Gracias Martillo (II)

Quien pensaría que un perro podría causar tantas cosas? Mario y Damián lo saben.

La luz se coló por mis parpados he hizo que me despertara, pronto me acordé de lo que le había prometido a Michelle y lo quería reponer, con su cuerpo a lado mio empecé a darle pequeños besos en su espalda hasta que bajé mi mano por su abdomen hasta que sentí un bulto.

-Pero que coño!. -Dije sin entender nada.

-Oh, joder tio, que te has confundido. -Lo había despertado y no con buen humor.

-Que mierda tio... que coño hago en tu cama?-Le pregunté a Joel que estaba a un lado mio. Estaba enojado y confuso a la par.- ...Y Michelle??!

-Tranquilo hombre! Michelle se ha ido a dormir con Lina -Novia de Omar-, me ha dado sueño y decidí que dormirías conmigo.

-Agh! Joel, le prometí que.

-Ya cálmate, le he explicado y lo ha entendido perfecto.

-Es que no, joder yo le dije que terminaríamos la noche juntos y y... es que yo estos ultimos di.

-...últimos días has estado muy estresado."-Terminó mi oración- Y yo lo sé muy bien, solo descansa, bueno no mucho por que vamos a ir a casa de Leo para estar más a gusto con la familia.

-Gracias.... en un rato nos vestimos y nos vamos.

No desayunamos por que el desayuno nos esperaba en casa de Leo, nos vestimos más simples que ayer en la noche y nos pusimos en marcha hacía la casa del recién esposo. Al entrar, un mediano olor de café invadió mis cavidades nasales lo que hizo que me despertara un poco más. Saludé a los invitados que eran más familia que nada, estaban mis tíos, padres, hermanos, primos y demás, al final Leo en el que aproveché para decirle mi repentina ausencia de ayer.

-Te fuiste temprano.-Me dijo serio y enojado.

-Que?-No sé el por qué de su reacción- Es que tenía mucho sueño y no aguanté más...

-Jajajaja hubieras visto tu cara, que lo sé, me llamaste Joel cuando te fuiste.-Decía entre risas.

-Si? Habré estado muy dormido jajajaja. -Michlle pasó cerca de nosotros- Oh Michelle! Amor, ayer no pude terminar lo que te prometí, me siento mal sabes...

-No hay prisa -Me dio un beso en la mejilla que me hizo sentirme mejor- Ya te habrá dicho Joel pero me he ido con Lina.

-Sí, lo ha hecho, voy a hablar con Arturo.

-Ok amor.

-Oye Damian, has visto a Joel? -Habló Arturo  primero, interrupiendome.

-Venia conmigo pero le he perdido el rastro. -Tomaba de su taza de café, por accidente me mojó un poco la camisa, lo que me acordó de algo pero no sabia muy bien qué.- Por qué?  Necesitas ayuda en algo?

-Oh, por nada es que tenía que hablar algo con él pero gracias, supongo que lo veré.

-Pues que bien no? A Danny le atrae, Joel quiere follar, así que no hay nada malo en ello.

-Ni por que es tu mejor amigo?! No lo vas a dejar o si?

-Pero que tiene??!-Dijo levantando los hombros- Pues es que si se quieren fornicar el uno al otro que lo hagan, solo que usen condón.-Miré con cara rara a Arturo y me fui.

Estuve perdiendo el tiempo platicando un poco con la familia y como iban las cosas con Michelle, me senté un rato con mi madre y con mi padre nada más para ponernos al día, si se preguntan como es que mis padres han podido mantener una familia grande... bueno es que son dueños de una compañía de televisión conocida, fuera de eso somos normales, para nada creídos y muy humildes, bueno, en tiempos puberticos te crees la gran cosa, lo he visto suceder en Martín, Arturo, yo hace unos años, y todos, pero gracias a la buena educación de mis padres lo hemos superado.

Mario!

-Papa mama que horas son?!-Le dije al acordarme de Mario y de mi camisa.

-Aa son las 3:40 de la tarde.-Dijeron al mismo tiempo.

-A donde vas?-Dijo mi papa.

-Con un amigo, se me han olvidado unas cosas.-Le respondí mientras me levantaba de la silla.

-Vas a regresar?-Me preguntó mi mama siguiéndome con la mirada.

-Si!

-Hey adonde vas?-Me encontré con Martín, uno de mis hermanos, el más joven.

-Por unas cosas, ahorita regreso.

Saqué las llaves de mi bolsillo y me fui a casa de Joel pero a unas cuadras me acordé que no tenía sus llaves, así que regresé.

-Tan rápido?-Me dijo Martín.

-Ya quisiera, se me han olvidado unas llaves. Joel! Joel préstame tus llaves de la casa, necesito ir por la camisa y por otras cosas.

-Bueno, toma, me avisas cuando regreses o cuando estés en la casa para poder abrir.

-Si, si...-Le respondí sin entender ni una palabra por que ya estaba saliendo de la casa.

Ahora con todo arreglado, llegué a casa Joel y recogí mi, digo, la camisa de Mario y el paraguas que me sirvió en ese mismo instante cuando la llovizna empezó, bueno, agarré las cosas y salí.

Esta vez iba más despacio al manejar que ayer, así que me tomó más tiempo en llegar, estaba tan de buenas que puse la radio y empecé a cantar todas las canciones que me sabía y que pasaban, así hasta que llegué a la casa donde estaban las señoras ayer.

-No no no no, no me puedes hacer esto! Solo son unas cuadras y llegamos... mierda!-Era, en serio, el peor momento para que se le acabara la gasolina a la camioneta, tuve que parar en medio de la calle.

Abrí el paraguas y salí del carro para ir a la casa de las señoras, iba a tocar la puerta cuando me di cuenta que no era necesario, era una tienda.

-... si y muy guapo.-Fue lo primero que escuché al entrar, alguien estaba a hablando con una de las señoras que vi ayer, era un hombre.

-Disculpe, señora -Ahí fue cuando aquella espalda dio la vuelta y le pude ver el rostro, era Mario-Mario hola!-Le sonreí como ya muchas veces y le sacudí la mano en forma de saludo y un abrazo- Que iba en rumbo a tu casa y se me ha acabado la gasolina y -Alargué esta ultima letra- quería pedirle permiso Ja! Es que como me doy yo con las primeras impresiones, siempre pidiendo favores -Miré a Mario ya que el entendía; tanto como Mario y la señora se empezaron a reír mientras yo estaba apenado- pero quería pedirle permiso si me dejaba estacionar la camioneta enfrente de su casa.

-Ay hijo, te diría que no si tuviera un carro, pero no tengo, así que adelante.-Me dijo la señora muy muy amablemente.- mi nombre es Alicia.

-Muchas gracias señora Alicia, en cuanto pueda quitarlo lo haré.

-Quieres ayuda? No creo que puedas mover esa gran camioneta tu solo.-Me dijo Mario mientras al final dejaba sus bolsas en una de las mesas de la tienda.

-Por favor...-Respondí muy apenado, eran ya muchos favores en tan corto tiempo.

-Pero se van a mojar!-Dijo preocupada la sra. Alicia-Bueno, tengan cuidado...

La lluvia empeoró pero no había de otra, movimos la camioneta rápido para su tamaño, terminamos todos mojados y escurriendo.

-Vamos a mi casa, ahí nos secamos.-Me dijo metido en mi sonrisa.

-A no, eso si no muchachitos.

-Sra.Alicia, estamos bien, somos jóvenes y estoy muy seguro que los dos nos alimentamos bien, así que la lluvia no debe representar problema alguno a nuestro cuerpo.-Yo solo me reí.

-Mmmm esta bien, pero cuídense y cámbiense la ropa.

-Gracias señora, en cuanto pueda lo quito de aquí.

-No te preocupes hijo.

Fuimos caminando hasta la casa de Mario debajo del paraguas que estaba cargando, en el camino hablamos de gasolineras "cerca" de aquí y concluimos en que no había ninguna cerca y tendríamos que ir en auto. Cuando se acabo el tema de la gasolina, empezamos a hablar del accidente, más sobre Martillo.

-...y desde cuando lo tienes?

-Desde cachorro, su madre murió a unas semanas y lo adopté, desde entonces le he agarrado mucho cariño.-Me decía orgulloso- Tu no tienes perro?

-Aaa no, como habrás visto no me llevo muy bien con ellos, de pequeño uno me mordió y desde entonces me caen en la punta de ya sabes donde.

-Jajaja ok. Ves! Te dije que el paraguas iba a servir de algo.-Me dijo contento.

-Oye es verdad!-Llegamos a su casa y sacó las llaves para abrir.

-Traigo unas toallas para secarnos, quieres algo caliente para tomar? Tengo café y chocolate.

-Chocolate por favor. Es Arma... Arm... Armando?!-Me costó acordarme de su nombre.

-Que?-Estaba ocupado en la cocina.

-Eres tú y Armando?-Le mostré una foto enmarcada.

-Si, fuimos a un viaje hace unos meses, somos grandes amigos.-Me dijo desde la cocina.- Toma, ten cuidado, está muy caliente.-Traía dos tazas en sus manos, una para mi y la otra para el.

-Gracias.

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-Me quito la ropa?-Me dijo, sorprendido, casi escupo mi chocolate-Estás bien?-Se preocupó.

-Aaaa como quieras.-Ahora las traigo.

Subí en busca de dos toallas que para nada fueron difíciles de encontrar, bajé enseguida y cuando bajé solo estaba en calzoncillos, disimule con éxito mi excitación no física.

-Vaya que hace frío. Gracias de nuevo.-Agradeció cuando le di la toalla-Dime, por que haces todos estos favores por mi sin conocerme?

-Pues mis padres me enseñaron a ser amable con la gente y dar sin pensar en el recibo.

-Ya. Y tienes hermanos?-Me hacía preguntas para matar el tiempo cuando como loco se levantó del sillón-Joder tio mi celular! Mi celular se ha mojado!

-Rápido, desarmalo, quitale la batería, la memoria y el chip!-Lo hizo como loco.

-Y que hago???

-Tráelo a la cocina.-Corrimos hacía esta como si solo ahí hubiera oxigeno. Saqué un bol y le llené de arroz, metí todos los componentes del celular y le puse otra capa de arroz.-Ya, solo hay que esperar a que sequen.

-Empiezo a creer que eres mi salvavidas personal, gracias, pero que has hecho exactamente.

-Oh! El arroz absorbe la humedad y hará que se sequé más rápido.-Nos regresamos a la sala y estuvimos charlando.

-Entonces ayer fue la boda de tu hermano Leo, vaya que tienes hermanos. Yo solo tengo 2, Alberto y Josué.

-Wow, que diferencia, de 6 a 2...-Damián nunca para de sonreír!

-Y tienes novia?-Le pregunté sin que sospechara.

-Mmmm no-WOOJU! No tenía novia-.... tengo esposa.-Todo se vino abajo.

-Cuantos años has dicho que tienes?-Le dije bromeando, no lo podía creer.

-24... pero antes de que digas que fue una mala idea casarse tan temprano... es que la quiero quería mucho, no estoy muy seguro.

-Ja! No estás seguro??! Que ha pasado?

-Je -Sonrió sin ganas- Hemos tenido problemas últimamente, habíamos estado peleados por unas semanas y y ya no siento lo mismo que antes, antes la amaba con muchas ganas y ahora... solo la quiero.

-Joder que difícil, y has hablado con ella? Creo que eso sería lo mejor.

-Dime, que harías si de la nada, después de 4 años de novios y 2 de matrimonio te pidiera el matrimonio?-Me observó fijamente.

-Bueno... pues primero que nada estaría muy sorprendido de estar casado contigo jajaja.

-Jajajaja!-Se animó un poco.

-Estaría muy sorprendido, realmente no sé que haría. Pero dile algo, no la puedes seguir ilusionando tio.

-Si, creo que tendré que hacer algo al respecto. Y tu no tienes novia?

-Aaah-No sabía que responder- no, yo...

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Sabía que no me iba a responder honestamente y para sacarlo del apuro respondí por el.

-Déjame adivinar, han terminado.

-Si.. si! Cortamos por varias razones.

Pasado un buen rato ya nos habíamos secado, Mario había puesto a secar la ropa en la secadora, nos vestimos y me dio mi camisa.

-Oh tio se la has quitado! Gracias.-Le di un abrazo fuerte, le había quitado la mancha de café a la camisa.

-De nada, ha sido un poco difícil pero lo he logrado jajaja. Por que no vamos a comprar la gasolina, te llevo y te traigo.

-Ya se me estaba olvidando, por favor.-Agarro sus llaves y nos subimos a su auto.

Manejó y manejó hasta llegar a la gasolinera, compré la gasolina y tenía que pagarle todo lo que Mario había hecho por mi.

-Joder Mario, me tienes que decir como te pago esto. Has hecho mucho por mi y yo nada... ya sé, vamos a cenar.

-A cenar? Damián no tienes por que hacer esto, son solo favores.-Trataba de disuadirme.

-Oh si, vamos a cenar, yo invito, tienes que aceptar o juro que te llevare esposado.-Bromeé.

-Y como se supone que voy a comer?-Siguió.

-Pues me las arreglaré pero irás conmigo.

-No tio, en serio.-Que? Se iba a enamorar?-

-A ver, mañana no puedo, así que pasado mañana será. Paso por ti a las 8.

Me metí en el coche pero al hacerlo atoré el pie en la puerta así que me quedé en esta posición rara en la que estaba estirado dentro del coche, mi cara estaba cerca muy cerca del rostro de Mario y mi pie atorado, Mario volteó a verme a los labios que estaban a solo milímetros de el, nos quedamos viendo unos segundos en esa posición y situación incomoda, estiré mi cuello y empecé a besarlo lentamente.

-Hey no...-Me dijo con la cabeza baja, retiré mi rostro y salió a ayudarme.

-Gracias...-En el camino de regreso todo fue callado y no lo soportaba así que a medio camino decidí romper el silencio.- Así que -Alargué la ultima silaba- el clima va a estar así toda la semana.

-Sii.-Dijo desanimado y sin ganas disfrazado de entusiasmo.

-Per-per-perdón -Dije tartamudeando- por lo de la gasolinera, no debí hacerlo, no sé que me pasó, digo los dos somos hetero no? Jejeje.

-Si, si.-Respondió igual.-Ya llegamos.

Salí del carro con el paraguas y me puse en marcha para echarle la gasolina a la camioneta, se me regó un poco, mi mente estaba en otra parte, lo había cagado con Mario, no sé por que lo besé, joder. Mario fue con la señora Alice y pronto regreso.

-Va todo bien?-Me dijo mojándose pero ahora con la sonrisa que siempre le había visto. Mi cerebro regresó.

-Eh si, toma, para que no enfermes.-Le di el paraguas y nos cubrió a los dos.

-Gracias.

-Creo que es todo.-Me puse derecho y esperando una respuesta de Mario.-... pues creo que me voy.-Me abrazó de despedida y me sonrió. Me alisté y me subí a la camioneta.- Oye... entonces te veo pasado mañana a las 8?

-Si, hasta entonces.-Nos despedimos de manos y me le quedé viendo un rato.

-Joder, excelente! Nos vemos.

"Siguen ahí?"-Le envié un mensaje a Joel.

"Si, pero solo pocos, ven a recogerme, donde demonios has estado?" Me respondió a los minutos.

"Larga historia, llego en unos minutos."

-Tio en serio tengo que hablar con Michelle, no puedo seguir así.-Le dije a Joel cuando llegamos a su casa.

-Pero no sabes como va a reaccionar...

-Es que no le puedo seguir mintiendo! Ya no la amo!-En ese momento la puerta principal se abrió, me quedé paralizado.