Golpe por Golpe. El Inicio XI

Don Alberto me abrazo y yo camine hacia la fiesta...

La verdad levanta tormentas contra sí que desparraman su semilla a los cuatro vientos.

Rabindranath Tagore

Alguna vez escuche que antes de la tormenta siempre viene la calma, en ese momento no me importaba, yo era el ser más feliz del mundo, sentía que tocaba el cielo con mi manos. Pero todo en la vida tiene un final y este es el principio del mío.

Durante ese tiempo, me sabía el ser más afortunado del mundo, nada podía borrar la sonrisa de mi rostro. Muchas veces me he puesto a pensar en esa época de mi vida, he analizado una y otra vez todos los pasos que di, cuanto lamento no haber sido más hábil, quizá si no hubiera estado tan ciego, las cosas hubieran podido tomar un rumbo diferente... ¡o quizás no!, supongo que nunca lo sabré, nunca entenderé, como es que mi vida dio un giro tan radical; supongo que la vida tuvo envidia de mi felicidad y decidió revertir mi suerte; o solo es que algunos nacimos para amar, pero no para ser amados.

Todo mi vida, podía resumirse con una sola palabra, ¡perfecta!; Leo y yo éramos... la verdad ¿no sé qué éramos? y la verdad no me interesaba, imagino que en ocasiones hay relaciones tan profundas y fuertes que no pueden describirse con una palabra, ese era mi caso, la palabra "novios" no era suficiente, para expresar todo el amor que había entre nosotros; imagino que lo mismo le pasaba a mi hermano, porque sus ojos brillaban con la intensidad de las estrellas cada que estaba a lado de Casandra, la verdad ella no se quedaba atrás, era imposible ocultar el amor que se profesaban esos dos. Mi relación con Casandra comenzó  a hacerse más estrecha, solía acompañarlos algunas veces al cine, a comer, incluso un par de veces me aventure a ir con ellos al club, no sé lo que había pasado con nosotros, pero Casandra era una persona completamente diferente a la que recordaba, siempre atenta, incluso cariñosa conmigo. Gracias a ella mi hermano y yo dejamos de tener problemas incluso podría decirse, que comenzábamos a tener amigos, o por lo menos en mi caso, era aceptado como un miembro más del salón, dejaron de burlarse de mí y me llamaban por mi nombre, mis apodos desaparecieron y compañeros como Damián, al cual conocía desde los dos éramos niños, empezaron a pedirme ayuda en tareas y asesoría para los exámenes, Rósela cada vez perdía mas simpatizantes, cada vez se le veía menos con Leo, e incluso sus eternos admiradores al igual que varios maestros comenzaron a ignorarla.

Supongo que todo eso fue lo que detono que Iván nos invitara a mi hermano y a mí, a una de sus ya famosas fiestas, solo que esta vez seria para celebrar el fin de año.

Cuando esto ocurrió yo me quede atónito, nunca me habían invitado a ninguna fiesta, ni siquiera cuando era pequeño y se partía un pastel en la escuela para algún compañero.

Mi hermano siempre ha sido de naturaleza desconfiada por lo que, se le veía un poco intranquilo.

Yo por mi parte no veía ningún motivo para no asistir.

Mis padres me dieron permiso y yo esperaba ir junto con Casandra y mi hermano, pero un par de días antes decidieron no ir, lo que obviamente hecho mis planes a la basura; realmente no entendía por qué mi hermano se negaba a ir, intente convencerlo infinidad de veces, pero sin ningún resultado diferente a un: Lo siento hermano, no me da confianza, además no me gustan ese tipo de fiestas, seguramente va a haber música muy alta y alcohol y sabes que no es mi estilo.

Era tal mi afán por ir, que incluso estuve tentado en pedirle a Leo que fuéramos juntos, pero no lo hice.

Había llegado el día del evento y yo estaba en mi casa viendo como las gotas de lluvia chocaban contra mi ventana, pensando en que me encantaría poder estar en esa fiesta.

Unas horas antes de que la fiesta comenzara Leo me envió un mensaje de texto preguntando si estaría en la fiesta porque me tenía una sorpresa... a lo que tuve que responderle que ¡No!, esperaba que intentara convencerme, pero no fue así, en vez eso, me respondió: Que lastima amor, me hubiera encantado estar contigo esta noche, pero no te preocupes, van a haber más ocasiones para estar junto a ti, espero que sueñes conmigo, porque yo toda la noche estaré pensando en ti. Te amo io

No lo pensé más, y me metí a bañar, no me iba a perder la oportunidad de estar por primera vez en una fiesta y menos cuando en esa fiesta iba a estar el amor de mi vida, no había razón para no ir, es más, hasta mis compañeros habían insistido en que les gustaría que fuera; al salir de bañar, elegí el mejor de mis conjuntos, me puse un pantalón de gabardina color beige, una camisa a cuadros roja con negro, un par de zapatos negros y como hasta hace unos momentos había estado lloviendo, me puse un chaleco negro, me vi en el espejo, me veía bien, pero faltaba algo, me escabullí hasta la habitación de papa, y me puse una loción con esencia a maderas; ahora sí, estaba listo, baje corriendo hasta la cocina y le pedí a Don Alberto me llevara, el sabía que mis padres me había dejado ir, por lo que no puso objeción alguna y enseguida emprendimos camino.

Al llegar a la fiesta, no pude menos que quedarme con la boca abierta, era una casa grande, pero parecía que fuera a caerse pues parecía temblar al ritmo de la música, baje de la camioneta con ayuda de Don Alberto

  • Joven, diviértase mucho, pero... tome lo menos que pueda, no deje su vaso solo, y si lo hace, no vuelva a beber de él; yo estaré esperándolo aquí afuera

Don Alberto me abrazo y yo camine hacia la fiesta...

Esto era increíble, no cabía un alma en esa fiesta, me costó mucho trabajo encontrar a alguien conocido, hasta que a lo lejos vi a Damián y sin dudarlo camine hasta el, haciéndole señas con mi brazo, para que volteara a verme, de nada valían mis gritos, porque no se escuchaba nada que no fuera la música, apenas escuchaba mi voz, hasta que Rósela:

  • ¡Mario!, pensé que no ibas a venir, León me dijo que

En eso, Damián nos interrumpió

  • ¡Hey!, Mario compadre, que bueno que estas aquí, ven conmigo, que te voy a presentar a unos cuates,

Al decir esto, me abrazo y me alejo de Rósela, supongo que fue el efecto de las luces, porque me pareció ver cómo le guiñaba el ojo a Rósela, estuve un buen rato con el, me presento a sus amigos, todos muy agradables, y bastante guapos, Daniel, Fernando y Alfonso estuvieron platicando conmigo de sus escuelas y como conocieron  Damián, me dieron un vaso de ron con cola y continuaron contando anécdotas diversas; cuando de pronto, sentí un jalón, era Leo que me sujetaba el brazo

-¿qué haces aquí?, pensé que no vendrías, tú y me dijiste que... olvídalo, vamos que

Un reflector nos apuntó a Leo y a mí, inevitablemente intente ver de qué se trataba, pero me fue imposible, ya que la luz era realmente fuerte; todo desde ese momento se hizo más lento, yo no entendía que pasaba, pero un pensamiento cruzo por mi cabeza: esta debe ser la sorpresa de la que me hablo Leo, no puede ser, será que... sí, estoy seguro que Leo me va a pedir frente a todos que sea su novio, por fin, mi más grande anhelo vuelto realidad, Leo y yo vamos a dejar de escondernos.

Sin embargo, un fuerte golpe me hizo volver a la realidad, Rósela estaba frente a mi

  • T e dije que me la ibas a pagar

Estaba frente a mí, sujetando un micrófono

  • Te equivocaste de enemigo mariconsita, ¿qué creíste?, de verdad pensaste que de buenas a primeras, ibas a dejar de ser invisible, lo siento, pero eso solo pasa en los cuentos de hadas y aun cuando pasara en la vida real, jamás le pasaría a un ser tan inferior como tú, resulta nenita que tú no eres una princesa, eres... eres basura, la escoria de la vida, despierta, la vida no se hizo para monstruos como tu

Yo... no entendía de que me hablaba, no sabía a qué se refería, pero sus palabras me estaban hiriendo, sentía unas enormes ganas de correr, estaba llorando y las palabras no salían de mi boca, hasta que lo vi, el me salvaría, Leo no permitiría que me siguiera insultando

  • Leo, ¿Qué pasa?, ayúdame... por

Otro golpe más de Rósela me hicieron callar

  • ¿Tan estúpido eres que no te das cuenta? jajajajajajajajaja, esto florecita, es una broma, todo lo fue, es mi manera de dejarte claro, que el que me la hace me la paga; pero deja, que será un honor explicarle a cenicienta, como es que su cuento de hadas, solo fue un sueño. Veras punto numeeeero uno, yo le pague a esos dos hombres para que te asaltaran, y para que se dejaran golpear por mi adorado León, así el quedaría como un héroe; punto número dos, lo difícil fue convencer a mi chiquito de seducirte, pensé que no sería capaz de besarte, pero ya vez

Volteo a ver a Leo

  • por cierto amor ya no tendrás que esperar más, esta noche voy a ser tuya

Esta vez se dirigió a mí

  • punto número tres, convencí a Casandra para que anduviera con el bastardo de tu hermano y me encargue que todo el salón y gran parte del instituto te hiciera creer que eras parte de nosotros. En fin Mario, tu deuda conmigo esta saldada, lamento haber tenido que llegar tan lejos, pero tenía que ponerte en tu lugar, que sepas que en este mundo, no hay lugar para alguien tan patético como tu... y por r último, esto no era necesario, pero como sabrás en cada fiesta debe de haber show, algo que la haga inolvidable, y lamento decirte que esta vez, serás tú. LISTOS CHICOS, fuegooooo

Esa palabra fue lo único que escuche, las risas se apagaron, solo sentía los disparos sobre mi cuerpo

Toda la fiesta estaba alrededor mío, con toda clase de cosas desde refrescos, cervezas, frituras, sobres de salsa, cátsup, queso, algunos con chocolate y helado, otros más solo se reían y los más aventurados me escupían; yo solo intente cubrir mis ojos, y fue ahí cuando los vi, Rósela y León besándose al pie de la escalera de la casa de Iván.

No recuerdo más, no sé cómo salí, solo sé que de pronto aparecí dentro de la camioneta, completamente sucio y llorando, Don Alberto solo conducía, pero alcance a escuchar como un sollozo salía de si boca y ver brillar una lagrima en rodando por sus mejillas.

GRACIASA TODOS LOS QUE ESCRIBEN, ESPERO SUS COMENTARIOS.

-S