Glory hole entre hermanos ante el espía de papá

Dos jovenes hermanos se follan en un "Glory hole" ante la mirada sorprendida de su padre.

GLORY HOLE ENTRE JOVENES HERMANOS ANTE EL ESPÍA DE SU PADRE.

Soy un empresario de exito en el sector de sistemas de seguridad para inmuebles. A mis 45 años, disfruto de una empresa muy rentable, una esposa a la que adoro y dos hijos fantásticos de 18 y 23 años, Dani y Ramón, que son la viva imagen de su padre en lo que a responsabilidad se refiere. Buenos estudiantes, educados, atentos, buenos hijos y buenos hermanos.

Una mañana, me llamaron de un local de copas a 100 kms de mi ciudad. Querían instalar camaras de vigilancia en la sala, puesto que habían sufrido varios robos.

Quedé con el propietario al día siguiente y a las 9 en punto, allí estaba yo, para ver la instalacion y presupuestar el trabajo.

El cliente se retrasaba, yo mientras observaba la fachada del local, pintada totalmente con imagenes de varones jovenes desnudos, al estilo de la Grecia antigua.

Relacioné la decoración con el nombre de la sala, "OLIMPO", por lo que aquellos jovenes debian de ser Dioses Griegos.

Por fin llegó Toni, mi cliente, que al verme absorto en las imagenes, me aclaró su identidad:

  • Son los semi-dioses. Mestizos entre una divinidad y un humano o humana, que vivian en la tierra junto con los mortales y que mayormente habían nacido fruto del incesto, la violación o el engaño.

Me presenté de inmediato:

  • Soy Javier. Perdona por mi ignorancia y gracias por aclararmelo, estaba intrigado sobre las pinturas.

Nos dimos la mano y entramos al local.

Cedí el paso a mi cliente y no sé muy bien porque, me quedé embobado viendo sus movimientos al andar delante de mí.

Soy totalmente hetero, y sin embargo no podía retirar mis ojos de su culo, vestido con un pantalón de chandal que se ajustaba a sus gluteos en cada paso.

Me percaté de que no se le marcaba costura alguna bajo el pantalón, por lo que imaginé que Toni no llevaba ropa interior. Mis pensamientos me turbaban, y para mi sorpresa esas mismas reflexiones sobre el joven, me estaban provocando una ligera erección.

Me enseñó la sala indicando los puntos donde quería las camaras. Al llegar al baño le advertí que dentro de los lavabos no podiamos instalar ningún aparato.

  • No, si lo único que yo quería era mear.­-Me contestó Toni, mientras se colocaba frente a un espejo que iba desde una altura de metro y medio, hasta el suelo, cubriendo la mitad de la pared de una punta a otra del baño.

El joven, mientras se acercaba al espejo, se había bajado la parte delantera del pantalón, mostrando una enorme polla morcillona. De repente, empezó a caer agua por el espejo, dejandome claro que era el urinario.

  • No me aguantaba más.-dijo Toni sujetandose su enorme verga, de la que emanaba un potente chorro de orina.

De nuevo y sin entenderlo, mis ojos se clavaban en su anatomía, esta vez a través del espejo, miraba fijamente como la mano del joven subía y bajaba el prepucio provocando que cada vez, su polla estuviera más alerta.

Al levantar la vista, me encontré los ojos de mi cliente clavados en los mios, que acababan de abandonar la visión de su miembro. Nervioso por la pillada, me dí la vuelta y sin dejar de escuchar su potente chorro chocar contra el espejo, me entretuve mirando tres cubiculos contiguos, detrás de nosotros.

Un detalle me llamó la atención. Las paredes de madera que los aislaban uno del otro, no llegaban al suelo, es más, acababan a unos 80 centimetros del suelo y en el centro de ellos, había un agujero redondo, algo más grande que el grosor de una lata de refresco, justo donde me imaginé que podía quedar la cintura del usuario que estuviera orinando.

Yo era algo mojigato, pero sí navegaba alguna vez por las pelis porno de internet y entendí de inmediato que era un "GLORY HOLE".

Sorprendido por mi ayazgo, me dí la vuelta rapidamente para disimular que lo había visto, pero lo que descubrí al volverme fué a Toni que se giraba cara a mí, aún con la polla fuera y aunque se la estaba guardando, pude verla claramente y de nuevo me quedé inmovil unos segundos con mis ojos fijos en aquello.

  • Bueno, vamos.-Me dijo el joven para sacarme de mi trance.

Esa misma tarde, le pasé el presupuesto de la instalación. Mucho más bajo que en cualquier otro caso y es que tenía que llevarme el trabajo como fuera. Toni aceptó la oferta y dos días despues empecé la obra, para la cual el joven me dio sus llaves, diciendome que se iba fuera de la ciudad cuatro días.

En dos jornadas, mi equipo instaló lo que el cliente había pedido y al tercer día, fuí yo solo e instalé un sistema paralelo de vigilancia en los baños. Con camaras ocultas y programadas por wifi propio para emitir a mi ordenador.

Le devolví las llaves al joven y se mostró muy satisfecho con mi trabajo.

Por fín llegó la noche del viernes y el Olimpo abría sus puertas. Con la escusa del trabajo retrasado, me quedé en la oficina y encendí mi computadora programando la señal de las camaras secretas.

Al principio fué bastante aburrido, pero alrededor de las dos de la madrugada, el trajín en los baños aumentó y la cosa empezó a excitarme.

Podía verle la polla a todos los jovenes que orinaban en el espejo, alguna de ellas de dimensiones considerables. Admiraba perplejo como algunos de los chicos se masturbaban descaradamente allí mismo, de pie y mirando con lujuria a cualquier otro de los chicos. En varias ocasiones esas miradas acabaron en felación.

Mi polla estaba bien excitada y como nadie podía entrar a la oficina, me desnudé por completo y me senté frente al monitor.

Para mi desgracia, los chicos solo usaban los cubiculos de atras, para hacerse rayas, así que casi desistí de poder ver un glory hole como los de internet.

Unos minutos mas tarde, entró un joven directo al cubículo y cerró la puerta con pestillo. El joven llevaba gorra, por lo que no le podía ver la cara, se desabrochó el pantalón dejandolo caer hasta el suelo y mostrando una enorme verga, que aún flacida como estaba, debía de medir al menos 19 cms. No pude evitar pensar como sería cuando estuviera empalmada. El chico empezó a mear subiendo y bajando el prepucio sobre su capullo. Sus movimientos se alargaban cada vez más a lo largo de su polla, que cada vez estaba más firme y más gorda. Me llamó mucho la atención, lo grueso que era aquel pollón. Era mas ancho que el antebrazo del propio niño.

El joven, hacía varios minutos que había terminado de orinar, pero seguía allí, de pie, asomandose de vez en cuando por el glory hole y sin dejar de menearse su enorme miembro. Ya la tenía totalmente erecta y no me defraudó, mediría unos 24 cms y gorda como un vaso de tubo. Coronada por un capullo rosado y brillante en forma de casco, que rezumaba precum continuamente. Mis camaras eran de tal definición, que podía verle incluso las hinchadas venas que rodeaban el tronco de su pene.

Tan atento estaba con este joven, que no me percaté cuando otro chico ocupó el cubiculo adyacente. Para mi desgracia, este tambien llevaba gorra y tampoco podía verle la cara. Aunque sinceramente, lo que me importaba eran sus pollas.

El nuevo chico, miró a traves del glory hole, viendo claramente los 24 cms del primero. (Para seguir bien la historia llamaré al primer chico 24 y al segundo 19, que era lo que me pareció que medía su polla cuando, segundos despues, se desnudó por completo).

24, metio su enorme verga a traves del agujero, ofreciendosela a 19, que de inmediato se la metió en la boca.

¡Joder como chupaba aquel chaval!

19 se metía toda la verga hasta lo mas profundo, quedandosé inmovil durante unos segundos y sacandosela para volver a respirar, no sin antes escupir generosos rios de babas entre toses y arcadas.

Además de las cámaras, tambien instalé micros, así que escuchaba perfectamente los gemidos de 24, mientras 19 le chupaba magistralmente la polla.

Tras un buen rato, cambiaros de postura. 19 se sentó en el suelo con su pecho pegado a la pared que los separaba, sacando la parte inferior de su cuerpo desnudo, por debajo del tablero, quedando de cintura para abajo en el cubículo de 24.

Tanto los ojos del superdotado como los mios, se quedaron fijos admirando las fuertes piernas de 19 y sobretodo viendo como su erecta polla apuntaba orgullosa hacia el techo. Daba la sensación que el ojo de su capullo, miraba directamente a la cámara, siendo conocedor que la señal wifi me llevaba aquella imagen ante mi curiosa y excitada mirada.

24 se escupió en la mano y agarro el miembro de su actual amante, iniciando lentos movimientos masturbatorios alrededor del glande, lo que provocaba fuertes gemidos de placer. Tras un momento de paja, 24 se arrodilló entre las piernas abiertas de 19 y agachó su cabeza hasta encontrar el miembro espectante de su amante.

Ver como se tragaba aquella polla me ponía a mil, pero todavía hubo algo que me puso más. Al bajar su cabeza, el culo de 24 quedó en pompa, mirando hacia arriba y abierto como estaba, me brindaba una perfecta visión de su moreno esfinter. Nunca pensé que ver el agujero de otro hombre sería tan excitante, pero lo era mucho más, al comprobar que al mismo tiempo que el joven mamador metía y sacaba la polla de su boca, su esfinter se abría y cerraba acompasado. Y eso si fue la bomba.

Estaba tan cachondo viendo como aquel culo me provocaba, que cogí un destornillador de mango gordo y tras untarlo de crema de manos, empecé a metermelo en mi trasero.

Al principio me dolió un poco, pero estaba tan caliente que aguanté la molestia y metí aquella herramienta hasta el fondo de mis intestinos.

Mis gemidos iban al compas de los que emitia 19 al otro lado de las ondas e imaginé que era el quien me estaba penetrando.

Aunque el placer me hacía cerrar los ojos, de vez en cuando recuperaba mi mirada en la pantalla, para observar esta vez, como 24 había llevado una mano hasta su propio trasero y se metía sin dificultad tres dedos hasta lo mas hondo.

  • Quiero que me folles!-Suplicó 24.

Tras la rogatoria, 19 reptó hacía el cubículo contiguo, dejando a merced de 24 casi todo su cuerpo, a excepcion de la parte superior del torso y su cabeza.

Durante la sesión amatoria de aquellos chavales, en ningún momento había visto sus caras, puesto que mantuvieron sus gorras puestas en todo momento, pero eso cambió cuando 19 quedó totalmente tumbado sobre el suelo. Aunque no se quitó la gorra, su cara quedaba mirando al techo, dejandome descubrir la identidad de aquel joven.

No podía creer lo que veía en la pantalla. Para mi asombro comprobé que el joven al que yo llamaba 19, erá mi hijo mayor. Nunca pensé que a Ramón le gustaran los hombres. Aunque tampoco pensé nunca que me gustaran a mí.

Flipando como estaba, ví como 24 se colocaba a horcajadas sobre la cintura de mi hijo, con una pierna a cada lado. Aquella escena pasaba ante mis ojos como a cámara lenta. Observé como aquel desconocido agachaba su cuerpo hasta tocar con su culo la punta de la polla tiesa de mi hijo, que se ergía potente. 24 llevó una de sus manos hasta agarrar la verga de Ramón y tras colocarsela justo ante su abertura anal, dejó caer un poco más su cuerpo, para abrazar con su dilatado esfinter la mitad del miembro de mi retoño.

24 lanzó un fuerte quejido, sin duda, Ramón le había partido el culo en dos, que aparentemente no estaba lo suficientemente dilatado. 24 intentó retirar su trasero de la verga de mi hijo, pero el cabrón de Ramón, lo sujetó fuerte por la cintura y con un firme movimiento de cadera hacia arriba, le metió de una estocada la totalidad de su hinchada polla.

24, al sentir aquella tranca traspasarle se llevó una de sus manos a la boca, para acallar su propio grito, mientras con la otra mano, se agarró la cabeza. Al hacerlo tiro su gorra al suelo. Aquello me puso totalmente en alerta, por fin podría verle la cara a quien se estaba follando mi hijo, solamante necesitaba que aquel joven levantara su mirada hacia la camara.

Tras unos segundos inmóvil, Ramón retiró casi por completo su tranca del trasero que le alojaba, dejandole enel interior, solamente el hinchado capullo.

Manteniendo sujeto el cuerpo de su amante, mi hijo volvió a arremeter con todas sus fuerzas contra el culo de 24, insertandole de nuevo sus 19 cms en lo mas profundo.

Al sentir como la verga de Ramón volvia a penetrarlo, un gemido de placer exhaló de sus pulmones y preso de la pasión, 24 cerró los ojos, y alzó su rostro hacía la cámara.

Al ver su cara, una especie de calambre recorrió todo mi cuerpo, desde mis cerebro, hasta la punta de mi polla. Aquello que descubrí era algo imposible, el superdotado 24, no era otro que Dani, mi hijo pequeño, que gemía con deseo mientras su hermano lo follaba.

Estaba tan sorprendido que, inconscientemente mi mano dejo de pajear mi polla. No podía dejar de mirar los ojos de Dani que se entreabrian ocasionalmente, al compas de las embestidas de Ramón.

Los gemidos de mis hijos, me devolvieron a la realidad y de nuevo miraba la escena, como lo que era y lo que me había excitado sobremanera hasta ese momento, dos jovenes teniendo sexo en unos baños.

Cuando me hubo pasado el shock, empecé a disfrutar otra vez con aquello y retomé mi masturbación. Ahora, además de fijarme en la penetración, no podía dejar de mirar la enorme verga de mi pequeño Dani, que con 19 años, lucía entre sus piernas unos majestuosos 24 cms que, conforme su torso subía y bajaba sobre el pene de su hermano, acompañaba la oscilación golpeando como un martillo los duros abdominales de Ramón, cada vez que este se dejaba caer.

Estuve atento al sus sonidos pero en ningún momento se llamaron por su nombre, de hecho, ni tan siquiera habían hablado, solo cuando Dani suplicó que lo follara, lo que me hacía dudar si realmente eran conscientes que se estaban follando entre hermanos. Aquella incognita me excitaba aún más, llegando a imaginarme que la polla de Dani me revienta el culo en esos mismos baños.

Los gemidos de mis hijos fueron en aumento, de la misma manera que lo hacía mi paja.

  • Me voy a correr- Gritó Ramón

  • Llenamé el culo con tu leche- Suplicó Dani de manera lasciva.

-Si hijos mios folladme los dos- le grité al monitor, mientras de mi polla salian potentes chorros de semen que se estrellaron contra la pantalla

Al mismo tiempo mis dos hijos se corrían. Daní vertía sobre el pecho de su hermano y Ramón inundaba el culo de mi pequeñin.

Tras la eyaculación grupal, ellos se limpiaron cada uno en su cubículo y yo hice lo propio en mi oficina.

Antes de apagar todo para volver a casa con mi amada esposa, la intriga volvó a mi mente:

¿Sabrían cada uno quien era el otro?