Gordita

Un tropezón, así comienza esta historia de amor

Gordita

Para mi fue como un sueño, en mi letargo vivi una aventura muy rara.

Esa noche sali a caminar para despejarme un poco pues había tomado mas cerveza de la que acostumbro mientras veo un partido de futbol del seleccionado de mi país con otro vecino, con los que tenemos desde varias generaciones rivalidades fotboleras.

Caminado a la orilla de rio contemplando  a lo lejos las luces del resto de la ciudad tropiezo y casi me caigo, apoyándome en el murallón, me reincorporo y veo que mi tropiezo se debió a toparme en mi camino con una señora gorda sentada en el suelo con su espalda apoyada sobre el interior del murallón, que protestaba por el dolor que le había causado mi pie al golpear sobre uno de sus  muslos.

Me disculpo  la ayudo  a levantarse, la pobre llorosa me decía porque no miraba por donde caminaba a la vez que me insultaba.

La señora nada alta no mas de 1,50 pero redonda por donde la mirase.

Enfundada en un vestido largo amarillo, colgando de su hombro una de esas carteras que mas parecen un bolsón, aparentemente lleno, no sabia de que.

Su cabellera a los hombros de un castaño claro evidenciaba un peinado de peluquería, su boca pintada y sus ojos con rimell corrido, daban la impresión que había concurrido a una fiesta, lo corroboraba su calzado de plataforma con tacones.

Al pararse se me apoya y toma de mi, diciéndome: amor que pedo tengo….

Asi tomados de la cintura, si la de ella pudiese llamarse asi, caminamos de regreso a casa.

Subimos a  mi departamento en ascensor y entramos a casa, no bien vio un sillón se soltó y cayó sobre el.

Cierro la puerta y me voy al baño a refrescar mi cara, mi cabeza y mi mente.

Regreso a ella secándome con la toalla en la mano y me sonríe…

Una sonrisa de una gorda de cara redonda con unos cachetes gorditos y una nariz pequeña con ojos no muy grandes pero agrandados por la pintura que sobre un parpado se había corrido dando la impresion de ser media brujita.

No sé; me cayó simpática y hasta me pareció joven….

A mi la enjuagada me había despejado bastante asi que sin preguntarle si lo quería o no, la levanto y a duras penas las llevo al baño, la siento en el inodoro y mojando la toalla, se la paso por la cara.

El frio del agua hizo que protestase y con las manos quisiera sacarme de encima.

Me retiro y ella sola se para y arremangar su vestido sacándoselo por la cabeza, quedando con un gigantesco soutien y una inmensa bombacha blanca de algodón grueso.

Se vuelve a sentar y me pide: sácame la cincha pendejo.

Me costó desabrochárselo y quitárselo dejando libre don inmensas tetas que quedando apoyadas en su panzota mostraban unas areolas amarronadas de las cubrían al menos en una cuarta parte, eran inmensas y sus pezones apenas unos pequeños botones perdidos en el centro de ellas.

Gracias puto, escucho me musita ahora sácame los calzones y los zapatos, necesito una ducha.

La ayudo a levantarse un poco para hacer que las bombachas puedan salir de su culo y allí sobre sus muslos, la suelto para que vuelva asentarse para luego quitarle los zapatos y las bombachas.

Se preguntaran, como era su concha?, no se no se la vi, su panza cubría toda su pelvis.

Al levantarse me dice destapa ese asiento… y asi de parada se mea con un gran chorro que gran parte acierta dentro la taza.

Disculpa soy una cancha, musita por lo bajo.

La ayudo a meterse en la bañera y sentada en ella se recuesta, recien allí, pude contemplar su cuerpo completo, estaba depilada, se le notaba una raja entre sus gordos labios que apretaban sus  muslos.

Me vino in mente el gran Botero, era una de sus mujeres, una de sus innumerables cuadros tan apreciados, y estaba aquí retozando y exigiendo abriese el agua, que no la quería templada sino fría a ver si se podía despejar un poco.

Lo hago, cierra sus ojos, parecía lo comenzaba disfrutar; a mi ya se me habia puesto dura con el espectáculo, pero a pesar de la carpa que formaba mi pantalón traté de no darle importancia.

Siento su mano apretar mi paquete y ella diciendo: gracias, muchas gracias, por fin  a alguien se le para viéndome.

A medida que el agua iba subiendo de sus tetas sus pezones cobran vida de entre las areolas surgen dos cilindros de dura carne tan grandes como dedales, una cosa nunca vista.

Los miro absorto y me dice: de nuevo gracias, me alegra que te gusten, ven.

Me arrimo mas y trata de desabrochar mi cinturón, no alcanza lo hago yo y me quito la ropa quedando desnudo frente a ella con la pija a reventar.

Tráela pendejo, tomándola y llevándose a su boca, me vuelco sobre su cabeza pues sino se debía esforzar ella para chuparla y asi comienza una mamada memorable, cuando la siento venir le aviso, pues hay mujeres que la leche les da asco, levanta su mirada y sigue hasta que le lleno la boca con mi acabada que traga sin atragantarse y limpiadola muy bien y recien la suelta, diciéndome: gracias pendejo, tienes rica leche a pesar de no tener una pija tan grande como yo hubiese deseado.

Quieres fritarme un poco asi me das placer, asi, asi, bien adentro mete mas dedos, solo dos me metía, ahora cuatro y si deseas la mano entera.

La siento correrse suavemente solo con gemidos nada de gritos ni temblores, raro pero cierto.

Le pregunto si gozó y me contesta: si claro no me has sentido?.

La ayudo a levantarse y a secarse, asi desnudos nos vamos  a la cama.

Mi cama no es de dos plazas solo de una y media, pero la gorda, casi la ocupa toda asi que nos acostamos apretados.

Le pido disculpas por la cama y me dice; mejor asi no te me escapas.

Me pajea lentamente hast hacérmela parar, preguntándome: pendejo que edad tienes?

22 por?. porque te duplico en edad.

No lo podía creer, no esta dura esta blanda pero no tiene arugas, ni celulitis, en la mayoría del cuerpo su piel esta tersa humectada, y su cara nunca podría tener la edad que dice tener, su lozanía y el color de sus mejillas no pueden ser de mas de 30 abriles.

Que notable, la gordura tan bien distribuida confunde totalmente.

Que hacias sentada con la espalda apoyada en el malecón a esa horas?

Descansando asi me dejaron luego de la fiesta, me culearon y me tiraron allí.

Como te culearon?

Como quieres que sea, me cogieron por el orto.

Cuantos?

Cuatro.

Y te abandonaron allí?

Si,

Que hijos de puta, tu los conoces?

Si.

Quienes son?

Amigos de mis hijos.

Denúncialos.

Para que?

Para que los encanen.

No seas tonto, son menores, andan calientes y me han hecho un favor, no sabes lo hermoso que es darles alegría a los chicos, con sus pijitas, es como si te metieran un dedito en el culo y para ellos es toda una azaña.

Pero tus hijos?

No, ellos no estan enterados se quedaron en la fiesta.

Que fiesta era?

Un cumple de una compañerita de escuela.

Y cuando se enteren?

No se van a enterar, yo no se lo diré y menos tu.

Y no regresas a tu casa?

No que va, estoy muy bien contigo.

Y ellos?

No te preocupes en casa están los abuelos.

A ti no te esperan?

No, ya saben que suelo ausentarme por días, ya están acostumbrados.

No temen por ti?

No hijo, mañana los llamo y listo.

Si seras puta de cada fiesta apareces varios días después.

No son muchas solo dos casamientos y tres cumples.

Y en todas conseguiste machos?

No solo en dos; en un casamiento y la de ayer.

Y en las otras?

Solo amigas.

También lesbiana?

Jaja no me conoces, claro ni sabes mi nombre.

Como te llamas?

Paulina y tu?

José

Encantada José, ya no te llamaré pendejo sino José, y a mi no me llames puta,  dime Paulina la mas putas de tus hembras.

A propósito date la vuelta mira como se te ha puesto hagamos un 69 previo, te parece bien?

Antes te mamo esos pezonasos,

era hora mira como están para ti.

Ahora si con esa caricia y la chupada de concha sus gritos aparecieron junto a los temblores de sus orgasmos que hacían emanar de su vagina una crema salada muy olorosa.

Bueno amor, cógeme por favor.

Asi lo hice de misionero pues lo estrecho de la cama y la exuberancia de su cuerpo no permitían otra postura.

Que noche!!!!, la pasaste bien, le pregunto.

Claro que si, eres un precioso macho.

Jaja suma a los chicos, no lo olvides..

Tienes razón pero eso ha sido solo un pequeño aporte  a la cultura de los chicos, si quieres mojar tu pija con la leche que todavía debo tener en mis tripas, no importa si me despiertas aqui tienes mi ojete a tu disposición.

Asi abrazados dormimos hasta amanecer y correr ambos al baño ella  a cagar y mear y yo a mear.

Cuando regresa  a la cama, si lo quieres ahora ya no queda leche ajena.

Allí comenzó una nueva jornada donde descubro en Paulina a una ninfómana, la primera que he conocido.

Una preciosa gordita ya mayor que tiene las ganas de una joven.

Lo que nos depara la suerte, es increíble lo nuestro todavía dura, por lo menos una vez al mes un fin de semana es nuestro.