por qué te caigo mal. Vamos, que si hice algo que te molestase en mis primeros días perdón.

-Que va, no. No sé, eres tan amable que... Siento que me aproveché de ti de cierta forma.-Sonreí.

-Y ya me tienes confianza?-Preguntó después de unos minutos.

-Va, ya, que sí, que te conozco de hace 4 años.-Le dije nervioso.

-Bueno, y que problemas tienes tío. Tu cara de estrés en la escuela me ha sorprendido.

-Es que... esto no se lo he dicho ni a mi novio... Joder.-Se me escapó. Sentí todos la miedos del mundo encima mio. Esperaba con miedo la respuesta de Jake.

-Pues que problemas son Damián?-Dijo sin juzgar.

Aún así sentía estas cosas raras en mi estómago, no me sentía bien. Me sudaba la frente.

-Por favor, no le digas a nadie Jake... No se los he contado a mi mejor amigo, a mi... mi... pareja, hermanos, ni a nadie y me están volviendo loco tío...

Me metí al baño tan rápido como bajé del auto, me fui directo a estos creyendo que vomitaría pero no, solo era esta sensación extraña en mi tronco de querer vomitar. Al final la sensación bajó hasta poder levantarme sin tener urgencias. Me eché agua en la cara tratando de calmarme.

-Damián estás bien?-Preguntó uno de los maestros.

-Sí sí, solo que algo me ha caído mal.-Mentí.

-Bueno, será mejor que no te metas más cosas que si no serás una bomba.

-Sí... y Jake?-Pregunté con lo que parecía un poco de miedo.

-Eh... está allá, me dijo que quería hablar contigo a solas.

-Ya, gracias.

Me dirigí hacia su mesa a unos metros de donde estaba. Caminé lento sin querer realmente llegar ahí, enfrentarme a una discusión sobre mis problemas me aterraba a mi mismo.

-Jake.-Lo saludé nerviosamente.

-Damián... ya vamos, que te puedes sentar.-Se rió.

Hablamos por unos minutos hasta que nos callamos. Ya me había tomado 2 cañas, y faltaba poco para llegar a mi punto de quiebre.

-...quieres hablar de lo que me has dicho?

Es de lo último que me acuerdo de esa noche, eso y cómo vomité todo el alcohol en las afueras del bar.

Sentí mis sentidos despertarse, el tacto el olfato y la audición. Se sentía cómodo, era una cama, olía a limpio, era una casa y no las afueras del bar, no se oia nada más que los carros pasar y las gotas de lluvia caer.

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Espero que les guste como siempre lo hago, mucha gracias por sus comentarios y mensajes que me hacen llegar, los aprecio mucho.

Para responder a Juliangon1990 y Daniel del relato anterior, me han hecho caer en cuenta, gracias por decirme, he leido seguido los relatos y debo admitir que sí se la pasan mas con otros que con ellos mismos, que pronto los pegaré de nuevo. Gracias.

HADES68 y Keegan, gracias por los comentarios, que me gusta mucho leerlos, a todos, pero aún así muchas gracias, he dicho millones de veces pero en serio, tanto ustedes como todos los demás, me animan bastante a seguir escribiendo. Así que a todos, se los agradezco.

Saludos, Borja.