Gonzalo-En el punto de mira
Después de una gran noche con otra madurita, Gonzalo estrechara la relación con su amante y casera.
Fue Erika quien me despertó ya de mediodía. Allí estaba en su cama, casi desnudo entre los restos de la noche anterior. Ella a juzgar por su aspecto, hacía tiempo se había levantado, se había duchado y se había vestido.
E- Buenos días Gonzalito, no es que me importe que te quedes dormido hasta la hora que quieras, pero que sepas que yo tengo que marcharme.
G- Joder que sueño. -dije entre bostezos- pero tranquila que me visto y me marcho mismo me espabile. Si me das un minuto me visto y me voy contigo, así cierras y te aseguras de todo.
Comencé a vestirme de forma apresurada, y en segundos estaba listo, aunque eso sí desaliñado, con la ropa del día anterior y una cara de dormido que no podía con ella. Iría a paso ligero a casa y allí ya me organizaría. Sin embargo, Erika me ofreció 20 euros para un taxi. Intenté rechazarlos, pero insistió y al final ella misma mientras bajábamos a la calle, llamó a un taxi a la puerta.
Me despidió con un pico y sobándome la entrepierna en el ascensor, prometiéndome más aventurillas en un futuro y ya me acompañó a la puerta del edificio que daba a la calle para después volver al ascensor dirección al garaje, con un andar un tanto peculiar (le había roto el culo pero bien).
El taxi me dejó en casa casi a la 1 de la tarde, y nada más llegar me di una ducha y me marché a casa a pasar el resto del finde. Fue un finde tranquilo, con los amigos y en casa. Como ya os habré dicho, mi ciudad no es muy grande, no tanto como la ciudad donde estaba trabajando y lo mejor es que quedaban cerca como para poder ir y venir los findes.
Poco a poco notaba como volvía a ser yo, pero sin embargo delante de mi gente había una única cosa que no recuperaba. Seguía sin acércame a las mujeres con intenciones sexuales, como si delante de mis amigos me diese vergüenza haber recuperado mi vida sexual. Todo ello pese a haberles confiado mi vuelta a las andadas, habiendo dejado claro que el amor en mi ya no existía, solo era eso sexo. Mis amigos además lo entendieron, e incluso me animaron sobre todo Ricardo, uno de mis mejores amigos quien me había presentado a aquella chica en las fiestas de su pueblo.
Entretanto, volvía a casa el domingo a eso de las 7 de la tarde y ante la ausencia de Tere me puse a repasar las clases de la semana que comenzaba. En esas estaba cuando ya casi a la hora de cenar se presentó en casa Teresa. Lucía radiante, por lo que me sospechaba que su sábado había sido movidito.
T- Que tal el finde muchacho, que desde el viernes andas desaparecido…
G- Bien, tranquilo por casa y con los amigos. Que tal tú? Mucha fiesta anoche?
T- Bueenooo… Se dejó caer por aquí un colega. Y la verdad fiesta poca, pero follé anoche como una coneja.
G- Pensaba que conmigo te valía. - dije con ironía y una sonrisa en el rostro.
T- jajajajajaja no te estarás enamorando no pichoncito… Bueno, bueno voy a la ducha que los baños de la estación de tren están siempre sucios. - dijo mientras me palmeaba el culo y se iba a la ducha.
No dejaba de sorprenderme esa mujer. La verdad es que lo único seguro que existía entre ambos, aparte de ser mi casera, es que no había compromiso de ningún tipo. Además de que me iba a quejar si yo había disfrutado del culete de Erika hacía dos días. Entretanto, preparé la cena para los dos, una tortilla de patatas que estaba cojonuda y tras un rato de charla en la mesa cada uno se fue a dormir.
La semana era de las que prometían y es que era el finde de carnaval, y ya tenía el disfraz cogido con los amigos. Siempre era una fiesta que me encantaba, y la verdad siempre tenía buenos recuerdos de aquellas noches. María y yo siempre terminábamos haciendo el amor al terminar la noche y la verdad es que era diferente. El calentón que me provocaba verla disfrazada era de época y es que las mujeres en estos casos sus disfraces pueden ser de cualquier cosa, pero siempre tienen añadida la etiqueta de sexy. Aún recuerdo a María de Harley Quinn, de Tomb Raider, de Cheerleader brbrbrrbrfffffff…
Como digo el lunes empecé la semana con alegría y sabiendo que el finde iba a ser divertido, lo que no sabía era la sorpresa que me esperaba antes del mismo. Tere y yo durante la rutina apenas coincidíamos hasta la hora de cenar, aunque esos ratos cenábamos juntos y siempre estábamos un rato antes de ir a dormir. Eran esos ratos donde, desde que empezamos a ser “amigos”, terminábamos echando algún casquete y esa semana ya había tocado el martes, pero sobre todo el jueves. Fue en su cama, después de la cena. La verdad, no fue nada del otro mundo sin embargo dio pie a que la cosa me calentase en sobremanera por un detalle.
Estaba follando a Tere a cuatro patas, con sus tetones desparramados por la cama, cuando ante la visión de sus nalgotas que chocaban mi pelvis, se me alteró (más si cabe) el pensamiento. Entre esas dos nalgas, grandes, pero aun firmes de Teresa, acertaba a asomar su asterisco. Y la verdad es que, por impulso, acabé clavando en su agujerito mi dedo pulgar.
Tere dio un bufido, la verdad es que pensaba que me había pasado, sin embargo, no dijo nada, al contrario me miro loca de pasión y entre bufidos me pidió que continuase, cosa que hice hasta que se corrió y quedó tendida en la cama.
T- Que manera de follar… En serio no puedo más. – Lo hizo mientras se daba la vuelta-
Estaba alucinante, con su cuerpo sudado por el polvo que daba cierto brillo a su piel. Lo que más destacaba de ella eran esas tetas, imponentes, de esas tetas gordas y redondas que aunque turgentes, se veían pesadas pero espectaculares, coronadas por dos pezones marrones oscuros de tamaño generoso. Bien es verdad que exhiba además cierta tripita, y su culo también denotaba haber sido más esbelto alguna vez, pero aun así era increíble verla. Es más aquellas imperfecciones fruto de la edad eran lo que más me ponía.
Me miraba satisfecha, con una sonrisa en su relajado rostro, era una mujer guapa, pero sobre todo morbosa. De esos rostros que enseguida los asocias a una buena folladora, que lo era. Ahí estaba yo, que acaba de follarla, con mi polla aun tiesa y ya fuera de su coño, admirándola y esperando acabar. Y la verdad si ella era algo en el sexo, era agradecida y pronto, como yo esperaba, se deslizo entre mis piernas, y comenzó a pajearme así tumbada con su pecho justo debajo de mis huevos.
T- Hoy te corres en Cuba, entre estas dos habaneras…- dijo mientras coloco mi polla entre sus tetas y apretó los brazos como intentando juntar los codos, estrujando sus mamellas y dejándome eso a disposición para que fuese yo que le follase las tetas. Fue algo que disfruté y de nuevo me sorprendía su naturalidad y entrega, pues la punta y lo que sobresalía de mi polla lo chupaba como podía, así como se escupía en el canalillo.
T- Menuda polla, en serio. No pienso dejar que te marches jamás jajajjaja. Sigué que la consigues guarrete, vamos… Como disfrutas en las tetas de tu casera ehhhh. Sigue, córrete en mis tetas… - su tono era todo lo sensual que uno puede esperar y así moviendo la pelvis y por consiguiente mi tranca entre sus tetas, le dije que iba a correrme y comencé a acelerar y al momento de correrme, me separé levente y explote entre sus tetas y su cara poniéndola fina.
T- Joder, en serio eres un lujo. – Dijo mientras se incorporaba. – Me has puesto pringada menudos huevos. . dijo mientras los estrujaba pero sin apretar en exceso.
G- Tere eres un puta zorra. Me vuelves loco, dioooos.
T- NO te queda nada por descubrir – dijo con sarcasmo mientras iba al baño.
Tardo unos minutos en limpiarse el resultado de mi corrida y tras lo cual se tumbó de nuevo en la cama y me abrazó.
G- Que Tere, esto ha sido mejor que lo del finde… - La verdad es que solo era por picarla, no tenía ninguna envidia, pero también quería en cierto modo saber como reaccionaria-
T- Bueno, te faltan truquitos por aprender pero tienes muchas aptitudes- dijo riéndose de mí.- Lo del finde fue con un amante de toda la vida y la experiencia es un grado pichoncito. Pero no te preocupes con ese pollon y las ganas que le pones creo que acabarás siendo mi bombero favorito jajajaja
G- Como te mofas de mí ehhh. Bueno, de momento eres la única que sabe usar la manguera… o no….
T- Que me dices… Ya has reventado a alguna jovencita por ahí. – advertí cierto recelo- Bueno mientras tengas para mí me da igual. Es más tengo planes para ti siempre y cuando estés dispuesto…
La conversación era cálida, ambos abrazados y desnudos después de follar. En cierto modo me sentía enlazado a ella en ese momento, pero claro no era amor, simplemente comenzaba a existir cierto cariño en medio de toda esa complicidad que desde el primer día nos acompañaba.
G- Planes? Que has pensado, porque viniendo de ti me da miedo…
T- Ahora mismo te lo cuento, pero antes dime, como quedó la nenita que folló contigo este finde?
G- Pues al principio iba a ser una jovencita, pero de nuevo falló el hidráulico y la noche la salvo una amiga de mi tía jajajajaja. 42 tacos tiene, asi que más nenita eres tú que ella.
T- Venga ya jajajajaja. No me jodas, que esa lagarta no me robe mi pollón eh, dijo apretando los huevos con la palma de su mano. Menudo puma te agarró entonces. Bueno la verdad es que yo tampoco me puedo quejar. Mi polvete es un antiguo novio de la facultad, aunque hemos follado alguna vez que otra desde que lo dejamos.
G- Se los ponías con él a tu marido? La verdad es que habrás triunfado bastante, eres una torda…
T- Pues no, a mi marido nunca se los puse, hasta que me enteré que él si lo hacía. La verdad es que nunca fue sincero conmigo y lo de los cuernos, bueno llego un punto que yo hacía lo mismo y pase, pero cuando la convivencia era una mierda pues…
G. Bueno, si estas mejor ahora, me alegro…
T- Jajajjajjaa, ahora estoy en la gloria, llevo ya unos añitos así…
Entre tantas, Tere de nuevo había empezado a jugar con mi polla y ya me empezaba a hacer una buena paja, hasta que sin aviso previo dándome la espalda me montó.
Botaba como una posesa entre gemidos de ambos y yo estaba con la polla taladrando su chocho, húmedo y cálido, todo lo acogedor que uno puede esperar. De nuevo mi atención se centró en un punto, su ojete, que rosadito y cerradito se divisaba entre bamboleos de sus nalgas. La verdad es que estaba hipnotizado y me incorpore un poco en la cama apoyando mi espalda contra el cabecero de la cama. Esto me permitía mover mejor los brazos, así como Tere se arqueó y así seguimos follando aunando esfuerzos por corrernos cuando hipnotizado por ese ano, decidí volver a clavarle un dedo. El pulgar y entre metida y sacada, quitaba ese dedo para con mis manos separarle las cachas y ver el culo en todo su esplendor. La imagen era morbosísima y así entre los gemidos de Tere noté como volvía a correrse.
Esto frenó un poco las acciones y con cara de satisfacción absoluta, se tumbó de nuevo abrazándome, pero sin olvidarse de mi polla, que pajeaba con calma para que no perdiese dureza. Aquello era una locura, me daba besitos en el pecho y me comía la boca entre sus agitadas.
T- Gonzalito, creo que me has puesto un punto de mira en el culito…
G- Pffff es que me encanta, te lo quiero llenar de polla, aunque te entiendo si no quieres.
T- Esto es como todo, si te lo ganas es tuyo, pero te advierto no soy muy fan de eso, he tenido alguna experiencia desagradable.
G- No eres muy fan de hacerlo parece…
La idea de follarle el culo era desde luego una fantasía erótica para mí. Ese culamen me traía loco, aunque lo de follar culos, bueno venía de reventárselo a Erika, pero ella era una experta o eso parecía. Las anteriores experiencias con el anal, fueron con María y no fue nada fácil y la verdad creo que aceptó porque me quería demasiado. Tal vez algún día os cuente detalles, aunque la verdad y todo lo que hice fue con amor, no esperéis nada guarro...
En cualquier caso, mi polla es bastante grande y gordota, así que entendía a Tere si no quería, pero la puerta a ello estaba abierta parecía. Ya me lo ganaría
T- La verdad he llegado a disfrutarlo, pero es que los tíos sois un poco anormales y si se os va de las manos ahí, bueno pues que se sufre un poco. Además si quieres meter semejante bastardo, vas a tener que hablar con mi culo…-dijo mientras movia la lengua.
G- Estaría encantado de hablar… De hecho- dije mientras ya de pie frente a la cama pase mi brazo bajo su viente- voy a darle un poco de palique ahora.
Teresa pronto lo entendió y a la que yo la ayudaba con el brazo, ella se puso a cuatro patas y para mi delirio se abrió las nalgas con las manos, dejando expuestos sus dos orificios. Le di una buena nalgada y después un lametazo de coño a culo. Tras arrancarle unos gemidos comiéndole el coño, comencé a hacer círculos con la yema del dedo en su ano y luego directamente a comerle el culo, pasando mi lengua por el agujerete, intentando introducirla poniendo la lengua dura y de cuando en cuando estimulando el coño con los dedos, hasta que ya no pudo más y ante sus gemidos e indicaciones me centré en acariciarle el coño con los dedos al tiempo que entre gemidos se corría.
Tras la corrida de Tere, me dejé caer en la cama y tumbados, comenzamos a hablar sin embargo inconscientemente de nuevo llevé mi mano a su culo y ensalivado por completo como estaba, seguí haciendo círculos sobre su ano con mi yema del dedo.
T-Tantas ganas tienes de meterla por ahí, en serio…
G- Me muero de ganas la verdad, pero te entiendo si no quieres.
T-Ufffff a ver, lubricante no tenemos verdad? Ufff es que me vas a destrozar ehhh, a ver vete probando y si estoy católica lo hacemos.
Me quería correr solo de oírlo, pero no, iba a aprovecharme de la situación. Esas palabras significaban muchísimo, y ese permiso me hizo centrarme en el culazo de Tere. Seguía acariciando, hasta que metí un dedo en su culo, poco a poco, disfrutando de la sensación de calor que emanaba del agujero y pronto metí un segundo, mientras daba descansos y sacaba los dedos para lubricar con saliva el culo de Tere. Así estábamos con ella tumbada boca abajo en la cama y yo scon los ella con los dedos en su culo cuando por fin se animó, ya con el ojete abierto por los calentamientos mencionados.
T- A ver ven aquí- dijo mientras se incorporaba y sentaba al borde de la cama- Si te digo para, paras y si no entra pues otra vez será eh, no seas gilipollas. -Dijo agarrando mi polla y pajeándola para ponerla a punto.
Escupió dos veces en mi capullo y esparció con la palma la saliva por toda la polla. Yo entonces me incorporé y vi como Tere se tumbaba boca arriba, se colocaba una almohada en las lumbares y me ofrecía su culo. Me agarre la polla del tallo y apuntando bien al bendito culamen que Tere coloqué la punta de mi polla sobre el agujero y poco a poco empuje.
T -Así vas bien, uuuuuuuaahaaaaahhh más despacio, más despacio, eso.-Mi polla poco a poco entraba en el culo y aunque Tere dio algún síntoma de dolor, me miraba con un vicio increíble.
Había metido la polla casi por completo y estaba en la gloria, la sensación era completa, un culo apretado y calentísimo y poco a poco me empecé a mover.
G- Estaahaha bien Tere? Ahhhhh Dios gracias, que culo mas preto tienes joder ahhhhh- Mi cara era un poema, y estaba disfrutando una salvajada con la enculada. Tere por su parte soportaba como podía los empellones que soportaba su culo, y así viendo como se mordía el labio inferior y gemía yo no pude más y en medio de ese culo calentísimo y apretado me corrí.
T-Uffffff, esto no sé si es bueno ehhh. He disfrutado al final pero joooder. Tu contento no?
Yo no me paré hablar, la abrace y le di un beso intentando agradecerle su esfuerzo. De nuevo nos abrazamos y comenzamos a habalr de nosotros, hasta que recordó algo y soltó la bomba…
T- Por cierto, que se me ha quedado pendiente de antes. Desde que me divorcié, alguna que otra vez me he dejado caer por ambientes “liberales” y bueno, la verdad es que me sigue gustando ir a esos sitios. La semana que viene además me han invitado a una fiesta y me gustaría ir.
G- Y todo esto me lo dices porque….
T- Porque hay que ir en pareja y si tu quieres me gustaría ir contigo…