Goran
Goran fue un chico croata al que conocí hace años en mi universidad.
Goran
Goran fue un chico croata al que conocí hace años en mi universidad cuando comenzaron a ponerse de moda los desplazamientos entre países a través de las famosas becas Erasmus. Yo tendría unos 19 años, llevaba dos años en la universidad estudiando publicidad, y no es que fuera un chico muy sociable, más bien todo lo contrario, aunque contaba con mi grupo de amigos establecido.
Cuando Goran llego todos nos quedamos prendados de él. No es que fuera excepcionalmente guapo, más bien de una belleza sencilla, pero con un carácter amistoso muy atrayente. Poco a poco a través de mis amigos nos fuimos conociendo, los ratos en la cafetería, las clases compartidas, las primeras salidas por la ciudad juntos...además de la facilidad de trato y su simpatía, Goran ya había estado en anteriores ocasiones en Barcelona, con lo que, aunque someramente, conocía el idioma.
Todo comenzó a desencadenarse cuando Goran propuso visitar una ciudad cercana, todo el mundo pensó que sería muy buena idea pasar allí el fin de semana, visitar los museos, sacar fotos, salir de fiesta pero al final acabe pringando yo solo. Yo y Goran, claro. Así que allá que emprendimos los dos viaje en autobús.
En nada llegamos allí, yo iba bastante nervioso y callado, por lo que sobre él recaía toda la responsabilidad de sacar conversación. Una vez allí me encargaría de comentarle algo sobre la ciudad y hacer un poco de guía, digamos que intentaría poner algo de mi parte.
Lo primero que hicimos fue dirigirnos al hostal, y allí casi morir de vergüenza cuando nos preguntaron si queríamos las camas juntas o separadas. Goran se encargo de dejar bien clara la situación. El cuarto la verdad que para ese precio estaba en buenas condiciones, fuera de la habitación teníamos todo un baño a nuestra disposición y no parecía que hubiera mucha más gente en toda la planta.
Goran agarró su mochila con los bocadillos y la cámara fotográfica y salimos pitando a recorrer la ciudad.
Realmente cuanto más lo veía andando y hablando por la ciudad, cada vez más distendidos, más me gustaba. Era más alto que yo, eso tampoco es difícil con mi metro sesenta y cinco, pero con esa espalda ancha aparentaba un tamaño ciclópeo. Estaba acostumbrado a practicar deportes de riesgo y a hacer montañismo, aunque no se le marcaban los músculos, estaba claro que estaba en buena forma física. Rubio, de cara redonda, y ojos azules, con una perilla del mismo color que a mí me encantaba. Además vestía haciendo honor a su carácter, unos vaqueros y una camiseta de manga corta que dejaba ver sus anchos y blancos brazos.
Era además inevitable que los ojos se te fueran directos al centro de su entrepierna, es un acto reflejo al que aún me cuesta controlarme. Sobretodo cuando la recompensa es observar ese bulto tan bien perfilado que poco deja a la imaginación. Para mí era el típico chico grande y buenazo, sencillo, campechano, montañero, y con una herramienta de esas que nunca esperas encontrarte en alguien como él.
Yo me sentía muy cómodo en su compañía, él ya conocía de mi homosexualidad a través de mis amigos, por lo que no tenía que esconderme de nada. Entre los dos había un trato de lo más natural.
El día se nos paso entre una cosa y otra, cuanto más me contaba más me fascinaba, estaba colándome por él. Decidimos antes de ir al hotel comer algo por ahí en cualquier sitio, y mientras cenábamos en la calle pensamos en ir a beber algo a la plaza central.
Goran comenzó a preguntar donde podríamos hacernos con algo de alcohol a la gente que pululaba por allí, y pocos minutos después ya nos encontrábamos sentados en medio de toda aquella vida nocturna, cada uno con su dosis de alcohol.
Empezó a contarme cosas de Zagreb, de la vida allí, de sus costumbres, de la gente y poco a poco nos fuimos soltando. Estuvimos allí sentados un buen rato pero el cansancio comenzó a hacer mella en mí, poco acostumbrado a días tan ajetreados desde primera hora de la mañana.
Goran tras verme bostezar continuamente decidió que fuéramos tirando para el hotel. La verdad es que él había bebido bastante más que yo, pero para tumbar a semejante ejemplar hace falta bastante más alcohol.
Llegamos al hotel y fui directamente al baño fuera de la habitación. Cuando entré, Goran dijo que era su turno y salió para allá. Aproveché para ponerme el pijama y meterme en la cama. Cuando Goran volvió al poco rato se echo a reír al ver la prisa que tenía por echarme a dormir.
- Sí que te has dado prisa en ponerte el pijama, qué pasa, te da corte?- Y al tiempo iba quitándose la camiseta, y desabrochándose el cinturón.
- No, no, jaja. Es que me muero de sueño - Yo no tenía ni idea de adonde mirar. Se bajó los vaqueros, y se sentó en la cama dispuesto a quitárselos. No pude evitar volver a mirarlo en la entrepierna, y el paquete que se oprimía en esos boxers blancos.
- Jaja, ok, ok. No pasa nada, enseguida apago la luz.
Se metió directamente en calzoncillos dentro de la cama. Y apagó la luz. Creí que todo acabaría allí por ese día, pero Goran estaba hablador.
- Y tu qué, no ligas mucho por ahí? Todos tus amigos tienen pareja
- No, que va, yo soy bastante tímido, y además bastante exigente jaja
- Jaja, vaya, vaya. Bueno estás en tu derecho de ser exigente, eres un buen tipo, no tienes que irte con cualquiera
- Jajaja, claro. Y tu que no tienes novia en Zagreb?
- Bueno algo ahí, pero ahora en la distancia es difícil. Hace cuanto que no echas un polvo?
- Yo? Jajaja Bastante por no decir nunca
- A tus 19? Y no te has comido ninguna ? Bueno olvídalo
- Jajaja sinceramente no, y no será precisamente por ganas, jaja
La verdad es que la conversación me estaba resultando bastante divertida a esas horas de la noche.
- Vaya, pues nunca lo hubiera pensado. Eres un chico mono quiero decir, dentro de lo que entiendo por chico mono bueno, déjalo, lo estoy poniendo peor
- Jajaja, no te preocupes. No pasa nada.
Debieron pasar dos minutos de silencio hasta que Goran dijo.
- Yo llevo unos dos meses, desde que salí de Zagreb, sin echar un polvo.
En esos momentos un calambre recorrió todo mi cuerpo poniéndome lentamente de cero a cien. Intentaba mantener mis nervios en calma
- dios! Pero eso es muchísimo tiempo! Como leches aguantas
- Jaja, bueno mis apaños me hago, pero ya sabes no es lo mismo
- Jajaja, claro, bueno para eso tendría que haber probado algo antes y poder comparar
- En fin, jajaja, tienes razon. Dejemos este tema que no creo que nos venga bien a ninguno de los dos con esta carestía jaja
- Bufff, jaja si es verdad tienes razon! Jajaja
- Buenas noches entonces
- Buenas noches Goran
A los dos minutos, Goran encendió la luz de la mesita de noche que había entre las dos camas.
Has visto la botella del agua?
No, la verdad.
Y me asomé para mirar debajo de la cama. Al subir la cabeza mire a Goran, y al decirle que no la encontraba, mis ojos se distrajeron hacia la tienda de campaña que había en su cama.
jajaja, madre! Has seguido pensando en lo que no debías jaja
Ufff lo siento, jaja. Es el alcohol pero vamos que tu no eres el más indicado para hablar.
Yo me sonroje entero, y me tape con el edredón. Jajaja, es cierto. Has encontrado la botella?
- No, ni idea, no la veo por aquí.
- Puedo verla, Goran?
Dije en ese momento, en el que se me cruzaron los cables
- Que? El que?
- Jajaja, nada, nada olvídalo.
- Que quieres verla, jajajaja, ok
Al momento estaba deslizando la sabana hacia abajo, y como un resorte una polla gorda, con un capullo morado hinchado, salto hacia afuera. La mía electrizada por la visión repitió el moviemiento.
- Joder, es grande. Dios
- Jajaja, la verdad es que sí. Hay que sentirse orgulloso.
- Pufff
Yo no podía ni hablar. Goran en silencio había comenzado a subir y bajarse la piel del capullo en una masturbación lentísima
- Creo que es mejor que liberes a la tuya también.
Me eché a reír y comencé a bajar la sabana, y a sacarla fuera.
- Oye no está nada mal jajaja, para lo enano que eres.
- Jajaja, q cabrón eres.
Yo no podía dejar de mirarle ese monstruo y mientras me pajeaba lentamente, siguiendo su ritmo. Yo que nunca había visto una polla tan grande, tan cerca de mí, una polla de verdad. Con venas, sangre palpitando, caliente
- Quieres tocarla?
- Jajaja, que dices
- Venga, ven
- Jajajaja, que no, que no, deja
- Pues si no vienes tú voy yo
Se levantó de la cama con toda la polla tiesa y se puso de pie al lado de la mía.
- Trae pa acá- me agarro la mano y se la puso en la polla yo no sabía donde meterme, en ese momento se me atragantaron todas las palabras. Te gusta no? Jaja, toca que al menos es de verdad, jaja.
- Buff- yo no conseguía articular algo decente.
Se sentó en el borde de mi cama, y con mi mano y su mano sobre ella siguió pajeándose mientras se reía y miraba mi cara
- Mira, acércate
Se tumbo en la cama, junto a mí, la luz de la mesita de noche quedaba a su lado.
- Mira las gotas de pre-cum - Se tocó con un dedo en la punta y al separarlo pude apreciar el hilo brillante -Toma, prueba jaja- Y me metió el dedo en la boca.
En ese momento estaba en la gloria, paralizado, en manos de un titán que me daba de beber su esencia de macho, notaba el sabor salado en mi boca
- Quieres más? Jaja. aparto su mano de encima de la mía, y se colocó los brazos detrás de la cabeza relajadamente. Vamos sigue tu solo
Empecé a masturbarle poco a poco, y me iba tomando más libertades mientras me incorporé en la cama. Aumentaba el ritmo y observaba como las gotas iban deslizándose lentamente sobre su capullo
- Si quieres puedes servirte tu mismo jaja
Acerque mi boca a su polla, y lamí todo el reguero de precum que había quedado en su glande una explosión de sabor salado estalló en mi boca.
- Vamos, chupalo todo, no te cortes ahora!
Abracé en ese momento todo el capullo con mis labios, y miré la cara de Goran llena de placer mientras soltaba un pequeño gemido. Me empeñe en hacerle la mejor mamada de mi vida, aunque nunca antes hubiera tenido una polla en mi boca.
Poco a poco comencé a introducirme su polla, cada vez más, mientras me daba cuenta de lo complicado que podía llegar a ser tragar todo un miembro de esas proporciones sin experiencia. Comencé a tener arcadas, pero a Goran le encantaba y se ponía aún más cachondo, me cogía de la nuca y me apretaba contra él
- Ten cuidado jaja, despacio
Al poco rato de estar así me separo la cabeza de su polla.
- Ven, que como veo que te gusta tragar voy a enseñarte otra cosa, novatín
Se levanto de la cama y se puso de pie junto a ella, me giro y dejo que mi cabeza colgara del borde. Me abrió la boca con su mano, y ví como dirigía su polla directamente a mi garganta. Joder, estaba supercachondo, conmovido por aquel semental desbocado y casi sin poder respirar mientras usaba mi garganta a su antojo.
- Ten cuidado con los dientes, cabrón.
En mi posición podía oler todos sus muslos, sus cojones colgando como dos canicones llenos de leche, notaba como movía sus caderas marcando el ritmo y agarraba mis manos contra sus cuartos traseros.
No hacía más que ahogarme, soltar arcadas y dejar que me tratara como a una puta por primera vez. En un momento dado, en cuestión de segundos, la saco rápidamente de mi boca, me colocó recto en la cama, con la cabeza en alto sobre la almohada, y el encima de mi cabeza,. Comenzó a pajearse violentamente mientras restegraba su polla con mi lengua, y me follaba la boca convulsivamente. Con la boca bien abierta y la lengua bien afuera espere el momento de su corrida. Comenzó a liberar grandes cantidades de semen en mi boca, 4 o 5 trallazos, los primero bien líquidos al fondo de mi garganta, los otros 3 últimos bien espesos sobre mi lengua. Trate de recogerlo todo y mientras acababa de lamer su polla fui degustándolo.
- Bueno, ahora ya sabes a que sabe la leche de macho jajaja
- Jajaja- Solo podía reírme de lo feliz que era en ese momento. Yo aun no había descargado, tenía la polla roja e hinchada de venas.
Dame un minuto que voy al baño, y no te toques nada, ya verás
Se puso el pantalón vaquero directamente encima y la camiseta, agarro la llave del cuarto y salio sacándome la lengua y guiñándome el ojo El tiempo se me hizo eterno, tenia la polla a mil, aun sentía el sabor de Goran en mi boca. No podía creerme lo que había pasado.
Al poco rato volvió, y pude ver su sonrisa nada más abrir la puerta. Volvió a desnudarse en cuestión de segundos, y se metió directamente en mi cama.
- Te ha gustado no? Jajaja
- Claro joe, para no
- Que tal vas?
- Pues ahí sigo - Levanto la sabana y miro mi polla aun erecta, se echo a reír.
- Ven- me cogió de la mano y se la llevo al paquete.
- Joder, otra vez estás como una piedra!
- Jajajaja, joe es la sequía. Vamos a seguir enseñándote no?
Me eché a temblar solo de pensar que es lo que venía ahora.
- Date la vuelta.- Me cogió con una fuerza desconocida, y me puso boca abajo en la cama, con la cabeza en la almohada. Se chupo el dedo índice, me abrió los cachetes y comenzó a jugar con mi ano.
- Tío jajaja, no pensarás
- Calla, hombre.- Y al momento hundió su cara entre mis nalgas y se puso a acariciar mi ano con su lengua. Joder aquello era una delicia, siempre me había intentado imaginar que se sentiría, los hombres con perilla como Goran me daban mucho morbo imaginándoles comiéndome el culo, pero la sensación iba mucho más allá de todo lo imaginable.
Empezó a introducirme un dedo, salivado antes en su boca, y después otro. El placer comenzaba a confundirse con el dolor.
- Te gusta?
Yo solo gemía y me dejaba hacer. Después del segundo llego el tercero, y luego los intentos con el cuarto. Tan pronto me penetraba con los dedos, como me lamia y escupía para lubricar bien.
- Toma, chupala un poco antes, cuanto mas salives mas suave entrara jajaj
- Ufffff, entonces habrá que emplearse a fondo
Solté dos buenos salivazos sobre ella, y lo extendí bien hasta los huevos, mientras veía como caían los hilillos de saliva sobre mi vientre.
- Ahora ven- Se tumbo en la cama con la polla bien enhiesta, agarrada desde la raíz. Es mejor que te vayas sentando tu encima y calcules.-
Estaba temblando de miedo, pero tenía tantas ganas de follarme a un semental así que no podía desaprovechar la ocasión. Me puse a horcajadas encima de sus muslos, y agarre de su polla fijándola justo debajo de mi culo, distendí bien éste y roce con el ano la punta de la polla de Goran. Él la agarró, afirmándola, y comencé a deslizarme sobre su capullo, notaba como mi culo se iba abriendo poco a poco recibiéndola dentro de mí. Cuando el glande ardía ya dentro de mí, Goran paso a sujetar mis cachetes, veía sus ojos atentos en mí mientras me iba deslizando poco a poco. El dolor era a veces insoportable pero me dejaba caer sobre él sin remedio, como si fuera la única posible. Cuando noté los pelos de sus huevos me indicó que parase y me acomodase tranquilamente. Estaba sudando a horrores, colorado, febril, me sentía a mil por hora. Después de un minuto así, Goran de improviso movió sus caderas insertándome todo su rabo dentro de mí. Un relámpago de dolor atravesó mi cuerpo, como si me partieran en dos, y me arqueé violentamente sobre él. Le miré a los ojos y ví como ardía de lujuria.
Empezó a moverse lentamente, mientras sentía deslizarse su miembro en mi esfínter
- Vamos prueba poco a poco a moverte tú
Haciendo un esfuerzo sobrehumano empecé a cabalgar sobre el, primero lentamente, luego cada vez mas fuerte mientras me iba acostumbrando a la situación El pecho de Goran sudaba, todo rojo de soportar mi pequeño peso, me sentía tan infrahumano sentado en esa bestia Cada vez Goran resoplaba con mas fuerza. Así estuvimos unos minutos, hasta que comenzó a pajearme sobre él y al poco rato solté 5 trallazos sobre su pecho y su cara, de todo lo que me había ido reservando. Goran me apretó contra él en ese momento, y volteándome con la fuerza de un oso me comenzó a follar violentamente mirándome a la cara. Me ardía el esfínter y no podía aguantar mucho mas esa situación, me revolvía debajo de Goran mientras caían gotas de sudor de su rostro congestionado. Al momento se contrajo, apretó fuertemente contra mis nalgas y noté como mi culo comenzaba a llenarse de su esperma.
Nos quedamos así agarrados 2 o 3 minutos, mientras yo acariciaba su cuerpo sudado, y su pene se ponía flácido dentro de mi. Goran se volteo a un lado de mi cama, y pude notar todos sus fluidos salir de mi ano.
- Bufff
No dijo nada más. Se levantó, se metió en su cama. Apagó la luz de la mesilla, y en cuestión de minutos estaba roncando.
Estaba atolondrado de la situación, no sabía lo que había ocurrido, donde estaba, con quien acabé quedándome dormido con el olor de Goran en las sabanas.
Al día siguiente no hubo ningún comentario, sólo una ducha mañanera, comimos por ahí, y volvimos a casa. Nunca hablamos de esto, no se lo contamos a nadie, y Goran acabó volviendo a Zagreb en unos meses. Con el tiempo volvimos a vernos, pero esto que sucedió quedo para siempre encerrado en aquella habitación.