Golpe por Golpe. El Inicio VI

No sientas nada, aquí el golpeado soy yo. Además, tarde o temprano iba a pasar, ese Leoncito y yo, somos polos opuestos y nos caímos mal desde que nos vimos.

Bueno pues aqui les dejo el si guiente capitulo de esta pequeña historia, ojalal que les guste y espero con emocion sus comentarios; confio en su sinceridad y que con su ayuda poco a poco ire mejorando .

La más tonta de las mujeres puede manejar a un hombre inteligente, pero es necesario que una mujer sea muy hábil para manejar a un imbécil. Rudyard

Kipling

Sabía que algo malo se avecinaba, de verdad que me esperaba lo peor, tenía miedo y se me notaba; no podía controlar mis nervios, me sobresaltaba por cualquier cosa, un sonido , una ventisca, una palabra… estaba demasiado consiente que Rósela no alardeaba, era una enemiga letal; lo supe desde el año pasado cuando una compañera se había enfrentado a ella, gritándole en pleno patio, no lo hubiera hecho, a partir de ese día, Rósela y sus secuaces, en complicidad con León y sus amigos le hicieron la vida imposible, hasta el punto de que a pocos meses de acabar el año, dejo de ir al instituto, Karina, era la prueba viviente de que el que se metiera con ella o cualquiera de sus “amigos”, no sobreviviría para contarlo.

Al acabar las clases, León se acerco a mí… para salir juntos del colegio

-

¿Estas bien?

-

La verdad… no lo sé. Parece que respiro, pero estoy muerto, Rósela no va a dejar las cosas así.

-

Nadie te va a hacer nada. Aquí estoy yo para defenderte. Pobre del que te haga daño, porque no sabe, de lo que soy capaz, para proteger a las personas que amo.

-

No, no no… ella, déjalo así, no quiero que se ponga en contra tuya también. Por ahora ya es bastante con que me tenga a mí en su lista.

Apenas acabe la frase, perdí el equilibrio y reaccione en el piso. León me había empujado, lo supe cuando alce la vista y los vi, dos titanes enfrentándose a golpes, lo que mas temía se había vuelto realidad, mi hermano se estaba peleando con el líder de la escuela; de pronto, todo el colegio estaba alrededor de nosotros, no podía moverme, no sabía qué hacer, quería gritarles que pararan, lo intente, pero no salió ningún sonido, mi garganta estaba seca, mis manos sudaban…

-

Vaya, vaya. Dos hombres pelándose por esta porquería humana. Debe ser tu sueño hecho realidad ¿no?

La voz de Rósela me llego a lo más profundo, una opresión en el pecho y no pude mas, comencé a llorar, no sabía qué hacer, así que… hice lo primero que cruzo mis pensamientos. Me metí a la pelea, y mi cuerpo bloqueo un golpe de León, en ese instante, todo quedo en silencio, mis pulmones estaban vacios, sentía que me asfixiaba, inútilmente intentaba respirar, todo me daba vueltas, caí al piso.

-

¡hermano!. Reacciona. Alza los brazos, respira.

El aire comenzó a llegar, mi hermano estaba junto a mí, su rostro reflejaba desesperación, le salía sangre de la nariz y de la boca, tenía los cachetes rojos.

-

¿Estas bien?

-

¿Pero…. Qué?, estas tirado en el piso, a punto de asfixiarte y lo único que puedes decir es si yo estoy bien, me asustaste

-

¡Yo!, lo siento. Fue mi culpa.

Guillermo se levanto y me ayudo a parar.

Y lo vi, León estaba frente a nosotros, con sangre saliendo de su ceja y nariz, un notable golpe en el pómulo izquierdo

-

¿Te queda claro que Mario no está solo?, lo mismo va para todos ustedes, si alguien, el que sea, vuelve a meterse con mi hermano, no voy a dudar defenderlo.

León solo asintió

-

¡De acuerdo!, ya entendí, el maricon se compro un novio que lo defienda

-

No me interesa lo que tú, o cualquiera de ustedes piensen, ¿Qué?... ¿estas celoso?

La cara de león se puso roja, estaba claro que no esperaba esa respuesta de mi hermano, alcance a ver como cerro la mano, estaba seguro que la pelea comenzaría, pero, León solo dio media vuelta, tomo sus cosas y se fue, nadie sabía cómo reaccionar, la bola se disolvió, unos se fueron detrás de león, y algunas se quedaron a ver como estaba mi hermano.

-

Sabes que esto es solo el comienzo ¿¡verdad!?, te metiste conmigo y lo vas a pagar

Rósela ya me había sentenciado, aunque ahora solo me importaba ver a mi hermano, saber que tanto daño le había hecho León. Y las palabras brotaron de mi boca, sin que yo pudiera evitarlo.

-

No me interesa lo que puedas hacer, y yo en tu lugar, no estaría aquí amenazando a alguien que como has dejado claro, consideras inferior a ti y a los tuyos, si me aceptas una sugerencia, ve a ver a tu novio, es lo mínimo que puedes hacer por él, considerando que se peleo por ti, o debería decir ¿por tus calificaciones?

No espere a que me dijera nada mas, simplemente le di la espalda.

-

¿Nos vamos?

-

Si, al parecer el show termino. Ahora solo tenemos que ver, ¿que le vamos a decir a tus papas?

-

La verdad. Que unos terroristas, tomaron la escuela y que tu como el héroe que eres acabaste con ellos, desactivaste la bomba y salvaste el día.

-

Jajajajajajajajajaja, ojala hubiese sido tan fácil. ¿estas bien?

-

No mucho, eso de tener que salvarte de una golpiza y defender tu honor, me ha dejado exhausto… jajajajajajajaja

-

Ahora resulta que yo soy la damisela en peligro y tu el caballero andante

-

Gracias. Yo… ¡lo siento!

-

No sientas nada, aquí el golpeado soy yo. Además, tarde o temprano iba a pasar, ese Leoncito y yo, somos polos opuestos y nos caímos mal desde que nos vimos. Aunque me hubiera gustado que esto hubiera sido por que él quería y no porque su noviecilla se lo hubiera ordenado.

Mi hermano tenía razón, no era un secreto que ellos nunca se habían caído bien, pero en este conflicto la culpable era Rósela, León solo era un hombre débil, que hacía caso a su novia en todo. Que lastima, León era un hombre sin carácter, todo lo contrario a lo que hubiera pensado. mi desepcion era grande, pero mi amor por el no decrecia; por un momento cuando la pelea hubo terminado y antes de que saliera por la puerta del instituto en compañia de sus amigos, me parecio ver que leon me dedicaba una mirada; mirada que no pude decifrar, espante esos pensamientos que rondaban mi cabeza y mejor continue mi camino con mi hermano; lo importante era curarle esos golpes a mi hermano y ver que les diriamos a nuestros padres.

Antes que nada, muchas gracias por tomarse su tiempo para leer este capitulo y espero que les guste; disculparan lo corto de este relato, de verdad que intente con muchas ganas hacerlo mas extenso, pero, !no pude!, la inspiracion no me lo permitio, me parecio que esta ecena no daba para mas y no quise forzar las cosas. Ya estoy escribiendo el siguiente capitulo, y espero terminalo pronto, que tengan una exelente semana, nos leemos pronto.

______________________________________