Gracias Martillo (IX)

Quién pensaría que un perro podría causar tantas cosas? Mario y Damián lo saben.

////Damián

Reíamos con los programas que veíamos, me gustaba escuchar su risa y verle sonreír, joder, tenía al tío perfecto, y nunca de los nuncas me imaginé que diría eso.

-Heey... que tienes?

-Nada, solo te admiro. -Le di un beso. suavemente.- Te veo y me siento... joder, con unas ganas de besar al mundo...

-Es oficial tío, estás raro -Me dijo con una sonrisita.- No me has contado lo de... Michelle, como te ha ido? -Dijo con una cara de preocupado y un tono igual.

-Aaahh... me imagino que es lo que me viene comiendo la mente, mi subconsciente hace un buen trabajo. -Traté de bromear, pero la verdad es que no sabía a donde mirar.

Exhalé antes de continuar.

-...le he dicho todo... o gran parte de, hemos llorado y hablado pero yo no he podido... perdonarla, yo...no pude, no puedo creer que después de lo que pasé no la haya engañado y ella va de fiesta y se lía con el primero que encuentra, sabes? -Le dije un poco enojado.-... eso y el hecho que no me gustaba ya, no podía mentirle. Le he dicho que he conocido a alguien más y que estoy feliz, que lo mejor es terminar esto...

Me besó fuerte en los labios.

-Va, y... el anillo? No piensas divorciarte de ella? Lo mejor es que le has dicho toda la verdad, y es mejor que te vayas por la verdad a que... a que luego... joder, no sé, vivas una mentira.

-Si...yo prefiero decirle todo...

Observó nuestras manos entrelazadas por nuestros dedos por unos segundos cuando soltó su mano. Lo miré sin entender su reacción.

-Que pasa?

-Yo...no... yo no estoy seguro de esto, que me gustas y te quiero pero me da miedo que otra vez.... salga perdiendo... y verte ese anillo cuando dices no quererla y que hables de ella... me da mal rollo, me dan celos... y joder! No quiero ser de esas personas que te controlan, no quiero que pienses eso. -Exhaló estresado.

Me le quedé viendo chistoso.

-Que tontuelo eres... -Le sonreí y me quité el anillo no sin antes pensar todo lo que conllevaba, era como desnudarte ante algo extraño, era dejar recuerdos y momentos atrás.

Me quité el anillo lentamente y lo guardé en mi cartera. Le alcé la barbilla a Mario y lo besé, puse mi mano sobre su mejilla y el se puso arriba de mi regazo.

Me puso unas ganas la forma en la que se  había puesto que bufé excitado, me tapé la cara y sonreí y el también.

-No quiero que hagas cosas que no quieras tio... aunque me de mal rollo yo te entiendo.

Lo ignoré y lo empecé a besar con un tono erotico, empezó a bajar por mi cuello lentamente y me quité la camisa. Me gustaba sentir las manos de Mario descubriendo mi cuerpo, aunque fuera la segunda vez.

Sus labios dejaban rastro en mi piel, bajó por todo mi abdomen hasta llegar a mi ombligo para ahora lamer de mi ombligo hasta el short que traía, desabotoné éste un poco torpe.

Mario acarició y jugó un poco con mi bulto.

Pasaba sus dedos por todos mis vellos, desde la pierna pasando por mi pubis hasta llegar a mi abdomen un poco poblado.

Saco mi mástil y lamió desde mis huevos hasta la punta, se metió la punta y se quedó comiendome aquella parte, trayendome un montón de excitación y placer.

Pensaba en muchas cosas hasta que llegó un intruso que cagó todo, Michelle se metió a mi cabeza, trataba de ignorar esos pensamientos pero solo empeoraba, me la imaginaba a ella y como follabamos, cabalgandome en la cama gimiendo, empotrandola en nuestra casa nueva, sentía como si mi polla hubiese descubierto un nuevo nivel de dureza. Abrí mis ojos y ver a Mario, un tío, mamando mi pollon, todo chocó y me perdí.

-Joder para! -Me levanté enseguida, me había perdido, me dio asco por unos segundos.

No quise voltear, me levanté y me tapé los ojos, me guardé lo mio.

-Que ha pasado tio...?

-Lo siento, no... no puedo ahorita... -No lo quería a mirar a los ojos y no lo hice. Tomé mis cosas y me dispuse a irme.- Que asco. -Dije en voz baja.

Era como si el yo "hetero" hubiera tomado poder de mi y el "homo" no podía hacer nada más que ver. Quería detenerme y quedarme ahí pero no podía.

-Pero que ha sido tio?! -Decía Mario preocupado con el ceño fruncido.

No lo miré, me salí de aquella casa y me fui en un trance que ni yo sabía qué.

Llegué a mi casa, me tumbé en mi sofá y me perdí en la nada de mi cerebro por un buen tiempo... hasta que capté. Fue como si poco a poco yo estuviera tomando control de mi mismo.

-Que coño he hecho...? -Dije con la voz más tranquila del mundo- Pero si yo... joder Mario, que coño he hecho?! -Dije en voz alta cuando me di cuenta.

No quería regresar, no quería ver nuestras reacciones, le hablé tres veces pero nunca contestó,  una cuarta y lo mismo, fue cuando llamé a Armando.

Había roto mi gran record, pedir un favor la primera vez, ahora se lo pedia a Armando la segunda vez que hablábamos... aunque en el primer mismo día... es un avance al menos no?

-Hey, Armando me puedes hacer un favor... por favor? -Dije un poco apurado.

-Mmm... si, pero que ha pasado?

-Hablale a Mario y dile que no se enoje, que lo lamento...

Se tardó en contestar, exhaló.

-Pero.... que ha pasado? No puedo sólo hablarle y decirle sin saber nada.

-Hemos hemos empezado algo y no... lo he acabado. -Le dije con pena- Solo dile que lo lamento, que no sé qué me pasó,  por favor....

-Esta bien tío, nos vemos.

-Gracias.

////Mario

-Mario, que ha pasado? -Era Armando.

-Con qué? -No tenia idea de lo que hablaba.

-Va... de Damián, que me ha hablado todo preocupado pidiéndome que te hablase.

-Ahh... sí,  se ha ido de la nada. -Dije sin muchos animos.

-Bueno, dice que lo lamenta, que no sabe lo que le ha pasado, y que se siente mal, así que...

-Sí, lo entiendo. ..-Dije igual sin ánimos.

-Ok tio, me tengo que ir, nos vemos luego y levanta ese ánimo que esto es nuevo para el chaval y debe de estar confundido...

Me despedí y colgué. Armando, por alguna razón extraña tenía razón y sobretodo se iba del lado de Damián, cosa que nunca había echo con otras personas.

Se quejan de las tias pero quien coño entiende a los tíos?

Una vez más de sorpresa me llegó un mensaje de Andrés.

-Hey tío, que tal?

-Bien bien, y tu? -Le respondí enseguida.

-Estoy con unos amigos pero han salido planes que no van conmigo y pues... no sé, quería ver si podíamos vernos otra vez y tal vez... ir a algún lado.

-Estaría bien, estoy aburrido sabes, a donde iríamos?

-Pensaba en el cine o a los juegos

-Los juegos estarían geniales, unas partidistas no harían mal

-Genial!  Nos vemos ahorita?

-Vale.

Me vestí en segundos y salí al lugar.

Aunque sabia los porqués de mi exitación no los tenia muy bien plantados.

Llegué a los juegos, busqué y no estaba, empecé yo solo jugando con la simulación de la moto, me entretuve por varios minutos hasta que escuché una risa detrás de mi, volteé para ver quien era.

-Vaya que te entretienes. -Decía entre carcajadas.

-Vamos, no te burles. -Me pegó la risa.

-Perdón... perdón por llegar tarde, me han salido unos problemas. -Dijo aguantando la risa- es que hasta has hecho soniditos y te has metido en personaje! -Decía a carcajadas de nuevo, me la pegó toda.

Empezamos a jugar con risas en la mesa de billar, que no era mi fuerte.

-Vamos que no has mejorado en 5 años!  -Estaba sorprendido.

-Sabes bien que nunca ha sido mi fuerte... -Miraba concentrado en las bolas mientras pensaba como tirar.

-Ya veo.

Nos cambiamos a uno de tiros en los cuales soy todo un profesional.

-Vaamos, no has mejorado en 5 años?  -Me burlé.

-Ya ya. -Se mordía la lengua concentrándose.

Seguimos jugando por más de dos horas, y en la mayoría eran risas y más risas.

-No quieres ir por unas cañitas? -Me dijo una vez fuera del lugar.

-Va, pero al bar este nuevo, que está relajado.

Nos dirigimos a este lugar que resultó estar un poco lejos de donde estábamos.

Me costaba admitir que Andrés no pensaba en nosotros dos como algo más que amigos, aunque yo tenía lo mio con Damián, era como si nada hubiera existido.

Tomamos nuestra caña y platicamos sobre más cosas.

-Esperame, que tengo que orinar. -Le dije sin aguantar más.

-Sí?  Vamos? Estoy igual.

El momento fue un poco incomodo para mi, los dos con nuestras pollas al aire liberando líquidos.

No. No pude aguantar las ganas, volteé a ver disimuladamente, estaba medio erecto, fue como si el tiempo nunca hubiese pasado aunque si dejo su propina al hacer que todo se agrandase, me entienden bien.

-Va, pero que haces? Si la conoces bien pillo! -Dijo con una sonrisa burlona de las suyas, se sacudió y limpió sus manos.

-No no no es lo que crees,  yo solo.... miré sin querer. -Dije nervioso pero también con una sonrisa.

-Va, que el niño no ha comido? -Decía igual con su sonrisa y su tono burlón.

-Va, de que el niño ha comido ha comido, si? No te preocupes por eso. -Le respondí con risa.

Regresamos a nuestra mesa.

-Joder, son las nueve, no me había dado cuenta! -Dije.

-Te tienes que ir?

-Pues... no tengo planes, así que no...

-Mmm ya, por que no vamos a mi casa y estamos con unos amigos? -Sugirió emocionado.

-Seguro? No quiero estar de sobra...

-Si, además los conoces, son Rogelio y Marlon. -Los recordaba, grandes amigos de él, y por un tiempo mios también.

Tomamos un taxi hasta nuestros carros y de ahí fuimos a su casa.

-Que lo veo y no lo creo, que es ni más ni menos que Mario. -Decía Roguelio.

-Vamos, pero que haces aquí tio? Que pensé que ya hasta se desconocían. -Decía ahora Marlon, los dos sorprendidos.

Nos saludamos de abrazo.

Rogelio, aunque no me pegaba nada, siempre me levantaba algo más que el ánimo, si es que me captan, no era que me gustase sino algo en él, tal vez era el hecho de que era mexicano, y su piel un poco dorada y sus músculos siempre me alegraban la vista y demás, aunque sabia que de su parte nunca iba a suceder algo.

En cuanto a Marlon... es el tipo de amigo que sabes que está mazo de bueno y aún así no te despierta nada. Que eres la envidia de tios y tias por sólo ser amigo de éste.

-Pues sí.... nos hemos vuelto a ver... -Dije con una sonrisa.

-Ya, bueno bueno, pues entra we y tomate unas cervezas.-Dijo Rogelio.

-Gracias pero paso tio, te acepto una y ya.

Nos pusimos en circulo y estuvimos con nuestras cervezas, yo con una y Andrés junto con los demás sin medida alguna.

-Y si jugamos un Papel Manda? O a retos? -Dijo Marlon.

-Perfecto tio. -Dijo Andrés mirandome borracho y con una sonrisa.

-Sale, pero no pongan mamadas, no se pasen de listos. -Mamadas no se refería a las literales, si no a a chorradas y "we" o "wey" es lo  mismo a "tio".

Los cuatro anotamos en papelitos varios retos, que me imaginé (y acerté) serian muy homoeroticos.

Primero fue el turno del mexicano, que le tocó lamer la pierna de Andrés.

Después a Andrés le tocó que Marlon le mordiera un pezón.

A mi me tocó comerle el bicep por 15 segundos a Rogelio, gracias.

A Marlon que cada uno le arrancase un pelo de la axila, sobra decir que no le divirtió.

Los "retos" subían poco a poco de tono hasta las últimas rondas, que me tocó sobarle el bulto "por 3 segundos" a Marlon, que ni ellos se la creyeron, y meterme a la boca el dedo gordo del pie de Rogelio.

A Andrés le tocó estar entre los huevos de Rogelio por 5 segundos, conocí los pares del mexicano, y darle un beso en la comisura de los labios a Marlon.

A Rogelio lamer mis pies y las nalgas de Marlon.

Y finalmente a Marlon le tocó la orina de Andrés y besar mis vellos pubicos.

Ahora, la cerveza borraba nuestros limites y de haber algo peor en esos papelitos estoy seguro de que los hubiéramos echo.

-...no te importa dormir conmigo? Que no hay otro lugar... -Me preguntó Andrés una vez que vimos que era muy tarde y que me moría de sueño.

-No no tío, está bien.

Nos quedamos en boxer y nos acostamos, eran como las 2 de la mañana.

Yo me dormí del lado de la pared, aunque me volteé solo para verle, estabamos frente a frente y para mi sorpresa el ya me estaba observando, tenia unos ojos raros, como si no estuviera ebrio, me miraba serenamente. Lo miré igual pensando que estaba jugando pero no fue así.

Pronto me torné serio y lo miré fijamente a los ojos, nos miramos fijamente por varios minutos, contemplabamos los rasgos del otro, por momentos creia que estaba soñando, hacía 5 años que no hablabamos y ahora estabamos mirándonos fijamente en una cama.

Sin pensarlo, y lo digo literal, acerqué mis labios a los suyos y empecé a besarlo lento pero romántico. Ni un pensamiento pasaba en mi cabeza, fue como una reacción natural. Paré, abrimos los ojos lentamente y lo miré fijamente por segunda vez esperando una reacción suya, para mi poca sorpresa, el hizo lo mismo, levantó su cabeza, acercó sus labios me miró una última vez y empezó a besarme.

Me beso igual que yo, lento pero con esta chispa de romanticismo, paró y retrocedió su rostro un centímetro, me miró en busca de aprobación y aunque nunca se la di, el continuo, esta vez juntó su cuerpo con el mio, sentía todo su cuerpo caliente, su bulto un poco duro se restregaba en mi pierna, bajé mi mano a su abdomen y le hice cariños, siguió besandome y lo que había empezado como una chispa había acabado como un incendo.

Los besos demostraban más que amor y estaban llenos de recuerdos. La forma en la que Andrés besaba era una de las cosas que más me gustaban de él, besaba con cierta delicadeza que podía fácilmente acabar como todo una bestia,  pero sus labios tenían esta forma de bailar tan singular, levantando un poco más los picos de los labios, como cuando gruñes mostrando los colmillos.

Mi mano bajó lentamente, pasando  por todo su pecho, cruzando aquellos seis bloques duros y deslicé mi dedo por sus canales hasta llegar al borde de su boxer, metí la yema de mi dedo en éste y no avancé más.

-Lo siento tio... no puedo... -Me senté rápidamente en la cama.- Lo siento pero no puedo continuar con esto. -Me levanté de la cama, escuché como exhalaba decepcionado y triste, y como inhalaba tratando de poder hablar pero se tardó en hacerlo.

-No te vayas..... -Hablaba tan pacíficamente pero con tristeza y dulzura, como si nunca en su vida hubiera tomado cerveza- quedate por... favor, si te molesta dejaré de hacerlo... -Aún así podías escuchar cierta embriaguez en su voz, pero era casi nula.

Me quedé pensando y pronto me volví a acostar, solo que esta vez mirando a la pared para nunca verlo otra vez. Cuando por fin mis ojos se empezaban a cerrar sentí como se acercaba y lo próximo fue su brazo rodeandome en un abrazo, reclinó su cabeza en mi nunca y sentí su exhalación.

////Damián

Me senté en mi sofá viendo la tele, estaba fuera de mí, veía pero no reaccionaba, oía pero no escuchaba, respiraba pero no  sentía, era un sentimiento raro pero de alguna forma cómodo.

-Suena tu celular. -Alcancé a oir a Mark- tio, que está sonando tu celular! -Escuché a Mark y por fin reaccioné.

-Que te ha dicho? -Era Armando.

-Que de cierta forma te entiende y que sólo se sorprendió de cómo actuaste... -Lo oía cansado y haciendo su trabajo.

-Y... cres que le debería de llamar? No sé... decirle que lo siento....

-Joder,  eso sí no sé, mmm llevo varios años conociendolo y de mi parte te recomendaría que lo dejes, tu piensa de tu parte y a el deja que haga su parte, que no se lleva muy bien con las disculpas, le dan mal rollo...

-Ostia...-Me dije a mi mismo- joder pues gracias tio, y lo de tu cita, mañana te digo bien.

-Gracias tio, va, nos vemos.

-Ya me vas a decir quien es tu amante secreto? O tendré que enterarme de las malas o buscar quien es? -Sabía que bromeaba pero no me agradó del todo su comentario- tranquilo hombre, que lo digo de coña.

-Lo siento, es solo que... no sé.

-.... por que no mejor me regresas un favor y me cuentas de donde salen estas cosas tan raras?

-Tengo miedo Mark. - Mis manos temblaban.

-Damián, somos mejores amigos, que he estado contigo en las buenas y en las malas, de verdad te veo como un hermano, como un gran gran amigo y te apoyaré en cualquier lio que estés,  ahora dime, qué está pasando?

-Me lo juras?

-Por lo que quieras.

Inhalé como si un tsunami viniera hacía mi y exhalé como si me aplastara el mundo.

-Llevo años casado con Michelle, y tu más que nadie sabes las locuras que he hecho por ella, todo lo que hemos pasado... y por ello quiero que entiendas que cuando alguien me gusta... de verdad me llega al corazón, que haría cualquier cosa por esa persona, cuando se trata de amor es algo muy serio para mi.

Antes de que llegaras he tenido un accidente de carro, y probablemente me ha tirado unos tornillos de la cabeza y estoy loco.... he conocido a esta persona... que me hace muy feliz, hasta ahora lo ha hecho, que sonrío cuando pienso en ella, y después de aclararme y aceptar unas cosas he decidos darnos una oportunidad, y me he liado y lo tengo clavado al corazón, sé que suena como locos -Sonreí pensando en Mario- pensando que solo la conozco por unos días y semana, bueno joder.... que esta persona es es es es un tío -Sonreí con lágrimas en los ojos aunque las manos y la voz me temblaban- me enamoré de un tio y se llama Mario, y estoy feliz con él.

Te digo que lo amo justo ahora, porque lo que ha pasado entre nosotros me lo ha confirmado. Cuando follamos, Joder, no te voy a mentir, me ha encantado, me ha fascinado y follas de puta madre, de eso no hay duda, pero eso mismo me gustaría hacer sentir a Mario, que lo quiero, que me prende este fuego dentro de mi que quema, hacerle sentir que lo amo. Sueno todo cursi pero me conoces, que soy el blanco preferido de Cupido, y te digo esto por que confío en ti.

Estos nuevos sentimientos me dejan frágiles ante el mundo, tengo miedo de mi familia, desde que lo he conocido no dejo de pensar en lo que podría pasar... y eso es todo...-Sonreía por los nervios mientras lágrimas escurrían.

-Vaaamos joder!! -Me dijo con una gran sonrisa, no lo entendí al principio pero se paró de su lugar y me abrazo con toda su fuerza- que me da igual que te gusten las tias o los tios, que me alegra que estés contento. Tio, felicidades, que conocer a una persona que te haga sentir así no se encuentra siempre. -Sentía su hermandad y su cariño en sus brazos, jamás me habia sentido tan protegido y libre y seguro, lloré de no creerlo y felicidad.

-Tio... gracias por entenderme, que no tengo palabras, gracias Mark! -Le dije en sollozos.

Después de abrazarlo por unos minutos platicamos de más cosas, le hablé de Mario, del accidente, de Martillo,  y de lo nuestro, tenia una sonrisa de oreja a oreja, le expliqué lo que había pasado

entre nosotros hace unas horas y demás. -Pues me alegro en serio por ti, pero solo una cosa más.... te vas a separar de de Michelle, vas a pedir el divorcio no?

-Pues de que lo tengo que hacer lo tengo que hacer pero no estoy listo todavía.

-Y tu familia... le piensas decir?

-Ni me le menciones... de solo pensarlo me da ansiedad... solo contigo y Mario me siento cómodo. Además no sé sus reacciones, por un lado mis hermanos menores no les importa o eso creo, tienen amigos y amigas gays, en cuanto a los mayores y todo el resto de mi familia, bueno, tienen amistades gays y son eso, amigos, yo soy su familia y sus reacciones pueden variar.-Dije mientras me imaginaba los peores escenarios.

-Ya, en todo caso nos tienes a nosotros dos tio.-Nos miramos por un rato, yo pensando en mi futuro y él, bueno, que sé yo, no sé leer mentes- y cuando me lo vas a presentar, a Mario?-Dijo emocionado.

Me reí por su reacción y su cara.

-Joder lo quieres conocer? Es un tio majo, me hizo muchos favores... no de esos, malpensado, -Sonreí-  que me ayudaron en unas cosillas y es... es... es majo, no tengo otra palabra, te va a caer bien o eso espero. -La verdad es que me emocionaba la idea de que Mario y Marc se conocieran, mi novio conociendo a mi mejor amigo y mi mejor amigo conociendo a mi novio.

-Sí sí,  deberías traerlo un día y jugar a la consola o algo.

Asentí, vimos la tele un rato y cenamos unas cosillas echas por sus manos, él a diferencia de mi, sabía cocinar.

-Oye, que tal si cumples tu último favor y me das el masaje? Tengo la espalda jodida, primero el trabajo y después el gym, estoy echo nudos.  Sí?

-Está bien está bien.

Subimos a mi cuarto, se quitó la playera y se puso boca abajo.

-Tio, fuera de cualquier contexto, que cuerpo tan más guapo tienes.

-Es un puto trabajo mantenerlo, eso sí.

Empecé a darle el masaje y gemia de dolor, aunque a mí Marc no me gustase tengo que admitir que me producía cierta excitación e imaginarme a Mario haciéndome todo tipo de cosas sucias me ponía peor.

Nos bañamos por separado y cada quien se durmió en sus cuartos.

Me acosté en la cama con sólo un bóxer blanco en mí para poder ver la tele, había deporte, series y documentales, llegué hasta el canal de películas y me quedé dormido.

Me desperté gracias al estruendo de un rayo que me hizo saltar, la película ya estaba terminando sus créditos, me tallé los ojos y me sobé el bulto cuando noté que tenía una ereccion de burro, la traté de ignorar pero no se iba, ví más tele pero simplemente no se iba, me empecé a tallar más y mi bulto me lo agradecía con un espasmo, poco a poco me empecé a calentar, me saqué la polla, me escupí en la mano e hice lo que debía hacer.

La imaginación no bastaba, busqué un poco de porno en mi celular y todo empezó. Por primera vez en mi vida busqué para porno gay, me fui al de unos tios macisos y ahí me perdí.

Se besaban apasionadamente en un cuarto, el alto tatuado parecía obedecer las ordenes no verbales del chaparro, que solo se llevaban unos centímetros. El menor seguía los labios del mayor, le quitó rápidamente su cinturón y el otro se los bajo, se quitaron la camisa y el que no tenía tatuajes, el menor, bajó por todo su abdomen, mi verga no hacía más que saltar y llamar la atención, quería que Mario se la comiera justo en ese momento tenerlo allá abajo lamiendo mis huevos y mi polla, el solo imaginarlo me producía pequenas arcadas.

El pequeño se comía la polla del otro con tanto deseo y perfección que el tatuado enseguida empezó a retorcerce de placer, su cara, los pectorales biceps y abdominales se contrajeron lo cual hizo que saliera precum de mi polla, empecé a masturbarme más rápido y deje de ver el video, cerré los ojos para empezar a imaginar a Mario mientras el sonido me acarreaba, pronto empezaron a follar como bestias, la cara del activo mostrando los colmillos con sus músculos tensos y la cara del pasivo con los ojos cerrados mordiéndose los labios y sus puños aferrándose a la tela del sofá mientras rebotaba a las embestidas del tatuado me producía mariposas en el estómago, adelanté el video, estaba cerca de venirme, el tío pequeño le mamaba una vez más el tronco a aquel jodido macho, su cara no tenia precio.

Empecé a gemir lo cual me prendió; sacó su pollón de la cara del otro y se empezó a masturbar frenéticamente con los gemidos al tope, el mamador lamia la punta de aquella cabeza rosada, el macho gimió una ultima vez y se vino en toda la cara del otro.

Gemí una última vez, solté el móvil dejándolo caer en la cama, pensé en Mario y la forma en la que me vine en todos nuestros cuerpos aquella vez, mis pectorales se contrajeron, lo cual se sentía fenomenal, finalmente mi polla escupió toda la leche que tenia, sentí cada uno de mis trallazos chocar en mi mano, me vine varias veces.

Cerré mis ojos en lo que todo ese climax pasaba, ne quedé de una extraña manera exhausto. Mi polla por fin regreso a su tamaño normal y me fui al baño a lavarme. Cuando regresé vi mi cama iluminada por la luz de la luna con sombra de pequeñas culebrillas deslizándose, el sonido y las gotas de la lluvia eran casi hipnotizantes, en fin, vi mi  cama con esperanzas de que Mario estuviese ahí, plácidamente dormido después de una noche de folle, me sentí un poco caído, era como si esa noche fuera especial de alguna forma. El sonido, el frio, las luces, el entorno e incluso el ambiente pedían forzosamente que tuvieras un acompañante, a mi definitivamente me faltaba Mario.

Me acosté en la cama con delicadeza, me acomodé viendo la lluvia caer, abracé una almohada en busca de mi pareja, cerré mis ojos y me desvanecí.

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Que bueno que les haya gustado el relato anterior, quería ver sus reacciones con la aparición de Andres y han sido mixtas.

Le agradezco a Ricardo, Matías, Hades68, Ian, Yvone, Gustaev, Zoele, Albany, Matías, Marino y RocKeitOrsh (perdón si me he saltado a alguno, pero los aprecio a todos) en serio muchas gracias por mantenerse conmigo y escribirme, me hacen sonreír cada vez que los leo.