Gotita de Canela

Pilar es una mujer hermosa que descubre que el amor que busca tal vez se encuentre en el lugar menos sospechado

Pilar es una mujer hermosa, morena color canela, de pelo negro liso y largo, alta y de bonito cuerpo, su busto atrae siempre las miradas de sus compañeros de la universidad, ella tiene unos ojos grandes y expresivos, es fácil ver en ellos cuando su dicha o tristeza es mucha, ella se maquilla los labios color carmín o a veces color salmón, lista siempre a dar besos, o algo más.

Pero la vida de Pilar tiene altas y bajas, aunque estudia lo que le gusta y tiene unos compañeros muy agradables su vida amorosa no es la mejor, ella tiene un novio, Camilo, él es deportista y un completo patán, se conocieron en la carrera, él vive a pocas cuadras de la universidad, todas las tardes después de clases ella llega a ese cuarto con la esperanza de que esta vez el note lo bonita que está, que se compró unas sombras para ojos que resaltan su dulce mirada, hoy no es el día, pero no importa, el será grosero, celoso, distante, pero debajo de las sabanas, ella simplemente no puede resistirlo.

Es un jueves en la tarde, Pilar viste un sexy vestido de top blanco con puntitos negros con un prominente escote, falda negra apenas por encima de la rodilla y medias veladas negras de encaje, casualmente hoy uno de sus compañeros le insinuó que podrían salir a tomar algo y después pasarla bien, fue muy dulce de su parte pero ella siempre dice que no, el cretino de Camilo la tiene engatusada, ella no tiene ojos sino para él, Pilar llegó lo más rápido que pudo al apartaestudio de Camilo y lo saludo de beso, acto seguido él la llevo a la orilla de la cama, la hizo poner en 4, recogió su faldita negra en su cintura, y empezó a acariciarle su coñito, a ella le empezaron a temblar las piernas, rápidamente empezó a mojarse, Camilo tenía un gran espejo justo arriba de la cabecera de la cama, y ella miraba la escena como si fuera una película porno en la que ella era solo una espectadora, él tomó las medias veladas por el centro y de un rápido jalón las abrió en dos. con tristeza y resignación Pilar suspiró, esas medias las había comprado para el no hacía 2 días, pero no hay tiempo para pensar demasiado, ya el corrió la tanguita de Pilar y estaba ensartando su poderoso miembro en la húmeda cuevita.

Llega la primera embestida y con ella Pilar da un grito de intenso placer:

-Ahhh, dame duro, sí, soy tu puta- todas sus fibras se estremecían al decir tales palabras, lo odiaba, pero sabía que dejarse dominar era la ruta más fácil para que él le diera lo que quería, y así lo hizo, Camilo embestía más y más fuerte el pobre coñito de Pilar, él se agarró fuerte de sus caderas y empezó a taladrarla sin misericordia, tenía un excelente estado físico lo que permitía mantener su ritmo por horas y horas.

-AH AH AH AH- gemía ronca Pilar mientras blanqueaba los ojos y se apretaba con fuerza a las sabanas, él la tomó del cabello y empujó bruscamente su cabeza a la cama, haciendo que ella empinara más el culo y consiguiendo una penetración más profunda.

-mmh mhmh mhmhm mhmhmhmhhm- los gritos de Pilar eran ahogados por las cobijas, su respiración se dificultaba y empezaba a sentir cierta molestia en la espalda, empezaba a desesperarse y a luchar para cambiar de posición, eso a él le fascinaba, su verga se endurecía aún más mientras ella se retorcía y tensaba todos sus músculos, incluyendo sus paredes vaginales, bombeando ese pene erecto que tanto disfrutaba.

  • ¿te gusta zorra? ¿a cuantos te comiste hoy? -

-MHHHH- su respuesta podía ser tanto que le gustaba o que necesitaba aire, finalmente él retiró su mano para apoyarse mejor en la cama, ella levantó su cara roja del colchón para poder recibir una bocanada de aire, vio en su reflejo como estaba toda despeinada, la sombra de ojos corrida llegando casi a sus mejillas, que duro le estaban dando a esa chica del espejo.

Camilo se agarró del escote del vestido, sus dedos se hundieron con fuerza en los senos de Pilar aun cubiertos por su brassiere blanco.

-Puta vulgar, mira cómo te dejaron en clase, ¿a eso vas? ¿a qué tus compañeros te rompan el culo? -

-SI, ESO ES LO QUE ME GUSTA, DAME, DAME VERGA COMO TODOS EN LA UNIVERSIDAD- dijo jadeando, eso era una completa y cruel mentira, para Pilar no había otro más que él, pero Camilo se empeñaba en tratarla como una prepago barata, mientras la penetraba siempre quería saber los detalles sórdidos de como ella iba acostándose con todo tipo que se le atravesaba, una situación que sencillamente no existía, Pilar no tenía más remedio que inventar historias mientras recibía los embates de esa furiosa verga.

-AH AH SI, ASÍ, así como me la meten los profes para pasar las materias, SI MMM- Estaba acercándose al clímax, sentía calor en el pecho, estaba cada vez más y más tensa, de repente, una explosión de placer puro estalló dentro de su ser, sintió como su vagina se empapaba y chorreaba como un grifo, emitió un largo grito y se desplomó sobre la cama, tendida inmóvil y exhausta, Camilo tomó su miembro con la mano y empieza a moverla de arriba a abajo a lo largo del tronco, pronto siente la sacudida de su inminente corrida y la apunta al vestido de ella, le divierte la idea de que ella tenga que ir por la calle hecha un desastre.

Una vez acaba, Camilo sube sus pantalones, toma su billetera, llaves, un abrigo y su celular, el flash de la cámara delata que ha tomado una foto a su obra, el ruido del portazo delata que se fue sin decir palabra, otra vez Pilar queda sola en la cama esperando a que su amado se acurruque con ella y la abrace, seguramente se fue a jugar fútbol con sus amigos, o a tomar unas cervezas, ya ella no pide explicaciones, sabe que no sirven de nada contra la horrible sensación de sentirse usada y sola, llorando se dirigió al cuarto de baño a arreglarse un poco, se peinó, se lavó la cara, pasó un pañito húmedo por su vestido manchado y se preparó para ir a casa, ya casi son las 10 de la noche.

Pilar llega a casa ya tarde, su madre no está pues tiene turno nocturno en la empresa donde trabaja, pero no importa, pues la felicidad más grande del día es cuando su hermano menor sale a recibirla, ¿dije que Pilar solo tiene ojos para Camilo?, pues en casa esto ya no es cierto, Felipe es su adoración y su fuerza, el muchacho sale en pijama emocionado al oír las llaves en la cerradura de la puerta, no ha podido acabar de entrar cuando unos bracitos la rodean completamente.

-HOLA PILI, ¿COMO ESTAS? - grita el chico emocionado, ella lo abraza de vuelta para tener tiempo de limpiar las lágrimas de felicidad que el sincero y dulce saludo le causan.

-Hola Pipe, ¿qué tal estuvo tu día? - Pilar es feliz de nuevo, toma a su hermano de la mano y lo lleva a la sala para prepararse ambos algo de cenar, y poder escuchar las aventuras que su tesoro tuvo en el día.

Y así, esta rutina se presentaba varias veces durante la semana, a Camilo sencillamente no le interesaba nada de Pilar salvo que viniera a rogarle sexo, Pilar simplemente no podía resistir la poderosa verga que le hacía perder la cabeza, incluso como para dejarse humillar de él cada vez en nuevas y más tristes maneras, pero después de cada salvaje sesión, ingenuamente anhelando que Camilo terminara la faena y se recostara con ella y de la tristeza de darse cuenta que otra vez resultaría sola, ella sabía que obtendría el amor que le quedaban debiendo de su hermanito, cuando por las noches pudiera dormir abrazada a ese inocente muchacho y sentirse de nuevo como que era una persona amada.

La ingenuidad de Pilar seguía jugándole malas pasadas, pero ninguna como la que sufrió el día de su cumpleaños, el día que todo cambió, ella estaba simplemente espectacular, vistió un mini vestido azul ajustado, sin mangas y con un escote amplio pero protegido por una transparencia, se maquillo hermosa, usó sus joyas más especiales, unos bonitos aretes de perlas y un fino collar con dije de ángel que su hermano le había regalado en un cumpleaños anterior, ese era el más especial para ella, montada en unos tacones negros brillantes su figura no podía ser superada por ninguna, sus amigos lo notaron, sus profesores lo notaron, su bolso pronto se vio lleno de chocolates y tarjetas, la felicitaron, hasta le coquetearon, cumplidos y regalos le llovieron ese día haciéndola sentir la reina de la universidad, su hermanito la llamó a la hora del almuerzo, su felicitación la hizo morir de ternura, hacía tiempo que no había vivido momentos tan felices.

Iba tan bien el día que ella pensó que hoy su sesión con Camilo iba a ser especial, sus amigos trataron de aterrizarla, incluso convencerla de que no se fuera con ese imbécil y que mejor salieran a celebrar los del combo de la U, pero no fue posible, toda esta lluvia de atención y admiración hicieron que ella estuviera super sensible, la realidad era que Pilar estaba más caliente que ningún otro día, deseaba sexo, lo necesitaba, incluso los abrazos de felicitación de sus amigos cercanos los sintió un poco atrevidos, pero era ella, su piel anhelaba el contacto de un macho, involuntariamente, estaba recibiendo placer sexual de cada caricia que recibía.

Afortunadamente, pudo salir temprano de clases y con mucha prisa llegó al hogar de su macho. -muy bien, llegaste temprano hoy, podemos empezar de una vez- oh dios, este recibimiento fue demasiado para ella, sus expectativas crecían al tiempo que su calentura, inmediatamente se puso de rodillas y empezó a bajarle los pantalones a Camilo, él se sobresaltó pues ni siquiera habían cerrado la puerta, una vez en privado, Pilar se empezó a devorar la gran verga de él, mamaba con experiencia subiendo y bajando por el tronco, abriendo la boca casi para poder comerle las bolas también, se engullía profundamente ese miembro con dificultad, escuchaba como su amado gemía y eso la ponía a ella a 100, un escalofrío recorrió su espalda cuando sintió como una gotita de líquido recorría el interior de su pierna, su coño estaba empapado y listo, era momento de empezar a abrir su vestido y gozar de la mejor sesión de su vida, o al menos eso creyó.

Las manos de Camilo sujetaron la cabeza de Pilar y el empezó a follarle la cara, Pilar emitía sonidos de arcadas, ella empezó a pegarle palmaditas para que la dejara tomar aire, pero el mantenía firmemente la cabeza de Pilar haciendo que su verga se metiera profundo en la garganta de la hermosa morena, Camilo se tensó y pronto liberó una gran cantidad de espeso semen en la garganta de ella, Pilar intentó separarse de el con fuerza y desespero, se sentía ahogada, pero no fue sino hasta que Camilo se aseguró que ella se tragara la última gota de semen que la soltó, Pilar tosió adolorida, el brusco movimiento hizo que el delgado collar de ella se atorara en la cremallera de los pantalones de él, al moverse para atrás el jalón hizo que el collar se reventara y cayera al piso, Pilar lo vio con tristeza mientras tosía y se recuperaba, Camilo se subió los pantalones y empezó a buscar sus cosas.

-Oye, cof cof- ¿qué pasó, a dónde vas? - preguntó ella confundida

-daah, a ver tonta, hoy es un día especial- dijo el con tono burlón.

¿hoy especial? ¿acaso Camilo le tenía preparada una sorpresa? ¿la llevaría a cenar? ¿a ver una película?, el corazón de Pilar dio un vuelco, se sentó allí estaba esperando a saber a dónde irían.

-sí señor, y que bien que viniste temprano para un rapidín antes del partido-

-Espera ¿qué? -

-Pues laaa champiooons- cantó Camilo con el tono del comercial de la UEFA

-hoy es la final y ya quedamos con la gente, te diría que vinieras pero sé que detestas el futbol-

Su corazón se partió ahí mismo, sus expectativas se golpearon duro contra el mundo, quedo muda, por su cabeza cruzaron varias cosas que quería decir, quería enojarse, quería rogar, quería recordarle al cretino que era su cumpleaños y que de nuevo, lo había vuelto a olvidar, quería gritar, quería llorar, pero nada se expresaba en su cara, se sintió como una tonta por creer que de la nada él iba a cambiar, sintió que por fin le plantaría cara al tipo y le diría que se terminaron los abusos, pero cuando por fin reaccionó Camilo ya había alcanzado la puerta.

-Hey, hablamos después, podrías ser buena y arreglar un poco amorcito, no he tenido tiempo estos días, nos vemos después-

Ese maldito tono meloso que ponía cuando quería ponerla a ser su empleada de servicio gratis, el portazo la despertó, y allí en donde estaba rompió en un amargo llanto que se sintió durar toda la vida.

Después de un rato, cuando se pudo calmar, se limpió la cara, tomo agua pues aún tenía el amargo sabor del semen en su boca, tomo su collar roto, lo echó cuidadosamente en un bolsillo de su bolso y se encaminó a su casa, lo peor de todo es que aún se sentía excitada y eso le daba rabia, a pesar de la humillación tan grande, aún le hubiera gustado que Camilo le hubiera dado una buena follada, a esa hora el transporte iba repleto, tuvo que irse en un bus en el que a duras penas consiguió entrar, incluso le pareció sentir que alguien intentaba tocarla, pero no estaba segura por la calentura que llevaba, o tal vez lo que no sabía era si quería detener los toqueteos o mejor aprovechar el momento.

Una vez en casa, abrió la puerta desanimada, era temprano, tipo 7 pm, pero igual su madre no llegaría sino hasta la madrugada, entró y se encontró sola, ningún cálido recibimiento, solo silencio, con tristeza cerró la puerta para dirigirse a su habitación.

  • ¿¿¡PILI!??- grito desde el interior de la casa su hermanito, el muchacho salió de su habitación emocionado, cruzó la sala corriendo y se abalanzó sobre su hermana.

-No te esperaba tan temprano, me estaba empijamando cuando oí la puerta- dijo el muchacho mientras la abrazaba, Pilar reparó en que él estaba sin camisa, solo tenía puesto un pantalón de algodón azul oscuro, la piel cálida de su hermano sirvió como una cobija suave y reconfortante que alivió un poco su tristeza, no pudo evitar dibujar suavemente círculos con sus dedos en la espalda de su hermano menor, a lo que él respondió imitando el gesto, estas caricias eran lo que necesitaba, el chico olía delicioso, ella puso su cara en el cuello de el para disfrutar su aroma, lo que el chico imitó también, con su mano apartó la cabellera del cuello de Pilar y posó su cara allí, cariñosamente el empezó a darle cortos besitos sobre el cuello y los hombros, un corrientazo atravesó la espalda de Pilar, en su estado de calentura no fue difícil confundir el gesto fraternal con un coqueteo intenso, cerro los ojos, y posó su mano en la cabeza de su hermanito, como invitándolo a que siguiera, el chico entendió perfectamente y siguió dándole sonoros besitos en el cuello a su hermana, la vagina de Pilar se humedeció de nuevo, paso su mano por la espalda de Felipe, acarició esa piel canela igual a la suya, no pudo evitar soltar un pequeño gemido, cosa que hizo que el muchacho se detuviera enseguida.

  • ¿estás bien Pili? ¿te lastimé? - la morena se derritió de ternura,

-No Pipe, estoy muy bien ahora-

-Te ves triste, ¿estuviste llorando otra vez? - el muchacho conocía a su hermana, y en su inocencia hacia lo posible para demostrarle cariño. la tomó de la mano y la llevó a su habitación, una vez allí se terminó de vestir con la camisa de la pijama, hizo que su hermana se acostara, se acostó a su lado y se puso una cobija encima tapándose ambos.

-Feliz cumpleaños hermanita, te amo- dijo a su oído mientras prosiguió con los besitos en el cuello de su hermana que había empezado en la sala. -yo también te amo Pipe- contesto ella, dejándose llevar por las caricias y besos del muchacho

El pequeño momento que pasó entre su llegada y estar en la cama con su hermano le hicieron darse cuenta que lo que estaba sintiendo justo en ese momento no era el cariño normal de hermanos que siempre sentía, la calentura que sentía le hacía sentir excitación con cada beso de su hermano, se sentía de cierta manera utilizando al muchacho para saciar sus deseos egoístas, pero no era capaz de dejar de aprovechar la situación, empezó a contonearse al ritmo de los besos de él, evidenciando la profunda calentura que sentía.

-Sigue amor, sigue MMMM, me gusta- empezó a gemir descaradamente, el muchacho solo seguía, quería reconfortar a su hermana y hacerla sentir especial en su cumpleaños, para ponerse más cómodo, el empezó a subirse sobre Pilar, primero por un costado, mientras su boca besaba sin parar el cuello de la chica, su mano se posó inadvertidamente sobre uno de los senos de su hermana, Pilar se estaba perdiendo en el deseo, con sus manos empezó a acariciar la espalda de su hermano, bajando cada vez más atrevida, con delicados movimientos logró poner al chico encima de ella, entre sus piernas, en este momento Pilar estaba pronta a llegar al clímax, su deseo sexual estaba a niveles que ella misma no conocía y era su dulce hermanito quien le causaba este placer descomunal, en su mente se repetía a si misma que quien la excitaba hasta este punto era su hermano menor, el tesoro de su vida era ahora el macho que la dominaba con la más mínima caricia, y que esto estaba mal, que era enfermo lo que hacía, pero más que desalentarla, estos pensamientos la animaban a seguir adelante, le causaban una excitación y morbo que no había experimentado jamás, tomo entre sus manos la cara de su hermano y se sumergió en el más apasionado beso que había tenido, su interior se electrizó y estalló en una marea de placer, chorros y chorros de flujo manaban de su vagina, era momento de que su hermano se volviera su dueño, pero al terminar el beso, el chico la miraba de una manera que ella no esperaba.

  • ¿que fue eso Pili? ¿porque me agarraste así? - pregunto el muchacho con una mirada entre molesta y asustada, Pilar despertó de su calentura y se asustó también.

-Perdóname Pipe, disculpa, yo no quería, solo, emm, es que yo estaba...- dijo ella balbuceando, el muchacho se levantó y salió de su habitación, a lo lejos se oyó una puerta cerrarse, probablemente la de la habitación de su madre.

Pilar estaba otra vez sola y rompió a llorar de nuevo,  ¿que es lo que acababa de hacer?, se había aprovechado de su hermanito en un momento de calentura, se sentía fatal, pues no hacia 2 minutos estaba completamente segura de que su hermano iba a hacerle el amor, se sentía culpable de usarlo así y se sentía aún más culpable de que en realidad ella no estaba ni un poco arrepentida, se sentía decepcionada de que su dulce hermanito no estuviera cabalgándola, haciéndola su mujer, se sentía rechazada, y esta vez dolía más porque este si era un hombre de verdad, que la amaba con todo su ser, un hombre apuesto y joven, su llanto se detuvo, estaba en la cama de su hermanito, en la mesita de noche había una foto de su familia, su madre, su hermano y ella abrazados, al verlo entre sus brazos sintió excitación de nuevo, tanto tiempo rogándole a un hombre que la amara sin darse cuenta de que todos los días volvía a uno que ya lo hacía, Pilar empezó a tocar sus senos por encima de su vestido, miraba a su hermanito en la foto, el deseo volvía a apoderarse de ella, esta vez consciente, ya sin duda alguna, sabía que de ahora en adelante no descansaría hasta entregarse a su hermano, ya no iba a humillarse rogando por cariño, su mano subió su vestido y se dirigió directo a su entrepierna, ella era la mujer de su hermano menor, con la otra mano tomo la foto y la acercó a su cara, nunca había sido más feliz que cuando estaba con Pipe, no podía esperar más.

Pilar se levantó de repente, fue a su cuarto y se desnudó completamente, buscó en su ropa una sexy batola de satín rosa y se la puso sin nada más, se maquilló de nuevo, y presa del deseo se dirigió a la habitación de su madre, tocó la puerta y con dulce voz llamó a su adorado hermano.

-Pipe, amor mío, ¿estás ahí?, ¿podemos hablar? –

Después de un momento de silencio un click metálico indicó que el seguro de la puerta había sido desbloqueado, Pilar entró lentamente, tratando de no asustar al muchacho.

-Pipe, lo siento, ven, dale a tu hermana un abrazo-

El chico lo dudo un momento, luego se levantó y lentamente se acercó a su hermana, ella tomó sus manos y las dirigió a sus propios senos, el muchacho estaba confundido, pero aun así se dejó llevar, Pilar tomó entre sus manos la cara de Felipe, lentamente se inclinó y puso su cara a escasos centímetros de la de él, cerró los ojos y esperó a que su hermanito tomara la decisión de besarla, los segundos se hicieron eternos, nunca Pilar estuvo más nerviosa en su vida.

Un momento después su hermano quitó las manos de su busto, probablemente se alejaría de ella ahora, ella quito sus manos también, aun inclinada y con los ojos cerrados, sintiendo ganas de llorar, justo cuando pensaba en que la rechazarían otra vez, sintió las manos de Felipe en sus mejillas y un tierno beso fue plantado en sus labios, tímido al principio, pero con el pasar de cada caricia más apasionado, este era el momento que Pilar no sabía que había esperado toda su vida, su corazón no cabía en su pecho de la alegría y excitación

Al terminar el beso, hermano y hermana se miraron a los ojos, la mirada de ambos había cambiado para siempre, con una sonrisa, Pilar toco la frente de su hermano con la suya propia, y dulcemente le dijo:

-Pipe... esta noche... vas a hacerme el amor.