Gota malaya

Acerco un mastil con un brazo o sea media T a la mitad de la cruz. Del brazo de la T colgó como un biberón que contenia un líquido. Alcohol. Ya colocado comenzó un lento gota a gota que impactaba justo debajo de mi pecho

La locura de compromisos con que nos hemos obligado la sociedad por estas fechas no es ajena mi disposición para con mi Amo. Así fui citada para este lunes 23. Todo empezó con una comida de los dos en un restaurante cercano a la población donde tiene su casa mazmorra.

No me detendré en detalles sobre la comida ya que quienes me vais leyendo tendréis una imagen de como me vestí y de algunos

atrevimientos

por parte de mi Amo en el restaurante. Fue al terminar de comer que me indicó donde estaba su coche en el aparcamiento para clientes. "Despullat abans d'entrar" me dijo y deja tu ropa en la parte trasera y solamente el abrigo en el asiento del conductor.

Salí del restaurante mientras el atendia la cuenta en la barra y supuestamente alargaría la conversación y busqué su coche entre los del fondo del espacio habilitado para los coches. Una mirada rápida y lo más natural que pude a mi alrededor aun sabiendo que el me estaria observando desde dentro. Abrí la puerta trasera y empecé a desnudarme dejando la ropa bien puesta. Empecé de abajo para arriba ya que así mi exposición a posible miradas sería mínima.

El Sol a quella hora todavía ofrecía un agradabla calor a la vez que la situación era de por sí excitante. Ya desnuda cerré la puerta y abrí la del acompañante, primero dejé mi abrigo en su asiento y luego me senté y acomodé con las piernas separadas para esperarle.. Reconozco que la espera si hizo eterna, ya que además el se dirigió al coche dando un rodeo intentando evitar que yo le viera llegar.

Al llegar y tomar asiento observó que el abrigo no respondía a sus pretensiones y lo volteó a los asientos traseros. Reclinó mi asiento y me folló despreocupandose de si los propietarios de los coches cercanos podian acudir a recogerlos. Para nada fue un polvo rápido, más bien una follada de adolescentes en la que mientras su miembro se frotaba por dentro de mi sexo su boca era toda deseo y besaba la mia compartiendo juegos de lenguas y compartiendo salivas. Salió del coche y abriendo la puerta trasera cogió mi blusa y me la dió con la intrucción de que me la pusiera pero no me la abotonara.

Otras personas iban saliendo del restaurante pero el desconocer lo que allí estaba ocurriendo cuando el puso el coche en marcha y circuló entre los clientes creo que casi nadie se percató de que yo estaba desnuda y al menos mis pechos ofrecidos de pleno a su visión.

Durante el recorrido hasta la casa mazmorra no hubo ningún momento de tensión en la que tuviese que abotonarme y al estacionar el salió del coche y me esperó a que con cierta parsimonia yo saliese desnuda y me fuese vistiendo si a ponerse el abrigo se le puede llamar vestido. A veces me pregunto cuantos vecinos habrán ido juntando piezas del puzzle con las imagenes robadas que mi Amo ha ido provocando en una población de poco más de 4.000 habitantes.

Ya en la casa la combinación del hombre seductor y del Amo firme se entremezclaro, por un lado compartiendo una copa de cava mientras me explicaba unas cosas e informaba que la tarde seria de dominio. Ya en la zona de mazmorra manipuló la cruz de san Andrés de manera que quedase en una inclinación de unos 30 grados sobre el horizontal. Me ató en cruz y totalmente desnuda. Aqui empezó mi suplicio ya que mi cabeza caía para atrás al no tener donde reposar.

Bien atada y asegurada pinzó mis pezones con unas pinzas de las que salian un largo cordón que cruzo alrededor de mi cuello de manera que el cordón del pezón derecho cayese por el lado izquierdo de mi cuello y viceversa y en el obro cabo del cordón habia un peso que lo tensaba y tiraba del pezón provocando una mezcla de sensaciones entre el dolor y el placer.

Ya así, acerco un mastil con un brazo o sea media T a la mitad de la cruz. Del brazo de la T colgó como un biberón que contenia un líquido. Alcohol. Ya colocado comenzó un lento gota a gota que impactaba justo debajo de mi pecho. La primera gota cayó debajo del canalillo y ahí se quedó, Mi Amo ajustó la caída al centro y estuvo contemplando como caían las primeras gotas que no tuvieron recorrido. La suma de gotas no tardó en surtir su efecto y un pequeño hilo de alcohol empezó a resbalar por mi piel. Mi Amo se puso entre mis piernas y empezó a lamerme el sexo y a jugar con los dedos que se indroducian en el así como en mi ano.

Las gotas de alcohol iban cayendo ritmicamente. La sensación que me producia sentir el impacto en mi piel era un tanto angustiosa, incomoda, pero la espectativa por conocer el resultado de lo que se había preparado para mi y las lamidas y manoseos me mantenian excitada. Mis pezones cada vez estaban más excitados fruto de la tensión a que les mantenia las pinzas con los pesos.

Un frio hilo de alcohol me sorprendió cuando una cantidad suficiente de líquido resbalo raudo por la pendiente de mi vientre hasta el agujero de mi ombligo. Notarlo me excitó. Mi Amo se levantó para contemplarlo y asegurarse de que la gota estaba bien centrada. Aprovecho para manosear mis pechos que con sus movimientos acentuó la punción provocada por las pinzas y con ella mi excitación.

Encendió un cigarrillo. Creo que me sequé de golpe, pero no, el miedo me excita. Acercó el pitillo a mi pezón derecho, lo hizo de una forma lenta, totalmente parsimoniosa. Mi mente notaba el calor pero mi cuerpo tardo mucho en notar que aquella punta encendida estaba cerca de mi piel. Aquel pitillo no llegó a contactar pero estaba tan cerca de mi pezón que empecé a sacudir mi pelvis como si desease ser follada.

"Estigues quieta!", volteó hasta mi cabeza y primero me acarició mi cara, me introdujo varios dedos en mi boca y pasó a besarme introduciéndome su lengua.

Yo estaba excitada, a punto para ser usada y follada por quien desease descargar en mi cuerpo. A la vez, obediente, me relaje para que la gota siguiese el rumbo previsto.

Las siguientes gotas volvieron a reconducirse y resbalaron hasta mi ombligo, ahora el se mantenía digamos que quieto, acariciando mi clítoris pero ordenándome que no me moviese. La gota que colmó mi ombligo abrió paso a un hilo de alcohol que mi Amo pretendía que bajase en línea recta pero que se desvió hacia un costado de mi vientre. Con dos dedos pellizcó la parte baja de mi ombligo creando un surco en la piel que una vez humedecida encauzó el hilo de líquido hacia mi sexo. La sensibilidad de la piel al alcohol empezaba a hacerse manifiesta y a la vez mi excitación aumentaba. En este momento mi Amo cambió el biberón por otro de lleno para que así el ritmo del goteo volviese al del principio. Yo notaba como cada gota resbalaba por el camino que sus predecesoras habían marcado y la primera gota entró en contacto con la parte baja de la zona pélvica y ya con la parte externa de mi sexo. Aquel escozor era como un regalo bendito, Es una sensación dificil de explicar, ya que las reacciones pasan del escozor a un raro frescor para convertirse en un hormigueo de deseo incontrolado de ser follada.

Cuando el alcohol ya hubo recorrido los alrededores de mi sexo, mi Amo con una mano abrió mi clítoris y con la otra empezó a muñir la tetina del biberón provocando que el gota a gota fuese casi un chorrito que ayudándose un poco con los dedos de la mano que abría mi clítoris consiguió que el alcohol entrase en contacto y aquel escozor me hiciese gemir en una mezcla de dolor y excitación. Mi Amo siguió muñendo la tetilla provocando que una bacanal de alcohol inundase mi sexo habriendose paso por el pasillo del clítoris que el estaba facilitando. Yo chillaba cuando vi que el dejaba de muñir y se abria la bragueta sacándose su duro miembro que introdujo directamente dentro de mi sexo bañado en alcohol. A el también le escocia hasta que descubrió que manteniendose dentro de mi se aliviaba, tal vez por no estar en contacto el alcohol con el aire. Entonces empezó a follarme a un ritmo de mete saca que provocaba refagas de escozor que soportabamos los dos.

Sin desatarme de la cruz de san Andrés fui follada y preñado mi sexo con su leche fruto de un orgasmo salvaje. Excitado y desbocado sacó su miembro de mi y cogiendo el gato empezó a azotarme empezando por el sexo y sin parar hasta provocarme un orgasmo con las lenguas del gato. Gimiendo todavia dejo de azotar mi sexo para golpear los pesos que tensaban mis pezones provocando pequeños tirones que si bien por fuera eran como pinchazos en el interior de mis pechos provocaban un enorme placer.

El gato recorrió todo mi cuerpo, sin dejar de impactar en un solo milímetro de mi piel, desde la cara a las plantas de los pies.

Después de esto me desató y el se puso a 4 patas sobre la cama y yo, desde atrás empecé a lamerle los pies, subiendo por sus piernas hasta llegar a sus nalgas que separé e intorudje primero mi boca y lengua en su orificio anal y luego le introduje hasta dos dedos que después de provocarle un orgasmo saboreé.

Nos duchamos a modo de relax y nos metimos en la cama donde hicimos el amor antes de desearnos Feliz Navidad.

Con mi Amo tengo almenos una cita antes de fin de año, pero no olvideis que Martí estos dias estará muy a mi lado ya que con su madre participará de gran parte de las fiestas familiares como llevan haciendo desde hace años.