Gracias al Messenger
Mi compañero de trabajo y yo empezamos a calentarnos a traves del messenger para luego convertir lo virtual en real en los aseos de la oficina.
Era viernes por la tarde. Las 17h mas o menos. Estaba aburrida y caliente en el trabajo y me conecté al messenger para ver si algún chico saciaba la necesidad que tenía de notar una buena polla dentro de mi. Uno de mis compañeros de trabajo estaba conectado. Él estaba en otro despacho diferente al mío así que decidí jugar con él. Me pareció excitante la idea de estar ambos tan cerca, calentándonos a través del ordenador y llegado un momento de máxima excitación hacer lo virtual real.
Marta dice: -Sergio, te ha dicho alguien a lo largo del día lo bien que te quedan esos pantalones de color crema con la camisa azul que traes?
Sergio dice: -Y a ti, te ha dicho alguien lo bien que te quedaría estar arrodillada debajo de mi mesa, mamando mi polla?
Marta dice: -Mmmmmm, que fuerte empiezas. Me encantaría estar ahí debajo, con mi lengua a punto de saborear tu polla deslizándose por tus huevos, atrapándolos con mis dientes, subiendo hacia tu capullo con mi lengua, mientras no paro de mirarte
Sergio dice: -Mi polla está ahora mismo dura y erecta como una piedra. Imagínate, yo sentado aquí en mi silla y tú encima de mí, clavándote mi rabo, botando encima de mí, y yo contemplando como mi polla penetra tu coño.
Marta dice: -Me encantaría que nuestros compañeros viesen como follamos..mmmmmm.... que excitante sería, verdad?
Sergio dice: -Que vieran como mi polla entra y sale de ti, como entra y sale de tu coño todos tus compañeros viendo lo puta y lo zorra que eres.
Sergio dice: -Como está tu coño Marta?, está listo para ser follado? porque quiero hacerlo contigo, zorra.
Marta dice: -Imagínate, mi cuerpo reclinado en tu escritorio, y tú detrás de mí, metiendomela
Sergio dice: -separando tus piernas, tus enormes tetas presionadas sobre el escritorio y mi polla entrando y saliendo de ti.
Marta dice: Mmmmm, Sergio mi coño está empezando a lubricar, puedo notar la humedad en mis muslos. Sergio dice: -Tu coño lo que está es deseoso de una buena corrida y tú estás deseosa de comenzar a gemir.
Marta dice: -Imagínate tocando mis tetas, esas hermosas tetas que tanto miras, están duras, te imagino recorriéndolas con tu lengua, mordisqueando mis pezones
Marta dice: -Necesito......
Sergio dice: -Tú lo que necesitas es que te folle ahora mismo.
Marta dice: -Y acaso tú no lo necesitas?
Sergio dice: -Claro que lo necesito, tanto como tú zorra.
Marta dice: Tú eres un cabrón
Sergio dice: -Casi tan cabrón como tú puta
Marta dice: Porqué no me dices eso cuando estés dentro de mí?, cuando mi corrida te invada?
Sergio dice: -Me parece una excelente idea entonces cuando estemos así decidiremos quién es más puta y quien es más cabrón.
Marta dice: -Porqué no vamos ahora al servicio los dos? Me sentaré en la taza, tu te quedarás de pie, mirándome, yo abriré mis piernas, las colocaré en la pared y comenzaré a tocarme.
Sergio dice: -Prefiero agacharme y meterme entre tus piernas, lamer tu coño, mojarme de ti, hacerte gemir de placer. Con cada nueva corrida, recorrer tus labios con mi lengua, haciéndote estremecer. Pasaré mi lengua por todo tu coño, subiendo y bajando, mirándote a los ojos.
Marta dice: -Sergio, necesito tu polla.
Sergio dice: -Puedes sentir mi lengua entrando en ti?, puedes notar la textura de mi lengua mojada? Quiero recoger tus aromas, tus flujos, mientras mis manos juegan con tus pezones, quiero pellizcarlos, estirarlos, masajearlos .
Marta dice: -Joder Sergio, me excitas demasiado, necesito ahora mismo una buena polla dentro de mí.
Sergio dice: -Nunca es demasiado Marta sólo será demasiado cuando estés extasiada y caigas rendida a mis pies suplicándome que pare de follarte
Marta dice: -Mmmmmmm, joder no puedo masssssss Vamonos al servicio!!!
Sergio dice: -Marta, ahora tienes una reunión con un cliente.
Marta dice: -Me da igual, vamos. Me levanté de mi mesa, mi piel estaba enrojecida, mi respiración acelerada, mis muslos empapados por los flujos que Sergio me había hecho desprender. Nos fuimos al archivo, era la zona más tranquila de la oficina. Allí había un servicio, era pequeño, pero suficiente para descargar la excitación que ambos teníamos. Llegué allí a toda prisa al igual que Sergio. Me tropezaba con todos los obstáculos que me encontraba a mi paso. Estaba loca por follar, por sentir una buena polla dentro de mí.
Podía ver el rabo erecto de Sergio a través de sus pantalones. Nos metimos en el servicio. Sin intercambiar palabra Sergio me dio la vuelta y me puso mirando a la pared, me subió el vestido, bajo mi tanga hasta mis tobillos, él se bajo sus pantalones y sus boxers, tomó su polla con su mano y de un solo golpe me la metió hasta las entrañas. Me di un cabezazo contra la pared, aquella polla dura y enorme recorrió todos mis huecos. Me tomó de las caderas y comenzó a moverse, dentro y fuera......mmmmmm...su polla se deslizaba con una facilidad increíble, mi coño estaba empapado de mis flujos, al igual que los dos estabamos empapados de sudor. Sergio comenzó a decirme:
-"¿Era esto lo que necesitabas?, ¿querías rabo? Pues vas a tener rabo hasta que me canse."
-"Sergio, cállate y follame"
Retiró su polla de mi coño y se sentó en la taza del W.C. "Ven aquí zorra, siéntate y clávate mi verga, galopa sobre ella y hazla correr". Me puse de espaldas a él, me agache un poco y de nuevo su polla se deslizó por mi coño. Comencé a botar sobre su polla, incándomela hasta el fondo, nuestros gemidos se hacían más y más intensos, mis enormes tetas botaban a mi mismo ritmo. Sergio intentaba atraparlas con sus manos pero era imposible. Me lo estaba follando como una posesa, cada segundo que pasaba notábamos que el orgasmo se acercaba, hasta que los jadeos dejaron de ser jadeos para convertirse en gritos. Unos gritos de placer y éxtasis por el polvazo tan rápido pero intenso que habíamos tenido.
Mi cuerpo cayó exhausto sobre el torso de Sergio, y allí se quedo hasta que nuestros cuerpos se recuperaron y pudimos salir al exterior.
Me retoqué un poco y salí a atender al cliente que allí me esperaba. Una vez en mi oficina, el cliente no paraba de mirarme. Debió oler a perra en celo que acaba de correrse.
Ya sabeis, podeis enviarme vuestras opiniones a martasex69@hotmail.com , porque me encanta recibirlas.
Besos!!