Gracias Martillo (VII)

Quién pensaría que un perro podría causar tantas cosas? Mario y Damián lo saben.

-Y... lo quieres hacer ahorita? -Me preguntó,  los dos no sabíamos como actuar.

-Cuando notes algo raro será cuando empiece. -Dije.

Aunque yo hablara no me sentía yo, como si mi cuerpo hablara no mi mente, como si mis instintos sexuales animales hubieran sido desencadenados.

Volvimos a jugar y en un momento me apoyé por completo en el sofá, los dos jugábamos sin prestar atención a otra cosa que no fuera la televisión.

En un momento de locura por jugar Marc se inclinó hacia mi y me tocaron los músculos de su brazo.

-Verga, cuando te han crecido estos músculos? -Dije atónito, él me miró aguantandose la risa esto hizo que se le  marcasen las venas en su frente, estaba rojo de la risa, no pude contenerme y solté una risa pero continué con el teatro.- No puedo ni rodearlo con mi mano.

Manoseaba sus músculos mientras lo miraba directo a los ojos.

-He, pues he estado yendo al gym... te gusta? Siento que aún me faltan más.

-Que si me gustan? Me fascinan tio. -Dije mientras ahora le agarraba los dos brazos.- Va, pero si tienes biceps tienes cuadros no?

-Marcados como fuego. -Paso su mano sobre su abdomen de una forma lenta e incitante.- Los quieres ver?

-Enseñamelos joder! -Dije emocionado.

Se levantó la camisa y dejó ver hasta donde empezaban sus pectorales. Pasé mi mano sobre sus cuadros arrastrando mi mano y dedos sobre su piel mientras sentía como si tocara una pared.

-Joder, estas duro como una piedra.

Llevé mis manos hasta sus pectorales y empecé a magrearlos. Levanté su brazo derecho y besé su músculo mientras otra vez estaba jugando con sus abdominales. -Vaya que te gustan. -Dijo mientras se acomodaba en el sofá.

Me puse encima de él y le besé el cuello, le levanté la camisa hasta arriba de sus pezones y me pasé a estos, saltó un poco por la sorpresa.

-Mil ostias! Vas en serio. -Se dijo a sí mismo. Cerró sus ojos y dejo caer su cabeza en el respaldo del sofá para finalmente poner su mano en mi hombro.

Besé todo su abdomen y para ese punto el ya estaba medio roca así que nervioso sobé su bulto cuando lo hice sus dedos se aferraron más en mi hombro.

Bajé hasta su ombligo y soltó un gemido.

-Aah!...-Gimió excitado. Volví a besarle el ombligo y volvió a gemir.

Seguí la linea de vellos que llevaban hasta su bulto, le bajé los pantalones y a través de su boxer blanco podía su polla dura sobre su pierna izquierda. No tardé más y le besé la polla aún debajo del boxer, su polla reaccionó con un pequeño espasmo que me dio luz verde.

Bajé hasta el inicio de aquel regalo y llegué hasta sus huevos, los chupé y hundí mi boca en ellos.

Subí hasta su ombligo otra vez y llegué al borde de su boxer, puse mis dedos debajo de éste para bajarselos, levantó la cabeza como si estuviera negando algo.

-No, no, esto debe ser una broma... -Dijo atónito.- Te quiero ver comiendo mi pollón.

Me ayudó con su boxer y con su mano derecha se bajó el boxer lo suficiente para que su polla saliera rebotando de ahí, la agarré con mi mano y mirandolo fijamente en todo este proceso me metí su glande en mi boca.

-Mil ostias otra vez!! No estás jugando. -Se afirmó. Llevó la cabeza hacía atrás y me volvió a mirar levantándola de nuevo.

Seguí a tragarme su polla hasta la mitad cuando me dieron arcadas, oí su risita y me esforcé con lágrimas en los ojos de tragarmela toda, justo como me hizo Mario. Me saqué su verga de mi boca en un segundo, no podía respirar. Todo ese palo estaba empapado de saliva, los hilos de saliva nos conectaban a los dos.

Le seguí mamando normalmente hasta que me paró lentamente.

-Ehh... es suficiente tío....-Paró por unos segundos, pensé que me pararía pero no, al contrario.- Levántate, tenemos que follar.

Su selección de palabras fueron tan...  órdenes, "tenemos" , dijo.

-Follame ya.

-Estás seguro tio? Tengo una manera "especial" de follar.

-Hasta los huevos que estoy seguro.

-No todas me han aguantado. -Me dijo en voz baja al oído.

Nos levantamos y le di un beso en su pecho. Se agachó y sin advertirme me agarro con sus dos brazos mis piernas, enseguida me agarré de su cuello y ahora me estaba cargando, me llevó hasta la mesa y me depositó en ésta.

Con sus ojos cerrados me beso parte del pecho hasta el cuello, me agarraba con firmeza mis nalgas y mis piernas, cuando dejó de besarme hizo algo que jamás pensé que haría, se agachó y empezó a comerme el culo por unos segundos hasta que subió de nuevo, escupió en sus dedos y empezó por meterme un dedo.

La sensación era rara, estaba tenso y eso se reflejaba allá abajo. Marc, con la mano que le sobraba me agarró del hombro y simuló follarme.

-Quieres que eso pase??

-Joder que sí.

-Entonces relájate,  calmate...

Cerré mis ojos y traté de familiarizarme con aquella sensación, pronto me calmé y sentí como su dedo grueso entraba por mi culo, la sensación fue más que placentera, me relajé más y metió otro dedo, así siguió hasta que pensó que estaba lo suficientemente dilatado.

Agarro su polla y puso la punta en mi ano, metió su cabeza y dejé ir un gemido de dolor.

-Ahorita te quejas, al rato quieres más. -Dijo con una sonrisita.

Se puso el condón y ahora sí metió su polla, mi cara de dolor no tardó en hacer acto de presencia pero a Marc no le importó,  metió lentamente todo su pollon.

-Tio para! -Grité apretando los dientes. Me hubiera movido si no fuera que algo de esa situación me ponía la polla de punta.

Para mi placer Marc iba para atrás,  sentí un alivio mientras su verga salía de mí. Todo iba bien hasta que lo sentí de regreso, esta vez el dolor era menos pero aun así quería sentirlo. Tenía la cara roja, la boca cerrada con fuerza y los ojos también, con mis manos apretaba las muñecas de Marc. Sus pectorales se retraian con su excitación, su cara era excitante igual.

Marc dio una embestida rápida a la que no estaba listo, gemi fuerte.

-Joder dame. -Le dije con los ojos entrecerrados.

Marc aumento su velocidad, yo gemía cada segundo, tener su gran polla dentro de mí era flipante. Él soltaba gemidos de vez en cuando, me ponía como burro la forma en la que se mordía los labios, se alborotada los cabellos, la forma agresiva con la que follaba, la fuerza que ponía en mi hombro.

-Aaghh, te gusta?? -Me dijo entre embestidas.

-Joder, que si no... Follas como un puto loco.

Empecé a pellizcarle los pezones, cerró la boca con fuerza y dejo caer su cabeza para atrás y gemía como loco. Me levanté sobre mi espalda baja y empecé a comerme su manzana de adán y sus orejas, soltó un gemido más fuerte, me fui a sus brazos y me perdí.

Lamía cada milímetro de piel a mi alcance, empecé a comerme su pecho para después irme a uno de sus brazos, lamía el borde de su axila para después pasar por ésta y comermela toda, Marc bajó su brazo quedándome comiendo su axila.

-MIL OSTIAS! Joder, que bien se siente! -Decía sosegado por el placer.- Sigue!

Atrapado ahí lamía todo, el sudor, sus vellos hasta dejarlos pegados a su piel por mi saliva y su sudor. El olor me excitaba aún más, un poco,  solo un poco a sudor combinado con desodorante masculino.

Dejé sus brazos y me fui a su pezón.

-Levántate.

-Te vas a venir?

-Estoy cerca tio. -Me respondió cansado.

Fuimos al sofá y me puso en cuatro, me había acostumbrado al tamaño de su polla así que no me dolió tanto como la primera vez.

Sentía como sus huevos pegaban a los mios en cada embestida dada, el sonido era excitante.

En un momento me dí cuenta que Marc gemía más de lo normal, sus embestidas eran más duras y constantes, la fuerza que ejercían sus manos en mi cintura empezaba a doler.

Me embestía tan rápido que tenia que parar y darme lento por que él se cansaba y a mi me dolía.

Ahora, gemía en cada momento y en voz alta, sacó su polla de la nada, me volteó.

-Joo!! Que me voy a venir! -Desde la mitad de su pecho hasta su frente estaba roja, y en sus brazos como en todo su cuerpo sus venas resaltaban.

Se masturbaba frenéticamente sin poder abrir los ojos, soltaba gemidos suaves que los anteriores pero igual de intensos, me comí su cabeza y la succioné hasta que me acordé de su punto débil. Seguí de nuevo su hilera de pelos desde su pelvis hasta su ombligo.

-Oooh no, ni se te ocurra cabrón! -Me soltó igual de rojo y marcado pero con una sonrisa. Le sonreí porque no le haría caso, lo miré con rebeldía mientras el meneaba su cabeza de un lado a otro y llevó su cabeza atrás cuando con la punta de mi lengua le toqué el ombligo.

Sus rodillas le fallaban, como si hubiera perdido noción de ellas, y calló en el sofá.

-Aaaah! Ostia puta! -Sentí sus fuertes  trallazos chocar con mis pectorales. Seguí chupando su ombligo  hasta que con su mano me obligó a ir a su polla, me la metí entera y la saqué, dejé que se corriera en mi boca, en todo esto nunca dejó de gemir. Y por último recogí la mayoría de su semen en todo su abdomen.

Aun cuando su polla habia perido su total dureza seguía teniendo espasmos que dejaban salir mas leche.

-Eres un puto cabrón... -Dijo con una sonrisa de cabrón con sus manos en su cabeza y respirando entrecortadamente. Se sacudió su polla empapada en leche en mi boca y se dejo ir por el cansancio.

-Y tú... tú un puto animal. -Carcajeé dejándome recargado en su abdomen embabado y con mis rodillas en el piso.

Su respiración era agitada, la de los dos, aún así se carcajeó. Nuestros cuerpos soltaban gotas de sudor por todas partes.

-Te lo advertí tio...

Tomé mi tiempo hasta que me fui a bañar,  Marc seguía exhausto.

-Que me baño tio.

No me respondió,  solo asintió.

//// Mario

-Te gustó? -Me preguntó con una sonrisa Armando tomando de su bebida. Después del cine habíamos ido a comer algo.

-Estuvo genial tío, gracias por... invitarme.  -Le sonreí.

-De nada. -Se sonrojó un poco, me reí de su reacción y él también.- Hey, tengo una buena idea, y si vamos a los juegos estos de los boletos?

-Va, estupendo.

Nos fuimos a los juegos, estuvimos como niños chiquitos jugando.

-Espera, tengo una llamada -Le dije a Armando. - Hey Damián, que pasó?

-Nada, solo... solo te quería hablar y bueno... ver como estabas.

-Ja! Pues nada, estoy con Armando en unos juegos, ya terminaste con tu hermano?

-Sí, de hecho no me tomó mucho tiempo... ya no regresé contigo por... por lo de anoche. -Lo oí reírse.- y bueno, el sueño me ha ganado.

-Ah, no te preocupes -Me reí igual. Volteé a ver a Armando que hablaba con una tía de ahí de una forma seductora.- Sabes... estaba pensando si podiamos vernos mañana? -Le dije nervioso.

-Mm Ma mañana? Sí, claro, solo dime a qué hora.

-Pues no sé, al medio día....

-Va, me parece bien tío. Bueno... me tengo que ir, ojalá estuviera ahí contigo.

-Ok, nos vemos, igual yo.

-Era Damian? -Me preguntó Armando.

-Con quien hablabas tú eh? -Le pegué en su hombro.

-Con una tia, quedamos para salir luego, se me hizo muy maja.

-Armando, tu piensas sentar cabeza algún día? Joder, a veces me espanta la edad que tenemos y no hemos estado en una relacion estable.

-Sí,  después de lo de Michelle.... me siento mal. Y tu, bueno, has estado en 2 relaciones cortas pero relaciones.

-Va ni lo menciones. Regresamos a la casa?

Una vez que llegamos me puse a ver mis redes.

-Tio... vamos, has hablado con Andrés? -Me preguntó Armando viendo el ordenador.- Joder, dos al mismo tiempo?

-De que Andrés hablas?

-Tu sabes bien...-Me acerqué al ordenador y Armando fue a la sala a ver la televisión.

Andrés, joder, fue de los que en un momento jugó conmigo. No terminamos bien.  Acabamos fatal, ninguno de los dos nos hablamos desde que todo se fue abajo, peleamos y lloramos muchas veces, era una relación sin base.

-Sé que este mensaje salió de la nada pero en verdad necesito hablar contigo. -Decía su mensaje.

Me tardé en contestarle, tanto que pensé que no me respondería de nuevo pero lo hizo.

-Por que no me lo dices aquí?

-Te necesito ver.... no te lo quiero decir por aquí por que sé que me tomarías como loco.

-Después de 5 años y hoy de la nada me hablas? Tío, me dejaste más que claro que fui un estorbo. -No pude evitar enojarme a su mensaje, actuar como si entre nosotros nunca hubiera pasado nada, joder, que puto gilipolla.

-Mario, por favor, yo sé que acabé con todo de la peor manera, pero ya no soy el mismo de esos años.

No te lo quería decir por aquí, pero ostias, te extraño un mogonal.

Probablemente crees que estoy loco, y créeme, yo a veces pienso lo mismo. No te he podido sacar de mi cabeza desde hace unas semanas,  me estoy volviendo loco por ti, ya sé que esto parece escrito por un psicópata pero no, Mario te extraño.

Me harías el mundo si... si pudiéramos ir a tomar un café juntos, solo tu y yo... por favor, solo quiero hablar contigo y ser amigos una vez más...

A pesar de terminar como un completo desastre, Andrés... Andrés tenía lo suyo, cuando estábamos solos en un cuarto me demostraba todo el amor que tenía, me abrazaba, me daba besos, jugábamos y salíamos con nuestros amigos sin que ellos supieran y con todo eso él encontraba una forma de darme besos y demás cosas sin que nos vieran.

Cuando cumplimos 3 meses, hicimos varias cosas, fue uno de los días más felices que he tenido.

Teníamos tanto en común y nos divertimos con cualquier cosa, pasamos tantas cosas memorables.

Aún con todo lo que pasamos, nuestra última conversación fue tan contrastante:

-Joder, no puedo contigo más, estoy hasta los huevos de nosotros, por que no dejamos este puto juego eh? -Me decía hace 5 años.

-Y que fue de antes? Me vas a decir que no te gustó estar en aquella playa despiertos hasta el amanecer?  De las millones de veces que me besaste? Y ahora me vienes con el chiste de que eres un jodido hetero, va, pues las veces que me rogaste para que te siguiera mamando o besando dicen lo contrario, ni tu te la crees.

-Y tu te creíste todo no? Como cualquier jodido maricón lo haría, piensa lo que quieras. Todo fue un juego desde el principio. Todas las veces que cerraba los ojos me imaginaba que eras Yizel.

Pensar que gasté 5 meses contigo, lleno de falsedades y juegos. Fue divertido, lo admito.

-Un juego? No lo parecía cuando venías conmigo a llorar a mis brazos. Y Yizel? En serio, tan bajo te haces ver caer? Que mal que hayas salido conmigo a sabiendas que no llegarías a Yizel. Terminar esto no te quita lo maricón que eres, si por eso lo haces.

-Sabes, me da mal rollo que no aceptes que todo fue un juego. De todas maneras, espero que te haya gustado probar mis labios y mi polla, he conocido a mejores tias. Me das lástima.

Leer eso fue como dispararme al corazón, todos los recuerdos manchados por una simple inmadurez.

-Andrés, por que no lees los mensajes de ése último día y ponte en mi lugar.-Sentí una corriente pasar por mi.

-Lo sé, los he leído varias veces y no sabes lo mal que me siento. Joder lamento esas palabras, estaba echo un jodido desastre. Me he puesto en tu lugar infinidad de veces y no sé como has podido seguir mirándome a la cara, fui un cerdo, fui un patán fui un gilipollas.

No sabía que responderle.

-Sólo un café por favor, sí? No soy el mismo de antes, solo quiero hablar

-En donde?-La curiosidad me mataba, además de que aún tenía sus espinas en mi corazón.

-Es un Sí???! Joder mañana en El Efac Roma a las 4?

-Está.

Soy un "sin remedio", me tapé la cara y exhalé exhaustivo, quería ver que tan cambiado estaba y sobretodo ver que tanta verdad me decía.

Era un idiota, abrí mi baúl de recuerdos y me aplastaron.

Millones de besos, caricias, palabras y promesas, amigos,  escenarios, abrazos, recuerdos... recuerdos que me obligué a  olvidar y que ahora invadían todo mi cerebro. Lo mucho que le quería lo había escondido muy dentro de mi.

Sus últimas palabras no me dolieron tanto, me dolió más el hecho de que el no se aceptaba y tenia miedo,  saber que no tenía a donde ir cómo se sentía. Era como dejar un cachorro en una gran ciudad.

////Damián

Bajé a la sala y para mi sorpresa Marc se había bañado en el baño de abajo y ahora se encontraba en la sala de estar con una playera holgada y unos boxers negros.

Dejó caer su vista en mi y se empezó a reír nerviosamente.

-Que coño ha pasado? -Dijo a carcajadas.

-Algo genial de seguro. No lo puedo creer... En serio pasó? En serio me acabas de follar?

-Sí tío, suena raro pero hostia que culo tan más majo y follable tienes, y tu primera vez, joder la tomas como un campeón!... y te los tragas como uno igual.

Hice para sentarme pero sentí una molestia, me cambié de posición y fue lo mismo, Marc se reía.

-Eres un puto animal. Como coño puedes follar así? Y eso de que te comiera las axilas, ostia, si hubiera estado en mis cinco sentidos te hubiera dado un coñazo.

-Va, dime que no te ha gustado, que sí has gemido como un loco. Tengo mis fetiches, o tú no? Joder, flipo todavía, tu culo virgen y sentir como entraba ahí... -Tiró la cabeza para atrás.

-... se... sintió de puta madre tenerte ahí,  joder, eras un taladro... Y, en serio. El ombligo?? El ombligo es tu punto débil? ?

-Que me tumba todo el tiempo. Cuando pasaste tu lengua, jo, me hice agua.

-Literal. -Me reí.

-Ahora me tienes que explicar todo esto, que te considere mi hermano no quita el hecho de que te entienda todo el tiempo.

-Si si, pero no ahora... -Cambié de cara.

-Todo bien allá dentro? -Señaló mi cabeza.- Está todo en orden ahí dentro?  -Me dijo más serio.

-Sí, todo normal, en serio.

En ese momento sonó el teléfono y Marc contestó, puso cara de haber visto un fantasma.

-Si, he llegado... bien bien, y tu? Si... me ha contado algo. Lo tengo acá lado... sí, hasta luego.- Me pasó el teléfono.

-Si? -Dije sin saber quién era.

-Antes de que me cuelgues, necesito.... necesito hablar contigo Damián. -Era Michelle, no tenía la más mínima idea de como actuar ni que decir.

-Lo siento. Yo. Yo. No sé. -Dije como un robot.

-Por favor, lo siento mucho, quiero hablar contigo, resolver esto como adultos. -La oía llorar.- Déjame ir a tu casa, para que resolvamos esto.

Oirla llorar me sacó mas de mí.

-Si... si, mañana a las 5. -La oí despedirse y colgué.

-Que que que has hecho? -Me preguntó Marc preocupado.

-No no no sé, no sabia que decir ni como actuar... va a venir mañana, no sé qué hacer.  -Me puse nervioso, otra vez sentia esta cosa rara en mi estómago.

-Tranquilo, me puedo quedar contigo y ya está, no hay mucho de que preocuparse. Si... te sirve claro.

-Sí, quedate y y así no me siento taan mal. -Me preocupaba el simple hecho de verle a la cara, y ahora tendría que charlar con ella, ostia.

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Me alegra mucho ver sus comentarios, antes difícilmente alguien comentaba y ahora a unas horas de postear veo sus comentarios, que es un gusto leerlos cada vez.

Esta vez las gracias van a Matias, Marino Diaz, Albany, Yvone, Ricardo, Odlanier, Jeyson, Zoele, RocKeitOrsh, Hades68 y Keegan, y si me comí alguno mis disculpas, igual a todos muchas gracias.