Gloryhole de misión II
Segunda parte del gloryhole improvisado
Al día siguiente no paré de pensar en lo que pasó en las duchas. Sólo tenía en mente esa polla que me dio tanto placer, y se me hacía la boca agua de pensarlo. Quería repetir. Mi culito estaba dolorido pero con ganas de más. Por la tarde me acerqué a las duchas con mi mochila preparada para cambiarme en la cabina, pero estaba ocupada. Estuve esperando bastante pero tampoco quería dar la nota, así que tuve que conformarme con una cabina normal en la que me puse mi lencería y empecé a tocarme suavemente. Me encantaba como las braguitas se metían entre mis glúteos, disfrutaba tocando mis tetitas, acariciando mis muslos…necesitaba esa cabina!
Abrí cuidadosamente la puerta esperando ver la cabina desocupada, y bingo! Ya estaba vacía… Tenía la posibilidad de quitarme la lencería y cambiar de cabina, pero me pudo el morbo y me puse la toalla como una nena para salir. Había chicos cambiándose que casi ni se dieron cuenta, pero a mí me puso a mil el morbo de ir con la lencería debajo de la toalla.
Entré en la cabina y la cerré. Tenía el corazón a mil de la excitación, busqué el agujero y me di cuenta que lo habían tapado con cinta americana. La fui quitando cuidadosamente hasta fijarme que había un chico al otro lado, me puse muy cachonda, mis braguitas aguantaban lo que podían a mi pene que intentaba salir de su prisión.
Eché un vistazo por el agujero y vi a un grandullón bastante fuerte y musculado, y le colgaba una preciosa polla que casi me dio miedo, ya flácida era bastante grande. Empecé a salivar, tenía que llamar su atención… Pegué un par de golpes a ver si se daba cuenta y puse mi culito a la vista del agujero, pero no pareció hacer caso…
Después de varios intentos, sólo se me ocurrió meter la mano e intentar tocarle: alcancé a tocarle el muslo y parte del culo (que duro lo tenía…) y se sobresaltó bastante (obvio). Únicamente se me ocurrió sacar la mano y poner la boca con la lengua fuera, como buena zorrita con ganas de polla…
Después de su susto inicial, supongo que lo entendió porque me puso sus huevos en mi boca. Uff que ricos estaban, casi no me entraban en la boca de lo grandes que eran. Empecé a chuparlos y succionarlos hasta que se quitó un poco y acercó su glande. Madre mía que tamaño de polla. Dejé que entrara en el agujero, debían ser como 25 cm de pollón y bien grueso y recto. La veía y era perfecta. Lamía de arriba abajo esa estaca y empecé a preparar mi culito metiendo un par de dedos. Me iba a reventar ese pollón, pero no quería otra cosa.
Fue chupándola todo lo bien que pude, se hacía más grande en mi boca, aunque casi no me entraba. Estaba disfrutando como la putita que soy, metiéndome los 4 dedos para intentar abrir al máximo mi culito. Seguí comiéndosela durante 15-20minutos hasta que mi mandíbula ya me dolía, se la empapé en saliva intentando metérmela hasta el fondo de la garganta, uff que delicia.
En un momento la sacó del agujero y me quedé dudando. No sé qué pretendía, pero me di la vuelta y le puse mi culito, lo más cerca que pude del agujero. Entonces sentí como sus dedos entraron en mi culito y empezaron a jugar. Hasta los dedos los tenía grandes, que delicia. Empezó a meter dos, tres y forzó para meter cuatro, que ya me costaba bastante, pero yo solo estaba esperando su pollón, que se hizo de rogar, pero llegó. Sacó sus dedos y mi culito se quedó vació por unos segundos, hasta que algo que notaba enorme se puso en la entrada a mi culito. Un chispazo recorrió todo mi cuerpo cuando empezó a empujar y entrar, joder me estaba reventando, la sensación era increíble. Me sentía llena, y me llenaba más con cada empuje que daba.
Me tuve que apoyar en el otro lado de la cabina para que no me tirara con sus empujes. Poco a poco iba entrando, empalándome aún más. Me dolía, pero no quería parar, quería sentir dentro de mi toda esa polla. Mi pene estaba lubricando y tenía las bragas empapadas, yo no podía pensar nada más que en esa polla taladrándome. No tenía fin, entraba cada vez más, sentía que me iba a salir por la boca en algún momento..
Pero no fue así, y llegó ese instante en el que sus huevos tocaron mi culo, y vi las estrellas. Empecé a moverme poco a poco con bastante dolor y más disfrute, y poco a poco ese dolor se fue pasando, y cada vez mis movimientos fueron más rápidos, ya llegaba hasta sus huevos con bastante fuerza, y cada vez que pasaba se me escapaba un gemido. Estaba haciendo mucho ruido, pero no me importaba, sólo tenía mi cabeza en esa polla y en disfrutarla.
Seguí moviéndome empotrándome contra ese agujero, su pollón entraba y salía de mi culo y mis piernas ya flaqueaban, estaba en la gloria. Hizo un cambio de ritmo y empezó a moverse el más rápido de lo que yo pudiera. Se me escapó un grito de placer, la pierna izquierda me empezó a fallar y conseguí apoyarme para no caerme pero ya no aguantaba más, gemía como una zorrita y esa polla estaba destrozándome. Mi pene empezó a convulsionar y todo mi cuerpo se tensó mientras me sacaba el orgasmo de lo más profundo de mí. No escuchaba nada, ni siquiera mis gemidos, sólo sentía como cada embestida me proporcionaba más y más placer. Conseguí mantenerme de pie y el no paró de follarme. Mi culito no paraba de apretar y relajarse y mis braguitas rebosaban de mi leche, que empezó a caer al suelo. No sé cuánto duro ese orgasmo, pero para mí fueron horas de placer. Mis piernas ni me respondían, solo temblaban de placer.
Él siguió follándome sin piedad, hasta que conseguí recomponerme. Me sorprendió que no me cayera, puesto que pensé que había perdido el conocimiento de placer en algún momento. Cuando me di cuenta, la saqué de mi culito y con las piernas temblando conseguí darme la vuelta y ponerme de rodillas. Puse mi boca y el siguió follándome como su fuera mi culo. Joder que puta me sentía. Me llegaba hasta lo más profundo de mi garganta y seguía disfrutando. Toqué mi culito y estaba enorme. Me entraba mi puño casi sin resistencia. Pero qué me había hecho ese hombre! Seguí disfrutando de sus embestidas en mi boca y empecé a tocar mi pene también, seguí cachondísima.
Después de varios minutos empecé a notar como se puso más grande (podía más??) y empezó a moverse más violentamente, joder se iba a correr en mi boca. Eso me puso a mil y casi en cuanto noté su primer chorro de leche caliente en mi garganta, mi pene empezó a soltar también leche, sacándome otro orgasmo mientras me llenaba la boca de leche. No podía con toda ella y empezó a caer por la comisura de mis labios empapando mi sujetador y cayendo hasta mi pene. Que sensación seguir tocándome mientras caía su leche calentita en mi pene.
Terminó de correrse y dejé caer un poco más de su leche para tragarme el resto. Se la limpié lo mejor que pude intentando compensárselo. Seguía fuera de mis cabales, gimiendo cada vez que la sacaba de mi boca. No podía creer el pollón que acababa de reventarme…
Al final la sacó del agujero, escuché un “gracias nena” al otro lado. Y salió de la cabina. Yo me quedé cachondísima en la cabina empapada de leche y con más ganas de polla…