Gracias a la crisis económica
De la actual crisis económica no se escapa nadie y a mi me toco la peor parte o la mejor?
Gracias a la crisis económica
La crisis económica mundial no hizo excepción conmigo y me arrastró a una profunda penuria económica. Soy de 24 años acostumbrado a las cosas buenas de la vida. Me gusta el deporte en especial el Taekwondo y soy amante al gimnasio, por lo cual me conservo en perfecto estado físico y atlético.
Soy graduado de Ingeniería, por lo cual estaba trabajando en una compañía como uno de los ingenieros de planta, pero la mala situación de la Cia, hizo que comenzaran a hacer recortes de personal y al tercer recorte me tocó a mi.
La dificultad por encontrar un trabajo bien remunerado, y mi difícil situación económica me llevaron a aceptar una propuesta de trabajo de un antiguo cliente (podrido en dinero), y que era de empleado del mantenimiento de su casa.
Llegado el día de iniciar mi trabajo, me presenté en la casa o mejor dicho era una especie de mansion, siendo recibido por mi nuevo jefe, quien me presentó a su familia, su esposa – una alemana de unos 35 años de una cuerpo escultural – y a su hija, - una chica muy hermosa del tipo de su madre.
Como él tenía que irse a trabajar, les encargó a su esposa e hija que me hicieran conocer la casa, y que me dijeran lo que necesitaban hacer por el momento. La esposa que se llama Ellien llamó a una empleada de servicio y le indicó que me diera un paseo por la casa y me hiciera conocer. La empleada llamada Katty era otro mujerón con sus curvas bien definidas y muy bonita. Al parecer a éste hombre le gustaba rodearse de mujeres bellas y apetecibles.
Mi primer día de trabajo, pasó sin pena ni gloria. Que un arreglo por aquí, que otro por acá. Al día siguiente apenas llegado me llamaron de emergencia. La puertas de la ducha de la Sra se habia atrancado y no podia salir de ahi. Yo acudí inmediatmente al baño y pude ver a la Sra solamente tapada con una toalla que a duras penas le tapaba sus partes. Me quedé impresionado con tal belleza y ella un poco avergonzada me pedia que la sacara de ahi. A duras penas pude abrir un poco la puertas como para que pasara apretadamente y pudiera salir. Ella lo intentaba y con mucha dificultad comenzó a pasar pero era imposible que mantuviera la toalla en su lugar, lo que hacía que pudiera verla en todo su esplendor. Unas tetas de delicia, grandes y bien paraditas, con uno pezones provocativos, un culito paradito a pesar de sus años y unas piernas dignas de un escultor. Era una verdadera delicia. Ella al principio trataba de mantener la toalla en su sitio, pero ante la imposibilidad de hacerlo, la tiró a un costado dejándome ver todo su cuerpo. Ella me pidió que la ayudara, por lo cual yo la agarré de lado y pude sentir sobre mi pecho su deliciosas tetas y la abrazé por la cintura, no sin ante tocarle su culito. Ahhhh que delicia!!!. Cuando la pude sacar, ella me dió las gracias se tapó con la misma toalla. Para esto, mi pobre pene estaba a mil, ante tal espectáculo y ella se dió cuenta y me lo hizo saber.
Parece que te hizo efecto mi problema, no? me lo dijo señalándome mi pene. Y no es para menos, ante tanta belleza, le dije; te parece? Me contestó. Ya lo creo, es una deliciosa mujer le dije, ella me respondió y cómo lo sabes? Si no me has probado? Y diciendo esto se quitó la toalla quedándose totalmente desnuda ante mi.
De inmediato, la tome en mis brazos y la llevé a la cama, donde nos fundimos en un beso, nuestras lenguas jugaban , mientras que nuestras manos comenzaban su exploración. La besaba por el cuello chupándola a placer mientras ella parecía disfrutar, mis manos acariciaban sus tetas y pellizcaba sus pezones. Poco a poco fuí bajando y comenzaba a besarle las tetas, ella comenzó a gemir. Ella lo estaba disfrutando plenamente, y me decía, sigue sigue que esta rico, hace tiempo que no sentía algo así. Seguí bajando a los pezones, donde me entretuve por largo rato, mordiéndoselos, eran deliciosos, puntuagudos y grandes. Esto la puso como loca, gemía y gemía, Que rico papi, sigue que esta rico. Ya me había olvidado lo que se sentí, mi marido solamente se sube, acaba y se duerme y me déjà con las ganas. Pero tu mi amor me estás hacienda recordar deliciosos momentos de placer, sigue, siiii sigue. Que delicia sigue mi amor.
Seguí bajando poco a poco, quería comerme todo ese cuerpito delicioso, no quería dejar nada sin saborear. Bajé a su abdomen, lo disfrutaba, lo besaba con ansias y pasión, mientras ella se retorcía de placer. Estaba fuera de sí. Lo estaba disfrutando y a lo grande. A medida que iba bajando, ella se retorcía mas y mas. Finalmente, llegué a su fuente de placer, a esa cuevita depilada totalmente. Era abultada, rosadita, con unos labios externos bastantes pronunciados. Comencé a besarla por los lados, por los muslos en la parte interior. Le pasaba la lengua suavemente, saboreando cada parte de su cuerpo. Me situé entre sus piernas, la besaba y acariciaba. Ella me agarraba la cabeza y la aprisionada contra su cuevita. Yo seguía con lo mío, la besaba por los lados de su chocho, cada vez mas cerca, mientras ella se deseperaba y gritaba que se lo chupara. Chúpala ya por favor, que no aguanto mas. Chúpala por favor.
Me agarró de los cabellos y me llevo directamente a su chocho. Ataqué con mi boca sus labios. Le pasaba la lengua de arriba hacia abajo abriéndole su delicioso chocho. Ella se movía como una loca. Estaba en pleno éxtasis. Seguí besando y chupando cada pedazo de su vulva, hasta que finalmente llegué a su clitoris, ella saltó y me aprisionó con sus piernas, levantando su pelvis para que lo hiciera mas facil. Ella gritaba fuerte, me voy papi, me voy, sigue, sigue un poco mas, sigueeeee ahhhhhhgggggg, que ricoooooooo , mientras se retorcía y gritaba de place. Eso hizo que me calentara aún mucho mas, por lo cual seguí con mi faena, chupando y suscionando ese delicioso clitoris, estaba encantado haciéndolo, y ella de inmediato volvió a tener otro nuevo orgasmo y otro, uno tras otro, hasta que finalmente cayó rendida en la cama, y me decía que nunca antes lo habia sentido así. Que la había hecho acabar varias veces de una sola.
Me abrazó, me basaba con fuerzas y con mucha pasión. Ahora me toca a mí, me dijo y comenzó a desvestirme, mientras me besaba. Yo estaba que a mil, ya que no había acabado y tenía mi pobre pene hecho una estaca de los dura que estaba. Ella mientras me besaba, me lo acariciaba y decía, esto va a ser mío, solamente mío.
Me sacó como pudo la camiseta y se dedicó a mis tetillas a besarlas, a morderlas y pasarle la lengua. Poco a poco fue bajando, me sacó el pantaloon dejándome solamente en calzoncillos, mientras me iba besando con fuerza. Me sacó mi calzoncillo y saltó mi pene todo endurecido por la ganas que tenía. Ella se lo quedó mirando y dijo: Esto no me va a entrar. Mi pene no es aventajado, mide unos 18 cm de largo, pero si es bastante grueso, ella lo miraba y acariciaba, luego comenzo a pasarle la lengua por la puntita, haciéndome saltar de placer. Poco a poco fue metiéndoselo. Primero la cabecita a la que le dió un tratamiento especial, la chupaba, le pasaba la lengua por su contorno, la chupaba. Que delicia que sentí. Nunca antes lo había experimentado asi. Lo hacía deliciosamente. Procedió a meterselo como podia por lo grueso le era bastante difícil hacerlo, pero lo hizo. Que deliciosa mamada que me estaba dando. Siguió haciéndolo por un buen rato, hasta que se colocó para hacer un 69. De inmediato me prendí de su vulva y ella de mi pene. Al poco rato ella comenzó con sus contracciones y a agitarse. Sigue papi sigue, me decía que ya acabo, mientras se retorcía sin dejar de mamar mi pene. De repente se levantó y se sentó plenamente sobre mi boca y comenzó a moverse desaforadamente, acabando una, tras otra y otra vez. Ella gritaba del placer Que rico, que rico sigue, dáme más, más, más por favor dame m s, no pares. Mi lengua hacía su parte, chupaba fuertemente su clitoris, cosa que la volvía loca a ella. La acosté boca arriba y le abrí las piernas, de un solo golpe se lo metí hasta el fondo. Ella gritó de dolor y placer. Ahhhgggg me duele, pero que rico!!!.Me abrazos con las piernas a mi cintura y se movía en forma desesperada, llegando a otro de su multiples orgásmos, mientras yo seguía bombeando fuerte, quería acabar, pero no podia, lo tenia en la puntita, pero no salía y seguía y seguía dándole y bombeando como locos enardecidos por el placer. De repente, ella me volteó y me puso boca arriba, de inmediato se subió y se metió mi pene hasta lo mas profundo, comenzando a cabalgarme frenéticamente. Gritaba: Que rico papi, que rico mi amor. Dale, dale más fuerte.
Estábamos en eso, Cuando me pareció ver una silueta por la puerta, y alcancé a ver a su hija que se retiraba en ese momento. Nos había estado viendo, pero no me importaba nada en ese momento, ya que estaba como loco y lo que quería era seguir disfrutando de tremenda hembra que tenía conmigo.
El frenesí de ella, desbordaba cualquier imaginación, estaba sumergida en lo nuestro, estaba como una loca cabalgándome, hasta que fimalmente le dije que iba a acabar y ella me respondió que ella tambien, se apresuró en moverse, cada vez mas rápido y fuerte y finalmente en medio de una tremendo grito acabó y junto con ella yo. Ella siguió moviéndose para terminar de acabar con sus orgámos multiples.
Caímos rendidos en la cama. Ella encima mío, jadeaba, su respiración totalmente agitada, mientras me besaba profundamente y me decia que había sido delicioso. Quiero volver a estar contigo todos los dias. El Viejo de mi marido no me hace sentir nada, él solamente se sube, acaba y se va, dejándome con las ganas.
Así comenzó nuestras historia, la misma que continúa hasta hoy. En la actualidad, soy el asistente personal de Ellien, la Sra. En cuanto a su hija, esa es otra historia, que a su debido tiempo se las contaré.