Gracias a la gripe 4
Leer anteriores
Estaba con un dolor de huevos de la hostia, así que pensé en provocar a su hermana haber si me hacía otra pajita y con eso me conformaría a falta de echar un polvote, aunque fuese a costa de que me pusieran otro cohete. Cogí el móvil y llamo a la tía de mi mujer.
El marido de su tía: Hola! pues no está, ha ido al médico pues ha pasado mala noche con un resfriado. Toma el número de su móvil.
Yo: estaba enferma, joder que mala suerte. Cuando me ponía a llamarla suena el timbre y era ella, la tía con una cara de resfriado de la hostia.
Tia: Vengo del médico y estoy fatal, seguro que me has pegado tu gripe.
Yo: Pues la había llamado para que me pusiera otro supositorio pues he tenido que seguir con el tratamiento.
Tia: De acuerdo, pero date prisa pues yo también tengo que irme pues me debo poner el mismo tratamiento que tu.
Yo: “Se me encendió una luz en mi mente”. Me podías dejar que te lo pusiera yo y así de paso me enseñas prácticamente como se pone y en adelante me los puedo poner yo.
Tia: No!, como se te ocurre.
Yo: Hombre pues tu casi me obligaste a ponérmelos y no me ha pasado nada, además no creo que me vaya a asustar.
Tia: Se quedó unos segundos pensativa y dijo: Venga vamos me lo pones, para que veas que no se comen a nadie.
Yo: Que morbo!, me latía el corazón a 200 por hora. Se levanta la falda y se bajó las bragas. El espectáculo era de lo mas espectacular, madre de mi vida que culo y con un coño de amen. Me encantaba el espectáculo que estaba viendo, joder estaba pero que muy bien mi querida tía, tenía un coño bastante peludo y así en esa posición me daba un morbo de la hostia. Con la calentura que yo tenía no atinaba ni abrir el supositorio.
Tia: Vamos, que pasa no atinas o que?.
Yo : Era mi oportunidad!. le metí un dedo en el culo para tantear, y le dije que ¿si hacia falta masajear un poco el culo? y ante la ausencia de comentarios, seguí introduciéndole el dedo, yo ya estaba de los nervios. Yo notaba que su coño se estaba mojando y como ella ligeramente movía las caderas. Baje un poco con el masaje como por equivocación y le toque los labios vaginales y que maravilla estaba empapada y eso era muy buena señal y lo que es mejor seguía sin protestar por mi osadía. Al rato yo estaba que reventaba y sin pensármelo me saque el nabo y se lo metí en el coño, ella se intentó levantar y con cara de enojo me dio una bofetada.
Yo: me puse casi llorando (que bien había aprendido a hacer este papel de ingenuo), enojado y pidiendo, perdón. Le dije que me había superado la situación, que estaba muy excitado con el panorama que me había regalado.
Tia: Venga pónmelo o me vas a quedar así.
Yo: Otro intento, y ahora si, se la volví a meter y ya no dijo nada. Que buen polvo le eché, ¡como se movía!, me estaba encantando sus gemidos y la visión de todos sus tesoros. Cuando me corrí, ella con mucho cariño me limpio mi nabo le dio un besito al capullo y me dijo anda ponme ahora el supositorio, se lo coloqué no sin antes darle un beso en el ojete.
Tia: Vamos que me toca ponértelo.
Yo: Joder se me volvió a poner dura. me lo puso con mucha tranquilidad, me cogió por atrás mi pene y diciéndome que era muy fogoso me empezó a masturbar en esa posición, que segunda corrida!. me emplazó para el siguiente día. Había conseguido follármela.
Pero yo realmente seguía muy cachondo pensando en el morbo de mi suegra, debería intentarlo de alguna forma haber que pasaba. Me tenía que comportar como ella es decir no dar importancia, fingir y provocar aún más la situación.
Me oferzco a poner supositorios y enemas a señoras: pacificobello07@mixmail.com