Gotas de sangre 3
Tomate una cena dulce, para endulzar tu sangre
Manuela era una tasadora de objetos antiguos, su novia es una corpulenta policia del departamento de narcoticos.
Llaman a la puerta, Manuela no esperaba a nadie, siempre hacia caso a su novia que le advirtiera que no dejase entrar a nadie sin que la avisase antes, pero al ver la mirilla, vió a Alba, mojada e indefensa ante la lluvia.
-señora y dueña de la casa ¿podeis acoger a esta alma y protegerla de la cruel tormenta?
La novia de Manuela tenia muchos enemigos y muy peligrosos, pero, tenia un palpito con Alba.
Abrió los cinco candados y abrió la puerta.
Alba no se movió, hizo una reverencia y agradeció la amabilidad de Manuela y pasó.
-¿un lugar donde cambiarme? – preguntó Alba.
Manuela le guió hasta el cuarto de baño, Alba, en primer lugar se separó de sus joyas, los pendientes, el collar, los anillos y la pulsera y luego se despojó de sus ropas.
-me perteneces – decia Alba relamiendose suavemente los labios
Manuela llamó a la puerta y entregó la ropa con los ojos cerrados y respetando la intimidad de Alba, la cualle pareció noble.
-os caereis si vais con los ojos cerrados – dijo Alba con tranquilidad.
-verá señora… debe saber que soy lesbiana y dudo que querais que os mire.
-no creo que vuestro deseo sea más impuro que el de los hombres que me tomaron, ademas, no soy gran cosa comparado con vos.
Manuela acercó la ropa pero se tropezó con algo, cayó sobre los pechos de Alba, la cual, agarró suavemente a Manuela por los hombros.
Manuela notaba ese tacto, veia el dulce cuerpo de Alba, sus ojos, se sentian atraidos por esa vision y su piel queria sentir esa suavidad durante largo rato.
-¿quereis que pague mi estancia con mi cuerpo? – preguntó jocosamente Alba.
-siiii, ¡¡¡¡!!!! ¡NOOOOOOOO! ¡no creais que no sois atractiva! Al contrario, me dan ganas de ¡queria decir! Cielos.
Manuela, con la escusa de limpiar las joyas, se fue del lugar.
Alba, al estar sola, dibujó en sus labios una sonrisa y luego una risa contenida que desencadenó en una carcajada, una carcajada que dio rienda suelta, ya que hacia mucho tiempo que no reia.
Manuela se concentraba en limpiar las joyas, cualquier cosa con tal de quitarse el calenton que tenia, tenia novia y no queria traicionarla, mientras se concentraba, vió que eran muy antiguas, el anillo era del siglo XV de la casa de los Cervantes, una noble familia española, los collares eran mas antiguos, reconocia el estilo de los romanos, pero lo que le atraia la atencion era la pulsera.
La pulsera era de diez centimetros de largo, era de marfil tallado, bañado en oro y cuatro gemas, un rubí, una esmeralda, un zafiro y un diamante, gemas de cuatro centimetros y los relieves estaban echos de plata que contaba la historia de Kali.
El corazon se le aceleró, aquella pieza era una que le pidió un importante coleccionista ruso, le habia ofrecido una tremenda suma por ella y estaba aquí, en sus manos, cogió la pieza y la examinó mas detalladamente.
-¿tiene algo roto mi pulsera? – preguntó Alba.
Manuela se sonrojó al verla, podia ver como los pezones de Alba se hacian notar, unos pezones que coronaban un hermoso busto.
-¿tengo algo malo? ¿mala cara? – preguntó Alba fingiendo inocencia .
-no, no – dijo Manuela sonrojada -¿podria sentarse? Hay algo de lo que quiero hablar con usted.
Alba se sentó, sabia que queria Manuela.
-antes quiero presentarme, mi nombre es Manuela Moctezuma, soy tasadora de objetos antiguos.
-Alba Cervantez, de la casa de los Cervantez, poseo propiedades y acciones.
Una mujer que vive de rentas, pensó Laura.
-y me dirá que tendrá un titulo como baronesa o…
-marquesa – interrumpió Alba.
Manuela no le gustaban los que tenian titulos, los consideraba gente excesivamente altarera, que siempre te miraban por encima del hombro.
-¿Cuál es su preocupacion? Señorita Manuela.
-¿Cuánto pide por esto? – preguntó Manuela enseñando la pulsera.
-¿la pulsera de mi abuela? Es un regalo de la secta de Kali, un regalo a mi familia hace cientos de años.
Hace 1500 años.
Alba recordaba hace 30 años que era una humana criada en la calle, demasiado insignificante como para tener siquiera apellido, demasiado insignificante como para siquiera preocuparse por su desaparicion.
Un vampiro intentó alimentarse de ella con la fuerza, el era más fuerte que ella e iba a disfrutar haciendola sufrir, pero Alba consiguió un trozo de madera filoso y se lo clavó en el corazon, borbotones de sangre salieron del vampiro, parte de ella entró en la boca de la joven, la cual enfermó y murió.
Pero al tercer dia, en plenas tinieblas, Alba se levantó, sus sentidos eran mas finos, la luz del dia la dañaba y deseaba cazar gente.
Durante años se maldecia y vagaba en busca de una cura o del perdon de Dios, lo hacia cazando otros vampiros que la habian endemoniado, hasta que uno de ellos le propuso aceptarse a si misma.
“ve a ver a Kali” “la maestra”
Fue a la India, el viaje de España y la India era largo, pero muy inspirador, Al andalus, el sahara, egipto, persia, tantas culturas, cada pais que visitaba deseaba quedarse para aprender, pero primero tenia que conocerse a si misma.
Allí encontró un templo consgradado a Kali y la noche la mostró.
-bienvenida Alba, sois un alma perdida en busca de un nuevo camino – dijo una voz femenina.
-¿Quiénes sois? ¿Cómo sabeis mi nombre? – dijo Alba asustada.
-estoy en frente de vos – dijo la voz.
Alba no veia a nadie.
De repente, como de la nada, apareció una albina de rasgos indios, su cuerpo era delgado pero armonioso, sus pechos eran pequeños y juveniles, pero su mirada era sensual, hipnotica.
-me recordais tanto a mi cuando empecé, asustada, sola, con mis mismos origenes, una intocable, debeis saber que vuestro estado no es cosa de los demonios, sino de una mutacion cuyo origen desconozco, lo llamaria enfermedad, pero ¿Cómo puede ser una enfermedad tal bendicion de los dioses? – decia Kalí acariciando el rostro de Alba.
-¿es una bendicion matar gente? – preguntó Alba con tristeza.
-ah, pobre niña, dejadme mostraros la verdad.
Alba sintió como imágenes inundaban su cerebro, guerras,asesinatos, barbaries, todos hechos por humanos contra humanos.
Pero un recuerdo destacaba, su madre, la abandonó cuando tenia tres años, pero no por despecho, sino para ocultarla de unos hombres que la agarraron, la violaron y la destriparon en vida.
Las lagrimas de Alba brotaron de sus ojos.
-nosotros los “vampiros” como tu llamas, solo matamos para alimentarnos, somos mejores que los humanos en todos los sentidos, sois un diamante en bruto que con el artesano adecuado puede ser una hermosa gema tallada.
Durante cien años Alba estuvo bajo la proteccion de Kalí, aprendia bien y deprisa, más que cualquier otro vampiro que Kali habia visto, le enseñó las tecnicas para nublar el cerebro de los humanos e incluso de los otros vampiros, le enseñó a conseguir mas fuerza, a regenerarse más deprisa, a esquivar los peligros.
Pero tambien, que el sexo era tambien un arma.
La hizo yacer con hombres y mujeres de todas las edades, adoptando varios roles, de virgen asustadiza, de prostituta, de sumisa, de dominante.
Siempre para acabar usando su amante como alimento.
Pero un dia, Alba, leyendo el Kamasutra, se le pasó una idea loca.
Fue a la habitacion de Kali que se acicalaba.
-¿me permitis que os peine? Maestra – dijo Alba con una reverencia.
Alba peinó los sedosos cabellos de Kalí, ambas se reflejaban en los espejos.
-¿me ves? – decia Kali.
De repente la imagen de Kali desaparecia del reflejo.
-ahora no me ves – decia Kali riendo.
-me ves – decia Alba.
Y ella tambien desapareció del espejo.
Ambas rieron.
-es un truco que nunca pasa de moda, las caras que ponen los humanos son una delicia – decia Kali.
-tengo un truco mucho mejor – decia Alba con una sonrisa picara.
La imagen de Alba apareció en el espejo, guiñó un ojo y salió del espejo robandole un beso a Kali, la cual, sentia sorprendida las manos del reflejo de Alba acariciando sus pechos con suavidad.
-m-magnifico Alba, sabeis como estimular con vuestra mente las zonas del cerebro, simulando como me tocan, e incluso incrementando el placer, coordinais la ilusion con la estimulacion cerebral, sabia que erais una gran alumna – decia Kali.
Los labios de Alba le susurraron.
-hace mucho tiempo que deseaba pagaros por vuestra bondad, me acogisteis, me enseñasteis, sacrificasteis tiempo por una miserable como yó, he de compensaros.
-tiempo, ese termino no existe para nosotros, tengo más de siete milenios y he visto miles de cosas, tu eres un estimulante para una vida sin alicientes, un motivo para desear vivir – decia Kali.
Alba le sorprendió ese dato, perdió temporalmente la concentracion y sus ilusiones se borraban, Kali le pellizco un nervio causandole dolor.
-¡sigue concentrada!
Y asi hizo, las ilusiones reaparecieron, más vivas que antes.
-perdonadme, pero vuestra piel es tan tersa, tan firme como la de una doncella – decia Alba pasando sus labios por la oreja de Kali.
-no envejecemos mi niña, no moriremos viejas y arrugadas, conservaras el mismo aspecto que el primer dia solo que tambien vuestros cabellos y uñas crecen al ritmo normal, mmmm cielos, hace tanto tiempo que no me lamian asi, sois mi alumna más aplicada, pero quiero veros con vuestro reflejo – dijo Kali.
Alba le pareció dificil, pero lo intentó, no solo tenia que trasladar la ilusion a la poderosa mente de Kali, sino la suya propia, pronto, se veia a si misma, se besó a si misma, se abrazó a si misma, notaba como ella y su reflejo frotaban sus pechos mutuamente.
Kali veia dos personas identicas abrazadas y besandose, le dificultaba a Alba bloqueandola, pero Alba conseguia superar ese bloqueo mental.
Ambas Albas miraron a Kali.
-que hermosa sois y como han crecido tus habilidades – dijo Kali sonriendo.
-más de lo que pensais – dijeron las dos Albas a la vez.
En ese momento, Kali notó como tres Albas aparecieron cogiendola por sorpresa, habia subestimado el poder de Alba.
No pudo contener una sonrisa de satisfaccion mientras las Albas la inmovilizaban.
Las cuatro ilusiones la tenian cogida, Kali no podia moverse, aumentó poco a poco su bloqueo para ver cuanto ha crecido el poder de Alba, la cual, se acercaba y le robó un beso en sus labios.
Un beso prohibido, lleno de placer y deseo.
Los labios de Alba abandonaron los de Kali aún unidos por un hilo de saliva.
-la aprendiz siempre supera a la maestra – decia Alba sonriendo y acariciando a Kali los pechos.
-je je je, lo admito, sois formidable, pero no me han dado el puesto de diosa por nada – dijo Kali sonriendo.
Las ilusiones de Alba desaparecieron y Kali la agarró de los brazos, pero notaba como le tocaban los pechos.
Vio que Kali tenia cuatro brazos, dos le inmovilizaban las manos y las otras dos acariciaban suavemente los pechos, Alba intentó concentrarse, pero en vano.
Kali conocia el cuerpo de Alba a la perfeccion acariciaba con precision los puntos sensibles de Alba, la cual, sentia que estaba llegando un orgasmo que dificilmente contendria.
Entonces Alba gritó, gritó con ganas y su cuerpo se relajó, Alba notó con horror que no podia moverse, Kali no estaba, de repente la vio.
Esta vez media cuatro centimetros, pero no estaba sola, decenas de mini Kalis aparecieron.
-habia reservado este truco para alguien como vos – dijeron las mini-Kalis al unisono.
Unas se metieron dentro de la boca de Alba, jugando con su lengua, Alba notaba como unos pequeños pechos y un ligero sabor a mujer acariciaban su lengua, otras acariciaban los pechos y mordizqueaban los pezones, otras lamian su abdomen y otras entraban dentro de su concha.
Las mini-Kalis estaban torturando a Alba a base de placer, en su interior las Kalis jugaban acariciando las paredes vaginales y su clitoris.
-AMMMMMMMAAAAAAAAAAAAAHHHHH – gritó Alba antes de desmayarse.
Alba se despertó, llevaba una pulsera, una hermosa pulsera.
-es un regalo, alumna mia, descansad, ha sido un ejercicio muy agotador, pero muy estimulante y productivo – dijo Kali.
Alba no hablaba, pero pudo imprimir sus pensamientos en Kali.
Kali la miró con aprobacion, se puso sobre su cara y acercaba lentamente su concha a sus labios.
La europea lamia la concha de la diosa vampira con pasion, sacando varios gemidos a la india, la lengua de Alba, se hundia más y más en el interior de Kali, saboreando su dulce miel de mujer hasta que consiguió hacerla gritar en un potente orgasmo.
Chorros de miel de mujer mojaron la cara de Alba, la cual saboreaba ese gusto, Kali le lamia la mejilla mientras le decia telepaticamente palabras de amor.
-lo lamento señorita Manuela, esta pulsera no está a la venta – decia Alba.
-¿y si triplico el precio? – preguntó Manuela.
-ni vendiendo todo el planeta podria separarme de esta pulsera, me trae buenos recuerdos – dijo Alba arrebatandole la pulsera a Manuela – por cierto, ha parado de llover, he de retornar a casa, me gustaria compensarla por haberme acogido.
Alba le entregó un cheque a Manuela, un cheque de unos mil euros, pero Manuela la ofreció acompañarla a su casa, con la intencion de poder comprar esa pulsera.
-le estaria muy agradecida – dijo Alba.
Manuela tecleaba su movil avisando a su novia que saldria de casa, entraron en el coche, un coche grande y comodo, Alba le indicaba el camino mientras que Manuela conducia.
-¿usted no es de las que se rinden? ¿verdad? – preguntó Manuela.
-no he llegado a ser tan solicitada por rendirme – dijo Manuela.
-llegó hasta donde está por sus meritos, admirable, muchas solo lo consiguen con favores sexuales – dijo Alba.
El coche frenó en secó y Manuela la miró a los ojos y le dijo.
-no soy una chingana, si es eso lo que piensa, he tenido que esforzarme mucho en este pais tan machista, claro que usted con sus lujos no entenderia lo que es una niña homosexual trabajando duro, soportar humillaciones y acosos sexuales, desprecios, largas noches en vela quemandome las pestañas con los libros para llegar a ser una de las mas importantes tasadoras del mundo.
-la cuarta mejor tasadora – dijo Alba – y no crea que no la comprendo, claro que la comprendo, por eso la admiro, pero una historia triste no me separara de mi pulsera.
Llegaron a la mansion, en ese momento Alba le propuso una cosa.
-¿Por qué no se muda aquí? Me siento tan sola en estos dominios tan grandes, tengo muy buenas habitaciones.
-¿Cuál es el precio? – preguntó Manuela desconfiada.
-quiero que sigais en el empeño de conseguir la pulsera, veamos como me convenceis – dijo Alba sonriendo diabolicamente.