Golpe por Golpe XXV. Las cosas cambian.

La fiesta estaba casi llena, y yo muy sediento, solo esperaba que esto no se saliera de control.

El que a una persona le importe otra, representa el mayor valor de la vida.

A su familia y su amor, debe usted de cultivarlos, como un jardín.

Jin Rohn

No sabía que esperar de aquella propuesta, la idea era muy buena y después de todo ¿a quién no le gustaría?, sin embargo no quería más problemas, mientras salía de la oficina de la directora me parecía estar escuchando a Marcos, para nada aceptaría que yo formara parte de todo eso.

Entre con Don Alberto a la camioneta, pero no dejaba de pensar en la pelea que mi tío y yo habíamos tenido anoche, sé que me había extralimitado, pero, me había dolido mucho lo que me había dicho, aunque, seguramente tenía razón y mis padres de verdad se avergonzaría de la actitud que tenia últimamente, es solo que... no sé cómo explicar, durante mucho tiempo me había sentido solo, usado, con un vacío profundo que solo lleno la sed de venganza, pero este fin de semana, algo había cambiado en mi, de verdad que estaba feliz, tranquilo, de nuevo me sentía... yo.

Llegue a la casa y me moría de hambre, subí corriendo hasta mi habitación y me cambie lo más rápido que pude, baje al comedor, Diana aun estaba poniendo la mesa, así que me escabullí a la cocina para ver que podía encontrar y me tope de frente con Lola

- Joven ma... Alexander ¿Qué hace aquí?, hace tiempo que no viene

  • Lo siento Lola, es que...

  • Tome, aquí hay algo

Me dio un plato con uvas verdes.

  • Gracias Lola, ¿como supiste?

  • ¿Cómo no saberlo?, siempre que usted o su hermano se aparecían aquí, es porque tenían hambre.

Cierto, siempre que Guillermo llegaba de la escuela corría hasta aquí y me jalaba con él; solíamos comer lo que sea que estuviera a la mano y nos poníamos a hablar de lo que fuera, desde series de televisión o películas que estaban por estrenarse, cualquier tema era bueno para nosotros. Era de mis momentos favoritos del día, donde solo estábamos nosotros, sin tareas, maestros o padres... solo mi hermano y yo

  • Los extraño mucho Lola

  • Todos, Joven, sin embargo no podemos enfocarnos en que los hemos perdido. ¿Sabe?, a mi me gusta pensar que están en un lugar mejor y que desde ahí pueden vernos y cuidan de nosotros.

- ¿Tu has perdido a alguien?

  • Si, hace ya algunos años perdí a mi esposo, yo como usted estuve mucho tiempo enojado con la vida por habérmelo arrebatado, pero con los años entendí que así tenía que ser, y que todo pasa por algo

  • ¿Eso crees?

  • Supongo que sí, de otra forma no entiendo porque la muerte se los lleva.

- Imagino que pensar así ayuda a seguir adelante, pero... duele mucho no tenerlos

  • Nunca deja de doler

  • Entonces, ¿como le haces para seguir adelante?

  • Cada que me faltan las fuerzas o que me siento sola, pienso que... no le gustaría verme triste, disfruto la vida como se que él lo haría.

Me daba miedo pensar en lo que Lola decía, si ellos nos veían, entonces mi tío tenía razón...

Ya había logrado lo que quería, Rósela había sido destronada y en la escuela me respetaban; pero aun así, no me sentía como había imaginado.

Contrario a lo que había pensado, fue gracias a Ian que podía respirar tranquilo después de mucho tiempo, es como si a raíz de lo que había pasado ayer, algo hubiera cambiado dentro de mí, la sensación de frio que había en mi cabeza ya no estaba.

Deje a Lola en la cocina y fui al comedor, Marcos estaba sentado, tenía la cabeza abajo, miraba su celular, imagino  que estaría revisando asuntos de su trabajo o hablando con Fabiana.

Comenzaron a servirnos la comida, apenas prestaba atención a la comida, estaba nervioso, me sentía mal, no me gustaba que Marcos no me mirara, su silencio comenzaba a desesperarme

  • ¡Lo siento!

Marcos levanto la cara y miro al frente, al parecer no pensaba hablarme y pensándolo bien, no lo culparía, me había pasado con lo que le dije

  • ¿Por qué?

Seguía sin mirarme, su vista estaba fija en la silla que tenia adelante

  • Por haberte hablado así, yo...

Mis palabras fueron interrumpidas por un suspiro de Marcos

  • No lo hagas, tenias razón en todo lo que me dijiste, ¡no te conozco! Me he equivocado muchas veces , pero la que más lamento fue haberme alejado de mi hermana, por tonto me perdí de convivir con ella y contigo, se que ya es muy tarde para arreglar las cosas... quisiera regresar el tiempo, pero ¡no puedo!, yo... se que soy un inútil, se que debería estar más tiempo contigo, se que  a estas alturas ya debería conocerte, pero, me duele verte, me acuerdo de tu madre... me recuerdas todos los errores que he cometido. Tengo miedo del futuro y del pasado, vivo con el temor de no ser un buen ejemplo para ti. Cuando supe que te habías escapado de NY y que habías venido aquí, pensé que era solo una etapa, pero después... saber que estabas con él, que no habías avisado, me asuste, me pareció que estabas recorriendo el mismo camino que yo, y cuando llegaste aquí y me enfrentaste, me dijiste que no te arrepentías, juro por Dios que no pensaba regañarte... es solo que, te veías tan tranquilo, yo no pensé lo que hacía. Perdóname.

Escuchar lo que marcos me decía, dolía, yo también tenía miedo del futuro, a mí también me perseguían mi errores pasados, las lagrimas salían de mis ojos y nublaban mi vista, pero cesaron, cuando vi que mi tío seguía con la mirada fija en aquella silla, las lagrimas recorrían su cara y caían por su barbilla estrellándose contra su puño. Era la silla en la que solía sentarse mamá. De su boca comenzaron a salir unos leves quejidos y comenzó a apretar más su puño.

  • No quiero que sufras Mario, te juro, que haría cualquier cosa por evitarte cualquier dolor y me enoja haberte herido. Es solo que ¿no se qué hacer? para penetrar esa coraza que tienes alrededor, me frustra no ser parte de tu vida, no poder conocer de tus sentimientos, ¡Maldita sea!, ni siquiera conozco tu vida, no sé cómo es que Guillermo apareció en tu vida... no sé nada de ti, se que en parte es mi culpa, pero, de verdad que he intentado entenderte, solo que tu... no me dejas entrar, te esfuerzas por mantenerme alejado. Pensé que las cosas serian más fáciles cuando te vi, pero poco a poco te has ido alejando y por más esfuerzos que hago, sigues corriendo y no logro alcanzarte. Cuando Fabiana y tu se volvieron amigos, me emocione, pensé que podríamos formar algo, pero te olvidaste de mí, no me enoje, entendí que era un avance, pero de alguna forma también dejaste de confiar en ella...

Volteo a verme, ahora era yo el que mantenía la cabeza abajo.

  • Mario, se que tal vez no tengo derecho a decirte esto, pero, eres lo único que me queda, no quiero perderte...

Era demasiado para mi, a estas alturas, la respiración se me cortaba, imágenes de mis padres aparecían en mi casa, me dolía, ya no eran solo las palabras de mi tío, era también saber que estaba muy equivocado con los recientes acontecimientos, pensé que lo único que me quedaba era la venganza, pero en realidad tenia a Marcos, a Fabiana... a Ian.

No sabía que decirle, las palabras se amontonaban en mi mente, quería expresar tantas cosas, pero al mismo tiempo, ninguna palabra parecía ser la adecuada.

Desvié la mirada del mantel y mi vista cayó sobre la mano de Ian, estaba roja, parecía que iba a explotar, se estaba haciendo daño, así que la tome, tome su mano y poco a poco la presión empezó a ceder.

Cuando estuvo abierta por completo el sujeto mi mano y la apretó suavemente, así estuvimos un rato, su mano hervía, pero me sentía cómodo, me parecía estar de nuevo con mi ... ¿hermano? esta vez fui yo el que suspiro, nos miramos a los ojos y los vi, era la misma mirada que papá había usado cuando le confesé que me gustaban los hombres, era el hermano de mamá, era mi tío, era también un desconocido, pero por segunda vez desde que lo conocí, me volví a sentir cómodo con él y esta vez no quería hacer a un lado esa sensación.

La plática que por momentos me pareció eterna, no había durado más que unos minutos, lo supe cuando Don Alberto apareció para servirnos el postre, nos vio con los ojos rojos y sujetando nuestras manos, pero no dijo nada, se limito a sonreírme, nos sirvió y antes de retirarse, apretó suavemente el hombro de mi tío, el solo sonrió.

Mientras comíamos, me empezó a contar sobre Fabiana y si incesante búsqueda del local perfecto, me platico sobre varios de sus amigos y me dio saludos que me habían mandado. De repente se quedo callado

  • ¿Que pensarías?, si te dijera que existe la posibilidad de que venga a vivir una temporada contigo aquí a México

La pregunta me sorprendió, pero me hizo ilusión estar con él, tan vez con su compañía, esta casa dejaría de parecer tan lúgubre y vacía.

  • Me gustaría...

  • ¿De verdad?

  • Si tío, ojala pudiera ser...

  • No tienes inconveniente con que pueda traer a Fabiana, no me respondas ahora, piénsatelo, yo voy a aceptar cualquier decisión que tomes, piensa también que solo seria por una temporada, por lo menos hasta que decidas a que universidad quieres ir...

  • Yo aun no he pensado en eso

  • No debería decirte esto, pero Fabiana está emocionada, piensa que tal vez te decidas a estudiar diseño de modas, incluso está investigando y cree que querrás ir a Londres o Paris, hasta está buscando un loft en Viena, incluso me obligo a plantearme la posibilidad de irnos contigo; pero te repito voy a respetar tus decisiones.

Me hizo gracia imaginar a Fabiana volviendo locos a cientos de agentes de bienes y raíces, pero pensar en Marcos en alguna de esas ciudades, rodeado de moda y todas sus consecuencias, sería un espectáculo digno de verse.

  • No me había planteado esa posibilidad, pero, te prometo pensarlo

Los ojos de Marcos se abrieron más de la cuenta, se había dado cuenta que era sincero y que por hablar de más, me había dado ideas.

Yo solo reía y bebí un poco de café.

Dormí tranquilo, incluso esta vez tuve un sueño, no lo recuerdo, es decir, cuando desperté, lo recordaba, pero algo paso que lo olvide, aun así estoy seguro que fue bueno, podía sentir la alegría recorriendo todo mi cuerpo, tenía más energía de lo normal y no podía dejar de cantar, el mundo me parecía un lugar mas... ¿no se? más brillante.

Tenía más ganas de arreglarme y en eso se me fue el tiempo, el uniforme me parecía aburrido así que opte por cambiar de camisa, y me puse unos mocasines color rojo, en vez de los clásicos negros que usaba, no quise ponerme la corbata y me peine de lado, no quería ponerme los lentes de contacto, me cansaban mucho, supuestamente solo debía utilizarlos ocho horas al día, pero siempre terminaba con ellos hasta acostarme, hagan cuentas desde las seis de la mañana hasta las diez u once de la noche; el caso es que me puse los lentes que solía usar, me veía bastante bien, de hecho me gustaba mas así.

Llegue un poco tarde a la escuela, así que me dirigí directamente al salón, cuando me vieron entrar todos se sorprendieron, lo supe al escuchar los cuchicheos, Rósela estaba de nuevo sentada en medio del salón, había un lugar a lado suyo, así que no dude en ocuparlo, parecía molesta, de hecho al concluir la primera clase que fue de dos horas, se cambio de lugar, de verdad que no lo había hecho con esa intención, pero tampoco saque de su error a mis demás compañeros que me felicitaron por haberla puesto en su lugar.

Mi semana transcurrió de lo más normal, Ian no perdía oportunidad para mandarme mensajes y solíamos hablar por horas en la noche.

Lo único que me molestaba un poco era el tener a todo el salón siempre pendiente de mis actos, sus adulaciones lejos de engrandecer mi ego me incomodaban.

El viernes llego y con él, una llamada de Lilian, estuve platicando todo el receso con ella, no dejaba de preguntarme por las fotos que salieron publicadas, y de contarme de que había salido el domingo con Michelle. El receso duro muy poco o por lo menos eso me pareció, me gustaba hablar con Lilian, tenía una espontaneidad y frescura increíbles, siempre me hacía reír por sus comentarios poco atinados. Quedamos de vernos en la noche.

Ya era tarde, desde que llegue de la escuela me puse a hacer la tarea y sin darme cuenta pasaban de las diez, cerré la computadora y me recosté en el sillón para hablar con Ian, al parecer el también había tenido un día pesado, me conto que Darla me mandaba saludos y que estaba vuelta loca por venir a México junto con Ian y su hijo, pero que lamentablemente los dos tenían mucho trabajo, así que la idea de vernos aun estaba un poco lejos. No supe en qué momento llego Lilian, pero cuando colgué con Ian escuche...

  • Vaya, hasta la cara te cambia, jajajajajajajajajajajaja

  • ¿Cuanto tiempo llevas aquí?

  • El suficiente para darme cuenta que no puedo llamarte cuñado. Eso es traición ¿sabes?

  • Lo siento, no supe cómo se dio.

  • Descuida, ya no importa. Solo una cosa...

  • ¿Qué?

  • Cuéntame los detalles o subo esta foto a twitter

Me mostro una foto en su celular donde yo estaba recostado en mi cama con el teléfono en la mano y los ojos cerrados.

  • ¡Que envidia!, ya quisiera yo ser tan fotogénica.

  • Dame acá eso

Intente quitarle el teléfono, pero ella fue más rápida

  • Nada, primero cuéntame

  • Esta bien, pero antes bórrala

Se sentó a mi lado y escucho atentamente, contarle lo que había vivido con Ian, fue revivir todas esas sensaciones que solo él me provocaba.

  • Vaya, que historia, tan intensa, tan romántica; pero... no entiendo, ¿por qué te quitaste la ropa?, yo salí detrás de ti, pero ya no estabas

Lilian me caía muy bien, me divertía a su lado, pero contarle porque me había quitado la ropa seria tener que contarle... contarle una historia que aun me dolía recordar, además de que ahorita no quería pensar en ello, me sentía completo, y no necesitaba revivir mi pasado.

  • ¿Por que va a ser?, para llamar la atención

  • Bueno, ya es tarde, cámbiate que tengo la reservación hecha, seguramente ya llegaron las chicas, de hecho hasta Michelle va a ir, obviamente va a llegar tarde, pero el caso es que ni siquiera tuve que convencerlo, el solo se invito, me dijo que le gustaba estar conmigo.

  • Bueno y a todo esto, ¿Qué son?

  • Por ahora solo amigos, no he querido acostarme con él, quiero hacerlo sufrir un poquito, en venganza de todas las veces que no me hizo caso. Aunque si te soy sincera, no sé, no quiero apresurar las cosas, que se dé cuando tenga que ser.

Comencé a arreglarme, y en cuestión de una hora o menos ya estaba listo. Justo cuando íbamos bajando las escaleras nos encontramos con Marcos, le presente a Lilian y platicamos por unos minutos, le avise donde iba a estar y salimos disparados, justo antes de las típicas recomendaciones, no beber mucho, mantener el celular prendido y llamar si se me ofrecía algo.

Llegamos al restaurante, las chicas estaban ahí, comenzamos a platicar, me hicieron repetir mi historia con Ian varias veces, incluso me presentaron a mas amigos, nuestro grupo se hizo enorme, éramos poco más de treinta, terminamos de cenar y antes de subir a la planta alta que era un antro, fui al baño a refrescarme y escapar de más preguntas sobre mi y sobre mi noviazgo con Ian, ¡noviazgo!, que rara palabra, técnicamente, no éramos novios, es decir... el nunca me lo había pedido, pero imagino que estaría implícito, después de lo que paso en Acapulco, solo que, en Acapulco no había pasado nada, no habíamos tenido intimidad, bueno, basta, yo solito me estaba enredando en mis propios pensamientos, fuera lo que fuera que Ian y yo seamos, me sentía pleno y no me interesaba tener un titulo, bueno, no estaría nada mal tenerlo, pero no era algo que me quitara el sueño; todos esos pensamientos estaban rondando mi cabeza, justo cuando me llego un mensaje de texto, lo supe, por que casualmente mientras me veía al espejo, mi mano estaba recargada sobre mi cartera y este había vibrado. Cuando saque el celular, descubrí que eran varios los mensajes que tenía en el buzón, uno de ellos, el primero que leí, era de Ian.

Ya me voy a dormir, espero que te diviertas...

No sé si sea muy pronto para decírtelo, pero no aguanto más,

¡TE AMO!

No tienes que responder, me basta con que lo sepas

Ian

Una extraña sensación apareció en mi estomago e inevitablemente sonreí. No sabía que responderle, por mi le hubiera escrito una carta enorme, pero solo una palabra aparecía en mi mente, y la escribí, escribí que también lo amaba y envié el mensaje.

El resto eran notificaciones de titear donde aparecía yo, rodeado de los de la mesa, había uno de un número desconocido, no pensaba abrirlo, pero la curiosidad pudo más que yo, era un mensaje de Ilitia, la muchacha de la escuela, me preguntaba a qué hora me aparecería en la fiesta. Se me había olvidado por completo la fiesta de esos chavos, me sentí mal, ya era tarde, es solo que, habían pasado tantas cosas desde ese día, que... una idea cruzo por mi cabeza, inmediatamente salí del baño y fui con Lilian.

  • Guapa, cambio de planes, vamos a otra fiesta, te cuento en el camino.

Sin pensarlo, Lilian se levanto de la mesa, tomo su abrigo y salimos juntos, automáticamente todos los demás fueron detrás de nosotros; mientras esperábamos afuera a que nos dieran los coches, los puse al tanto, unos amigos tenían una fiesta y quería ir, algunos protestaron, pues no querían ir, mas yo no estaba dispuesto a quedar mal con esos chicos; mientras yo enviaba un mensaje de confirmación y disculpas a Ilitia, Lilian intentaba convencerlos, pero la mayoría estaba muy renuente pues no sabían que tipo de fiesta era. Ya me habían colmado la paciencia así que interrumpí a Lilian

- Basta Lil, ¡nadie es indispensable!, si no quieren ir, que no vayan.

Cuando escucharon eso se quedaron callados, me veían, pero ninguno se animaba a irse, llegaron con el coche de Lilian y justo cuando estábamos subiendo

  • Yo sé cómo llegar más rápido. Síganme.

Todos empezaron a subir a sus autos y seguimos al novio de Amaia.

  • De verdad que me tienes que enseñar a hacer eso

  • ¿Qué?

  • Como que ¿que?, ¿viste la cara que pusieron todos? Yo ni siquiera logro que se hablen entre ellos y tú con unas palabras hiciste que todos vinieran...

  • Pasivo agresivo, ¿recuerdas?, es mas vamos a hacer que esa fiesta se convierta en el acontecimiento del mes

  • ¿Por qué te interesa tanto?

Me toco explicarle como es que esos chicos habían ideado la manera para ayudar a su amigo, como esperaba a Lilian también le conmovió y decidió mandarle la dirección a Michelle.

  • ¿Oye?, y ¿crees que solo con nosotros esto se vuelva el acontecimiento del mes?

  • Si, con nosotros y con ayuda de Twitter. ¡Ya verás!

Con el celular de Lilian y gracias a que no había borrado la foto que me había tomado en mi casa, escribí desde su cuenta: Enamorado, y con ganas de divertirse, #nosvamosdefiesta. En cuestión de minutos, la foto empezó a ser retweeteada. El golpe final lo di yo, cuando me tome una foto a los autos que venían atrás de nosotros: lo mejor de la sociedad mexicana, #nosvamosdefiesta, todos comenzaron a responder y #nosvamosdefiesta se convirtió en trending topic.

Llegamos al lugar de la fiesta, era un salón bastante grande, afuera estaba uno de los muchachos, Raúl, me parece que era su nombre, en cuanto me vio, corrió y me ayudo a bajar del carro.

  • Pensé que no vendrías.

  • Lo prometido es deuda, ¡aquí estoy!, ¿aun hay espacio para nosotros?

  • Claro que si, pasen, de hecho hay muy poco gente, creo que no se va a llenar, pero igual, ¡gracias por venir!

Atrás de nosotros, se empezaron a estacionar los otros.

  • Somos treinta y uno que otro más

  • Fantástico, pasen, pasen...

  • Gracias, solo una cosa más

  • ¿¡Dime!?

  • Todos pagan su consumo

  • Pero yo, ¿creí que habíamos quedado...?

Desde que me plantearon que los que fueran conmigo no pagarían, no me pareció justo, pero en cuanto vi la cara de desilusión que tenia Raúl al decirme que habían poca gente, no podía permitir que el trato se cumpliera, después de todo lo que ellos necesitaban era ganar dinero, no perderlo; además, si algo les sobraba a todos estos, era dinero, era justo que contribuyeran en algo a la causa de los chicos.

Le cerré el ojo a Raúl y me dirigí a los que venían conmigo.

  • Bien chicos, vamos a divertirnos, preparen las tarjetas, porque esto es ¡hasta morir!

Empezaron los gritos, morían por embriagarse...

- Pero antes una foto

Todos nos pusimos frente al salón y le pedimos a Raúl que nos tomara la foto.

Mientras entrabamos al lugar, subí la foto a twitter con la dirección del lugar.

La decepción de los que venían conmigo no se hizo espera cuando vieron que aunque el lugar era bastante amplio y estaba bien iluminado, la música no era nada buena y de verdad que eran muy pocas personas, cincuenta poco mas, mas nosotros, Lilian se me quedo viendo y yo solo suspire.

  • Bien, tenemos mucho que hacer aquí, ¿A él novio de Gaby le gusta eso de los DJ´s no?

  • Si, ¿por qué?

  • ¿Cómo se llama?

  • Me parece que Roberto

Tenía una idea de que hacer, pero no estaba seguro que mi plan funcionara.

  • Ró, ¿verdad?

  • Si

  • Esta fiesta esta de flojera, ¿te parece si ayudamos a animarla un poco?

  • ¿Qué tienes en mente?

  • Ahora te explico...

Fui a donde a la barra, ahí estaba Ilitia y varios amigos.

- De acuerdo chicos, si vamos a hacer esto, lo vamos a hacer bien

Los chicos me miraban desconcertado, no tenían idea de que es lo que hablaba, al decir verdad, yo tampoco, pero verlos asentir con la cabeza, sin titubear, depositando su confianza en mí, me dio el valor que requería en ese momento, para hacerme cargo de todo.

  • Ilitia, vienes conmigo, ¿donde guardan las botellas?

  • En la bodega

Entramos a la bodega y había cinco botellas de tequila, cinco de ron, dos de whisky y una de vodka; definitivamente el presupuesto de estos chicos era limitado, esto solo era solo un pequeño aperitivo para los que venían conmigo, suspire discretamente, tendría más trabajo del que pensé. Tome una botella de tequila, las dos de whisky y la de vodka.

  • Tráeme los refrescos y anótalo a mi cuenta, ¿tienes terminal?

  • Si, si tenemos

  • Gracias a dios, pensé que tenía que usar efectivo, y en ese caso estábamos perdidos. ¿Bien? ¡Vamos!

Llegamos a la sala Louge que habían preparado y donde todos estaban desesperados y aburridos, pero al ver que venía con las botellas en la mano, no pudieron reprimir una sonrisa de satisfacción.

  • Ró, es hora de que nos muestres tu talento, ¿te parece si te haces cargo de la música?

  • Ehm... ¿yo?, es decir, si, pero no estoy seguro

  • Anda, solo inténtalo

  • De acuerdo, aunque si no les gusta, no acepto reclamaciones

La música empezó a sonar más fuerte y la gente pareció notarlo, porque inconscientemente, empezaron a moverse al ritmo de la canción y algunos hasta se animaron a bailar en la pista. Como segunda parte del plan que se estaba fraguando en mi cabeza, tome el micrófono y jale conmigo a Lilian e Ilitia; le pedí a Ró que anunciara que se regalaban shots de tequila a todas las mujeres.

En la barra ya estaba preparado uno de los chicos, acompañado de Lilian e Ilitia, todas las chicas se acercaron rápidamente a la barra, parecían desesperadas... en cuanto llegue, lo primero que hice fue poner orden

- Con calma niñas, alcohol es lo que sobra esta noche ¿de acuerdo?, todas al mismo tiempo

Cada una tomo un vaso de tequila, Ilitia conto hasta cinco y todos al mismo tiempo nos bebimos el contenido. El sabor del tequila no me gustaba para nada, pero hice de tripas corazón y

  • Bien, ¿quien quiere otro?

Todas al unisonó gritaron y los vasos fueron rellenados, Cuenta regresiva y de nuevo sentí el tequila bajar por mi garganta, aunque esta vez no fue tan incomodo como la primera.

Las chicas se fueron, todas felices, un par de chicos se acercaron y preguntaron si habría shots para ellos y Lilian le dijo que sí, pero solo para ellos dos que habían tenido el valor de acercarse, descaradamente Lilian les coqueteaba y los dos chavos parecían hipnotizados viéndola sostener la botella.

Sirvió dos vasos he hizo ademán de dárselos, pero cuando ellos acercaban sus manos, ella desvió la suya en mi dirección, yo tome el vaso, y ambos lo bebimos de un solo golpe.

La cara de esos dos, era un poema, ni siquiera les había molestado, seguían con la misma sonrisa admirando la osadía de Lil.

  • Bien chicos, eso de los shots es para las niñas, ustedes como buenos machos van a beber de la botella. Habrá la boca...

No esperaron ni un segundo después de las palabras de Lil y los dos ya tenían la boca abierta, estuvo a punto de verter el contenido de la botella en sus bocas, pero la detuve antes y

  • Vamos a hacerlo más interesante

  • ¿que tanto más interesante?

  • Ya vas a ver

Fui directo con Ró y le pedí el micrófono. Después fui a la mesa donde estaban todos y Jale a Selene, era la única sin novio así que fue mi única opción, camino conmigo hacia la barra, parecía extrañada, pero aun así, no puso objeción.

  • Bien chicos, les presento a mi amiga Selene

Ellos saludaron tímidamente a la recién llegada

  • Bien Selene es experta en eso de beber tequila, así que se le ocurrió organizar una pequeña competencia, el que beba más tequila de los dos, se va a ganar el resto de la botella o un beso de ella, lo que elijan. ¿Aceptan?

Selene ni se inmuto, de hecho, me parece que ya estaba coqueteando con uno de ellos. Los dos aceptaron ansiosos y me siguieron al centro

  • Su atención por favor, sean bienvenidos, espero que se diviertan tanto como estos dos valientes, que se animaron a iniciar una pequeña competencia, el que beba mas tequila será acreedor a la botella de tequila o un beso de nuestra hermosa juez, lo que prefieran.

Todos comenzaron a gritar dando ánimos y yo hice girar a Selene, que en realidad se veía bien con ese vestido verde, lucia unas piernas perfectamente torneadas.

Uno de los de la fiesta se atrevió a gritar que el también quería participar, yo solo vi a Selene y ella se le quedo viendo al chavo, después a mí y accedió a que el participara, detrás de aquel valiente, otros cuatro también pidieron participar; Selene los examino y acepto

En segundos teníamos a siete hombres en la pista, todos con la boca abierta recibiendo gustosos la alabanza de los de la fiesta, mientras Selene vaciaba el tequila dentro de sus bocas y yo animaba a los invitados a contar conmigo, uno, dos, tres, cuatro, cinco... diez, el que más había aguantado era el de diez, solo restaban dos y la botella estaba  a punto de acabarse, por suerte el penúltimo solo aguanto hasta tres, esperábamos que el que restaba durara diez o menos, pero nuestra supresa fue enorme cuando la cuenta llego a veintidós y sin derramar una gota, el chico estaba rojo, Selene levanto la mano del muchacho y lo anuncio como el ganador, las porras y los gritos no se hicieron esperar, el chico solo se reía y en un acto totalmente espontaneo, tomo a Selene por la cintura y la beso, ella por supuesto le correspondió, pero lo que todos esperábamos que fuera un beso corto, se prolongo y en lugar de subir en intensidad, se volvió lento, esos dos se olvidaron de que había gente que los veía y yo para calmar los ánimos, pedí que continuara la fiesta...

Regrese a la barra a devolver la botella, Ilitia reía junto con Lilian. Lil y yo fuimos a donde estaban nuestros amigos, la fiesta poco a poco se empezó a llenar de la misma forma que nuestras tres botellas se acababan.

Raúl se acerco a mí, estaba nervioso

  • Alexander, ya no tenemos botellas, todas se acabaron y la dotación de la barra también está a punto de morir, sigue llegando más gente, hay algunos reporteros afuera que quieren entrar. ¿Que hacemos?

  • Haber tranquilo, ¿sabes donde hay un oxxo por aquí?

  • Si

  • Bien, ¿estas tomando?,

  • No

  • Perfecto, ¿quien tampoco está tomando?

  • Pues, yo, Enrique, Brenda Y Dana

  • Ok, organícense, vayan en parejas a dos tiendas diferentes, compren alcohol, refrescos y mucho hielo. De la puerta que se encargue Ilitia, ahora hablo con ella

  • Si, Esta bien... Tienes razón

Raúl solo asentía, pero no se movía

  • Pero apúrate... es para hoy

Lo empuje hasta donde estaban Ilitia y sus amigos

  • En lo que ellos van por mas botellas, tú te vas a encargar de la puerta, ya son pasan de las tres de la mañana, deja pasar a los menos borrachos, a los que se vean mejor vestidos y cóbrales la entrada al doble, si te dicen que si pueden pagar las entradas con tarjeta diles que sí, pero que se les va a hacer un cargo adicional de cien pesos. Dice Raúl que hay prensa afuera, diles que te muestren sus credenciales y elije solo a revistas de sociales

  • De acuerdo, pero ve más despacio por favor, no alcanzo a escucharte bien

La jale hasta la bodega y ahí pudimos hablar más tranquilamente

  • ¿Entendiste?

  • Si

  • Lo más importante va a ser la parte de los reporteros, les vas a cobrar para dejarlos pasar y que obtengan su exclusiva, lo más que estén dispuestos a pagar, no dejes pasar a mas de dos, así que, ¡selecciónalos bien!, si alguno se quiere colar no lo dejes, de los rezagados escoge a uno y habla con el aparte, dile que lo vas a dejar pasar, con la condición de que no pase cámaras, solo con la del teléfono.

  • Ok, ya entendí...

  • ¿Estas bien?

  • Si

  • Por si acaso, toma

Le di una botella de agua mineral y ella corrió hasta la puerta que era un caos

La fiesta estaba casi llena, y yo muy sediento, solo esperaba que esto no se saliera de control. Volví con todos y por suerte aun no se acababa el vodka, lo malo es que solo restaba una botella de whisky con menos de la mitad. Un suspiro mas y esperaba que llegaran pronto con mas botellas, porque si no, estos se volverían locos, y no solo ellos, el resto de la fiesta también.

Unos minutos después, Michelle y Esteban llegaron, Lilian y yo estábamos bailando y ellos se pusieron detrás de nosotros, no me pareció nada malo, así que continúe bailando hasta que la canción acabo. Por suerte en el momento en que llegaron esos dos, vi a Enrique llegar corriendo a la barra, traía varias bolsas. Fui hasta donde estaba, se veía un poco desesperado, pero sonrió al verme.

  • Listo, por suerte nos atendieron rápido

  • Que bueno

  • ¡Oye!, Ilitia me dijo que te dijera que están llegando algunos artistas, que si no habrá problema con los reporteros que piensa dejar pasar

  • Dile que no se preocupe, pero que elija bien con quienes va a hacer negocio

  • Ok, yo le digo, pero... de verdad ¿no hay problema?, tus amigos parecen muy importantes, ¿no crees que se enojen?

  • No y no

  • ¿como?

  • No son importantes, son hijos de personas importantes, y no se enojan créeme, les tiene sin cuidado, después de todo, no es que tengamos una reputación que cuidar...

  • ¿Ah no?

  • No

Diciendo esto último regrese a la mesa, y en el camino choque con Amaia, con Michelle y con Lilian

  • ¿A dónde van?

  • Por más alcohol

Los flashes no se hicieron esperar, fotos al por mayor, sobrios o completamente ebrios, todos posaban para la lente de los fotógrafos.

En mi grupo, el alcohol comenzó a sobrar, a estas alturas de la noche, todos tomaban de lo que estuviera a su alcance; sin prejuicios y pudores, la temperatura del salón empezó a subir, las puertas hacia unos minutos que se habían cerrado.

Yo estaba bastante, bastante cansado, las platicas habían cesado y la mayoría solo se dedicaba a beber mas o a compartir fluidos con sus parejas; me levante para ir al baño y me tambalee bastante, el alcohol había hecho estragos en mi coordinación, respire un poco y emprendí mi camino, choque con varios durante el trayecto, no sabía bien, si era por mi culpa o la de ellos, me limitaba a disculparme cada vez y sonreír, para después seguir caminando.

El baño estaba bastante lleno, tuve que hace fila, por suerte, no tardaron tanto como esperaba hasta que llego mi turno.

Entre al cubículo y tuve que sostenerme de la pared de enfrente para atinarle a la taza...

Cuando termine, abrí la puerta dispuesto a despedirme de todos, estaba bastante mareado para continuar. La música entro de golpe al cubículo en donde estaba, el sonido fue tan fuerte que incluso me empujo de nuevo al interior de aquel cuartucho. Abrí los ojos y me tope de frente con Esteban, no había sido la música, fue él quien me había empujado hasta estar los dos en aquel pequeño espacio.

  • ¿Que haces aquí?

  • Lo mismo que tu

  • Ok, te dejo

Intente salir, pero su mano me sujetaba el brazo

  • No espera... quédate conmigo

Se acerco a mí y sus labios se posaron en mi cuello y subió suavemente hasta mis oídos

  • Me gustas mucho, quiero estar contigo.

Después de decir eso, deposito un beso en mis labios; una corriente eléctrica recorrió por mi garganta, esa sensación me parecía tan conocida, me dio miedo, como aquella vez en el callejón, pero esta vez no me quede inmóvil y lo empuje dispuesto a salir corriendo de ese lugar. Su cabeza se estrello contra la pared y yo aproveche para abrir lo puerta, pude percibir la luz del baño y en segundos, era yo el que se estrellaba contra la pared, intente moverme, pero Esteban tomo mi brazo y lo torció sobre mi espalda; otra vez ese olor agrio a alcohol, otra vez esas ganas de vomitar, las imágenes aparecieron seguidas de una terrible desesperación y un suave dolor en el brazo.

  • ¿por qué conmigo no?, ¡¿que tiene ese imbécil que no tenga yo?!

Me sujetaba fuertemente contra la pared, no podía mover mi cuerpo.

El rostro de León apareció de entre mis recuerdos, podía sentir mis orejas calientes...

  • Suéltame

  • Dame un beso, solo un beso. Yo no quiero esto más que tú, quería algo bonito. ¡Maldita sea!, si me dieras una oportunidad.

Empecé a moverme, pero entre más me esforzaba, Esteban más fuertemente me apretaba. El dolor ya era insoportable y no aguante mas, comencé a gritar y al parecer alguien me escucho, porque sentí como Esteban dejaba de presionarme contra la pared y mi brazo estaba libre.

Voltee a ver qué es lo que pasaba y me encontré con una imagen similar a la que recordaba, una pelea entre dos hombres, Esteban cayo al suelo y Damián se acerco a mí.

- ¿Estas bien?

Parecía preocupado

  • Si, Gracias...

No dijimos mas, ambos salimos del baño y yo fui hasta la mesa para despedirme, había recuperado mi equilibrio y todo parecía verse más claro que hace unos minutos. Lilian se ofreció a irse conmigo, pero lo que menos quería en ese momento era estar cerca de Michelle que seguramente nos acompañaría, fue a la barra y me despedí de los chicos, Enrique me levanto del suelo de un abrazo y se puso a girar junto conmigo.

  • Gracias

Los agradecimientos de todos, salde mi cuenta, y después me encontraba afuera de la fiesta, comencé a caminar hasta la avenida, hacia frio, lo sabía por el vaho que salía de mi boca, pero no porque en realidad lo sintiera. Los carros pasaban frente a mí, pero ningún taxi.

Un carro se detuvo frente a mí, era Damián.

  • ¿Quieres que te lleve a algún lado?

  • No gracias

  • De acuerdo, Suerte

El carro arranco y yo me quede ahí hasta que un taxi pasó y subí a él.

La casualidad nos da, casi siempre, lo que nunca se nos hubiera ocurrido pedir.

Alphonse de la Martin

Chicos, lamento la tardanza, pero aqui esta como siempre un capitulo mas de esta su historia, espero sus comentarios, saben que son el motivo por el que escribo. Esto no pensaba decirlo, pero que sepan que no soy de los que se quedan callados, ultimamente he visto que las valoraciones y los comentarios, para conmigo y mis demas compañeros autores, han disminuido, asi que los animo a cambiar esto, de verdad que creo que hablo por varios cuando les digo que sus comentarios al final de cada capitulo, son incentivos para nosotros y el hecho de que estos disminuyan, hace que nuestra inspiracion y sentimiento decaigan, pues en mi caso personal, pienso que la historia esta dejando de ser de su gusto.

En fin que para mi cualquier tipo de comentario, bueno, malo es siempre bien recibido, asi como sus sugerencias.

Gracias a todos...

  • S