Gracias a la gripe

Gracias a que estuve un tiempo con una gripe de campeonato, se crearon una serie de situaciones, de lo mas morboso que me había ocurrido en mi vida.

Hola:

Me llamo Antío y soy de Salamanca y les voy a contar una historia que me ha pasado recientemente.

Resulta que la maldita gripe me ha atacado bien y el médico me había recetado unos antibióticos y algunas pastillas, es decir un tratamiento para eliminarla. Pero los días iban pasando y no sentía ninguna mejoría. A mi mujer le preguntaban que era lo que me pasaba que no se me veía el pelo, y ella por supuesto les decía que estaba muy cogido con la gripe y que llevaba algunos días y no veía mejoría.

A partir de ese momento no dejé de tener visitas de la familia, incluida mi súper-cuñada, cuando ella estaba en la habitación procuraba que la sábana se me subiera como por error, pero por aquí no van los tiros(esa será otra historia) pues no pude en ningún momento quedarme a solas con ella y no pude enseñarle todo lo que hubiese querido.

Mi mujer se tuvo que ausentar un par de días por trabajo y llevó al niño con su madre, pues yo no podía atenderlo. Esa misma tarde aparece a verme una hermana de mi suegra y me pregunta como estoy. Desde luego que tienes mala cara, me comenta la señora. Qué es lo que te estás tomando, yo le saco todas las medicinas y le digo que lo compruebe ella misma, pues los nombres de los medicamentos no se me quedan ni a tiros. Me dice que su hijo tenía los mismos síntomas que yo y su médico le había recetado unos supositorios de una marca impronunciable, pero bastantes efectivos, y en dos día ya tenía mejoría. ¿Por qué no los pruebas?, este tratamiento no te va bien, por lo que se ve. Le dije que eso era imposible pues mi mujer no estaba y yo era incapaz de ponerme esa cosa, ella se empezó a reír, diciéndome que todos los hombres somos iguales de ridículos. Sale de mi casa sin decir nada y a la media hora aparece con los dichosos supositorios, le dije que los metiera en la nevera para cuando mi mujer estuviera en casa, contestándome ella que lo intentara que no era tan difícil y me explicó el procedimiento. Me entro en el baño y al intentar ponérmelo lo que hago es que se me derrite en la mano, salgo del baño con el supositorio en la mano y ella al verme me echo una bronca como a un niño diciéndome que como se podía ser tan torpe, añadiendo, " vamos que yo te lo pongo", se me quedo la sangre helada. Le dije que no, que esperaría el regreso de mi esposa y que me daba mucha vergüenza. Ella me dijo que no era la primera vez que veía a un hombre desnudo (una frase que me hace gracia) y que sería solo un momento, además es una necesidad, no te preocupes si apenas me voy a fijar. Me entró una extraña sensación en el cuerpo, entre excitación y vergüenza, ¿se excitaría ella con esta situación o lo tomaría como algo normal?, no me podía imaginar nada pues ella aparentaba una normalidad total..

Cogió un supositorio y mientras lo sacaba del envoltorio, me iba diciendo que me fuese bajando el pijama y los calzoncillos, yo le insistía que no. Mira tiéndete en la cama y yo te los bajaré y no te preocupes que no se te verá nada fuera de lo normal (joder que lista era, que fuese al revés, madre yo estaría cachondisimo). Me tendí en la cama y poco a poco se iba apoderando de mí una excitación fuera de lo normal, cuando sentí sus dedos bajarme el elástico del calzoncillo, casi me da algo. Ponte de rodillas me dijo, se me estaba empezando a poner dura y más cuando me abrió las nalgas y me puso el supositorio, dejándome un momento el dedo dentro, para que según ella no se saliese. Yo en ese momento tenía ya una erección de burro y ella lo tenía que notar. Vístete me dijo y ya verás como te mejoras, a la noche me pasaré a ponerte el segundo. Le dije que no se molestase y ella con una sonrisa en la boca me dijo que no era molestia. Se despidió hasta la noche y se fue. La vieja me había excitado y pensé que ya que tenía que verme otra vez desnudo, intentaría ponerla en una situación límite haber como reaccionaba. La situación para mí llegado este punto era morbosa, que una mujer madura me viese con el culo en pompa, me ponía y mucho .

Bueno este es el principio, seguiré con la historia.

Si tenéis historias parecidas no dudéis en mandarme un correo.

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