Gota a Gota...
La verdad es que esta es la primera vez que me animé a escribir un cuento, y quiero compartirlo, no? Espero que les guste...
Veo tus manos... Tus manos que se acercan tímidas a mi cuerpo... que me alientan, que me dan aliento, pidiéndome seguir... pidiéndome que no pare...
(Ésto sera el cielo? Ésta sera la extraña sensación de la muerte???)
... y me acerco a ellas... no las dejo parar...
La pantalla se yergue imponente, casi reclamando mi atención, que esta totalmente desviada hacia tu mano derecha, que en un vano intento de disimulo por abrazarme, me roza un pecho... y trato de decidir si realmente me excita el contacto, remera de por medio, con tu mano; el hecho de tu frustrado disimulo; o la sala llena de gente de esa lluviosa tarde de sábado... donde parece que nadie quería más que ir a ESA sala del cine, donde, en ese momento, el único pensamiento que cruzaba por mi mente era quedarme sola con vos...
Las imágenes era rápidas. La gente... me mira? no!... los autos en las autopistas pasaban de prisa... un abogado lleva a juicio a un asesino y lo intenta rescatar de la muerte.
Tu mano roza mi pecho, la otra, toca mi rodilla... más gente, dónde va aquel con la linterna? me busca? no! No quiero que me vean, me da vergüenza, pero me excita que me vean... no lo decido... no! mejor no!
Quiero decirdirme por vos... no me sale...
Tus manos me ruegan que nos vayamos, y yo, temerosa de la gente, de los recuerdos que queden en sus mentes, de las imágenes paganas y vulgares que se lleven de ese momento, accedo a irnos...
Lenta y silenciosamente, nos levantamos... empezamos a pedirle permiso a las personas que entre enojadas y molestas, se movían para dejarnos salir... ... salimos, y no fuimos a tu casa... no fuimos a mi casa... no fuimos a un hotel... nos quedamos en el pasillo, nos besamos como nunca, y nos dirigimos directo al baño... de hombres, dijiste... no hay mucha gente, los inodoros no se usan seguido, nadie nos va a descubrir...
Era increíble... Mi cabeza daba vueltas despues de la quinta cerveza, y no entendía como despues de verlo dos veces, habíamos llegado a estar en esa situación, en donde yo, no sabiendo nada de él, temiendo los motivos de sus respuestas esquivas cuando yo intentaba averiguar algo de su turbia vida, ponía MI vida en sus manos, en un acto de pura confianza ciega, ante una persona de la cual no sabía más que su nombre.
Una semana antes, el no existia, y de repente era mi indispensable razón de ser... no lograba entender, no podía ordenar las ideas en mi mente... daban vueltas como si trataran de escaparse de ella... un paupérrimo intento de escape...
No puedo entrar, decías... no puedo, relajate... COMO ME VOY A RELAJAR!!! te ví dos veces, no entiendo nada!!! bueno, hacé el intento, me ayudaste... me relaje, entraste...
De repente, tiros, ruidos, gemidos, gritos, placer? Turbulencias, flashes que se agolpan en mi cabeza y de repente... todo toma del tono rojizo de la sangre... sangre... por que sangre? No podia ser sangre... tiros? Debia ser la película... las películas de muerte son muy violentas, y las que no lo son, también son violentas...
De repente, me miraste... no te moviste, me miraste aterrado... clavaste tus ojos en los míos y trataste de guardar mi mirada en tus ojos para siempre... en tu rostro veía la culpa de un asesino que acaba de comprender lo que hizo con su víctima, pero no... no eras un asesino... solo un loco que se divierte buscando aventuras por la vida sin medir las consecuencias, decías...
Yo no entendía tu expresión... esa expresión que estaba tan paralizada en tu cara como paralizada estaba yo en tus brazos, ... del miedo? quizás...
Se abrió la puerta, dos hombres de negro entraron corriendo, como buscando algo, me miraron horrorizados, mientras vos me soltabas... te dispararon? por qué encuentro tu desnudo tórax ensangrentado como si te hubieras bañado en ella?... no lo entendía, mi mirada también se horrorizó... me bajaron entre los tres de tus brazos... no podías seguirme sosteniendo... no podías,... te ibas... ya estabas borroso... no me hablás... sí me hablás... por qué no te escucho?
Qué te pasa? mi desesperación me impedía gritarte... mi desesperación por no dejarte ir... mi desesperación por vos... mi desesperación...
Te vas... No entiendo... dije, pero no dije... pensé...
...mientras mi cuerpo desnudo descansaba punteado color granate como una gran obra de arte macabra, sobre la loza blanca y fría en el suelo de ese baño...
...mientras te miraba y vos te ibas alejando de mi vida...
...mientras las cosas giraban rápido. Luces, gemidos... todavía gemidos?... gritos, teléfonos, una ambulancia? para vos!!! claro, para que no te vayas de mí...
...mientras la vergüenza hacía que me acuerde de mi desnudez e intente taparme. Ay! me duele... por qué me duele? debo haberme torcido bajando de vos...
...mientras las personas en ese baño se multiplicaban hasta que ya no era razonable que entraran en su reducido espacio...
...mientras cerraba los ojos...