Gorditas

Dos adolecentes sin cuerpos perfectos se conocen en la secundaria. Cual será el descenlase de esta historia?

Basado en un relato escrito por LusciousLips

Gorditas

- Hola - Dijo Dani a la chica nueva extendiendo su mano - Mi nombre es Dani

- Hola Dani, yo soy Becky. Encantada. Guau, esta si que es una escuela grande - Si que lo es - dijo Dani mientras cerraba su casillero.

Becky, se había transferido hacia poco a esta nueva escuela, y para ella fue un gusto poder alejarse de los acosos por su físico que sufría de sus anteriores compañeros.

Todo por ser "gordita". Su nueva amiga, Dani, tampoco se quedaba atrás, también parecía ser una mujer bastante grande. Ambas de 16 años, con una pequeña obesidad en sus cuerpos.

- De donde eres? - Preguntó Dani - No es medio raro transferirse de colegio en medio del año lectivo? - Soy de una pequeña ciudad al sur de aquí - contestó Becky mientras caminaban por el salón de almuerzos - Mi padre consiguió un nuevo trabajo acá, y como no podía mantener dos casa al mismo tiempo, nos vinimos a vivir todos acá .

Las dos se sentaron solas en una mesa. Aprovecharon el momento para conocerse un poco mejor.

- Cual es tu próxima clase? - Curioseó Dani - Maldición, tengo Gimnasia

- Que casualidad, yo también!!!, y tienes razón: Maldición!!! - decía Dani al tiempo que las dos reían.

- Odio tener que cambiarme en medio de un vestuario lleno de mujeres - Comentó Becky

- Jaja, estamos en la misma situación .

- A ti te persiguen como lo hacían conmigo en la otra escuela? - preguntó Becky con miedo a volver a vivir lo mismo que antes.

- En realidad no tanto, pero ya sabes, de vez en cuando aparece alguna "chica perfecta" que se porta como una idiota riéndose de mi cuerpo.

Una vez que llegaron al vestuario, Dani le dijo a la chica nueva que la acompañara a un lugar en los vestuarios que poca gente frecuentaba.

- acá nadie nos puede ver y no nos van a molestar por nuestros cuerpos .

Las dos gorditas, al principio un poco tímidas, empezaron a cambiarse. Comenzando con sacarse toda la ropa, y cada una era conciente de su propio cuerpo, pero empezaron a ver el cuerpo de su compañera. Sus grandes muslos, sus grandes pancitas, pero por sobre todo sus grandes tetas. Las dos eran muy prominentes en ese aspecto, y más para dos chicas de 16 años.

- Guau, tranquilamente podríamos pasar como gemelas por nuestros cuerpos - dijo Becky un poco divertida.

  • Jeje, si, excepto por nuestros pezones - contestó un poco nerviosa y avergonzada Dani - Los míos son Rositas y los tuyos mas amarronados.

- Jaja, tenes razón, pero mirá, las dos tenemos areolas re grandes, y abultadas .

- Es verdad, una vez me probé uno de esos Bikinis de triangulitos y no me tapaban toda la areola. Aunque obviamente nunca usaría un Bikini con este cuerpo, jajaja.

Mientras las dos reían, se observaban las unas a las otras, quedando un momento en silencio. Hasta que Dani rompió el silencio.

- Cuanto miden las tuyas?- Mmmm, algo así como 110 cm. las tuyas? - Mas o menos lo mismo.

En ese momento ya se notaba un aire sexual en el lugar.

- Oye - llamó la atención Dani - puedes chuparte tus propios pezones? mira esto .

Y en ese momento Dani agarró una de sus tetas, la levantó y, apuntando con su gordo pezón a su cara,  acercó su boca y comenzó a chuparlo. Mientras Becky miraba con los ojos bien abiertos, Dani succionaba su propio pezón. Después de un minuto, separó su boca del ahora baboseado pezón no sin antes dar unas últimas lamidas.

- Mmmm, eso se sintió muy rico - Comentó Dani - Anda, prueba hacerlo .

- Estás loca? nos pueden ver . - Vamos, si nadie sabe que estamos acá.

Después de ver alrededor para cerciorarse, Becky agarró una de sus tetas, y acercó su marrón pezón con su gigante areola a su boca, y un poco ruborizada comenzó a succionarlo. Acababa de descubrir un placer que no había tenido en cuenta antes. Mientras tanto, Dani se sentó en frente de ella, y abriendo bien sus piernas, acarició su abultada y peluda vagina con uno de sus dedos.

- Te masturbas mucho? - preguntó en medio de la excitación Dani. - Si - Dijo Becky, aunque casi no se entendió por que seguía con su pezón en su boca.

- A mí me encanta, no lo puedo evitar, cuando me agarran ganas, me agarran . - Decía Dani mientras ahora concentraba el frote de su dedo a su clítoris.

Con su pezón todavía en su boca, Becky también comenzó a tocarse la entrepierna.

- Alguna vez estuviste con un hombre? - preguntó Dani con la respiración mas entrecortada - No, nunca, vos? - Nah, tampoco, solo con mi consolador, jaja .

Esta vez las risas fueron mas apagadas, ambas estaban sufriendo de una gran excitación. En un momento dado Becky al fin soltó su mortificado gordo pezón, la saliva se le escurría por la teta.

- Veo que te gustó lo de chuparte los pezones - Ingirió Dani - Jaja, si, nunca lo había probado. Sabe muy rico.

- No quieres chuparme el pezón de abajo? - el pezón de abajo? - preguntó Becky dudosa - Si!!!, mi Clítoris . - No, no creo que pueda, nunca lo he hecho - Decía apenada Becky mientras miraba directo a la vagina de su amiga.

Pero Dani no se rindió tan fácil, arrodilló a Becky en el suelo, y poco a poco comenzó a acercarle la cara a su propia concha. Becky sin poder mostrar resistencia, empezó a lamer ese enorme clítoris. Dani se moría de placer, mientras su clítoris era chupado, ella agarró el pezón que no había sido baboseado anteriormente, y comenzó a lamerlo, y mientras se sentía más a gusto comenzó a morderse la punta.

- Guau, pareces toda una experta - Dijo Dani animando a su amiga - Espera, vamos a hacer un 69!!! - No somos muy gordas para hacerlo? - Nah.

Dani se acostó en uno de los tablones que había, he hizo que Becky se acueste encima de ella, pero en forma invertida, y así ambas se comenzaron a chupar ambas vaginas. Al tiempo que jugaban con sus clítoris, y hasta acariciaban las entradas de sus anos cubiertos por esas gordas nalgas que ambas tenían. Luego de un rato de frenética acción, ambas llegaron a un súper orgasmo, y ambas sabían que de ahí en adelante serian amigas inseparables por siempre.

Obviamente faltaron a clases de Gimnasia, envés de eso, se quedaron tocándose los pezones de la otra durante toda la hora, en ese lugar secreto en los vestuarios de las chicas, en ese lugar al que nadie entraba.

Fin