Gotas de sangre 2

Conoces las reglas para leerlo, no quiero drogas en tu sangre, la quiero pura, como la inocencia.

-y-yo, nunca lo he hecho con…

-la vida está para eso, para experimentar mi lady ¿Cómo os llamais? – dijo la albina.

-L-laura, Laura Cienfuegos – respondió la joven.

-¿y bien? Bella Laura ¿Qué habeis decidido?

Laura estaba pensativa, miraba a su salvadora, era guapa, era joven.

No era humana.

Pero su sonrisa, sus ojos, inspiraban dulzura, cariño, algo que ella necesitaba desesperadamente, sobretodo despues de estar apunto de ser….

Timidamente, abrió sus brazos, cerró los ojos y mostró su cuello ante Alba.

Alba abrió el grifo, el agua salió de la ducha recorriendo el cuerpo de las dos doncellas.

Alba era baja en comparacion con Laura, 1,62 en comparacion con el 1,74 de su compañera, sus pechos eran mas grandes que los de Laura que eran medianos tirando a pequeños en comparacion con los grandes pechos de 97 cm, la cintura de la albina era estrecha 58 cm contra los 61 de Laura y sus caderas de 89 cm contra las de 92 de laura.

Ella al mirarla, se sentia insegura.

-sois bella mi lady, no permitire que nadie, ni siquiera vos diga lo contrario.

-pero… - Laura intentó decir algo, pero los labios de Laura le taparon la boca, apagó el agua y mojadas, fueron ante un espejo.

Laura se aterró, no era la vision de su hermoso cuerpo, sino el de Alba o mas bien la no vision del cuerpo de Alba.

Ella la abrazaba, la tocaba, pero no veia su reflejo, veia como sus pechos eran manipulados y no habia mano que se reflejara, sentia unos labios besando su cintura, unos dedos acariciando su concha.

-di al espejo que eres bonita.

-yo…

-dilo mi niña, dilo.

Laura sentia que algo entraba en su cerebro, se miró a si misma y timidamente dijo.

-soy bonita.

-otra vez mi niña- dijo Alba besando los muslos de Laura.

-s-soy bonita – dijo mas fuerte.

-otra vez – dijo Alba lamiendo el clitoris de Laura.

-¡DIOS! ¡QUE BUENA ESTOY! ¡ME ENCANTARIA COGER MI REFLEJO Y FOLLARME A MI MISMA TODA LA NOCHE! – dijo Laura incitada por el placer que le daba Alba.

Pero ese placer se convirtió en terror, su reflejo tomó vida y sus manos le tocaron la cara, antes de sentir los labios de su reflejo, este dijo.

-seré yo que te coja a ti.

El reflejo cogió a Laura de la mano y la llevó al dormitorio donde la lanzó en la cama y se puso encima de ella, Laura estaba asustada, esa cosa, era ella misma poniendo su mayor cara de deseo, una cara que ponen los depredadores cuando estan a punto de saborear su presa.

Los labios del reflejo besaron a Laura, la cual apenas respondió al beso ya que no encontraba explicacion logica.

Alba se acercó a su oido y le dijo.

-no tengas miedo, dejate llevar.

Alba besó los labios de Laura, ella respondió al beso mientras el reflejo lamia sus pechos.

Laura, acaricio los pechos de la albina, increiblemente suaves, blandos y firmes, no esos pechos duros y artificiales rellenos de silicona.

Retiró la mano temblorosa, tenia miedo a enamorarse de ella.

Alba le cogió la mano y la puso de nuevo en su pecho mientras decia.

-no os asusteis, soy vuestra esta noche, aprobechadlo.

Laura miró su reflejo, el reflejo le respondió con la mirada y agarró a Alba por las manos y la tumbó en la cama.

Esta vez era Laura quien estaba encima acariciando el sonriente rostro de Alba dandole furtivos besos en su rostro y uno profundo en sus labios, unos labios que abandonaron para conquistar nuevos terrenos como ese cuello tan dulce que tenia, recorriendolo con sus labios, bajó a sus pechos tan suaves, tan blandos que dormiria en ellos, lamia esos pechos con dulzura, recorriendo con su lengua el borde de sus pezones, luego los succionaba con suavidad.

No sabia cuanto tiempo estubo con ellos, bajó a su abdomen y sus labios recorrieron ese dulce ombligo que estaba fuera mientras sus manos acariciaban sus caderas, sus muslos.

Su vello estaba totalmente afeitado, no habia ni un solo pelo, en cambio Laura tenia una fina linea de pelo en su vello.

Sus labios, estaban apunto de profanar terreno prohibido, los dedos de Laura abrieron la puerta y un dulce olor la invadió.

Agarró las caderas de su salvadora y la penetró con su boca, saboreando a aquella mujer venida del viejo continente.

Los jadeos de Alba incitaban a Laura a invadirla más y más, los muslos de Alba acariciaban la cabeza de Laura hasta que temblaron por el orgasmo.

Alba, jadeando, acariciaba los cabellos de Laura y le dijo.

-ahora me toca comerte a ti.

Los labios de Alba recorrieron el cuello de Laura, podia notar la sangre recorriendo sus vasos sanguineos, el olor de las feromonas de Laura, el sudor de una mujer llena de deseo.

Los pechos de Laura eran firmes y naturales, un poco inocentes, pero dulces como la fruta madura.

La lengua de Alba recorria elegantemente ese simbolo de la mujer mientras con sus dedos acariciaba la entrepierna de su amiga.

La hacia gozar, pero sin concluir, Alba queria enseñar a Laura que el secreto del placer está en el deseo, no en conseguir el objetivo, Laura sentia como el placer la recorria esperando ese tremendo orgasmo que no llegaba.

-por favor, acabad conmigo – suplico Laura.

-como deseeis – dijo Alba con iris rojos y grandes colmillos.

La vampira hundió su lengua dentro de Laura, la cual se retorció de gustó, no tardó mucho en gritar de placer antes de desmayarse.

Alba oia la sangre en el cuerpo de Laura, la sangre la llamaba.

Alba llevaba a la agotada Laura a su casa, la habia vestido con ropa suya, Laura estaba palida en los brazos de una fortalecida Alba cuyos rojos labios goteaban un liquido rojo que una vez estuvo en el cuerpo de Laura.

Tras dejarla en su casa, despues de darle un beso y desearle un buen descanso, decidió pasear, la noche es joven y queria ver cuanto habia cambiado la ciudad.

Pero una casa le atrajo la atencion.

En ese momento, llovió de forma exagerada.

-vamos a ver si son almas caricativas – decia Alba con una sonrisa.