Gotas de sangre 10
Mis enemigos gritan, lloran, suplican, pero yo soy la que decide por sus vidas
-señores, no les he dado mi permiso para entrar en mi casa, les ruego que se vayan, ipso facto – dijo Alba desplegando su elegancia con un elegante y sensual vestido negro con espalda escotada.
Todos miraron a Alba, alguno la silvó.
-baja guapa, solo queremos darte un hijito – dijo uno riendo.
-¿esto es todo lo que vuestro amo me envia? ¿borrachos de cantina? – dijo Alba con elegante desprecio.
Uno de los hombres intentó llegar hasta Alba por las escaleras, pero las escaleras se convirtieron en una rampa que hizo deslizarse por ellas hasta una trampilla que se abrió.
Los hombres intentaron cogerlo, pero no llegaron a tiempo para evitar que su compañero cayera unos 50 metros de foso.
Todos dispararon furiosos a Alba, pero ella estaba tras un cristal blindado, el cristal se fracturó, pero ella no sufrió ningun daño.
-ha sido el primer aviso, señores, vayanse o sufriran – dijo Alba de forma autoritaria.
-¡puta chingana! ¡te vamos a coger bien! – dijo el lider.
Se separaron en equipos de tres, uno de los tres grupos entraron en las cocinas.
Allí habia una mujer de espaldas, rechoncha, fregando los platos, uno de ellos se acercó y le apuntó con su escopeta en la nuca.
-chingana, dime como llegar a la blanquita o si no.
-wey ¿con quien hablas? – preguntó uno de sus compañeros.
La mujer se giró, era una mujer de unos cuarenta años, con un agujero de bala en la cabeza donde le salian trozos de cerebro.
-siempre fuiste un mal hijo – dijo la mujer.
El hombre gritó de horror y luego vió que la mujer desapareció de sus ojos, habia visto a su madre, el mismo la mató de un tiro en la cabeza porque tiró la bolsa de cocaina que tenia.
-¿estas bien? Wey
-s-si, si, será el crack – dijo el afectado.
Uno de ellos entró en el congelador, un enorme refrigerador donde habian colgadas veinte vacas para un banquete de carne, de repente, la puerta se cerró dejandolo atrapado, ambos compañeros intentaron abrirla, pero el atrapado golpeaba desesperadamente la puerta.
-tuuuuu, tuuuuuu pagarraaaaassss – decian voces de ultratumba.
El hombre se giró y los vió.
Entre la carne de las vacas habian cuerpos humanos que salian, los reconocia, eran gente que el mató, se acercaban con sus miradas muertas de forma amenazadora, empezó a disparar, pero no se paraban, a medida que se acercaban, el horror marcaba la expresion del rostro del atrapado hasta que no lo aguantó más y decidió volarse la cabeza.
Al fin consiguieron abrir el refrigerador, el cuerpo de su compañero cayó hacia atrás, tenia la cabeza abierta por el disparo, pero sobretodo una escalofriante expresion de horror.
El lider del grupo recibió una llamada de su transmisor.
-¿la habeis encontrado?
-¡Enrique! ¡es Manuel! Dios, está muerto, ¡se ha volado la cabeza!
-a ver ¿Qué mierda significa que se ha volado la cabeza?
-que si, tio, que se ha matado, que se ha puesto la pipa y se ha disparado ¡aquí pasa algo chungo tio!
-¡no quiero oir gilipolleces! ¡buscadla!
-pero vi a mi madre y…
-¡pues traela para que me la chingue! ¡seguid buscando!
El otro grupo buscaba en los sotanos, buscaba sobretodo algo que pudieran rapiñar, llegaron a la sala de torturas.
-joder con la blanquita, cuantos juguetitos
Uno de ellos vió algo que brillaba, algo que distinguió con claridad.
Oro
Se separó del grupo para coger ese oro de forma discreta, pero el suelo cedió bajo sus pies y quedó encerrado en un sarcofago.
Sus dos compañeros vieron como surgia ese sarcofago del suelo y un tubo del techo se enganchó al sarcofago, oyeron como unas potentes llamaradas se activaban y como un liquido dorado recorria el tubo hasta llegar al sarcofago, el ocupante del sarcofago empezó a gritar de dolor.
El liquido era oro derretido a 500 grados.
Ambos huyeron de la sala de torturas corrieron hasta llegar al primer piso y alli recobraron el aliento.
Enrique y sus compañeros estaban en un pasillo lleno de cuadros, no sabian por qué, pero presentian que alguien les observaba.
Un cuadro movia sus ojos, mirandolos, estudiandolos.
Enrique cogió el transmisor le comunicaban la perdida de otro hombre, eso le cabreó, dio una patada en el suelo
-tened cuidado weys, esta casa está llena de trampas
Enrique miró al cuadro, pero aquellos ojos ya no estaban, solo habian unos ojos de oleo, como tienen que ser.
El equipo que huyó de la sala de torturas empezó a escuchar algo del ultimo piso, un organo, toccata y fugue era lo que sonaba, ambos siguieron la musica hasta llegar a una puerta, ambos se colocaron a ambos lados de la puerta, uno de ellos entró, pero antes de que el otro entrase, un mecanismo cerró la puerta y la selló, no pudo entrar.
El que entró vió a Alba, totalmente desnuda, tocando el organo con concentracion y pasion, el hombre podria haberla disparado, pero la belleza inhumana de aquella mujer se lo impedia.
Al terminar la musica, ella se levantó y se giró, la vision de su rostro, sus pechos y su concha recien afeitada, junto a esas maravillosas piernas que avanzaban con gracia hacia el lo dejaban, a falta de otra palabra, alelado, el estado ideal para ofuscar la mente de aquel hombre que vió como su arma desmontada y repartida en varias direccione al igual que sus molotovs, debido a que Alba lo controló un instante.
-como ve, señor Francisco, en esta casa no son bienvenidos, claro que podeis salir de mis propiedades sanos y salvos, se que el plebello os intentará matar, pero es un poder que está menguando.
Franciscó se abalanzó sobre ella para violarla, pero Alba usó su empuje vampiro un segundo, el suficiente como para darle un bofeton que lo derribó.
El cayó al suelo y sangró por la boca, escupió dos dientes, Alba sentia dolor, aún estaba resentida por el exceso de potencia de ayer, pero podia usar su empuje unos segundos más.
Pero queria reservarlos.
El vió a Alba con odio, pero se convirtió en terror cuando Alba enseó sus colmillos, gritando, se fue por el balcon, el aire acarició su cuerpo durante cuatro pisos.
Enrique estaba en el primer piso, mirando el jardin para ver si habia alguien, entonces vió algo que caia delante de el, en realidad era alguien, alguien que gritaba.
Era Francisco.
Enrique vió el cuerpo de Francisco, se cayó de cabeza, reventandola como un melon, sesos y sangre se mezclaban en una horrible mancha sobre el suelo de marmol.
-Mario ¿estas vivo? – dijo Enrique por radio.
-¡si! ¡he perdido a Francisco! ¡Javier está muerto! ¡en una…cosa que lo quemó vivo!
-Francisco se cayó por la ventana ¿Dónde estas?
Silencio.
-¡responde! ¡donde carajo estás! – dijo Enrique furioso.
-en… en el cuarto piso.
-no te muevas de ahí, llamo a los demás.
Mario estaba solo, temblando por primera vez en la vida sentia miedo, queria salir de esa trampa mortal, queria irse de ahí.
-Maaaaariooooo – decia una voz de ultratumba.
Mario disparó, disparó hasta que los cargadores de sus escorpions se vaciaron.
-esta vez nooooo Marrrioooooo.
De las sombras, salió una adolescente, 14 años, tenia el cuerpo lleno de moratones, un ojo salido de sitio las ropas arrancadas y los pechos desgarrados a navajazos.
-¡tu! ¡imposible! – dijo Mario reconociendola, el mismo la secuestró, la violó y la torturó, no podia estar viva.
-no estooooooy viiiiivaaaaaaaaa, y tuuu tammmpoooooocoooooo lo estaraaaaasssssssss.
Mario fue en direccion contraria pero tropezó y se encontró con una barriga de embarazada, al alzar la vista, vió una cara, una cara con un agujero de bala en la cabeza, otra de sus victimas.
-miiiiii hijjjoooooooo, quierrreeeeee decirteeeeee algooooooo.
La barriga se abrió y un no nato de ojos diabolicos le dijo.
-suuuufreeeee, muerrrreeeee.
Mario gritó, más y más victimas aparecian, se acercaban, se acercaban.
El corazón de Mario no la tension y paró, para siempre.
Los cinco componentes supervivientes (de momento) vieron el cuerpo inerte de Mario.
-has visto esos ojos.
-¿que mierda le ha pasado?
-deberiamos irnos.
-¡aquí nadie se vá hasta que traigamos las cabezas de esas chinganas! ¡ois! – dijo Enrique.
-¡despierta Enrique! ¡ha acabado con la mitad de nosotros! ¿Quién será el siguiente? – dijo el invasor.
Enrique disparó al acobardado en la cabeza, matandolo instantaneamente.
-tu – dijo Enrique al cadaver, se dirigió a sus hombres y les preguntó - ¿alguno quiere ser el siguiente.
Nadie dijo nada.
La puerta lentamente se abró y se oyeron unos solitarios aplausos.
Era Alba, con un vestido blanco.
-excelente ejecucion, traidora, rastrera y rapida, aunque privarme de mis presas de caza… me ofende, si quereis terminar con estó, estoy en el jardin – dijo Alba antes de desaparecer en una cortina de humo.
Enrique se acercó despacio con el arma desenfundada, no habia rastro de Alba, solo una carta del tarot.
La carta de la muerte.
-todos al jardin ¡ahora!
El jardin, habia arboles, arbustos , flores, parecia un pequeño bosque muy bien cuidado, tantos lugares donde esconderse.
Los cuatro mejicanos estaban armados, Enrique armado con una Ak-47, con fiera determinacion odiaba que se mofasen de el, una vez le voló las rodillas a un tio y violó a su novia delante del adolorido hombre por el simple motivo de haberle mirado mal.
-Felipe, aún aterrado por la vision de su madre, llevaba una moosberg, queria irse de aquel lugar, pero Enrique lo mataria sin pensarlo.
Arturo llevaba dos uzis, tenia todos sus sentidos puestos en la caza de la chica, sentia que algo iba realmente mal.
Miguel tenia una desert eagle, estaba nervioso, muy nervioso, dos de sus compañeros murieron y el podria ser el siguiente.
Alba los observaba, su vision en la oscuridad era mejor que la de ellos, era una cazadora, y ellos sus conejitos.
El jardin era enorme, sobretodo en oscuridad, las linternas iluminaban el lugar, Alba usó sus habilidades para que insconcientemente se separaran, cuando todos se dieron cuenta de ello, fue tarde.
Felipe empezó a temblar como un flan mientras oraba a la virgen de Guadalupe.
Arturo mirabá por todas partes, el lugar,lleno de vegetacion, habia una fuente con una chica desnuda, al girarse, la chica se abalanzó sobre Arturo y le puso una navaja en su yugular.
Arturo seguia vivo ¿Cómo era posible?
-no quiero matarte, Arturo, quiero ayudarte, ellos quieren traicionarte – dijo Alba.
-¿ayudarme?
-dejame guiarte – dijo Alba.
El filo del cuchillo contrastaba con la suavidad de los pechos de Alba acariciando su espalda, sin soltarlo, lo guió hasta que encontraron a Miguel y Enrique.
-escuchalos, escuchalos atentamente – dijo Alba manipulando la informacion que le llegaba Arturo al cerebro.
-cuando matemos a esa chingana, mataremos a ese pendejo de Arturo.
-si ¿a quien se le ocurre mirar a la esposa del jefe? Hay que ser huevon.
-¿Qué haremos con su hermanita? Se esta poniendo muy linda.
-si, con esa vocecita, esos labios que piden pija.
Arturo gritando apuntó con sus Uzis a Enrique y a Miguel, los cuales fueron cogidos por sorpresa.
Enrique usó a Miguel como escudo humano y empezó a disparar mientras el pobre Miguel sentia las balas entrar en su cuerpo, matandolo.
Dejando el cadaver, Enrique buscó cobertura.
-¡Arturo! ¿Qué cojones te pasa?
-¡se que intentais hacer! ¡os mataré a todos! – gritó Arturo furioso.
Felipe oia un tiroteo, el miedo le impulsó a huir del jardin, pero se perdió en la laberintica mansion.
El tiroteo fue largo y tormentoso, la cobertura de Enrique dejaba que desear, un banco de piedra que se estaba rompiendo en pedazos debido a los impactos de las Uzis.
Decidió jugarsela a una carta, disparó su Ak contra la cobertura de Arturo mientras avanzaba, quedando desprotegido hasta que se vació el cargador.
Arturo vió el momento de atacar, pero Enrique cogió la desert Eagle de Miguel y disparó, la bala impactó en el entrecejo de Arturo matandolo instantaneamente.
Enrique gritó furioso.
-¡CHOCHITOOOOO! ¡VOY A POR TIIIIII!
Mientras en la cocina Felipe rezaba a la virgen en un intento de salir de aquí, entonces una luz apareció, la virgen de Guadalupe se mostró ante el.
Felipe se arrodilló y le dijo.
-virgencita hermosa, sacame de aquí y te juro que dejaré esta mala vida, viviré por y para los demás y ninguna arma tocará mis manos.
-tus palabras son buenas y sinceras, sigue el camino que te guió.
Felipe vió un camino iluminado, después de agradecerselo a la virgen, se fue por el y salió de la mansion gritando gracias, Alba lo vió alejarse de el con una sonrisa, un alma redimida.
Enrique estuvo dos horas buscando, no habia nadie, nada, estaba totalmente solo.
-señor Enrique, he de informarle que el desayuno se va a servir en 10 minutos, dirijase al comedor, dijo el transmisor.
alguien habia interceptado las frecuencias, Enrique, cargando la pistola, fue al comedor.
Tras abrir las puertas del comedor, se encontró con Alba presidiendo la mesa, entre Enrique y Alba habian ocho metros de mesa adornado con suculentas comidas, sentados, estaban los cadaveres de sus compañeros, uno de ellos era un bloque de oro.
-sientese señor Enrique como vé, estoy preparando un gran acontecimiento, pruebe bocado mientras esperamos al invitado de honor ¿Qué quiere? ¿caviar? ¿Sushi? ¿langosta? ¿pavo real?
Enrique deseaba matarla, pero, el apetitoso aspecto de esos platos le hizo pensar ¿Por qué no?
Se sentó, le pareció ver que sus compañeros tambien comian, pero era imposible, estaban muertos, todos ellos.
-ha sido un deporte muy estimulante, por ello le doy las gracias, hacia tiempo que no cazaba, que no veia las caras llenas de terror, las expresiones de espanto, hablando de espanto, deberia ponerse algo decente, como su amigo Javier, mireló, vestido de oro, ¡eso si que es clase!
-¿a quien esperamos? Chochito – dijo Enrique con desprecio.
-a alguien que usted conoce – dijo Alba sonriendo.
-¿a Conde? Te jodera la vida, chingana.
Alba soltó una fina carcajada y le dijo.
-Conde es un poder menguante, el que he invitado, tiene una relacion… más intima con usted.
Una mano se apoyó en el hombro de Enrique, el lo miró desafiante, pero entonces lo vió.
Era su propio padre.
-hola Enrique, creo que deberiamos volver donde lo dejamos cuando tu… mocoso insolente me mataste.
Enrique intentó coger su pistola pero su padre lo abofeteó, cayó de cara en la mesa y su padre le agarró las manos con una mano.
-cuando tu puta madre se murio, tu heredaste el deber de “complacerme”
Enrique sintió aterrado como le bajaban los pantalones, como su padre se desabrochaba los suyos.
-¡NO ERES REAL! ¡TE MATÉ! ¡TE MATÉ YO MISMO!
-abre más tu agujerito “princesa”
Enrique lo notó, Alba habia reavivado de su cerebro su peor infierno, la carne de su padre entrando en el, con violencia, sin piedad, daba igual cuantas lagrimas derramase, solo importaba el placer de su padre, recordaba cada penetracion, cada paliza, cada vejacion, el sabor de su pene goteando semen cuando terminaba de correrse en su culo.
El tenia 8 años.
-¡PARELO SEÑORA! ¡PARELO! SE LO SUPLICO.
-¿Por qué? Es interesante esa hermosa muestra de “amor” – dijo Alba con una diabolica sonrisa.
Enrique cogió una copa y la rompió, agarró uno de los filosos cristales y antes de cortarse el cuello dijo.
-¡NO ME CHINGARAS NUNCA MÁS!
Alba vió con una sonrisa como aquel hombre se desangraba, su mesa se manchaba de carmesí mientras el cuerpo se convulsionaba.
-Carlos – dijo Alba.
-¿si? mi señora – dijo el mayordomo saliendo de las sombras.
-hemos de limpiar estó, cuando terminemos, tomate la semana libre, ve a cancun, goza con alguna chica, te lo has ganado, toma una de mis tarjetas.
-mi señora, no podria – dijo Carlos dudando.
-ellos murieron porque no aprovecharon su vida, no puedes pasarte la eternidad sirviendome, disfruta del sol, del calor del astro rey, porque en cinco años.
Alba sacó sus colmillos.
-no lo disfrutarás más.
-mi señora, no creo que merezca tanto honor.
-eres el mejor mayordomo que he tenido, es tan dificil encontrar buen servicio.